Capítulo XXXIII
—Yeol, ¿qué pasó? —preguntó su hermana angustiada apenas entró al departamento y le hizo gestos con la mano a su compañera de piso para que se llevase a los niños a la habitación.
—¿Conoces a NaYeon?
Los ojos de YooRa se abrieron con amplitud al igual que su boca y ChanYeol se sintió confundido. No esperaba que su hermana tuviese una reacción como tal, después de todo ni él tenía idea, mucho menos la iba a tener su familia.
Para su sorpresa su sobrino mayor apareció nuevamente en el salón—. ¿Viene NaYeon?
La sonrisa de ChanGuk se vio titubeando cuando comprendió su estado. De hecho, el niño miró a su madre y se escondió detrás de ella como si le tuviese miedo, como si ChanYeol alguna vez se hubiese comportado agresivo con ellos cuando jamás fue así. Por lo mismo se preguntó qué tan bestia debía verse en ese momento como para que su sobrino lo mirase de aquella manera.
—¿Quién es NaYeon? —intentó preguntar con cuidado porque no quería asustarlo. No obstante, fue otro quien respondió.
—¿Viene NaYeon con el tío Baek? —YooHyuk apareció por el pasillo, siento perseguido por la joven con la que vivía su hermana.
—¿Tío Baek?
—Yeol... —susurró la pelinegra delante de él, mostrándole una clara mueca que no entendió, pero que lo hizo sentir dar vueltas.
—¿Lo sabías? —preguntó sin aire.
La mujer boqueó un poco antes de contestar—: Nos enteramos a los pocos días de nacer. BaekHyun vino a explicarnos y dijo que él no quería apartarnos de ninguna manera, así que la conocimos.
—¿Apartarnos? —Soltó una risa irónica y se llevó una mano a la cabeza mientras le daba la espalda a YooRa, a quien escuchó pedirle a sus hijos que volviesen a la habitación—. ¿Y yo qué?
—De primera pensé que lo sabías a pesar de que te lo pregunté en un inicio, pero BaekHyun me comentó que no alcanzó a decírtelo porque te fuiste.
—¿No alcanzó? —cuestionó sarcástico y la mujer hizo una mueca—. ¿Y no pudo avisarme de ningún otro modo? Existen los teléfonos y el internet, por Dios.
—No queríamos entorpecer tus estudios. Tú ya te fuiste cuando nos enteramos y papá estuvo de acuerdo en mantener las cosas así porque sabíamos que si te enterabas estando allá te devolverías.
—¿Papá?
YooRa le dijo muchas cosas y tenía razón. Por supuesto que ChanYeol volvería como pudiese de saber que tenía una hija esperándolo. Ese lujo que se dio de viajar no fue nada más que eso, un lujo, algo que está por arriba de las expectativas y por supuesto que de las necesidades básicas. Él perfectamente pudo estudiar en Seúl como el primer año y no perdería su carrera ni sería menos profesional por eso.
—Se enteraron un poco después que yo. Con BaekHyun nos pusimos de acuerdo para citarlos y contarles. —La pelinegra hizo una mueca, de seguro por encontrarse con la expresión de estupor que debía de estar poniendo ChanYeol en ese momento—. Consideramos que era necesario que NaYeon conociese a sus abuelos.
—¡¿Y yo qué, por la mierda?! ¡Yo soy el padre! ¡Debí ser el primero en estar ahí!
—BaekHyun dijo que lo estuviste —susurró ella y la vio con los ojos acuosos, de seguro porque notó los suyos, pero él se sintió tan mal, tan traicionado, que le importó absolutamente poco las expresiones de la mujer—. Dijo que te enteraste junto a él del embarazo y que lo acompañaste durante todo el proceso. Nos comentó que mientras tanto te haría vídeos para contarte de la vida de NaYeon.
—¿Y cómo mierda puedes estar bien con eso, YooRa? ¡Soy tu hermano! ¡Deberías haberme dicho!
