Capitulo 2
El ringtone de la alarma de mi celular me despierta abruptamente, e intento descifrar en donde me encuentro.
Me había quedado dormida en el piso de la pequeña sala de estar de mi departamento. La cabeza y todo mi cuerpo me dolía en tantas partes que no consigo levantarme completamente. Pero una rápida mirada a mi celular, y dejo el suelo con una rapidez envidiable.
¡Eran las diez de la mañana! Perdí las primeras dos clases, pero si me apresuraba llegaba a las ultimas.
Cepille mis dientes, cambie mi calzado e hice un desordenado peinado en mis cabellos. No tenia tiempo para más.
Al salir de mi departamento, me fije en la puerta que tenia enfrente.
¡El chico vampiro! Recordaba ese encuentro a la perfección, y hoy tenia como meta encontrarlo en el colegio y espiarlo. Necesitaba saber a lo que me enfrentaba.
De camino al colegio, deje que mis pensamientos se enfriaran. Recapacite sobre toda la situación, y llegue a una conclusión lógica.
El vampiro no es vampiro.
El chico usa lentes de contactos, eso es. ¿Cómo no se me ocurrió antes? Claro, mis sentidos arácnidos estaban apagados por el alcohol.
Quizá sea uno de esos adolescentes que les gusta este tipo de cosas diabólicas.
Al llegar al establecimiento corriendo como loca, caigo en la cuenta de que es tiempo de receso, entonces respiro aliviada.
Dirijo mis pasos hacia el lugar donde la mayoría de estudiantes se junta en esa hermosa pausa que nos permite comer, por ejemplo a los que llegamos sin haber desayunado.
El patio estaba lleno de gente, y a mi me gustaba pasar este tiempo en la biblioteca, o me quedaba en el salón para repasar las tareas que nos fueron asignadas. Pero en estos momentos solo pienso en comer algo antes de desmayarme del hambre.
El quiosco del colegio ofrecía muchos variables de snacks, golosinas y refrescos. Mientras estoy formada en la fila me dedico a hurgar en mi mochila buscando el dinero que me salve del suplicio de tener el estomago vacío.
¡Benditos dioses de las monedas! Encuentro varias de ellas, pero ningún billete para mi consternación.
¡Maldita yo y mis reglas de cero convivencia que no tenia amigo que me auxilie en esta situación!
Estaba cerca del señor que atendía el quiosco, un viejo huraño que gustaba despotricar a diestra y siniestra sobre el alumnado. Entonces ya no había más lugar en donde buscar, mis billetes estaban guardados en una linda lata, escondida entre mis libros, acá no había nada por más que busque y busque.
Mi rostro debe estar rojo como un tomate al saber que voy a tener que salir de la fila. ¡Maldito alcohol! Nunca más en mi puerca vida voy a volver a...
Un billete extendido detiene todas las maldiciones que pensaba seguir soltando en mi mente.
Me percato de unas guantes negros. Que raro, estábamos en otoño, pero este día en particular se sentía la humedad usual de la capital de Buenos Aires. Hacia calor como si estuviéramos en pleno verano.
Mis ojos se desvían hacia mi benefactor, hallando a un chico que me sobrepasaba en estatura, su rostro cubierto por unos lentes oscuros y su cabello negro aplastado en una gorra, ocultando su frente.
—Eres la siguiente— pronuncia el chico, extendiendo una vez más el billete en mi dirección.
Entonces es su voz la que me hace reconocerlo.
¡EL CHICO VAMPIRO!
—No es necesario— alcanzo a decir con una pizca de molestia y vergüenza en mi voz.
Él lanza un bufido de impaciencia y se toma el atrevimiento de depositar con rudeza el billete en mis manos, y darme un leve empujón en la espalda, como ayer, cuando quería que ingresara a mi departamento, cuando yo no hacia otra cosa más que acusarlo de ser un vampiro.
No me queda otra opción más que comprar un snack salado y un refresco ya que el señor del quiosco parecía querer matarme con la mirada por culpa de la pequeña charla que tuve con mi vecino, el vampiro.
Sé que debería dejar de llamarlo así, pero todavía no sé su nombre, me parece el mejor apodo dadas las circunstancias.
¿Quién en su puerca vida se viste así cuando hace tanto calor? ¿Alguien que no soporta los rayos del sol?
Guarde el vuelto del dinero que no me pertenecía y elegí un lugar para sentarme donde tuviera el panorama más extenso desde donde poder vigilar a mi extraño vecino.
Lo visualizo en una de las mesas centrales del patio interior. Él no estaba solo. Un chico y una chica lo acompañaban. Se me ocurrió pensar que quizá era un solitario como yo, pero a medida que lo observaba, caí en la realidad que él era muy sociable. No sólo eso. Al parecer a nadie le resultaba rara su vestimenta. Todos se detenían a saludarlo con normalidad.
Estoy hace dos meses en este colegio, y nunca me percate de su presencia, ni siquiera nos cruzábamos al volver a casa. Pero eso se debía a que me gustaba gastar mi tiempo caminando sin rumbo, disfrutando de la libertad que tanto tiempo me fue negada.
Unos minutos después suena el timbre de volver a clases. Antes de levantarme soy consciente que el grupo al que estaba observando sin filtro tenia puesta su mirada en mi. No se con exactitud si el vampiro también lo hace, sus lentes no me permiten descifrar donde esta dirigida su vista. Entonces aquellos dos comienzan a reír escandalosamente.
¿Se están burlando de mi?
¡Se están burlando de mi! Mi mente comienza a conectar, mi estomago ya no esta vacío, y eso renueva mis sentidos. El chico de ojos rojos les habrá contado de nuestro primer encuentro, y ahora ellos se ríen a mis expensas.
Con toda mi dignidad en alto, me incorporo mirándolos directamente, para que se enteren que no soy ninguna tonta y que me di cuenta de sus risas estúpidas. Acomodo las correas de mi mochila e ingreso al pasillo del colegio. Estoy por doblar en una esquina, a pasos de llegar a mi salón, pero regreso todo el camino que acabo de hacer, aún cuando sé que llegare tarde a mi propia clase.
Espero a que todos entren sus respectivos salones, entonces empiezo a buscar puerta por puerta, asomando apenas mi cabeza, para enterarme donde estará el curso del chico vampiro. En el tercer intento lo encuentro. Sentado en los primeros asientos junto al idiota que no paraba de reírse de mi.
El vampiro estaba concentrado en la clase. Ultimo curso. Cuando supuse que ya era suficiente, porque había descubierto al menos la edad de mi vecino, su cabeza gira en mi dirección. Antes de que logre enfocarme, me tiro al suelo, como toda una experta en caídas teatrales.
Mis rodillas duelen, pero antes de ponerme a llorar por la raspadura que acabo de infligirme, otra vez salgo corriendo hacia la puerta de mi salón, ganándome un regaño exagerado por parte de la profesora de historia y una nota para "mis padres".
A veces se olvidan que estoy por mi cuenta. Esa nota solo la vera el asistente social que este de turno.
...
Este día fue un antítesis de todo lo que estoy acostumbrada. Rompió mi rutina. Primero al no llegar a las clases de temprano. Segundo, comer en el patio. Tercero, recibir caridad de un vampiro.
Simplemente detesto cuando algo se sale de mi control. Todo lo tengo planeado desde el momento en que decidí que era lo suficientemente capaz para vivir sola. Nada de relaciones, ni amistades. Estudio y más estudio. Los novios no duran para siempre, en algún momento te traicionan. Los amigos también tienen un poco de lo anterior, con la diferencia que de parte de ellos duele todavía más.
Y la familia. Esas personas que se supone que deben educarte, protegerte, instruirte en la vida... Bueno, para mi nunca fue nada de esto.
Ya que este día fue una completa mierda, decidí que no daría mi regular caminata para deleitarme con un paseo sin dirección determinada. Decidí regresar a mi departamento y dormir toda la tarde después de comer las sobras de ayer. Unas pastas que me salieron bastante aceptables.
Durante el trayecto me sentí rara. No solo en la parada de colectivos, sino también arriba del vehículo, atestado de personas que iban o regresaban de su trabajo. Unos pocos estudiantes del colegio terminaron de llenar el transporte. No podía ver más allá de ellos, pero extrañamente una alarma me alertaba que alguien me estaba mirando.
Era una sensación extraña, las personas observadoras tienen este don de percibir las miradas intensas que las rodean. Y estoy más que segura que alguien me tiene en la mira, pero no daba con sus ojos. Lo intente, pero fue en vano.
Fue cuando me baje del colectivo que encontré a mi acechador. Eso creo. No conozco a nadie, y el vampiro estará buscando que le devuelva su dinero. Seguro es eso.
Empiezo a caminar las dos cuadras que me separan de la parada al edificio.
Él esta en todo momento unos pasos atrás. Escucho el eco de sus pisadas, mientras tarareo una canción en mi mente, para quitarme los nervios que de repente me embargan.
Me siento estúpida, inhalo, exhalo, pero el dolor en mi estomago sigue ahí. Tengo miedo, eso es. Temo por mi vida porque todavía no se quién o qué es el sujeto que esta detrás mio, no se qué pensara. No se si peligroso, o si quiere morderme. ¡No se nada!
Apenas cruzo el portal me apresuro a llegar antes al ascensor. Quiero golpearme la frente contra la pared brillosa que esta delante mio, ¡carajo!. El chico es super veloz, porque logra alcanzarme cuando creía que estaba a un metro de distancia de mi.
Los pocos segundos que esperamos hasta subir a nuestro piso esta sumido en un total silencio, apenas se escuchan nuestras respiraciones.
—Ya no necesito esto aquí— escucho que dice, entonces me atrevo a mirarlo.
¡Él esta quitándose los lentes de su rostro!
—¿Qué?—atino a balbucear, mientras mi vecino posa sus increíbles y astutos ojos en los míos.
—Que ya no necesito esto— dice, girando los lentes entre sus dedos— no los necesito porque ya sabes mi secreto.
Y sonríe.
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¿Sonríe? ¡¿El muy hdp se atreve a sonreír?! Ok, mejor me calmo. ¿Qué les parece la historia? Amo el misterio!!! Muajaja jaja
Prometí capítulos mas largos, pero no pensé que me iba a tardar tanto jaja. Perdón, esta vez prometo hacer las cosas más rápidas.
Ya, mejor me voy a dormir.
Marianbtstae1 sabes que esto es para vos, no necesito recordartelo. Prácticamente eras mi primer lectora jaja.
Para las/os nuevas/os Vampi-Lectores, les invito a checar mi pagina de Facebook, el link esta en mi perfil, allí se enteraran de Noticias, y adelantos de la historia.
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