"Usa sus lágrimas como arma"

Elián me llevó a su casa, donde había una fiesta con pocas personas, todos estaban en la sala y la música retumbaba por todo el lugar.

Al entrar me palpitó el pecho por la fuerte música. Elián quiso tomarme de la mano, y lo manotee enseguida porque eso seria mi perdición. Les recuerdo que en esa misma calle vive familia de Megan, y lo más probable era que por lo menos su hermano estuviese presente en esta fiesta, ya que es amigo de Elián.

—¿¡Que te pasa!? ¿¡Estas loco!? —lo fulminé con la mirada

—Loco por tu cuerpo... —susurró y yo lo empujé entre la multitud, haciéndolo chocar con algunas personas que objetaron y él se disculpó.

Me miró con cara de pocos amigos y yo le regalé una sonrisa inocente.

No pretendía que nada pasara esta noche. Planeaba hablar con él y dejarle las cosas en claro. En primer lugar estaba recuperar mi cadena.

Llevaba puesto un short de Jean algo bonito, no tanto para una fiesta pero podía pesar desapercibida, también llevaba una blusa blanca con un dibujo que me gusta mucho en todo el medio. No iba a durar mucho, así que no me preocupé. Seguí a Elián hasta al fondo mientras saludaba a muchas personas durante todo el camino, personas que yo no conocía.

Llegamos al fondo, Elián se sentó en un mueble y con un gesto me indicó que hiciera lo mismo. Traté de mantenerme lo mas alejada se él, pero él parecía pensar distinto. Se acercó mas a mi y me rodeó con su brazo. Tan solo su tacto me causaba escalofríos...

—No. —advertí, con una falsa sonrisa, pendiente de si alguien nos miraba o no.

Se burló, pero hizo lo que le pedí, soltándome y alejándose. Mi cuerpo se quejó por la falta de cercanía, pero mi cabeza se rehusaba a estar cerca de él. ¿A quien debía hacerle caso?

A tu corazón »Corazón

¿Que? ¡No! Debe hacerle caso a su cerebro ¿que no ves que estaría pecando? No lanzaremos a la niña a un abismo »cerebro

¿Que abismo? No seas exagerada. Estaríamos regalándole amor... Felicidad.»Corazón

¿Eso crees? ¿Eres normal? ¿Quieres que se la cojan y se larguen? ¡Sería nuestra perdición, corazón! ¿Quiere eso?»Cerebro

Cerebro, lo único que quiero es amar y ser amado, dejanos vivir...»Corazón

Bueno ¡ya! ¡callense, cerebro y corazón! »Kiara

Callé esas vocesitas de mi cabeza y me concentré en mi alrededor.

—No tienes que esforzarte para a verte hermosa ¿sabias? —opinó Elián

—Ajá. —tajé

—No tienes que estar siempre a la defensiva. Vive. Haz lo que quieras hacer, lo que te haga sentir bien

—¡Ah! Si, y ¿eso sería acostarme contigo a espaldas de mi amiga? —dije en tono sarcástico —. ¿A que juegas, Elián? Si quieres vengarte de Megan, buscate a otra persona, pero yo no voy a participar en tu jueguito —puse los ojos en blanco y desvié la mirada.

—Mira, Kiara. No se trata de vengarme de nadie —se acercó a mi, serio. Hablando del tema de forma importante —. Te lo expliqué. Te dije que me gustabas desde hace mucho, joder, te expliqué las cosas...

—¿Me las explicaste? —lo interrumpí —¿Se puede saber en que momento? Porque lo único que dijiste fue "Sabes, me has gustado desde hace un tiempo. Vamos a coger ¡si! ¡Wohoo!" —imité su voz de forma burlona e ilógica. —¡No me explicaste un cárajo! Estabas muy ocupado planeando como convencerme de irme a la cama contigo.

—¿Ya acabaste? ¿Acabaste de inventar las cosas? Lo malinterpretaste todo, Kiara —en su voz se notaba lo molesto que estaba —. Me dejé llevar, fué algo que no planeé, simplemente pasó y ya.

—Pues, amiguito, te informo que si quieres convencer a una mujer de llevarla a la cama ¡no se empieza así! Claro, a menos que sea una prostituta. ¿Que creías? ¿Que iba a aceptar a la primera? Estas mal, Elián.

También estaba molesta, se sentía la tensión entre ambos. Él no dijo mas nada, tal vez se dio cuenta de que así solo empeoraría las cosas.

Bellaquita de Lenny Tavarez empezó a sonar por toda la casa. Elián no lo pensó mucho y me tomó de la mano para que lo siguiera

—Bailemos —propuso, a lo que yo acepté porque la verdad es que si algo hacia bien era bailar

Elián se puso detrás de mi colocando sus manos en mi cadera, las cuales movía al ritmo de la música. Me dejé llevar en el momento porque bailar me relaja, así que di lo mejor de mi y me esforcé por moverme mejor

Elián susurraba la letra de la canción en mi oído, sentía como su aliento golpeaba mi oído, y luego pasó a mi cuello, pensé se me estaba oliendo, pero cuando le pregunté dijo que no. Pues, así soy yo, si no sé algo por mas incómodo que sea pregunto. Debía admitir que Elián era mi debilidad, y todo lo que hacía me ponía los pelos de punta, un escalofrío recorrió mi cuerpo y sentí un leve ardor en mi vientre. Debo aceptarlo, tengo ganas de él, pero es algo que nunca podrá pasar. Desearía que él nunca se hubiera metido con Megan. Desde el día de mi perdición me he planteado muchas teorías de como podríamos estar juntos, pero en la mayoría de ellas tendría que renunciar a Megan.

Aleixandre me dijo algo que me hizo pensar mucho, hizo que me decidiera por Megan. Elián me dijo "Si su amistad es realmente fuerte y bonita ¿cual de las dos relaciones crees que valen la pena? ¿Un noviazgo que aparte de traerte problemas puede acabar pronto? ¿O una amistad que promete muchos años llenos de magia?" y obviamente decidí a Megan, no podría abandonar la amistad por SU novio, era algo absurdo. Pero ahí estaba, Elián siempre cambia todos mis planes...

Sentí el bulto en su pantalón, y debía admitir que ese era mi objetivo. Di lo mejor de mi bailando. Lo más probable era que tuviera una erección. Un gemido salió de mi boca cuando Elián me apretó más a él. Debía salir rápido de esa situación, no podía permitir que algo más pasara.

Para mi conveniencia, la canción acabó. Me separé de Elián y fuí a sentarme donde estábamos sentados antes. Elián me siguió y se sentó a mi lado.

—Ya quiero irme, debo ir a mi casa —expliqué

Él solo me miró, yo esperé a que respondiera.

—Yo no voy a llevarte. —soltó

Quedé estupefacta. ¿Como iba a decirme que no me llevaría cuándo fue él quien me trajo aquí? ¿Era eso justo?

Maldición...

No le iba a dar el gusto. Podía irme con alguien más.

—Esta bien —dije lo más serena posible y con una sonrisa en mi rostro —. Le diré a Javier que me lleve.

Ví como apretó la mandíbula, era obvio que no le agradaba la idea por lo que había pasado aquella vez en navidad. No dijo nada. Me levanté y fuí en busca de Javier, a quien no tardé en encontrar.

—¡Hola! —le dije de la forma mas amigable posible y le planté un beso en la mejilla. Podía sentir el peso de la mirada se Elián.

—¡Kiara! —me saludó de la misma forma. Me rodeó con su brazo —. ¿Como estas? ¿Necesitas que te ayude en algo?

Acertó. Era obvio que yo no le hablaba así porque sí.

—Bien. Gracias. Bueno, en realidad si. Quería saber si tu podrías llevarme a mi casa ¿puedes? —pusd mis ojitos de cachorro

—Claro, tengo la moto acá afuera. Solo dame cinco minutos y nos vamos ¿si? —Me dijo. Muy amable el chico.

Asentí y fuí a buscar a Elián. Como creí, estaba mirándonos desde el sofá, y no se veía muy contento.

Puedes dejar de actuar, amiguito »pensé

—Javier me llevará, voy a irme —le informé.

Él solo me miró y no respondió. Me quedé así un rato y como no dijo nada decidí irme ¿que iba a hacer ahí parada como una boba? Nada. Giré y di unos pasos para irme. Él me lo impidió  cogiéndome del brazo. Lo miré, esperando que dijera algo, solo me miró durante unos segundos. Me arrastró hasta adentro, sin explicarme nada.

—¡¿Que haces?! Tengo que irme, Elián, sueltame —le pedí, gritando por encima de la música.

—¡NO TE IRÁS HASTA QUE HABLEMOS! —gritó él.

¿Hablar? ¿Él quería hablar? ¿Otra vez?

Me llevó a su habitación... Esa habitación... ¿Si recuerdan lo que pasó allí? Cada escena de ese día pasó por mi mente. Me quedé parada mirando la cama y pensado en todo eso. Hasta que me percaté en la mirada de Elián, quien me miraba expectante, como si quisiera saber lo que pensaba, aunque ya lo sabía.

—¿De que quieres hablar? —enfoqué. Ya no debía pensar en aquello.

—¿De verdad quieres olvidar todo lo que pasó entre nosotros? Porque yo no puedo, Kiara, ¿es que no te importo? ¿Es eso? —soltó, con una nota de preocupación y dolor en su voz. Y en su mirada se notaban los mismos sentimientos.

—¿Que más íbamos a hacer? Elián, tú eres el novio de Megan..

—¿¡Y que carajos con eso!? —me interrumpió —. ¡Ella me engaña! Y tú lo sabes, sabes que nuestra relación está muerta. Kiara, yo te dije lo que siento, te dije que estaba dispuesto a terminar con Megan, pero tú no quisiste. Nunca me dijiste lo que sientes... ¿Es que no sientes nada por mi? —su voz se rompió al preguntar lo último.

Se me arrugó el corazón al verlo así, sus ojos ya se estaban llenando de agua. No podía creer que podría llorar por mi, nunca lo imaginé. Y me pareció algo tan lindo...

—No, no, no es eso —me acerqué rápidamente a él. Acuné su rostro con mis manos. Él cerró los ojos, como si fuera vulnerable ante mi tacto. Eso hizo que yo sintiera mil cosas dentro de mi. —. Elián, yo te quiero, claro que siento algo por ti. No sabes cuanto desearía que las cosas fueran distintas. No sabes cuantas ganas tengo de besarte, de estar contigo, de ser tu novia —junté mi frente con la de él —. No sabes lo que siento cuando estoy cerca de ti. Cuando te veo me Contengo por besarte, por abrazarte, por darte cariño. Es como si miles de emociones se encontraran en ese momento, y quisiera descargar todo en ti. Queriéndote.

Él no abrió los ojos, su respiración pareció calmarse y sus piernas parecieron fallar, porque buscó la cama y se sentó en ella, llevándome con él. Sin pensarlo me senté en sus piernas.

Y la primera lágrima brotó de él. Aún no abría los ojos, pero las lágrimas salían de ellos a paso rápido. Eso me debilitó por completo. Le di todo el cariño que pude. Acaricié suavemente su rostro, el cabello. Lo abracé fuerte pero las lágrimas no cesaban, solo salían más.

—No llores, por favor —le pedí. Mi pecho se apretó y mis ojos también se llenaron de agua hasta caer la primera lágrima.

Él abrió los ojos. Nos miramos durante un rato, de una forma que no sé como explicar. Su mirada era profunda y llena de amor. Me limpió un par de lágrimas de la mejilla.

—Como quisiera haberte conocido antes —susurró

Acarició mi cabello y luego me atrajo a él. Nuestros labios hicieron contacto. Yo no pude contenerme, no tenia fuerzas para negarme teniendo en cuenta la situación. Me besó de una forma profunda, lenta y llena de amor. Como si fuera la última vez que me besaría. Miles de emociones hicieron presencia en mi, mi cuerpo tembló ante sus besos. Succionó y mordió levemente mi labio inferior, y luego los lamió hasta que decidió meter su lengua en mi boca, saboreando cada parte de mi boca, cada rincón. Yo le seguí el beso, sentía que ya no podía aguantar más y quería besarlo durante horas y horas y que pasara lo que tenga que pasar. Sus manos acariciaron mi cuerpo, recorriendo mis curvas, mi cintura, mi cadera y mi trasero. Luego las pasó por mi espalda, con desespero.

—Necesito más de ti, Kiara, no sabes cuantas ganas te tengo —su voz era ronca, al borde de la locura. Sus palabras causaron estragos en mi.

Ninguno de los dos tenia las fuerzas para separarnos. Pero debíamos parar.

Un ratito más »pidió una voz en mi cabeza.

Moví mis caderas encima de él. Mi vientre palpitaba dolorosamente, pidiendo más. Mi cuerpo quería más de él.

Lo empujé hasta quedar acostado en la cama y moví mas mis caderas contra su miembro. Él gruñó.

Me atrajo hacia él haciéndome caer encima de él, abrí mis piernas a los lados para sentirlo más. El beso de volvió mas apasionado y salvaje, desesperado y hambriento.

Debes parar

Debes parar

Estas pasando el límite

Los pensamientos estaban ahí, pero mi cuerpo no se detenía, no podía controlarme.  Yo quería más.

—¡Kiara! —escuché la voz de Javier en la habitación de al lado.

Me levanté rápidamente, Elián se quejó. Lo obligué a sentarse. Me acomodé rápidamente el cabello por si acaso se notaba algo de lo sucedido

—Aqui estoy —respondí, me separé de Elián sentándome mas lejos de él.

Javier cruzó la puerta y nos miró a ambos. La forma en como nos miró nos hizo entender que se imaginaba lo que acababa de pasar.

Por suerte él no dijo nada

—¿Nos vamos ya? —me dijo

—Claro, voy —me levanté de la cama

Elián me cogió del brazo

—Yo la llevo, Javier, no te preocupes —dijo

Javier dudó un momento, pero luego asintió y salió de la habitación.

Lo miré, extrañada porque él se había negado a llevarme.

Me volvió a besar de forma posesiva y tan rápido que no pude seguirle el paso, pero se separó de mi rápido y me indicó que lo siguiera afuera y eso hice.

Me llevó a mi casa en la moto con la que me había llevado a su casa en un principio. Ninguno dijo nada en todo el camino.

Bajé de la moto, estábamos frente a mi casa, las luces estaban encendidas pero nadie se veía por todo el lugar. Me giré para despedirme de Elián.

—Adiós, gracias por traerme —dije sin más, esperando su respuesta.

Él me cogió de la mano, atrayéndome a él y me plantó un pequeño beso en los labios.

—Te quiero —dijo en un susurro —. Mañana vendré, saldremos en la tarde.

Y con eso se fue. Allí me di cuenta de que me había convencido. De que con sus lágrimas me manipuló de nuevo para darle una oportunidad.

Pero aún no sabía si fue intencional o de verdad lloró por mi.

Él usa sus lágrimas como arma...

___________________________________________________________________

Holiiissss

Bueno, hasta ahora me ha gustado mucho el procedimiento del libro ¿ustedes que piensan?

La verdad es que la relación de Kiara y Elián es muy peligrosa. No sabemos cuales son las verdaderas intenciones de Elián porque, vamos, Kiara nunca le dio razones para enamorarse de ella. ¿A él de verdad le gusta la versión tonta y vergonzosa de Kiara? ¿O es simplemente un juego? Porque, vamos, todos sabemos que Elián no es de esos chicos dulces que se enamoran de las mas inocentes. Elián tiene una mala reputación, chic@s.

Aaaaadelantooo.

Elián le enseña un poco de lo que sabe a Kiara.

Kiara se pierde en sus palabras.

Megan y Kiara empiezan a alejarse...