—¡Pensé que ya lo sabías! ¡Mierda! —Le sorprendió la alza de voz de la mujer y eso junto a las lágrimas cayendo lo hicieron quedarse tieso—. Pensé que seguían siendo novios y que Baek no te lo dijo por algo puntual, no porque te haya alejado. Además, papá se lo tomó con tanta calma, como si ya lo supiera, y nosotras... No lo sé. Supusimos que estaba bien.
—Pues te cuento que tu supuesto cuñado es una mierda de persona.
—No hablas así del papá de tu hija —susurró y la vio más afectada de lo que consideró prudente—. Puede que haya sido una mierda contigo, pero te dio lo que más amas y amarás el resto de tu vida. Al menos agradece por eso.
Guardó silencio y se quedó mirando atentamente a la mujer, sintiendo que el dolor se volvió nuevamente evidente porque sintió las lágrimas cayendo por sus mejillas. Formó una mueca con los labios y desvió la mirada.
—Yo estoy agradecida con mi ex esposo por darme a mis dos hijos y lo estaré siempre. —YooRa se enderezó y apretó ligeramente la barbilla, como si quisiese evitar soltar un sollozo. No obstante, ChanYeol la vio más madura y centrada que nunca—. Que haya pasado lo que pasó no quiere decir que yo no valore lo que alguna vez viví con él. No podemos esperar que una persona sea la misma para siempre, Yeol. Ahora no lo amo como antes, pero eso no quiere decir que alguna vez no lo amé.
—¿Por qué me comentas esto, YooRa? El problema es en torno a NaYeon.
—Pero ustedes aún se aman. —La sonrisa de la mujer fue tan tranquilizadora que ChanYeol sintió que su corazón se detuvo unos segundos para luego latir de manera distinta.
—Tú seguías amando a DaeGuk cuando este te golpeó, pero no por eso te dejaste golpear por él, ¿no?
Su hermana apretó los labios y asintió, probablemente dándole la razón, así que el tema pareció llegar hasta ahí y ChanYeol concluyó que aquello era lo mejor. No pensar en BaekHyun era lo mejor.
Entre la universidad y el trabajo le costó demasiado ordenarse con todo y siquiera tener tiempo para pensar en que estaba vivo, sin embargo, la pequeña no salió de su cabeza nunca y él se encontró ese domingo temprano plantándose delante de la puerta del departamento de BaekHyun. Entre sus manos tenía una serie de bolsas y estuvo tentado a devolverse, a largarse de allí y hacer como si no existiese durante las próximas horas.
Lamentablemente no tuvo tiempo para arrepentirse cuando la puerta fue abierta frente a él, sorprendiendo al hombre que habitaba en su interior. BaekHyun llevaba a la niña en brazos y ambos parecían bastantes abrigados, de seguro porque estarían por salir.
—Buenos días —saludó tosco y el otro pestañeó unas cuantas veces, aún aturdido.
—Buenos días —le respondió casi sin voz y lo notó demasiado nervioso y pequeño por debajo de tanta ropa—. ¿Qué haces aquí?
—Vine a ver a NaYeon —espetó y aquello pareció tomar por sorpresa al hombre, cosa estúpida porque ChanYeol no tenía otra razón para estar allí.
—Pasa. —El castaño se hizo hacia atrás y lo invitó a entrar, así que él se apresuró en ingresar al pequeño hogar para dejar las bolsas sobre la alfombra. BaekHyun pareció un poco titubeante al cerrar la puerta—. Tenía planeado ir a comprar unas cosas...
—Puedo quedarme con NaYeon mientras vas a comprar.
El castaño se mostró inseguro al intentar responder y alternó la mirada entre ambos hasta llegar a su hija, quien se entretuvo jugando con el botón sobre el hombro del abrigo de su padre. ChanYeol creía que era ridículo que el sujeto lo mirase de esa manera, como si desconfiara de él cuando también se trataba de su hija.
—Claro. Entonces la dejo contigo. —BaekHyun se movió rápidamente por el lugar y tomó un papel junto con un lápiz—. Te dejaré mi número para que me llames en caso de que pase cualquier cosa. Solo iré al supermercado.
Recibió la hoja rallada sin mayor interés y dejó que el contrario le diera un beso en la frente a su hija, tardándose más de lo que ChanYeol consideró necesario, pero después de todo entendía que al otro le costase separarse de la niña, a él también le pasaba.
Lamentablemente no pudo llegar muy lejos porque apenas BaekHyun tuvo intenciones de salir y cerrar la puerta la pelinegra se puso a llorar, llamando a su papá entre sollozos extendiendo sus bracitos con la intención de alcanzarlo. ChanYeol no hizo más que suspirar e ignorar el gesto de lamento que puso el otro. No obstante, no pudo hacer mucho más, así que se las aguantó para bajar junto a BaekHyun y dirigirse hacia el supermercado. El sitio era como una feria para la pequeña, quien aplaudía desde el asiento del carrito.
—¿Qué necesitas comprar? —pregunto distraídamente mientras empujaba el carro, teniendo a la pequeña jugando con un peluche de elefante que sacudía con emoción.
—Lo necesario para el mes. —El contrario le dio una sonrisa apenada y él suspiró.
No quería pasar tiempo con BaekHyun. Luego de lo que sucedió la última vez no quería verlo por lo que le restaba de vida, pero no podía simplemente evitarlo, después de todo NaYeon estaba directamente enlazada al tipo y ChanYeol sabía que si quería estar con ella debería aguantar al sujeto.
—¡Papá!
—Mhh... —dijeron ambos a la vez y se quedaron mirando luego, incómodos por la similitud.
—¿Quién, bebé? —preguntó BaekHyun y se acercó hasta él, al parecer para que la pequeña los viera uno al lado del otro.
—¡Papá Yeol!
La decepción se plantó de una forma evidente en el rostro del castaño y ChanYeol no pudo evitar reírse al verlo separarse de él y concentrarse en las salsas de tomate.
—¿Cómo sabe referirse a mí? —preguntó despacio después de quitarle a la niña el abrigo que le puso su padre. La pobre ya estaba sofocada por el calor.
—Te conoce —susurró el otro sin mirarlo y él frunció el ceño, aunque BaekHyun le seguía dando la espalda—. Siempre le conté de ti y le mostré fotos. YooRa me dio algunas. —El contrario le dio una sonrisa apenada—. No me interesa alejarte de NaYeon ni perjudicar la relación que tengas con ella, al contrario. Solo quiero que sea feliz.
—¿Lo mismo pensaste antes? —preguntó sarcástico y el castaño se quedó quieto con los paquetes de fideos en las manos.
—Siempre le hablé de ti —murmuró más para sí mismo y sin mirarlo.
—¿Y por qué me alejaste?
—Cuando llegaste con SeHun y JongIn a mi casa fue como si estuvieses rechazando ser su padre.
—Yo ni siquiera lo sabía. Tú me lo ocultaste.
—Solo no hallé el momento para decírtelo.
—¿Cómo no vas a encontrar el momento si estuve a tu lado siempre? —espetó con molestia, al parecer alzando la voz un poco más de la cuenta porque NaYeon le lanzó su elefante—. Que atrevida es esta niña. ¿Por qué la educas para que sea tan conflictiva?
—¿Conflictiva? —preguntó irónico el otro—. ¿Crees que la crío para que golpee a la gente? Tiene apenas un año, ChanYeol. Está recién agarrando los objetos y aprendiendo a lanzarlos. —BaekHyun recogió el peluche y se lo entregó a la pequeña, quien divertida lo volvió a dejar caer al suelo—. ¡¿Ves?!
Quiso reírse porque el chico se volvió a agachar para recoger el elefante a regañadientes y se lo pasó a NaYeon, quien repitió la acción, al parecer entretenida al notar que su padre se quejaba entre dientes y parecía sufrir. ChanYeol solo rio al notarlo y evitó que BaekHyun se volviese a agachar para ser él quien agarrase el peluche y se lo pasase a la pequeña.
—No lo botes —zanjó mientras la apuntaba con el dedo en un intento de que la niña entendiera y al parecer así fue porque apretó al muñeco contra su pecho.
Escuchó un jadeó a sus espaldas que le hizo formar una media sonrisa de forma inconsciente—. ¿Acaso ahora solo le harás caso a papá Yeol?
—¡Sí!
El hombre a su lado bufó y él soltó una suave risa mientras apoyaba los brazos sobre el carro y se inclinaba ligeramente para estar más cerca de la pequeña, quien puso una mano sobre su cabello al tenerlo cerca. Avanzó solo un poco así, pero se detuvo cuando notó que NaYeon se llevaba la mano sobrante a su propia cabeza, probablemente buscando su pelo.
Escuchó un click por detrás de él y se encontró a BaekHyun con el celular en lo alto y una sonrisa en los labios, gesto que rápidamente ocultó cuando se dio cuenta de que ChanYeol notó su actuar.
—No pienso borrarla —soltó el castaño sin más y se dirigió hacia los enlatados.
Miró con el ceño fruncido a la niña, casi como si estuviese hablando con ella para preguntarle qué le pasaba a su otro padre, pero esta solo se largó a reír y aplaudió escandalosamente, botando sin querer nuevamente el peluche al piso.
—BaekHyun —lo llamó un poco después. Ya iban revisando las leches y ChanYeol sintió curiosidad al verlo leer cada tarro—, ¿me puedes explicar las cosas que necesita NaYeon?
El hombre lo miró con interés y asintió con una sonrisa, apegándose de inmediato a él mientras tenía en la mano un paquete de saborizaste de frutilla. A ChanYeol le pareció tan alegre y cariñoso como cuando fue su ex novio e incluso llegó a preguntarse si el contrario se olvidó por un momento de la fuerte discusión que tuvieron hace unos días y que en ese momento se sentía estar odiándolo.
—Como tuve problemas con la lactancia el doctor Kim me recomendó esta leche. —El chico le pasó un frasco pequeño y él arrugó el entrecejo cuando vio el precio—. Cuando estuvo más grande opté por agregarle saborizantes y comprar una leche más... accesible. Sin embargo, ya encontramos una que a NaYeon le gusta, ¿cierto, princesa?
La aludida volvió a reír y le hizo un gesto con los labios a BaekHyun, quien pareció entenderla de inmediato porque fue a darle un sonoro beso en la mejilla. ChanYeol vio el sucedo con el ceño fruncido, pero con una sonrisa de medio lado porque la pelinegra era increíblemente encantadora y, aunque no quisiese que así fuese, ver a su ex novio con ese actuar lo hizo sentir extraño.
—Ya está en edad de agregar alimentos a su dieta, pero me da miedo. —El castaño le mostró una sonrisa titubeante—. La última vez que le di comida terminamos en el hospital.
Claro, ChanYeol lo recuerda. Se preguntó entonces si él se hubiese enterado de que era papá si no pasase aquella situación producida por la casualidad.
—BaekHyun —lo volvió a llamar con seriedad y este solo le hizo un sonido de garganta mientras miraba las papillas—, ¿pensabas contarme acerca de la existencia de NaYeon?
El hombre se quedó completamente petrificado contra los potes de vidrio y él se enderezó para suspirar. Tuvo intenciones de dejar caer mierda sobre el contrario, insultarlo y herirlo tanto como pudiese, dejarlo tan roto como se sentía él.
—Sí, esperaba a que volvieses. Cuando te vi por primera vez fue sorprendente para mí porque no estaba enterado de que ya estabas acá. —El castaño apretó los labios, al parecer sintiéndose incómodo—. Me hubiese hacer algo más especial para contarte.
—¿Especial? —preguntó irónico y el otro arrugó la nariz, aunque no lo miró.
—Sí, invitarte a cenar quizás y mostrarte alguna cosas.
—¿Algunas cosa?
—Ujum... Te lo pasaré una vez que lleguemos al departamento. —BaekHyun se movió por el pasillo y le hizo un superficial gesto con la cabeza para que lo siguiera.
—Por cierto... —empezó con desdén, fijándose en como el castaño leía las calorías de los paquetes de galleta—. ¿Quién era el sujeto con el que estabas en el restaurante?
El contrario frunció el ceño, aunque pareció recordar—. DoWon. Era el niñero de NaYeon.
—¡¿Niñero?! —El hombre se sobresaltó ante su alza de voz—. ¿Pusiste a un tipo que intoxicó a nuestra hija como su niñero? —ChanYeol estaba enojado. No podía creer que BaekHyun fuese tan desinteresado como para no preocuparse de la gente que estuviese en torno a su hija—. ¿Cómo pudiste dejar que un tipo así cuide de NaYeon? —Al ver que BaekHyun seguía con la misma expresión rodó los ojos y chasqueó la lengua—. ¿Por qué estás sonrojado?
—Dijiste 'nuestra hija' —soltó el otro casi sin aire y él simplemente se quedó quieto, ligeramente incómodo al darse cuenta de aquello.
—¿Y no es así? —contraatacó y empujó el carro para pasar por un lado del contrario.
Lo escuchó murmurar algo por lo bajo, pero no le interesó escucharlo y simplemente esperó a que BaekHyun lo siguiese. NaYeon estuvo entretenida tomando té helado de hierbas de su biberón mientras permanecía recostada en la silla. Solo en ese momento ChanYeol se dio cuenta que ya estaba demasiado grande como para sentarse allí.
Para su suerte el tiempo pasó lo suficientemente rápido como para que en unos cuantos minutos se encontraran dentro de un taxi yendo de camino hacia el departamento de BaekHyun, quien se mantuvo casi colgando del asiento, más pendiente de indicarle al chofer por donde debían dirigirse mientras ChanYeol tenía a NaYeon en brazos, quien le hacía gestos para que le diera besos al peluche ese.
—¿Por qué papá Baek te peina tan mal? —susurró para sí mismo mientras veía los cuatro moños y la diadema con cola de sirena.
—¡Papá Baek! —repitió ella alegremente.
—¿Mmh...? —El aludido se giró a mirarlo y la niña se llevó las manos a la boca mientras reía. El castaño pareció confundido y dirigió sus ojos hacia ChanYeol en busca de una explicación.
—Estamos hablando de ti —se burló e intentó contener su sonrisa.
BaekHyun solo acentuó su ceño fruncido, pero sonrió al ver que NaYeon también lo hacía—. ¿Estás hablando de mí con papá Yeol?
—¡Papá Yeol!
El chofer les dijo que ya llegaron a su destino, por lo que un poco a regañadientes se bajaron para subir las cosas al departamento. Fue únicamente en ese momento que ChanYeol recordó el auto rojo de su ex novio.
—¿Y tu auto? —preguntó desinteresadamente mientras veía que el otro abría la puerta del departamento.
—Lo vendí —soltó sin más y pasó a la cocina para dejar las bolsas.
ChanYeol era quien llevaba a NaYeon, así que con cuidado la dejó en el suelo cuando esta pareció querer saltar de sus brazos, ansiosa por llegar a casa. La pelinegra se movió ágilmente por el lugar, aunque terminó tropezándose con la alfombra y cayó sobre esta. Las bolsas quedaron rápidamente olvidadas y de dos grandes pasos llegó hasta ella, aunque la voz de BaekHyun lo detuvo.
—No. —Le envió una mirada confundida al hombre, pero luego este se dirigió hacia la pequeña, quien ya formó un puchero y amenazaba con largarse a llorar—. Ponte de pie, preciosa. No es nada.
Comprendió, así que se enderezó y le sonrió a la pelinegra—. ¿Me muestras tu elefante?
Fueron tres segundos, solo tres en los que NaYeon apoyó ambas palmas en el suelo y se alzó de una forma tan cómica que no pudo evitar reírse, especialmente cuando la vio tomar su peluche y llegar hasta él, golpeando su pierna con el animal.
BaekHyun rio desde atrás y lo vio de reojo, notándolo sonreír mientras se apoyaba del marco de la puerta de la cocina. Al verlo ahí lo odió, después de todo le hizo cosas sumamente feas, pero aun así le pareció encantador y brillante como siempre lo fue. No obstante, ya fue imbécil muchas veces, por lo que no aguantarían verse perdido nuevamente en el otro.
Se agachó a la altura de la pelinegra—. ¿Tienes hambre?
—Primero debe ir al baño —acotó el castaño y se acercó hasta ellos para tomarla, aunque ChanYeol lo sujetó suavemente del brazo.
—¿Puedo intentarlo? —Se sintió tímido a pesar de que tenía experiencia cambiando pañales.
BaekHyun le sonrió y le entregó a NaYeon—. Toda tuya.
—¿Por qué siento que esto no es bueno?
El hombre se rio y le hizo un gesto de nariz, aunque estúpidamente ChanYeol lo entendió porque lo siguió hacia la habitación de la niña, quien se entretuvo jugando con sus orejas durante el corto camino. Ya en la habitación le indicó una repisa que tenía acolchado y que parecía funcionar de mudador.
—NaYeon usa esta marca de pañales —le enseñó BaekHyun y él asintió—. Verdaderamente no he probado con otros. Estos no le han hecho mal y parece cómoda.
—Entonces está bien mantenerla con esos, ¿no?
El castaño miró el paquete entre sus manos y acabó sonriendo antes de pasarle uno de los pañales—. ¿Sabes hacerlo?
—Tengo dos sobrinos —soltó con una sonrisa en los labios y BaekHyun le devolvió el gesto.
Mientras el chico se daba vuelta por la habitación para pasarle las cosas necesarias ChanYeol volvió a sentirse como un idiota al recordarse que ese hombre le ocultó por meses la existencia de su hija, algo que por ley cívica no afectaba, pero moralmente sí. Debería de estar furioso y cumplir con lo que prometió, conseguir un abogado para quedarse legalmente con NaYeon sin que tener que mirarle mucho la cara a BaekHyun, pero este... no era tan mal padre, a pesar de que sí fue un muy mal novio.
—Tiene un lunar —susurró al verle la pancita desnuda y el castaño, quien se entretuvo ordenando la pequeña habitación, solo hizo un sonido de garganta a modo de afirmación—. ¿Hay algún otro detalle?
BaekHyun se giró a mirarlos cuando ya ChanYeol tenía listo el pañal y estaba poniéndole las calzas a la pequeña.
—A nivel físico solo lunares. Tiene varios, pero son todos pequeños.
—¿Cómo los tuyos? —soltó sin pensárselo, arrepintiéndose al instante porque el contrario nuevamente se sonrojó y lo vio balbucear.
—Sí, supongo. —El otro se dio cuenta del momento incómodo que se generó porque soltó una risa extraña—. De igual forma algo mío debía de tener, ¿no? NaYeon es una copia calcada de ti. —Miró a la pequeña y la ayudó a ponerse de pie sobre el acolchado—. Será igual de bonita que YooRa.
—Mucho más bonita. —Le sonrió y recibió aquel brillo precioso de vuelta.
—Hablando sobre eso... —soltó el contrario de repente para sí mismo y buscó a su alrededor, sacando finalmente una serie de libros anchos de una de las repisas—. Esto es tuyo.
Frunció el ceño y dejó a la pequeña en el suelo, quien se mostró entretenida por tener a sus dos padres en su cuarto, yendo de un lado a otro para buscar sus juguetes y así mostrárselos, al parecer teniendo la intención de enseñarle sus cosas.
—¡Tío Xing! —El pandero de plástico chocó con su rodilla, provocándole una mueca por la precisión que tuvo la pelinegra para causarle dolor.
—Ay, lo encontró... —se lamentó BaekHyun para sí mismo y salió de la habitación con los libros en las manos, siendo perseguido por NaYeon que movía alegremente el instrumento, inundando el departamento de un estruendoso sonido infantil.
| ••• |
Perdón por no actualizar ayer. Se le pasó. 🥺💔
De igual forma aquí les tengo el capítulo. Espero que lo disfruten y me sigan contando qué opinan y pronostican para la historia. Les recuerdo que solo tiene 35 capítulos. 👀
A modo de aviso...
1. Estoy escribiendo un Mini-Fic ChanBaek llamado No lo confundas con el amor.
2. Tengo un Amino de ortografía y redacción llamado "ortografía"🤣. Si alguien quiere sumarse me avisa. 🦥
Muchas gracias por leer, votar y comentar. 💕
Saludos y besos, Ary. ♥️
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