Capítulo 27
Capítulo 27
¡Habíamos estado a punto de besarnos!
¡Aaahhhh! Insertad grito fangirl.
¿Eso significaba que ella también sentía la misma atracción por mí? ¿Sería posible que mi crush me viera con los mismos ojos?
Pero no hubo beso y, cuando me separé y seguí el curso de su mirada, supe que me había metido en problemas. Porque quien estaba a tan solo un par de metros de distancia, de brazos cruzados, era ni más ni menos que Adam, el mejor amigo de ella. Y por las chispas que me lanzaban sus ojos supe que era hombre muerto.
Tragué saliva.
—¿Adam? —Felicity parecía igual de sorprendida que yo—. ¿Qué... Qué haces aquí?
El chico no cambio de expresión. Sin apartar la vista de mí, le respondió:
—Te he escrito hace un rato. Venía a buscarte para que fuésemos a dar un paseo, pero veo que no has perdido el tiempo.
—Puedo explicarlo.
Adam se cruzó de brazos.
—¿Explicar qué?
Su amiga me señaló.
—Él... Yo...
—¿Sí?
Felicity soltó un taco.
—¿Puedes dejar de ponerme así de nerviosa? Ni que hayamos estado haciendo algo malo.
—Porque he llegado a tiempo. Si no, a saber qué cosas indecentes habríais hecho.
La morena se acercó a él y le dio un golpe en el pecho. ¿Se había ruborizado? Y yo que pensaba que no podía ser más bonita.
—¡No seas capullo!
Y, de pronto, su amigo cambió la expresión seria por una gran carcajada. Me quedé de piedra. ¿Qué estaba pasando?
—Te la debía. Tú fuiste muy cabrona cuando empecé a salir con Sky. Te jodes.
Me fascinó ver cómo ella refunfuñaba. Se veía tan adorable y sexy.
—¡Eso no vale! —se quejó—. Yo no hice que a tu chica le diera un paro cardiaco.
—¿Quién dice que a Logan le haya dado un paro?
Enarqué una ceja. Hablaban de mí como si no estuviera allí presente.
Me aclaré la garganta.
—¿Hola? Sigo aquí.
—Tú cállate —refutó Felicity con las mejillas encendidas aún más.
¿Cómo habíamos pasado de estar a punto de darnos un beso a esto? Adam me caía muy bien, pero bien podría habérselo tragado la tierra al menos durante media hora más.
Y hablando del rey de Roma... Volvió a centrarse en mí y, con una sonrisita que no me gustó nada, me agarró del brazo y tiró de mí. Estuve tentado de pedir ayuda.
—¡Adam! —escuché que Felicity gritaba—. ¿No crees que estás siendo un exagerado?
—Solo vamos a hablar, ¿verdad, amigo?
—S-sí.
Vi cómo ella se quedaba ahí plantada con mil interrogantes mientras ese morenito me llevaba a unos metros de distancia. Cuando estuvimos lo suficientemente lejos para que no nos escuchara, se detuvo. Adam era un tío muy majo, pero en esos instantes estaba cagado de miedo. Porque encima nos había pillado a punto de besarnos. Y Felicity era su mejor amiga.
Se cruzó de brazos. Ya no había rastro de la sonrisa que tanto lo caracterizaba. En su lugar, la seriedad se había adueñado de cada una de sus facciones. Adam era un hombre con un cuerpo trabajado. Tenía los bíceps bien marcados. De haberlo querido, me habría podido mandar a la otra punta del planeta de un solo guantazo. Mejor no meterme con él.
Aunque ya lo había hecho al involucrarme con su mejor amiga.
—Así que te mola Lizzie, ¿eh, pillín? —habló sin ni una pizca del buen humor de antes.
Se me aceleró el puso, se me disparó la adrenalina y lo único que quería era salir y tirar millas para que no me atrapara. Pero, en su lugar, afronté la situación y agarré al toro por los cuernos, que ya era lo suficiente mayor como para defenderme solo. Además, estábamos hablando de Adam. Él no sería capaz de hacerme daño, ¿o sí?
—Yo... —balbucí sin saber muy bien qué decir—... Ella...
—Por supuesto que te encanta. Dime, pequeño Logan, ¿se te pone dura con solo pensar en ella?
Abrí los ojos tanto que apunto estuvieron de salírseme de las cuencas. ¿En serio acababa de decir lo que creo que acababa de decir?
—Yo... ummm...
—¿Tú qué? ¿Qué pasa? ¿Mi Lizzie te ha comido la lengua de un mordisco?
Me pasé las manos por el pelo. No podía creerme que estuviera en una situación así.
Tomé una gran bocanada de aire para armarme de valor y decir todo lo que tenía que decir.
—¿Quieres saber qué es lo que pienso de ella? Pues bien. Felicity es la chica más alucinante que conozco. Estoy terriblemente loco por ella. Es mi crush desde que estuvo a punto de tirarme la bandeja hace casi tres años. Ni sé si es su sonrisa radiante, su liderazgo natural o lo bonita que es por dentro, solo sé que cuando la conocí, yo no caí, yo me lancé de lleno sin paracaídas.
»Me da mucho miedo decirle lo que siento porque prefiero mil veces tenerla de amiga a perder lo que sea que tenemos.
—Le gustas. Mira, me caes bien y todo eso, pero Felicity va a ser siempre mi prioridad. Ella ha sufrido mucho en el pasado por un gilipollas. —Sus ojos marrones se oscurecieron. Dio un paso al frente. Estábamos cara a cara—. No quiero verla llorar, ¿me entiendes? Como le hagas algo a mi mejor amiga, pienso recorrer cielo y tierra hasta encontrarte. Nadie se mete con ella.
Lo miré y supe que jamás en la vida había hablado tan en serio.
—Nunca podría hacerle daño. Me fascina lo locuaz que es, que compartamos gustos literarios y haber descubierto que, bueno, es una de mis lectoras. —Al ver la expresión confusa de él, aclaré—. Ella lee en Wattpad y yo soy uno de sus autores favoritos. Esto aún es secreto, ¿vale? Mi pseudónimo es Mr. Encantador. Ella...
Adam dio una palmada al aire.
—¡No te creo! ¿Tú eres el escritor por el que ella tanto se desvive? Si ama el blog que tienes y todas tus novelas. A veces es una cansina cuando se pone en modo lectora intensa.
—Amo que se ponga en modo lectora intensa. Es una monada.
Adam dibujó una gran sonrisa que suavizó la tensión de su mandíbula.
—Tío, tú estás colado hasta las trancas.
Me encogí de hombros.
—¿Qué se le va a hacer?
—Tienes que decírselo. No puedes quedarte así. Me encanta ver a mi amiga tan feliz. ¿Acaso creías que no me di cuenta de cómo os mirabais en la fiesta ni en que, ¡qué casualidad!, su casa fue la última parada? —Movió las cejas con aire sugerente.
Entré en pánico.
—¡Te juro que no pasó nada!
Me lanzó una sonrisita ladeada.
—¿Ah, sí? —Chasqueó la lengua—. El chupetón que tenías en el cuello no decía mismo.
—Se me... tiró encima. Yo... no tuve escapatoria.
Solo de pensar en cómo se me subió encima, en cómo sus dedos me recorrieron el cuerpo con una delicadeza estremecedora y cómo intentó besarme, se me volvía a acelerar el pulso y mi entrepierna palpitaba como aquel día. ¿Qué habría pasado si Felicity no hubiese estado ebria?
Adam me dio una palmadita en el hombro.
—Excusas, excusas. No es lo que he visto hoy. Sois tan monos. A ver si os declaráis de una vez y podemos tener citas dobles Sky, Lizzie, tú y yo.
Hice una mueca.
—No te ofendas, pero mi idea de primera cita ideal no es precisamente una cita doble.
—Me caes muy bien, Logan. Por favor, no la cagues.
Si tan solo supiera lo perdidamente enamorado que estaba.
.......................................................................................................
Nota de autora:
¡Feliz jueves, Moni Lovers!
¿Qué tal estáis? Yo ya me he ido de vacaciones. Siento no estar tan activa. ¿Qué os ha parecido el capítulo? Repasemos:
1. Adam está serio.
2. La broma.
3. Adam se lleva a Logan.
4. La charla del mejor amigo.
5. ¡Logan está muy enamorado!
Espero que el capítulo os haya gustado. ¡Nos vemos! Os quiero. Un besazo.
Mis redes:
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro