"La esperanza es como el sol, si sólo crees en él cuando lo ves, nunca superarás la noche." -Star Wars VIII

Dos o tres voces pronunciaron mi nombre. No es que no podía escucharlos, simplemente no quería.

Un escozor en mi brazo hizo que chillara del dolor, y sólo una persona se atrevería pellizcarme de esa manera.

— ¿Estás bien, enana? —exclamo el bruto de mi primo— Estabas como ida. No te vayas a enojar porque...

— Este no es el momento, pero ten por seguro que me las cobrare —dije entre dientes, sonriendo falsamente.

Posé mi vista en la libreta olvidada en mis manos, entonces me percate que no había anotado el pedido de Nahuel. Tan sólo escribí su nombre. Me quede ojiplática, cerciorando que esa letra me pertenecía.

¡¿CÓMO DEMONIOS LLEGO ESO AHÍ?!

No recuerdo haber movido mi mano para nada. ¿Cómo diablos...?

«¡Ese vampiro me acaba de hechizar! ¡Lo sabia!»

— ¿Qué dijiste? —preguntaron Andres y Malena al mismo tiempo.

Ay, no. ¡Habia dicho aquello en voz alta!

Todos me miraban como si me hubiera salido dos cuernos en la frente. Menos Nahuel. Él escondía su sonrisa en la palma de su mano.

— Yo... es que yo... estoy leyendo un libro de vampiros, y uno de los diálogos se me grabo tanto en la mente que...

— Florencia. —Una voz gruesa de barítono, celestial para mi en estos momentos, me salva de seguir hundiéndome en el lodo fangoso del bochorno.

— Yo me encargo. —Anuncio Lucas, arrebatando la libreta de mis manos, y con un leve empujón en mi espalda agrego— Siéntate con tus amigos. Ya comenzó tu descanso.

— Acabo de llegar, eso no es posible —inquiero, escudriñando su rostro— Ademas no tomamos descansos.

— Ahora si —dijo sin más, despojándome de mi gorra, despeinando mi coleta en el proceso.

Al parecer hoy era el día de "Avergüencen a Florencia".

Estaba por replicar, pero fui silenciada por un pelirrojo vivaracho hacedor de las peores teorías. Andres, de un solo movimiento, me jalo hacia su propio asiento, cediéndome el lugar al lado de mi vecino.

— Deja de hacer eso. —murmure ante la atenta mirada de todos, chocando apenas mi hombro con el suyo.

— No estoy haciendo nada. —respondió en el mismo tono bajo, liberando la mueca jocosa que escondía detrás de su mano.

— ¿Quién es Nahuel? —mi jefe se acerca a nuestra mesa, con el ceño fruncido, una expresión de sospecha en todo su rostro.

— Yo. —mi vecino alza su mano, y siento que mis mejillas han comenzado a arder otra vez.

El movimiento de su cuerpo logra que nuestros muslos se unan. Y, ¡estúpida de mi!, ese solo contacto revoluciona todos mis sentidos. Es una desfachatez de parte de mis hormonas. Estuvimos más cerca, y por este simple roce no me voy alterar. No. Ésto no está en mis planes.

Carlos se toma unos segundos para evaluar a mi vecino. Posiblemente contrariado por la elección de vestimenta de Vampi-Nahuel.

— Disculpe, joven. Florencia no ha anotado su orden. ¿Puede repetirla? —dice con amabilidad, aunque presumo que todavía sigue analizándolo en su fuero interno. Sus ojos negros entrecerrados fijos en los lentes oscuros de Nahuel.

Escucho a medias la pequeña interacción de mi jefe y mi vecino mientras suelto mi cabello y trato de peinarlo con mis dedos. Resoplé por lo bajo cuando una discusión amena sobre algún videojuego se desata entre Andres y mi primo. Malena esta hipnotizada con su celular y en el momento en que estoy alzando mi cabello en una coleta bien hecha me percato de su mirada. 

Me había olvidado de su presencia. Al parecer había alguien en mis pensamientos que empañaba completamente a cualquier persona que tuviera enfrente.

Aun así, recordaba aquella tontería que dijo su hermana, y solo estaba esperando el momento ideal para poner las cartas en su lugar.

Momento que se me presento en el instante en que mi primo se excusaba al recibir una llamada en su celular. No quería al pesado de Bruno, haciendo de sobreprotector en este asunto, pero no me molesto que los demás presenciaran este careo necesario con Leonel Vargas.

Con todo el descaro que me caracteriza, imite su postura imponente. Me cruce de brazos, mirándolo fijamente, notando una leve transformación en su expresión habitual. Fueron unos pocos segundos en que su rostro de facciones duras se suavizó al percatarse de mi escrutinio. 

— ¿Se te perdió algo? —suelto de golpe, y él enarca una ceja, sorprendido.

— Florcita, ¿por qué tratas así a mi hermano? —exclama Malena, fingiendo amabilidad desde que la conozco.

— Oh, ya veo —arrastro las vocales y observo mis imperfectas uñas—. No sabes defenderte sólito. Qué decepción.

— No es así, Florencia, yo...

— Y ahora sí dices mi nombre correctamente. —escupo, volviendo mi vista a su atractiva pero detestable cara— Ya no más Florcita Florecilla. Me siento honrada, Leon.

Por el rabillo de mi ojo, vislumbre a Nahuel y Andres removiéndose inquietos en su asiento. "Ni se les ocurra meterse" les susurre a ambos, porque ya quería terminar con este asunto.

— Florencia, estas siendo muy grosera. —volvió a hablar la víbora.

— No te metas, Male —impuso Leonel, y su hermana se enfrasco en su aparato, ignorando su entorno como hace un rato. —Si lo prefieres, puedo regresar al trato del principio. Como quieras, linda.

Leonel había adoptado una actitud arrogante, de esas que indiscutiblemente usaba para hacerse el galán. Y me reí. Fuerte. Me causo tanta gracia, que tuve que apoyar mi mano en el hombro de Nahuel para estabilizarme y no caer de la silla.

Mi ataque de risas fue interrumpido por la llegada de los pedidos a la mesa. Cuando Noelia termino de entregar cada café a su respectivo cliente, agregando un apetitoso batido de banana cerca de mis manos, decidí que era el momento de hablar antes de que Bruno se dignara a aparecer antes de que su bebida se enfrié.

— Vamos a dejar las cosas claras —empece, pero me detuve a sorber de aquel manjar que era como un elixir para mis papilas gustativas. Me incorpore de la silla, sosteniéndome de los bordes de la mesa y clave mi mirada en la suya.— No se qué carajos estas planeando. Pero te diré una sola cosa: aún con toda esa cara bonita que traes — señale su rostro con mi dedo indice— no hay manera en el mundo que entre nosotros pase algo romántico. No me gustas. Estoy segura que no te gusto. Y que esto es una treta sucia para jugarme alguna broma estúpida.

Leonel también se levanto de la silla, y acerco tanto su rostro al mio, que pude notar los distintos matices de sus iris. Celestes, aunque parecían azules, y un anillo gris bordeaba las pupilas. Unos ojos tan hermosos, que desperdicio.

— ¿Dices que tengo una cara bonita, eh?

— ¿De todo lo qué dije sólo captaste esa linea? ¿En serio?

— Puede ser.

— No soy ciega, pero tampoco soy tonta. Así que, mejor dejamos el tema como esta. Sigamos como en el principio, cuando tu me molestabas, y yo te ignoraba.

Antes de seguir con nuestro desafió de miradas, siento una presencia cercana en mi hombro izquierdo.

— Ya fue suficiente, Flor, siéntate. —Nahuel rodeaba mi brazo con su mano, apretando suavemente sus dedos sobre la camisa.

Y eso fue todo. Todo lo que necesite para que los nervios regresaran a mi sistema, vibrando en mis venas, golpeando agresivamente mi caja torácica. Las mariposas son un puto mito de mierda. Esto no se sentía como si fueran mariposas, son todos unos mentirosos.

Estaba por protestar por creerse con el derecho de calmar mi rabia, pero me mordí el labio. Más tarde tendría una seria conversación con ese vampiro.

Lentamente lo deje que me guiara hacia el asiento, pues ya no podía dejar de mirarlo. Aun con todo su encubrimiento, este tipo me descolocaba de manera peligrosa. Nahuel deposito el batido en mi mano, sonriendo a medias, y en un gesto inconsciente, deslizo su pulgar en mi nudillo, una leve caricia.

De forma automática, cada uno empezó a tomar su bebida. Intente distraer mi mente generando una trivial conversación con el pelirrojo, pero el tonto me sonreía con picardia. Si no fuera por el tintineo de las campanillas de la puerta, le hubiera propinado un merecido golpe en su tonta expresión guasona.

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Laura Lopez era mi tercer persona favorita en todo el planeta.

Apenas cruzo el umbral de la cafetería, en su mirada pude notar su sorpresa al verme rodeada de tantas personas. Ella siempre me sermoneaba sobre mi "plan de vida". No era sano emocionalmente desear una vida solitaria a mi edad. A pesar de que su trabajo consistía en controlar mi rendimiento académico, que mi vivienda sea habitable y que puedo hacerme responsable de mi misma, ella siempre iba más allá.

Casi actuaba como una hermana mayor conmigo. Muchas veces le pedí que sea profesional, y todas esas veces recibí regaños y más regaños.

No se si todas las asistentes sociales sean así. Pero ella era especial.

Sus ojos verdes brillaron con emoción a medida que iba presentándole uno por uno a mis... ¿amigos?

— Esto es fantástico, Flor —exclamo efusivamente, hurgando en su cartera hasta hallar lo que buscaba.

Un bolígrafo verde.

Esta vez fue mi turno de abrir la boca sorprendida.

— Sabia que ibas a entrar en razón, una jovencita como tu...

— Señora Laura, ¿Qué le parece si hablamos en otra mesa?— la corte, antes de que diga cosas que no debe decir.

— Bien. Te espero allá —dice señalando una de los rincones más apartados de mis... ¿amigos?

Bruno se despidió rápidamente de mi, alegando que tenia que ir a un lugar y que luego me contaba.

Los demás seguían en la mesa, así que sin mucha ceremonia, me dirigí al lugar donde me esperaba Laura.

— Estoy anonadada, Flor. — suelta, apenas me siento.

— Yo también — espeto, señalando el bolígrafo verde. Jamas usaba de ese color. Siempre utilizaba el rojo para realizar los reportes en el legajo.

— Ya era hora, corazón. Era como tu ultimo paso a la independencia. —explica, y puedo notar como su mirada comienza a nublarse —Entiendo lo duro que fue todo lo que pasaste. Y que tomaras esta decisión, que te pasara aquello y aun así quisieras seguir con tu vida, eso me dice que eres una persona excepcional.

Laura extiende su mano para tomar la mía. Y aunque lo resisto con todas mis fuerzas, unas lagrimas silenciosas recorren mis mejillas.

— Estoy usando el verde porque hay esperanza, Flor. Porque estas haciendo las cosas bien. Y entendiste que independizarse no es estar solo. No deberías estar sola.

— No se qué tiene el universo conmigo —exclamo, y sonreí para apaciguar un poco el llanto antes de comenzar a hipar como niña —decidí que quería estar sola, pero me envía gente insistente e imposible a mi camino. Y no se apartan, quieren cuidarme, y yo no... no me parece justo, Laura.

Sin importar quien estuviera mirando, mi asistente social rodea la mesa y me rodea en sus brazos.

— No es justo lo que hicieron tus padres, Florencia, no es justo que perdieras a tu abuela en el proceso. Tampoco que tengas que pasar tus últimos dos años de adolescencia aprendiendo a ser adulta. No es justo que quieras estar sola, cuando hay personas que apenas te conocen, te toman cariño. Te quieren porque te mereces que te quieran, porque eres una chica excepcional, ¿lo sabias?

— Bueno, tenia mis dudas...

Ambas reímos, y me permito disfrutar de este momento. Aunque estoy en contra de formar vínculos que luego pueden destruirte, se siente bien ser abrazada por alguien a quien le importas.

— Ni te imaginas lo que tuve que pasar cuando a tu primo se le ocurrió denunciarte como desaparecida unas semanas atrás...

Laura Lopez se seco las lagrimas y regreso a su asiento. Desplace mi vista por el establecimiento encontrando que la mesa de mis... ¿amigos? estaba vacía.

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¡FELIZ 1K PARA NUESTRO VAMPI-NAHUEL Y NUESTRA FLORCITA!

¡¡Estoy reeee feliz!!

Apenas un mes y ya contamos con ese numero de vistas. Quizá para los populares esto sea nada, pero para mi significa tanto. Ademas que mis otras obras cuentan con ese numero, pero me llevo un año o dos... por eso la emoción, jajaja.

Bueno, son prácticamente las cinco de la mañana, no termine de editar el capitulo, pero ya mis ojos se cierran y mis dedos están entumecidos, aquí hace mucho frió.

¿Quién hasta ahora es el personaje con quien se identifican o quisieran tener de amigo?

¡YO CON ANDRES! JAJAJA.

MUCHAS GRACIAS A TODAS LAS PERSONAS QUE APOYAN LA HISTORIA, LAS APRECIO UN MONTÓN. EN DOS DÍAS, SUBIRÉ EL SIGUIENTE CAPITULO, SE VIENE LO SHIDO... CREO. XD

(Amo demasiado crear esas imágenes de allá arriba, jaja, me obsesione con los fanarts)