31 de diciembre del 2018

—¡Ok, ok! —gritó Megan entusiasmada, aunque era obvio que yo lo estaba más. —Entonces, como tú eres muy blanca te pones el negro, y como yo soy morena me pongo el blanco —dijo señalando los dos conjuntos que habían en mi cama

Era fin de año, íbamos a pasar ese día con su novio, Elián, en una fiesta a la que nos iba a llevar. Habíamos escogido conjuntos iguales, pero de diferente color. Uno era negro y brillante, no eran lentejuelas, sino como brillitos. Y el otro blanco era igual. Nos compramos tacones iguales, ambos eran negros, de cuero.  Estábamos muy emocionadas porque nuestras madres nos iban a dejar pasar la noche con Elián hasta las 12:00 am en punto, para que llegáramos a tiempo al cañonazo.

Elián... Moreno, de piel clara, cabello enrulado y negro, ojos negros pero hipnotizantes, delgado pero ejercitado, tenía una voz gruesa y ronca que si la sabía usar te bajaba las bragas solitas. Él era tan... ¡Shu! ¡Shu! Espanté ese pensamiento de mi cabeza lo más rápido que pude.

»Es el novio de tu mejor amiga ¿como puedes pensar así?

Lo sé, lo sé, solo se me salió pero no quise...

»Controlate, Kiara, Controlate

Ay, tú que vas a saber, estúpida consciencia ¡fuera de aquí!

Megan, morena, de piel más oscura que la de Elián pero no muy oscura, su cuerpo era muy favorecedor, dándole curvas, aunque no muchas pero las necesarias, sus senos eran de buen tamaño igual que su trasero. Su cabello... Bueno su cabello no era tan bonito pero lo sabía acomodar en trenzas y otras cosas. Unos ojos grandes de un color café oscuro, sus labios carnosos y... Bueno, era muy bonita.

En cuanto a mi, soy blanca, muuuuyyy blanca, hasta me dicen que brillo en !a oscuridad. Y mi cuerpo, bueno, mi cuerpo con algunos ajustes sería como el de una barbie. Soy delgada, mucho pero no tanto como para verme desnutrida, tengo muchas curvas gracias a que mis caderas son grandes y mi cintura muy chiquita, mi trasero no era tan grande como el de Megan pero tenía lo mío, mis senos son pequeños, así como los de... No sé, pero cuándo encuentre a alguna famosa que los tenga como yo ya verán. Mi estatura es la adecuada para mis 16 años. Y mi cabello, que llegaba hasta mi cintura tenía unos rulos rebeldes y definidos, de un color castaño claro, casi como  rojizo. Megan tiene 18 años.

—Bueno —comenzó ella —Yo iré a mi casa a vestirme y vendré a que me maquilles porque tú eres la que sabe hacerlo. Vengo a las 6:30 en punto, porque Elián viene por nosotras a las 7:00, así que debemos estar listas a esa hora ¿ok? —asentí

Ella soltó un grito de emoción, se despidió con un gesto de la mano y se fué.

Sé lo que deben estar pensando, se oye como si yo fuera la violinista en ese lugar, porque es obvio que Megan estará con Elián. Pero no piensen eso, Elián y yo nos la llevamos bien,y habíamos quedado de que un amigo de él pasará conmigo. Todo arreglado.

Miré los conjuntos en la cama y allí los dejé. Eran las 3:45 pm, todavía teníamos tiempo. Así que hice a un lado la ropa y me acosté un rato poniendo la alarma de mi celular a las 5:00 en punto.

                                                           * * *

El pitido de mi celular me despertó enseguida, así que lo cogí para apagar la alarma pero resultó que no lo era, era una llamada y era de Elián.

—¿Aló? —respondí

—Kira —su voz gruesa y atractiva me contestó al otro lado de la línea

Kira, así me dicen por cariño.

—Si, dime —respondí

—Javier irá con nosotros ¿te parece?

—Claro, no te preocupes

—Bueno, hermosa, nos vemos está noche. —y colgó

Hermosa... Elián si que era lindo.

Por lo menos no me despertó tan temprano, ya que faltan solo 5 minutos para las cinco de la tarde. Tenemos dos horas para alistarnos.

Fuí al baño, y llené lo suficiente de agua la ducha, necesitaba algo que me relajara, porque estaba un poco nerviosa. Me quité la ropa y corrí a la ducha como niño a la piscina. Me hundí en el agua tibia y cerré los ojos, jugando con la espuma en mi cuerpo.

Sentí el peso de alguien caer encima de mi, y su mano se posó en mi mejilla, para acariciarla, abrí los ojos y Elián estaba ahí, mirando de esa forma tan profunda y linda que hace que me sonroje de inmediato. Y sonrió, su sonrisa era perfecta, con unos dientes blancos y muy lindos, una sonrisa grande que achinaban sus ojos. No sé explicarlo pero tiene una sonrisa cautivadora. Yo le respondí la sonrisa, lo que hizo que sonriera más y luego en un acto desesperado y posesivo plantó un pequeño beso en mi boca dejándola húmeda. Rodeé mis brazos en su cuello y lo atraje hacía mi, quedando en un beso necesitado y devorador, succionando y mordiendo mi labio levemente, luego empezó a plantar besos por todo mi rostro, hasta mi cuello, dejando un camino húmedo en mi cara, cuello y ahora pecho...

—¡Ya! ¡Kiara! —me regañé a mi misma rogando que mamá no me escuchara ya que tendría otra excusa para dexke que estoy loca

Paré mi fantasía y la boté en un bote de basura imaginario, luego lo cerré con candado para que no pudiera volver a salir de allí.

Terminé de bañarme y fuí a vestirme, no me puse los tacones ya que me cansaría rápido, así que me los pondría cuando ya estemos en la fiesta. Me miré en el espejo de cuerpo entero que había en mi cuarto, la verdad me veía muy bien, mis curvas hacían todo el trabajo, entonces procedí a maquillarme. Echándome base en mi rostro, cuello y pecho, luego cubrí con polvo y jugué con los colores gris, negro y blanco en mis ojos, me hice unas cejas espectaculares tal y como había aprendido en un curso que hice anteriormente. Pinté mis labios de un tono nude, un marrón nude, que me quedaba a la perfección por mi tono de piel. Me eché un rubor color nude para que todo mi maquillaje compactará, quedando un look neutro. Luego solté mi cabello mojado y me eché crema de peinar a montón, luego lo sacudí y mis rulos quedaron mucho mejor de lo que quedan sin crema. Hice una linea lateral, haciendo que mi cabello callera hacia un lado, dejando un bulto arriba.

Miré la hora 6:34, Megan llegará en cualquier momento...

—¡Holaaa! —la escuché gritar entusiasmada en la sala

Ya decía yo.

Megan entró en mi habitación mirándome asombrada, y yo la miré de la misma forma

—¡AHHHHHHH! —gritamos al unísono

Me levanté de golpe y la tomé de las manos mientras seguíamos gritanto y dando brinquitos como niñas de preescolar

— Te ves tan ¡WOOOWWW! —le dije mientras la miraba maravillada

—¡Y tú no pareces tú! ¡Mirate! ¡Pareces barbie!  —dijo mientras me hacía dar un vuelta para mirarme mejor.

—Este día será genial —aseguré

—Ahora ¡Maquillame! —dijo y se sentó frente a mi peinadora en una silla grande que había frente a ella.

—¿Te maquillo como a mi o quieres que juegue con los colores? —le pregunté

—Soy morena, Kiara, haz algo que me quede bien.

Yo tenía maquillaje especialmente para ella, porque era obvio que quien la maquillaba siempre era yo. Así que compré maquillaje para ella, como el polvo y la base de su tono de piel y algunos labiales que le quedarían bien

En los labios le eché un tono rojo muerto, como vino, pero a la vez parecía morado. Le quedaba muy bien, de sombra le eché blanco con dorado y un poco de rubor color durazno en las mejillas. Sus cejas quedaron iguales a las mías, hermosas.

Eran las 7:00 en punto y ya estábamos listas, yo no tardé en ponerme mis tacones cuando bajamos a encuentro con Elián.

—¡Hola! —saludó primero Megan, plantándole un beso en los labios a su novio.

No me incómodo para nada, ya estaba acostumbrada, además, Elián me parecía lindo y ya.

—¡Holis! —saludé y fuí a saludar a Elián como siempre, con un saludo que se suponía era un beso en el cachete pero parecía mas como un choque de cachetes

Cuándo nos separamos noté la mirada incitadora de Elián sobre mi. Me mira de una forma provocativa, su mirada recorría todo mi cuerpo, parecía estar desnudándome en ese momento con la mirada. Supe que me había sonrojado en el momento que mis mejillas ardieron. Su mirada cayó en mis ojos, percatándose de el rojo en mis mejillas y me regaló una sonrisa ladina que con su mirada decía algo como "Quiero hacer visitas malas contigo"

Megan no se había percatado de aquello porque estaba a espaldas de nosotros hablando con Javier, el amigo de Elián

—Estas hermosa, Kira —dijo

Me sentí tan incómoda y sentí aquello tan inapropiado que no dije nada y le pasé por un lado para  estar con Megan.

—Pues, Kiara no sabe bailar cualquier tipo de canción, no es de su gusto —decía Megan a Javier

—Cierto —me metí en la conversación —No soy buena en ello, pero si bebo mucho te aseguro que bailo mejor que Shakira

—¡Cieerto! —rió Megan

—Ps, se escucha divertido. Pasáremos una buena noche, Kiara —opinó Javier

—¿Entonces? ¿Nos vamos? —insistió Elián desesperado

Entonces fué cuando me percaté de que ambos habían llegado en motos. La de Elián era roja con negro y la de Javier era azul con negro. La de Javier me gustaba más, esos eran mis dos colores favoritos.

Megan y yo nos montanos emocionadas en las motos y ellos emprendieron el viaje al club.

Cuándo llegamos la musica retumbaba por todo el lugar, haciendo palpitar tus oídos y tu pecho. Se sentía la corriente por todo el lugar. Elián y Megan fueron de inmediato a la barra para pedir las bebidas, y Javier y yo tomamos la mesa.

El lugar tenia una pista grande en en medio. El piso blanco brillaba y solo se veían los pies de las personas, las luces de colores recorrían todo el lugar, a veces llegaban a tus ojos y te encandilaban. La barra estaba al fondo, el mesón era de un verde brillante, fluorescente, allí solo se veían las bebidas y las sombras de las personas delante de él. Habían mas sillas al fondo, izquierda y derecha, parecían dos salas privadas porque habían pocas personas, y la música parecía no escucharse mucho por ahí. Y luego estaban los extremos al principio del lugar, izquierda y derecha, nosotros nos sentamos en la izquierda, las mesas eran de vidrio y eran redondas, los muebles rojos las rodeaban.

Saqué mi celular y me tomé una foto con Javier

—Estas muy hermosa hoy —me dijo mientras yo editaba la foto

—Gracias

—Entonces ¿hay algo que sepas bailar sin tener que beber? —preguntó

—Umm —lo pensé un rato —Dacehall

Se sorprendió

—Pensé todo menos eso, ya que cuando dicen que no saben bailar ese es el baile principal —opinó

Entonces Elián y Megan llegaron con las cervezas, todas costeñitas porque Megan sabía que eran las que yo mas aguantaba. Yo no era persona de beber, muchas de las cervezas me repugnaban, no las aguantaba. Apenas podía con la costeñita porque era la mas suave y no era agría

Elián pasó cada uno por nuestros puestos, y yo le di un sorbo a la mía de inmediato, no soy de beber, pero hoy quiero hacerlo hasta mas no poder.

—Entonces ¿bailas? —propuso Javier en cuanto sonó Ese tiki tiki por todo el lugar

No dije nada y lo tomé de la mano, llevándonos hasta el centro del lugar. Me coloqué delante de él y comencé a mover mi trasero junto con mi cadera, eso si que lo manejaba bien. Javier puso sus manos en mi cintura y bailó conmigo, debía admitir que lo hacia muy bien, como si estuviésemos sincronizados, porque encaja a la perfección conmigo.

Al cabo de media hora estaba ya muy sudada, y solo habíamos llegado a la mesa para coger nuestras cervezas, pero no habíamos pareado de bailar. El alcohol corría por mi organismo, lo sentía, además, soy la que más ha bebido de todos nosotros.

Mientras me movía al ritmo de la música sentí el peso de una mirada en mí, y la busqué. Miré a nuestra mesa y Elián me miraba, por alguna razón Megan no estaba con él. Sus ojos estaban fijos en los míos, me miraba de una forma posesiva, como si le molestara que bailara con Javier, entonces me moví más, contra la pelvis de Javier, lo que hizo que le molestara más. En su mirada reinaba la advertencia, como si me amenazara.

Entonces, el alcohol empezó a hacer efecto en mí.

Me giré, quedando cara a cara con Javier, y de una forma loca y traviesa lo besé, él cerró los ojos y me rodeó con sus brazos. En ningún momento cerré los ojos, ni siquiera me concentré en el beso, yo solo miré a Elián, a quien parecía que se le iban a salir los ojos, yo fruncí el ceño, como preguntándole "¿que demonios te pasa?" y él se levantó y caminó hacia nosotros, su gesto me extrañó demasiado que no me di cuenta en que momento me safó de Javier, él se quejó y Elián le hizo un gesto para que viniera con nosotros. Me tiró de una forma brusca en el mueble y se sentó junto a mi, a lo que siguió Javier

—¿Que pasa, hermano? ¿Por qué actúas así? —inquirió Javier con un tono molesto

—¿No lo ves? —Javier y yo miramos extrañados a Elián —Kiara está borracha, no te aproveches de ella —dijo Elián con un tono de advertencia

—No iba a pasar nada solo era un beso —me defendí

—¿Un beso? ¿Un beso, Kiara? —la rabia destellaba en sus ojos —¿Un beso en el que Javier te manoseaba como si fuera el fin del mundo? No, eso no lo harán.

—Pero... —quise decir pero él se levantó de golpe y se fué, seguramente iría con Megan

Bufé, odié que se comportara así, no necesito que nadie me cuide, yo sé lo que hago. Javier a mi lado se tomó su cerveza de golpe

—Iré a buscar más ¿quieres algo? —me preguntó

—Vodka sour de cereza —pedí

Y quedé sola en la mesa ¡esto es injusto!

Vi que Elián venía a paso rápido, miró hacia atrás y luego apresuró su pasó hacía mi

—¿Que? ¿Que pasa? —pregunté asustada por la forma en que venía —¿Paso al...?

Mi boca fué callada por la suya, me besó de una forma salvaje y posesiva, luego mordió fuertemente mi labio hasta que sentí el sabor de la sangre mi boca y se separó. Mi ojos aún estaban cerrados, los abrí y él ya no estaba ahí

No había sido real...

Me sentí mal por un momento, porque me hubiese gustado que fuese real. Pero no debía ser.

No supe en que momento llegue a mi casa, pero llegué. Tome tanto que ya ni me acuerdo que pasó después de que Javier llegara con mi bebida. Pero ya eran las 11:00 am, y yo estaba en mi cama, con una resaca horrible que sentía que si me paraba iba a vomitar. Me retorcí en mi cama, la fiebre reinaba en mi, y tenía un dolor de barriga espantoso. Me levanté corriendo porque no quería vomitar en mi cama y corrí al baño, abrí el inodoro y luego de haber vomitado fuí a lavarme la cara y los dientes, tomé la toalla de cara que tenía guindando y me puse frente al espejo y... Allí estaba, en mi labio había un pequeño roto, una mordida, que estaba inflamada y roja, tal vez me había limpiado la sangre cuando me lavé, pero allí estaba.

Todo fué real...