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Capitulo 57

"Atrapada en mí, siempre me he sentido sola, una soledad que no estaba esperando. Me atrapaste con tus ojos, que se parecen a los míos... Siempre caminé sola, ahora camino contigo" -Canción: Blooming Story (LOVE ALARM OST), by Tearliner, Haejin. (No encontré un tema en otro idioma que se pareciera tanto a ellos, las canciones de los doramas son vida, tan hermosas)

Lo primero que vi cuando Florencia me abrió la puerta fueron sus acentuadas ojeras. A pesar de saludarme con una sonrisa en su rostro, me di cuenta de lo descompuesta que se sentía.

Así luce una persona que no durmió lo suficiente. Una persona que está demasiado preocupada como para probar bocado.

— ¿Has desayunado? —le pregunté, aunque ya sabía la respuesta. Es casi mediodía, su casa está más silenciosa de lo usual, y Flor realiza un gesto negativo con su cabeza a mi pregunta.

— Ay, corazón —solté sin pensar, como si fuera la cosa más natural del mundo que nos tratáramos así. Ella no reacciona ante mi apelativo cariñoso, es más, no hizo movimiento alguno desde que me recibió en su puerta—. Ven aquí.

No responde a mi pedido, entonces decido acercarme, y abrazar sus hombros para llevarla hasta su cocina. Logré hacer que se siente en una de las sillas, ejerciendo una presión leve en su cuerpo. Florencia me lo permite, soltando un suspiro. Quería que me mire, que me hable, que se desahogará conmigo si hacía falta.

Me despoje de mi mochila dejándola sobre la mesa, y deslice las mangas de mi camiseta hasta mis codos.

— A ver qué tenemos aquí —exclame canturreando por lo bajo. Observé el contenido de su nevera, tenia demasiado de todo, tal como lo imaginé. En ese sentido ella no había cambiado nada. Nunca fui bueno con las artes culinarias, pero podía preparar algo sencillo para ella. Me quedé mirando por unos segundos los huevos, pero los descarté de inmediato. Sí ella tenía el estómago vacío, le iba a caer peor comer mis especiales omelettes chamuscados—. ¿Tienes algún delantal que pueda usar? Soy un poco desastroso cuando cocino.

— No tengo hambre —la escuche decir, y al instante pose mis ojos en ella enarcando una ceja, obteniendo que Flor me señalé donde está la prenda—. No sé que cara pusiste, Nahuel, apenas puedo ver la mitad de tu rostro.

Tiene razón, pero no puede negar que funcionó, así ella no me haya visto por completo. Decidí que mis lentes están de más, ya que Flor todavía conserva los adornos artesanales en las lámparas.

Apenas me coloque el delantal, oí su risa. Tiene un estampado de flores rosas, es claro que me veo gracioso. Y es un alivio que ella esté bromeando conmigo, así sea de esta manera.

Flor seguía sentada, mientras me indica casi susurrando donde está cada utensilio que necesito, yo intento verme lo más confiado posible, aunque no sé qué es lo que estoy haciendo. Puse una olla con agua en el fuego, y en otra hornalla coloqué una sartén. Encontré unos filetes de pollo, y luego de sazonarlos como me parecía correcto, los dispuse en la sartén, pero antes de encender las llamas, la mano de Flor me detiene.

— Cometiste un error imperdonable —exclama, sonriendo aunque también noté que se mordía el labio, y un atisbo de bochorno en su mirada por mi clara inutilidad a la hora de cocinar—. Tienes que poner un chorrito de aceite en la sartén —dice como si fuera la cosa más obvia del mundo.

— No lo sabía —le dije, avergonzado. Su piel en contacto con la mía la sentí extrañamente fría. Se supone que estamos sobrepasando los treinta grados, es un típico día caluroso de verano, y ésto me preocupo mucho— Estás congelada, Florencia.

Ella se abraza a sí misma, alejándose unos centímetros de mí. Pero no se lo permito. La tomé del brazo, atrayéndola hacía mi cuerpo, aprisione delicadamente su cabeza en mi pecho, y con mi otra mano acaricie su espalda. La sentí vibrar, un suspiro tan profundo que incluso hizo que yo tiemble a su ritmo.

— Tranquila, esto sera temporal —murmure, sintiendo como se acomoda a sí misma para encajar mucho mejor conmigo, apretujando mi cintura sin tener cuidado. Lleve mis manos a su rostro, elevándolo, para tener toda su atención—. Ahora necesito que comas algo, aunque probablemente tenga mal sabor, ¿está bien?

Me regala una hermosa sonrisa, y me sorprende dándome un tierno y fugaz beso en los labios.

— ¿Qué tan malo puedes ser para que digas una cosa así? —bromea, sus ojos resplandecen con vida propia, y eso me alivia en proporciones inmensas.

— Yo... bueno... sí... soy muy malo —solté tartamudeando, su gesto cariñoso me dejo atontado.

Ow, eres tan lindo cuando te pones así —declara Flor, poniendo sus manos en mis mejillas—. Entonces hoy vas a aprender algunas reglas básicas con respecto a la cocina.

Y así fue. Los dos cocinamos juntos, y almorzamos hablando de cosas triviales, sin importancia. Hasta que Flor me muestra el motivo de su mensaje, el porqué me pidió que viniera con urgencia. Y fue en ese momento que todo su ser volvió a decaer. Fue como si nuestra interacción en la cocina quedara olvidada, y podía comprender la razón.

Ambos estamos sentados frente a su computadora, Florencia con la mirada ausente, y yo hirviendo de furia por lo que estoy leyendo.

En cada red social existente había centenares de comentarios de odio hacía ella. Hacía la historia que se inventaron esos asquerosos idiotas de la televisión.

— Y esto no es lo peor de todo —expresa ella, con voz cansina, su rostro impertérrito, inconmovible, sin expresión alguna—. Intenté comunicarme con los noticieros. Estuve toda la mañana llamando a cada canal, pero fue en vano. La mayoría no me cree, y los demás... los demás...

Florencia se interrumpe, no pudiendo continuar. Aunque se veía impasible, la mirada fija en un punto de la pared, sus labios temblaron. Ella está resistiendo, lo sé.

— No tienes que soportar esto, amor —exclame, acomodando un mechón de cabello detrás de su oreja. Creo que fue el mote que utilice, no lo se, pero ella al instante se ruborizó. Desvió su mirada unos segundos, y cuando al fin vuelve a mirarme, me muestra su verdadero rostro. Lo que en realidad está sintiendo. Y quise con todo mi ser nunca más presenciar el dolor que vi en su mirada, o escuchar el sollozo bajo que soltó antes de volver a hablar.

— Esos estúpidos se atrevieron a proponerme que mienta, ¿puedes creerlo? —espeta furibunda, esta vez sin ocultar la rabia que siente, ni sus lagrimas—. Después de contar mi verdad, ellos tuvieron el descaro de pedirme que no desmienta la información falsa que tienen, a cambio de dinero.

Al decir aquello, Florencia rompe a llorar, devastada. De inmediato ella se lanza a mis brazos y no dudé en estrujarla contra mí, escuchando el llanto más desgarrador que puede hacer una persona.

Sentí una furia apabullante nacer desde mi interior. No solo eso. También un nudo en la garganta al comprender que yo era el único que podía ayudarla. No me importó las cláusulas del estúpido contrato. Me olvidé de mí mismo, de mi propios sueños, y me enfoqué en una sola cosa. En su problema. En ella.

Una lagrima traicionera se deslizo por mi mejilla. Tenía la certeza de que si digo algo, voy a estar igual, o peor que ella. Decidí callar, y tomé otra decisión. La definitiva.

No voy a permitir que ella siga sufriendo. Así tenga que renunciar a mi anonimato, y ceder ante las peticiones de mi hermano. Podía hacerlo. Y si hace falta, la llevaré conmigo, porque una cosa es segura. De Florencia nunca más me voy a separar.

*****

Una hora después, Flor se quedo dormida. La llevé a su cama en medio del llanto, y cuando menos lo esperé había cerrado sus ojos, acurrucada a mi lado.

La observé por un largo tiempo, aprovechando que ella no está consciente, acaricie su rostro las veces que quise.

Con el mayor cuidado de no despertarla, me levante de la cama, y me dirigí a la cocina para buscar mi celular que quedó olvidado en mi mochila.

Apenas lo tuve en mis manos, es a Gastón a quien le escribo un mensaje.

«¿Cómo vamos a hacer esto?»

Él no tarda nada en responderme.

«¿Vas a firmar? ¿En serio lo vas a hacer? Espero no te arrepientas»

Ignoré sus palabras, lo que menos quería es perder el tiempo que tenía con ella, o en el peor de los casos, que Flor justo se despierte, y no me encuentre a su lado.

«¿Ya sabes cómo vas a ayudarla?»

«Soy Gastón Acosta, por supuesto que ya tengo un plan. Esto va a ser grande. Y ya tengo una fecha, cuánto antes, mejor. Organicé una conferencia de prensa en uno de los hoteles más prestigiosos, en donde las estrellas de la televisión aparecen para promocionar sus próximos trabajos. Van a estar presente todas las cadenas televisivas, pero obviamente los atraje con mentiras. Me pareció apropiado, ya que ellos son así, o peor, de fraudulentos, ¿qué te parece?»

Por primera vez quise admirar la posición social de mi hermano. Principalmente porque en esta ocasión se usaría para un bien. Para la paz mental de mi Flor, el amor de mi vida.

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N/A:

Ayyy mis amores, cada vez estamos más cerca del final, y no quieroooo :( Me duele como no tienen idea. Voy a extrañar tanto escribir sobre ellos :(

Adiós, me voy a llorar. Por la pérdida en el ámbito profesional de Nahuel, por el dolor que siente Flor. :(

Muchísimas gracias por todo su apoyo, cada vez veo más publicaciones donde recomiendan mi libro, y sé que los responsables son ustedes. Soy feliz de tenerlos. Hay días que me despierto y encuentro un montón de notificaciones del libro, ayyyy, me emociona mucho.

Muchas gracias por la oportunidad que le dieron a esta historia, y por cada hermoso comentario que dejan, prometo leerlos todos, y responderles, porque amo fangirlear con ustedes ;)

Luego del epilogo les adelanto que habrá un especial, se llamara "la verdadera historia". Aquella primera versión que estaba en mi cabeza, pero que a medida que iba escribiendo fue desapareciendo poco a poco. Efectivamente, mis personajes hicieron lo que quisieron jajaja, espero les guste todo lo que viene a continuación. 

Me despido con las menciones especiales: 

JenniferCaada6

kailysespinoza3

Jumex-m

ClaudiaBeatrizHerna6

Ali-B-O

sfa175

Stephy137

RosyYax

ForeverMersy21

kendicita

arizonadesandiaaa

Adriel_05

Zeyrein-28

gonzsu

Miss_Mysterious01

rocio_hdz00

RocioMMartinez907

Niccoreyy

Medaly_Mendoza25

GenYnfanlu

akzurev

LuanaMarino637

Xoch_07c

pleyades10

Inspiring_piba

Nick7-7

cappis

V16072007a

Gracias a cada uno, y los que me faltan nombrar, todos están en mi corazón, sepan eso. Si quieren una mención especial, déjenme un comentario, así les hago un screenshot y puedo encontrarlos fácil.

Los amo, mucho :(

Buenos Aires, Argentina. (02:43 am.)



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