Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 20

"Iluminas mi vida, incluso cuando esta oscuro" -Light of my life by CVMEL





- "Cuatro elefantes se balanceaban sobre la tela de una araña..."

No entendía la posición en la que me encontraba. Sabia que alguien me abrazaba, pero no podía conectar quién era, y porqué me sostenía de esa manera.

- Flor, soy Nahuel, tranquila.

- "... como veían que resistía, fueron a llamar a otro elefante"

Mis rodillas comenzaron a arder. Un aroma peculiar y exquisito inundo mis fosas nasales. Madera, quizá cedro, y un ápice dulce, similar al cítrico. Masculino. Pero no podía reconocer esa fragancia, esta persona olía muy diferente a mi primo.

- "Cinco elefantes se balanceaban..."

- Flor, por favor, detente, por favor.

- "Sobre la tela de una araña..."

- No estas sola, por favor.

La voz que se dirigía a mi sonaba desesperada. Pero me había encerrado en mi misma, y esa canción que debía repetir cada vez que la oscuridad me ahogaba, esa canción que me obligaban a recitar cuando me portaba mal...

- "Como veían que resistía... que resistía..."

Lagrimas comenzaron a surcar mis mejillas. Pero no podía llorar. No estaba permitido. Ellos me harían cosas peores si se percataban de mi llanto.

- Empieza otra vez. "Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña..."

Unos brazos fuertes me estrecharon firmemente. Percibí un movimiento extraño en la oscuridad. Y me perdí.

- ¡NO! ¡NO OTRA VEZ! ¡NO APAREZCAN, FUI BUENA, NO HICE NADA MALO! -Grité, e intenté alejarme de esa persona que me abrazaba. Pero él me sostiene en otra posición. Ahora estaba prácticamente sentada sobre sus muslos, mi mejilla apoyada en su pecho, su mano acariciando mi espalda.

- Shhh, solo estamos nosotros en el ascensor, entiendo lo que necesitas.

Siento un movimiento cerca de mi estomago, y unos segundos después una luz de linterna alumbra el espacio cerrado que nos rodea. Le arrebato el celular, aferrando el aparato con desesperación. Apunte hacia todos lados, recibiendo de golpe la realidad que por miedo no asimilaba.

Estaba sola. Con Nahuel.

Nahuel.

Dirigí el resplandor hacia su rostro, encontrando sus ojos ocultos tras esos lentes. Y caigo en la cuenta que mi vecino acaba de ser testigo de uno de mis peores momentos. El pudor que comencé a sentir me saco de balance. No pude evitarlo y lance un chillido de horror.

- Flor. -la sola mención de mi nombre hace que brutalmente me deslice fuera de su regazo.

- ¡Dios! Que vergüenza, por favor, olvida lo que acaba de pasar -digo, apuntando la linterna del celular a la pared del ascensor.

Me siento abrazando mis rodillas, por el rabillo del ojo observo que él se acomoda mejor en el suelo.

- ¿Te sucede con frecuencia?

- ¿Estos apagones pasan seguido aquí? -inquiero, porque no estoy preparada para hablar de esto. No estaré preparada nunca.

- Muy pocas veces, no duran más de una o dos horas.

Inspire hondo, y solté el aire lentamente. Podía soportarlo. No estoy sola.

- Lo... siento tanto, Nahuel... esto... olvídalo ¿Puedes? -imploro, y él extiende su brazo para acercarme a su cuerpo.

- Lo intentare. Solo quiero saber porqué. -pide, y su fragancia vuelve a golpear mis sentidos. Huele tan bien.

- ¿Por qué no tienes una imagen de fondo de pantalla? -pregunto, evadiendo su intento de indagar en el tema.

Nahuel acerca su rostro a la pantalla. Su cercanía me desestabiliza, pero trato de disimular el efecto que tiene en mi.

- No lo se. No tengo nada que poner, nada importante.

- Puede ser un paisaje, una frase, una selfie de esos ojos impresionantes que tienes -suelto sin pensar, tratando de desviar todo lo posible la conversación a aguas tranquilas.

- No debes avergonzarte de tus miedos, Florencia. Yo tengo mis propias batallas. Eso nos hace humanos. -dice, apretujando mi anatomía a su costado. Nahuel no podía imaginar cuanto bien me hacia su consolación.- Confía en mi.

Ante aquellas palabras, tambaleo en mi decisión. Quiero tirar por la borda mis planes. Quiero confiar en él. Pero había cosas que no podía contarle.

- Mis padres... -empiezo, pero detengo mis palabras. Suspiro sonoramente y continuo.- Ellos tenían una manera peculiar de castigarme, y supongo que fueron bastante traumatizantes, como ya te habrás dado cuenta.

- No es sólo eso, ¿verdad? -inquiere, y presiona su dedo pulgar en el celular al percatarse de como intentaba desbloquearlo. -¿Por qué te castigaban? ¿Qué hacías?

Investigo sus conversaciones, ya que su galería estaba vacía. No tenia aplicaciones de redes sociales. No había mucho que investigar.

- Nada. Pero hacer nada también era motivo de castigo, todo dependía del humor de los señores Flores. -respondo como restandole importancia a mis palabras.

Tenia varios mensajes sin leer de su madre. Al parecer sólo se comunicaba con su padre, y tenia varias conversaciones sin abrir de números no registrados.

- No hay nada interesante en mi celular -exclama, riendo por lo bajo.

- Ya lo note.

- Todavía hay algo que no entiendo.- suelta de repente, pulsando el icono de música en su celular -¿Cómo es posible que alguien con tu personalidad tan chispeante no tenga amigos?

Adoré por unos segundos la sutilidad que utilizo para cambiar de tema. Y aún más, su biblioteca de canciones.

- ¿Quién iba a querer formar un lazo de amistad con una persona que no salia de su casa mas que para ir a la escuela? Me prohibieron muchas cosas. Y acataba cada orden porque pensaba tontamente que su comportamiento era razonable. Ellos son mis padres, se supone que saben lo que es bueno para su hija.

- Y es por eso que tomaste la decisión de emanciparte -expone, apelando a la lógica.- Ahora siento que te debo otra disculpa. Por las cosas que te dije.

- No es la única razón... pero eso no importa ahora. Algún día te lo contare.

Silencio.

Estamos cada uno sumido en sus propios pensamientos. Todavía no podía creer que me había abierto de esa manera con él. Cuando jure que nunca volvería a confiar, que nadie merecía saber mis razones.

- Tengo otra duda.

- ¿Mmm?

- Es algo tonto. Si no quieres responder...

- Te escucho -interrumpo su vacilación. De fondo comienza a sonar la canción elegida.

- Bueno, ¿Alguna vez te... tuviste algo...?, eh -Nahuel balbucea, y parece frustrarse ante esto, porque lo escucho resoplar varias veces- ¡¿Te besaron?!

Lo ultimo lo dice casi gritando. Quiero reírme, pero al comprender que debía responderle, siento mis mejillas calentarse.

- ¿A qué viene esa pregunta? -sondeo, apuntándolo con la linterna. Y sus definidos labios son lo primero que veo.

- Simple curiosidad -observo detenidamente el movimiento de su boca al responder. Pensar que estuve tan cerca de probar sus labios, y no es sano para mis emociones rememorar aquella vez.

Nahuel dirige la luz hacia el techo, su mano rozando la mía, de esta manera nuestras caras quedan expuestas a la fina iluminación que nos proporciona su celular.

- Yo... no... nunca me han besado, Nahuel. -respondo, y en el mismo instante en que una hermosa sonrisa aflora en sus labios, mi garganta se cierra. Mi pecho se siente raro, como si en mi corazón se encendiera un fuego que no sabia que tenia guardado, escondido hasta este momento.

- Perfecto. -exclama, alejándose de mi. Y, sin poder evitarlo, eso me agobia.

- ¿Cómo que perfecto?

- Ahora necesito silencio -dice, y se aleja un poco más, incorporándose, cuando esta de pie eleva sus manos.

- ¿Qué haces? -cuestiono, también levantando mi adolorido trasero del suelo.

Nahuel no responde. Hasta pareciera estar invocando algo.

"Ay, ya lo perdimos, mucho tiempo a mi lado, esas son las consecuencias", me digo a mi misma.

- Nahuel.

- Shhh, no me dejas concentrarme.

- ¿Y para qué se supone que necesitas concentración?

- Intento usar mis poderes vampíriscos para que vuelva la luz -espeta, soltando una carcajada.

Estoy por reírme con él por sus ocurrencias, pero de repente el suelo se sacude, la electricidad regresa y la campanilla del ascensor suena abriendo su puerta.

Nahuel desliza apenas sus lentes para que pueda ver que también estaba asombrado.

- ¡Tengo poderes, Flor! ¡No puedo creerlo! -dice, medio en broma, medio estupefacto.

- Si, si, chico vampiro. Te lo dije, y no creías.

Ambos recojemos nuestras mochilas y le devuelvo su celular. El pequeño recorrido hacia nuestras puertas lo hacemos riendo. Entonces Nahuel se detiene y me mira.

En un impulso, extiendo mi mano para liberar sus bellos ojos del suplicio de esos lentes oscuros. Rojos, brillantes, expectantes.

Nahuel da un paso, el único que nos separaba, y sonríe.

- Siempre que me necesites, seré tu luz, Florencia.

...

____________________________________



¡LO SIENTO TANTO! ¡EN SERIO! QUERÍA ESCRIBIR, PUBLICAR, PERO UNA NOTICIA ME DESANIMO AL PUNTO DE CASI NI SIQUIERA QUERER LEER. UNA DE MIS HERMANAS LE DIO POSITIVO EN COVID-9, Y ES POR ESO QUE ME PERDÍ.

PLIS, ENTIENDANME, LES PROMETO QUE INTENTARE PUBLICAR MAS SEGUIDO, NO QUIERO PERDER A MIS HERMOSAS LECTORAS.

TENGANME PACIENCIA. ESPERO LES HAYA GUSTADO ESTE CAPITULO.

Dedicado a todas ustedes, me parece injusto nombrar a una sola, pero ya ven, el wattpad es así.

Igual quiero nombrar a una nueva lectora KarinaGarces9 gracias por leer y por tus votos, bienvenida.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro