Capítulo 16
Capítulo 16
Sky me estaba contando una de esas cosas raras que tanto le chiflaba leer y, pese a que no entendía ni jota, la escuché porque amaba ver lo feliz que se veía con ese lado tan nerd que me encantaba. En el pasado se jactaba de ser el terror del instituto cuando en realidad era la chica más dulce e inteligente que había conocido.
—Te lo juro —decía con ese brillo magnífico en los ojos—, los CDs están diseñados para que duren setenta y dos minutos porque esa es la duración de la Novena Sinfonía de Beethoven.
—No sé de dónde sacas esa información.
Sky se puso la mochila hacia delante, abrió la cremallera y sacó un libro muy gordo. Esbozó una sonrisa pequeña.
—Lo he tomado prestado de la biblioteca.
Por supuesto, las viejas costumbres nunca cambian. Según sé, desde niña Sky había sentido una gran atracción hacia todo lo que tuviera que ver con datos e información y, como su familia no podía permitirse comprar libros, los cogía prestados de las bibliotecas públicas. Aunque sí que es cierto que de vez en cuando la pillaba en la librería en la que Linn, una amiga suya y que yo conocía de un par de veces, ojeando libros.
—¿Por qué no me sorprende?
Me sacó la lengua, juguetona. De pronto, alzó la mano y esbozó la sonrisa más grande de la historia.
—Oh, mira, ahí está Linn. Oye, ¿ese que va con ella no es uno de los chicos del club de lectura?
Le di un gran repaso y estuve a punto de caerme al suelo. No podía creer que ese hombre que caminaba a su lado fuera el mismo con el que había estado el día anterior. ¡Menudo cambio! Estaba guapísimo. Dios, con esos brazos podría tumbar a cualquiera. ¿Por qué no le dio una paliza a James en la fiesta? Y esos ojazos. Me derretía con tan solo una mirada, me temblaban las piernas como si fueran de gelatina.
¡No! No puedes dejarte llevar. Acuérdate de lo que pasó en el pasado. No puedes enamorarte, no puedes volver a sentir amor.
Linn se acercó hasta nosotras dando saltitos. Vale, no sé de dónde sacaba tanta energía cuando yo apenas sabía cómo me llamaba siquiera. Logan se quedó a un paso por detrás.
—¡Sky! ¡Liz! Estáis guapísimas —exclamó con esa sonrisa genuina en los ojos. Linn era una mujer preciosa.
—¡Lin! Pues anda que tú —le contestó la rubia utilizando el mismo tono. Le toqueteó el pelo—. Me encantan los tirabuzones.
—Y a mí tu color de pelo, so puta.
—¡Pero Linn! Esa boca —la recriminó el chico con una sonrisa cargada de burla. Jamás lo había visto así de relajado ni en modo bromista. Me gustaba cada faceta nueva que descubría.
La morena le pinchó un moflete.
—Logy, eres un soso. No me censures, que tú también eres un mal hablado.
Se cruzó de brazos.
—Pero yo no tengo a dos personitas que repiten todo lo que digo.
Ambos se hicieron muecas burlescas y yo no pude evitar reírme. Definitivamente, ese nuevo Logan me caía mucho mejor.
Sky lo señaló con el dedo.
—Tío, pareces otro. No te lo tomes a mal, pero vestías horrible.
Solté una carcajada. Así era mi hermana, iba directa al grano.
—Qué cruel eres.
Linn le dio un codazo.
—Y eso que no la conociste en su época rebelde.
La rubia soltó un profundo suspiro.
—Pasas por una mala época y sacas a tu lado perro, y ya la gente no lo olvida.
Linn y yo nos reímos. Logan, en cambio, se balanceó de una pierna a otra.
—Fuiste muy mala con nosotros.
Le restó importancia con la mano para después lanzarme un guiño.
—Bah, sois unos quejicas. No niego que a veces mis bromas llegaran demasiado lejos, pero ¿acaso no amas lo bien que nos llevamos ahora?
—Te prefiero mil veces así que a tu versión más oscura —objeté. Miré a Logan a los ojos para explicarle—: Tú la ves bien así, buena y tranquila, pero en el pasado nos las hizo pasar putas. Quién lo diría, ¿verdad?
—¡Oye!
Todos reímos. Me sentía súper bien, muy a gusto. Ojalá pudiera detener el tiempo justo en ese instante.
Pero, por desgracia, tuvimos que volver a la realidad demasiado pronto. Y es que el idiota de James apareció frente a nuestras narices. Se le formaron unas arruguitas en el ceño al ver a Logan con mi grupo.
—¿Se puede saber que hace el nerd aquí? Por mucho que cambies tu forma de vestir no vas a dejar de ser el mismo empollón de siempre.
El moreno apretó la mandíbula, pero no se quedó callado.
—¿Se puede saber que hace un gilipollas como tú suelto por la facultad? Por personas de tu especie el champú lleva instrucciones.
James dio un paso al frente, el puño en alto. Por suerte, una mano lo retuvo. Y es que, como si se hubiese materializado, Adam se manifestó a su lado.
—Ni lo pienses, primito. —Muy pocas veces había visto a mi mejor amigo tan enfadado. Lo agarró del cuello de la camisa, sus ojos marrones clavados en los del rubiales—. Aléjate de mis amigos. Como me entere de que los molestas de nuevo...
James sonrió con malicia.
—¿Qué harás? —lo encaró, cruzándose de brazos y sacando pecho—. ¿Se lo dirás a mi madre? ¿Que estamos, en la Primaria?
Tensé la mandíbula. Ese tío cada día me caía peor. No entendía cómo había llegado a liarme con alguien tan rastrero.
—Pienso cortarte las pelotas. Sé dónde vives y por dónde sales. Más te vale ni acercarte a ellos.
Sky dio un paso al frente. Arrugó los labios, asqueada. Ese tipo no le caía bien, me lo había dicho el primer día de clases.
—No te atrevas a tocar a mi hermana. No querrás conocer mi peor lado.
La señalé.
—Te lo aseguro, James, no quieres.
El chico alzó el mentón.
—No te tengo miedo —la encaró, chulo como él solo.
La sonrisa de Sky era muy similar a aquella que nos dedicaba antaño. Cruel. Despiadada.
—Deberías.
Realmente no sé cómo lo hizo, solo sé que entre Adam y ella consiguieron que el idiota se fuera y nos dejara en paz, aunque ello no quitó que los amenazara con un «Esto no se va a quedar así». Respiré con alivio. Desde nuestro encuentro en la fiesta, me ponía muy nerviosa cada vez que lo veía. Agradecía que no estuviera en mi carrera.
El grupito empezó a dispersarse. Sentí un leve tirón. Logan aún seguía ahí, la preocupación tatuada en su rostro.
—Eh, ¿estás bien?
Suspiré.
—Sí, solo me ha puesto algo nerviosa —mentí. No estaba bien y no solo estaba "algo" nerviosa. Pero no quería preocuparle.
Se me quedó mirando. Los ojos verdes de él consiguieron calmar el ritmo acelerado del pulso. Él no era como los demás chicos con los que había estado. Adam y él eran excepcionales.
—James no merece ni una sola de tus emociones. Eres fuerte, Lizzie, mucho más de lo que piensas.
Pero ojalá fuera cierto. Era la mujer menos valiente de la historia, aunque pronto me daría cuenta de lo equivocada que estaba.
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Nota de autora:
¡Feliz lunes, Moni Lovers!
¿Qué tal estáis? ¿Habéis pillado vacaciones o trabajáis? Contad cotilleos.
¿Qué os ha parecido el capítulo de hoy? Repasemos:
1. Sky en modo nerd.
2. El encuentro con Logan y con Linn.
3. Adoro ver a mi Sky siendo ella misma 🥺.
4. La llegada de James.
5. ¡Logan encara a James!
6. Sky en modo hermana sobreprotectora letal.
7. ¡Logan consuela a Felicity!
Espero que el capítulo os haya gustado. ¡Nos vemos el miércoles! Os quiero. Un besote.
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