XXIX
Delilah.
Salí de La tentación, caminé sin rumbo y llegué a casa sin tener noción de lo que sucedía a mi alrededor. Mis sentidos estaban minimizados, sólo percibía un dolor abrazador en mi pecho y duró, y duró, y duró. No se detuvo ni se detendría pronto.
Comencé a preguntarme si había hecho lo correcto después de una semana y cero noticias de Jack.
Dos semanas después, todavía con el dolor, me pregunté si no habría sido un sueño.
A la tercera, Jack reapareció en mi vida.
Y Dante también.
***
(2/6)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro