Capitulo 40
"Incluso si intento alejarme, los recuerdos que nos atan me lo impiden, incluso si no estamos en el mismo lugar"
Cancion: Forgetting you, by Davichi.
Al día siguiente de mi encuentro con Nahuel no tuve tiempo de pensar en él. Es 31 de diciembre, y a pesar de todos los preparativos para la fiesta de fin de año, estoy discutiendo con mi jefa vía Skype.
Nos habíamos quedado todos en una pieza al ver quien apareció en la celebración de la revista. Pero no hablamos al respecto. Lo único bueno de eso fue que ella no se acercó, no intento nada, entonces nuestro miedo inicial se desvaneció. Aún así, la idea de perder a Benji, aunque las probabilidades eran escasas, nos tenía en constante nerviosismo.
Es temporada de vacaciones, aún así tenía esta conversación a causa de una alumna de una de las escuelas en las qué trabajo.
Morena Figueroa, cursaba el quinto año, y era constante las veces que la veía en mi oficina. A pesar de las señales de abuso que pude notar no solo en su cuerpo, sino también a nivel emocional, los directivos no querían presentar cargos en contra de los padres. Al parecer, no creían que las pruebas que yo les señalaba fueran suficientes.
Morena es retraída, tímida, no tiene amigos, y sus notas son muy bajas. Mi trabajo consistía en "entrevistar" a los alumnos, y si veía algo fuera de lo común, notificar a la directora para que citará a los padres. Citación que se negaba a formular.
"¿Acaso ahora todos los chicos que presentan actitudes asociales tienen una problemática interna con los padres?" Era su argumento.
"No debes involucrarte personalmente con el alumnado, Florencia, eso no es profesional de tu parte", era siempre su respuesta.
Y con la amenaza de perder mi trabajo, yo hacia oídos sordos a sus desplantes.
A causa de las calificaciones de Morena, iba a repetir el curso. En dos meses estaba citada para recompensar, y esa era mi oportunidad para volver a hablar con ella.
Se me hacia imposible pasar por alto esas señales que yo reconocía a la perfección.
Hoy es uno de esos días que quería revelarme contra el sistema. Involucrarme más de lo profesionalmente debido. Al notar los patrones que se repetían en esa niña abusada, tal como lo fui en el pasado.
Lamentablemente, la niña no me ayudaba. Defendía a sus padres, y mentía sobre sus moretones. Pero quizás haciéndole las preguntas correctas, esta vez ella podría darme algo, una confesión para poder ayudarla.
Eso es lo que me dejó Laura López. Específicamente fue por todo lo que hizo ella por mí que yo cambie el rumbo de mi vida. Que dejé mis sueños a un lado, y me convertí en asistente social. Y tal como lo hizo ella conmigo, quería inmiscuirme, formar parte de la vida de los niños que dejaban en mi puerta. No solo cumplir con las pautas de la profesión. Ir más allá. Y no quedarme con los brazos cruzados como suelen hacer la mayoría.
— ¿Otra vez con lo mismo, señorita Flores? —espeto la directora, arrugando su frente en un ceño fruncido—. Ya le dije claramente que el tema de la alumna Figueroa esta cerrado. Si ella no coopera, no podemos hacer nada.
Deseé hacer muecas de desprecio al notar lo poco que le importaba Morena a mi jefa.
— Mire, directora, yo sé de lo que hablo. Usted quizá no lo entienda, pero las señales son claras. La falta de estimulación emocional se nota en su actitud —le respondí, quería pegarle a la pantalla de la PC, esta conversación no iba a terminar bien —. Sé que éste no es el mejor día para hablar de esto, pero usted nunca me atiende la llamada. ¡No puedo creer que no noté lo lastimada que a veces llegaba a la escuela! ¡¿Cómo no puede ver eso?!
— ¿Usted acaba de insinuar qué soy una ignorante? Por favor, sea prudente en cómo le habla a su superior.
La directora Barbarrosa se puso roja de furia, pero lo que yo sentía en esos momentos era el doble, o tal vez el triple, de lo enojada que me ponía que quisiera cambiar de tema.
— Estamos hablando de la vida de una alumna, y usted no quiere ver el problema que está frente a sus ojos. Yo hice mi trabajo, ahora le toca a usted hacer su parte.
Mi celular empieza a vibrar en el momento en que ella está diciendo todo lo que ya escuché, todas sus excusas. Sin prestarle atención, abro el mensaje que acabo de recibir. Intento que la emoción no se note en mis facciones, e interrumpo a la señora de lo que sea que esté diciendo.
— Esta bien, ya veo por mi cuenta como voy a proceder con este asunto, el consejo estudiantil seguramente va a escucharme mucho más que usted.
— Pero señorita Flores...
Y cierro la comunicación. Seguramente haberle cortado de esa manera me traerá consecuencias, pero ya no iba a perder mi tiempo con ella. Además ese mensaje cambio todo mi humor demasiado rápido para mi consternación.
Tenía que hablar urgentemente con Rafael, quien en estos momentos se encuentra en la cocina, preparando las ensaladas para esta noche.
Acomodando mi cabello en un desordenado moño, me voy acercando a él, y lo escucho tararear por lo bajo. Al parecer hoy es un buen día para Rafa. Las fiestas de fin de año son sus festividades favoritas.
— Entonces, ¿qué hacemos hoy? —pregunta, al notar mi presencia —Ya casi termino, y Bruno se va a hacer cargo de la carne. Tenemos toda la tarde libre, amor.
Se gira para besar mi mejilla, y continúa picando las verduras.
