❝Nunca terminó lo que nunca comenzó.

Tú y yo
tenemos un amor pendiente,
pero vamos a llamarlo café,

que da menos miedo❞

-Selam Wearing

Esta historia no se la dedico a una persona, sino a un ente que nos maneja a su antojo.

Una presencia que, tarde o temprano, se hace sentir en el camino. 

Una entidad mística, cuyo concepto conocemos desde el jardín de niños.

Algunos al ser adultos, dejan de creer en su poder,

otros, más crédulos, le siguen pidiendo para que les arregle la vida. 

Un elemento que algunas veces nos roba para siempre el amor más grande,

otras veces, lo pone en bandeja de plata, y a veces,

cuando está aburrido y quiere jugar con nosotros,

nos devuelve el amor que hemos perdido

solo para saber si hemos aprendido. 

Historia dedicada al Destino

y a todo lo que su azar, paradójicamente,

nos tiene preparado.