— Seria bueno saber donde se metió ese tipo con mi Benji— exclamé, medio riendo, y solo por hacer algo, empiezo a limpiar todo lo que él dejo en el lavaplatos—. Salieron super temprano, y ni me dijo donde iba.
— Tiempo de calidad con su hijo, Flor, no te agobies. Pero no respondiste mi pregunta.
— ¿Hoy? Mmm, bueno...—lo miro, para no perderme su reacción—. Esta tarde voy a verme con alguien.
Rafael deja de cortar las verduras, y me mira confundido.
— ¿Con quién?
— Un conocido, bueno, no se sí podría llamarlo amigo. Se llama Nahuel — hago una pausa luego de decir en voz alta su nombre enfrente de Rafa—. Nahuel fue... es especial en mi vida.
Mi novio solo me observa, decir aquello y no sentirme un poquito nerviosa era imposible. Además él luce demasiado tranquilo, sopesando mis palabras.
— Oh, ya veo. —dice, y apoya su cuerpo en la mesada, cruzándose de brazos—. Es esa persona de la que nunca quieres hablar.
— ¿Qué? ¿De qué hablas? —Ahora soy yo la que me cruzó de brazos, estupefacta por su respuesta.
— Ay, Florcita. Simplemente me niego a creer que soy tu primer novio.— dice, sonriendo abiertamente, y guiñando un ojo. Maldito tipejo, se lo toma a broma, y yo estoy a punto de descomponerme ante este encuentro.
— Él nunca fue mi novio —suelto rápidamente, y no puedo evitar mirar el suelo.
— Listo, entonces no hay problema con qué lo vayas a ver —espeta, y se acerca para posar su mano en mi barbilla, haciendo que vuelva a levantar el rostro y mirarlo—. No es un ex novio del que me deba preocupar.
Sus palabras me hacen sonreír. Y aliviar un poco mi estado catastrófico.
— No te estaba pidiendo permiso —digo con sorna, y ambos soltamos una leve carcajada.
Rafa despeina mi flequillo, y me da la espalda para volver a su minucioso labor. Pero antes de que pueda suspirar, habla otra vez.
— No debería preocuparme, ¿o si?
Lo observo minuciosamente, no hay rastro de queja en su semblante, creo que sigue bromeando al respecto.
— Para nada, solo... necesito ésto —le respondo, y me permito pensar en él, en Nahuel, por unos instantes—. Cerrar ciclos, superar el pasado. Y que cada uno siga con su vida.
— Pero eso ya lo haces, ¿verdad? —acota, sin despegar su vista de las verduras.
No le dije nada, preferí callar. ¿Lo hacia? ¿Lo hice alguna vez? ¿Realmente superé a Nahuel Acosta?
— Esta bien, amor, entiendo. No me tenes que explicar, confió en ti.
Un dolor se asentó en mi estómago. Quizá fruto de los nervios que sentí desde que recibí ese mensaje. O tal vez por esa incógnita que me dejo mi novio, y que no haya puesto impedimentos al saber de Nahuel por primera vez en este año de relación.
****
Faltaba una hora para encontrarme con él. Me vestí con ropa sencilla, y no me puse maquillaje. En mi fuero interno sabia que trataba de restarle importancia a todo el asunto. Pero verme en el espejo cada cinco minutos contrastaba con lo que quería demostrar.
Rafael se había marchado al terminar con los últimos preparativos, ya que no íbamos a hacer nada juntos, optó por irse a su casa, hasta que se haga la hora donde todos nos reuniríamos. Para eso, faltaba mucho.
Estoy sola, y ese resquemor en mi pecho y estómago no me abandonaron. Quería que este encuentro pasara lo más rápido posible, y a la vez que el tiempo se detuviera. En retrospectiva, ni yo sé lo que exactamente quiero, o qué esperar.
Pero de lo que estoy segura es que va a pasar algo drástico. Algo va a cambiar, y probablemente la Florencia que salga de este lugar no va a ser la misma que va a regresar.
Laura López me sonreía desde una fotografía que tenía de ella en mi mesita de luz. Y sus palabras, tan sabias siempre, llegaron a mi mente como un bálsamo, una fresca brisa para alivianar mis sentidos alertas.
"Flor, preciosa, sé por lo que estás pasando. Pero no permitas jamás que tus emociones dependan de una persona. No dejes que te nublen tu visión. Tienes un temperamento fenomenal, y la capacidad de superar esta separación como muy pocos. Eres de las fuertes. Lo que sientes ahora va a pasar, quiero que te permitas ser feliz, permítete equivocarte, para luego reír, o llorar por lo que aprendiste. Te mereces más, y ese chico acaba de perder a alguien valioso. Si alguna vez se da cuenta, espero que mi Florencia actué como solo lo sabe hacer ella. Quiero que te plantes firme, y le demuestres que tomó la peor decisión de su vida, ¿me lo prometes?"
Aquellas palabras me las dijo cuando aún lloraba por Nahuel, en esos meses que creía verlo como un espejismo. Y tal como ella me aconsejó, hoy haría que se arrepienta de haberse alejado de mí.
__________________________________
Como lo prometí en el grupo de Whatsapp, aquí esta el capitulo. Es un poco corto, porque el siguiente va a estar suuuuper largo ;)
Les pido disculpas por no haber dedicado el capitulo anterior, pero aquí van las menciones especiales:
¡Muchas gracias a todos por su apoyo! Sé que me faltan más, lo siento. Los amo, aunque no estén en esta lista.
Ahora los dejo para que lean, el próximo capitulo estará disponible pronto :)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro