—Voy primero.

Pestañeó asustado al escuchar la voz de LuHan y vio a este pasar desde la entrada del lugar hacia las camillas, sin embargo, no pudo llegar muy lejos porque la enfermera se puso frente a él y le mostró una sonrisa cortés.

—Ahora mismo BaekHyun está asustado con todo lo que pasó y él pidió que su novio pasase primero. ¿Podemos hacerle ese favor?

Los ojos del rubio se posaron de inmediato en él y parecieron fulminarlos. Él entendía el porqué, después de todo no le era muy difícil ponerse en el lugar de LuHan y pensar que un buen amigo parece estar tan mal de salud y que al último que vio fue a un tipo que conoce ¿de qué? ¿Tres meses?

Con la cabeza gacha se puso de pie y pasó por un lado de los chicos para ir detrás de la enfermera, sintiéndose sumamente incómodo porque puede que el rubio sí tenga razón en que él no tiene ningún jodido derecho a plantarse ahí. No obstante, aquel pensamiento se le fue de la cabeza apenas se encontró con los ojos de BaekHyun, quien seguía con la sudadera que le robó y con los ojos rojos, pero no por eso pareció tener ganas de llorar. De hecho, la pequeña sonrisa que se formó en el rostro del contrario le dio una felicidad increíble.

Caminó hasta el chico con rapidez y lo tomó de la mano para luego dirigir la mirada hacia los dos doctores que se encontraban del otro lado de la camilla. Al mirarlos solo elevó las cejas, ansioso de que le hablaran de una vez.

—Su estado está bien. Confirmo lo que dijo mi colega hace unos días: Su avance a nivel nutricional fue destacable.

—Estudia gastronomía —se apresuró en agregar BaekHyun con una sonrisa y él supo que el comentario estuvo de más, pero aun así sonrió porque el otro lo estaba haciendo.

—Pues lo has hecho bien. Sigue así. —Asintió y esperó a que continuaran, a que le dijesen cualquier otra cosa antes de que se pusiese a gritar porque él necesitaba explicaciones—. Actualmente BaekHyun está bien, completamente estable y puede irse a casa.

—¿Y el bebé? —preguntó despacio, con cuidado porque el peliblanco seguía sujetando su mano y no quería herirlo de ningún modo. Además, estaba seguro de que él también se vería afectado si la noticia no era del todo positiva.

—Todo bien. —Elevó las cejas y el ya conocido doctor sonrió ampliamente—. Comenté la vez pasada que el cuerpo de BaekHyun es demasiado pequeño, ¿recuerdas? —Asintió con rapidez—. Es debido a que el bebé está creciendo y debe hacerse espacio, por eso los dolores de vientre que, en algunos casos, puede provocar un ligero sangrado.

—¿Entonces no es nada de que preocuparse? —preguntó de igual forma y el médico volvió a negar con una sonrisa.

Apoyó las manos sobrante sobre la camilla y bajó la mirada para tomar aire profundamente, aunque no pudo aguantarse mucho tiempo más en la misma posición y terminó acuchillado, con el brazo flexionado sobre el colchón y la cabeza posada ahí en un intento de ocultar el llanto que lo albergó.

Se sintió estúpido y fuera de lugar, pero el tema le era sensible y esa sensación de alivio y felicidad lo hizo sentirse tan a gusto que no pudo evitar desahogarse.

—ChanYeol... —Escuchó que dijo el chico suavemente, al parecer conmocionado por su reacción.

Se apresuró en recomponerse y sonrió cuando elevó la cabeza para encontrarse con la mirada de BaekHyun, a quien también se le empañaron los ojos cuando lo vio. Se puso de pie y se inclinó ligeramente para abrazar al contrario por los hombros, provocando que este sollozara contra su pecho.

Los médicos parecieron comprender que era un momento íntimo, por lo que se dispusieron a salir por entre las cortinas que hacían de paredes alrededor de la camilla y él solo alcanzó a agradecerles con una venía antes de que ambas personas desaparecieran. Ya solos se separó del chico y se sentó a un costado de la camilla para quedar frente a él.

—¿Cómo te sientes?

—Bien, ChanYeol. De verdad muchas gracias por todo.

—Gracias a ti por estar bien —dijo medio en broma medio en serio porque la verdad es que se sentía bastante afectado por todo.

—¡Oh! El doctor dijo que tenía que hacer más actividad física. —El chico hizo una mueca, cosa que lo hizo reír—. ¿Puedes creer que fue saludable todo lo que caminamos hoy? Yo me sentí morir cuando salimos del restaurante.

Frunció el ceño—. ¿Y por qué no me avisaste? Quizás pudimos habernos ahorrado esto.

—El doctor ya dijo que era debido al crecimiento del bebé, ChanYeol. No es como que lo pudieses evitar. —Aun así el chico le sonrió—. Y no te avisé porque quise pasar más tiempo contigo.

—¿Por qué? —Soltó una risa extraña y el contrario ensanchó más su sonrisa.

—Creo que también... —El chico se calló y él elevó las cejas en espera de que continuara.

Se aseguró de mirar a su alrededor para ver si llegó alguien y quizás eso hizo acallar al chico, pero todo parecía estar normal y aquello solo lo puso más nervioso.

—¿También qué? —optó por preguntar suavemente.

—Olvídalo. —Frunció el ceño y estuvo dispuesto a indagar, pero el chico le tomó ambas manos y las sacudió ligeramente. Parecía contento—. Me volvieron a hacer una ecografía para ver si todo estaba bien y me las arreglé para pedirle al doctor Kim la foto. Mira.

BaekHyun le entregó la pequeña fotografía y él la tomó con cuidado, notando entonces el manchón oscuro como lo estuvo la primera vez, aunque en esa ocasión lo blanco que estaba en la cuevita que dijo el doctor ya era muchísimo más visible.

—Se aprecian los bracitos y las piernas, ¿ves? —preguntó emocionado el chico y él asintió con una sonrisa, aunque tuvo que mirar hacia otro lado porque no pudo creer que estuviese por ponerse a llorar otra vez—. Me encantas.

Confundido miró hacia BaekHyun, aunque no perdió la sonrisa, y para su sorpresa el chico le puso una mano sobre la mejilla y acarició sobre la zona, poniéndolo inmediatamente nervioso, pero prefirió guardar silencio porque le gustó el tacto ajeno sobre su piel. Además, notó que el contrario se inclinó ligeramente hacia él, así que simplemente se quedó ahí y cerró los ojos en espera de los labios del peliblanco que no se tardaron nada en llegar, besándolo con cuidado y lentitud, siendo la primera vez en la que el chico lo besaba de esa forma por indicio propio.

Dejó que las cosas simplemente sucedieran y que el beso acabara sin forzar nada, por lo que se encontró a los pocos segundos con los ojos brillantes del peliblanco y esas mejillas sonrojadas que lo hicieron reír enternecido.

—Te ves igual a la primera vez que hicimos el amor —soltó a modo susurro sin pensárselo mucho, arrepintiéndose de inmediato porque notó el cambio de expresiones en el otro.

—¡Chicos! —La enfermera hizo aparición en el lugar, sobresaltándolos—. Debo pedirles que se alisten, por favor. De esa forma podemos tener el espacio para recibir a otro paciente.

Nervioso se puso de pie y se acomodó su propia chaqueta, prenda que le regaló BaekHyun hace meses y que durante esa noche nunca se sacó porque con toda la conmoción que hubo apenas logró echarse la billetera al bolsillo.

—¿Necesitas ayuda? —preguntó con suavidad y a pesar de que no recibió respuesta se acuclilló para ponerle las zapatillas al contrario—. Los chicos están aquí.

—Lo sé. Los pude escuchar. —Miró hacia arriba para encontrarse con la sonrisa de BaekHyun y rio suavemente, aliviado de que el chico no haya reparado en su comentario extraño de hace un momento—. ¿Les dijiste algo?

—Nada. Solo que esperasen hasta que estuvieses bien para preguntar si es que querían hacerlo. —El peliblanco asintió y él se levantó para ayudar al otro a ponerse de pie—. MinSeok es el único que sabe. Me ayudó a traerte hasta aquí y justo en ese momento me preguntaron por qué viniste y pues... Tenía que decirle al médico.

—Está bien, ChanYeol. No te preocupes. —El chico le dio otra sonrisa y se afirmó de su brazo como solía hacer durante el último tiempo a petición de él—. Ya hiciste muchísimo, así que no te preocupes por ellos. Además, es momento de decirles.

Asintió para hacerle entender que lo apoyaría y BaekHyun entrelazó el brazo con el suyo, apegándose así a su cuerpo, cosa que le sacó una sonrisa y lo hizo sobresaltarse ligeramente por la sorpresa cuando la enfermera llegó hasta él para entregarle los papeles y documentos de su acompañante. Luego de agradecer se dirigieron a la sala de espera, donde los chicos se acercaron de inmediato hacia ellos.

—Está todo bien —dijo BaekHyun con una sonrisa y elevó la mano, evitando así que los chicos se pusiesen a hablar—. Primero lleguemos a casa y luego hablamos de esto, ¿sí? Aún tengo ganas de comer apio.

Sin poder evitarlo se largó a reír, siendo el único junto al peliblanco, quien se detuvo a mirarlo con una sonrisa y él se quedó tonto ahí perdido en los ojos del otro. De hecho, fue YiXing quien carraspeó y les hizo un gesto con la cabeza para que caminasen de una vez hacia el exterior del edificio.

Se trasladaron en taxi porque el anticuado auto de SeHun no dio abasto para todos, así que llegaron al departamento pasado las dos de la madrugada. ChanYeol se preguntó cómo pasó tanto tiempo cuando él sintió que hace unos pocos minutos se encontraba con su compañero de piso en la cocina discutiendo por quien cortaba el apio.

Entraron al departamento ellos cuatro primeros y a los pocos minutos llegó SeHun junto con LuHan y MinSeok, por lo que le dio tiempo a limpiar y picar el apio. Para cuando llegaron los chicos se encontró aliñando la ensalada a petición de BaekHyun.

—¿No deberíamos dejarlo descansar? —preguntó MinSeok suavemente mientras tomaba asiento en uno de los sofás individuales, al parecer no estando muy de acuerdo en exprimir más a su amigo bajito después de todo lo que sucedió.

—Pues yo merezco una explicación. —LuHan se mantuvo de pie y cruzó los brazos, sacándole una mueca al peliblanco que permaneció en el sofá más grande—. Somos mejores amigos desde los doce años, BaekHyun. Siempre dices que puedes contarme todo, pero ¿no me avisaste de esto tan importante?

El aludido suspiró y él solo se mantuvo donde estaba, debajo del arco que daba a la cocina con el paño de platos aún en las manos, atento a la situación, pero alejado también porque sabía perfectamente que en aquello no podía involucrarse.

—Lo siento —se disculpó BaekHyun por lo bajo y su amigo apretó los dientes antes de caminar hasta él y sentarse a su lado—. Tenía mucho miedo de todo y recién estoy asimilándolo. Aún ni siquiera se lo he comentado a mi familia.

LuHan lo miró atentamente durante unos segundos, pero luego asintió con lentitud mientras le acariciaba la espalda, al parecer comprendiendo a su amigo y apoyándolo también.

—¿Y qué harán entonces?

—¿A qué te refieres?

Para sorpresa de ChanYeol los ojos de LuHan se posaron en él, cosa que hizo que se enderezara de inmediato y estuviese atento a lo que el chico iba a decirle porque, por el poco tiempo que llevaba conociéndolo, parecía ser alguien que estaba dispuesto a partirle la nariz en caso de ser necesario.

—¿Siguen siendo novios? No lo sé... ¿Quieren intentarlo como familia?

Le dolió. A pesar de que LuHan no quiso herirlo lo terminó haciendo con su comentario y él solo pudo abrir la boca para negarlo como siempre, pero no lo hizo. ¿Qué derecho tenía a entrometerse, a hablar por BaekHyun?

—El niño no es de ChanYeol... —El peliblanco por suerte habló y, para su sorpresa, otros tres pares de ojos se posaron en su figura, mirándolo casi acusativo.

—¿Qué? ¿Que no estás saliendo con ChanYeol? ¿Cómo mierda eres tan maldito para acostarte con otro chico mientras estás de novio? —BaekHyun recibió un golpe ligero en el brazo por parte de LuHan y estuvo dispuesto a aclarar el tema, pero el tipo continuó, esa vez dirigiéndose directamente a él—: ¿Y tú cómo lo aguantas aun así?

—El niño tiene más tiempo —susurró el peliblanco en un intento de explicarse.

—¿Cuánto tiempo?

Elevó la cabeza al escuchar esa voz ronca que pocas veces hablaba y se topó con el rostro casi molesto de SeHun desde el otro lado del salón, frente a las ventanas que tenían las cortinas cerradas. ChanYeol al verlo ahí con el ceño fruncido y la mandíbula ligeramente tensa reparó en que era un imbécil demasiado grande como para sentir que él en algo influía, que tenía el derecho o siquiera la oportunidad para hacer feliz a BaekHyun cuando claramente este ya contaba con su co-protagonista y obviamente no era él.

Se obligó a mantenerse allí y a no verse afectado porque eso causaría más escándalo del que ya se formó, pero su corazón se hizo trizas en ese momento y simplemente quiso tirarse en su cama y llorar un poco porque él nunca debió permanecer ahí, no debió estar con BaekHyun cuando se enteró de su embarazo, tampoco debió hacerle un cuadernillo dedicado a su alimentación ni debió invitarlo ese día a una cita.

¿Ahora qué pensaran los chicos de él, que era un idiota que aguantó que su novio se acostara con alguien más y que se embarazara de este? Lo vieron llorar, sufrir y sentirse como la mierda en el hospital por algo que no le concernía en absolutamente nada.

Bajó la mirada y miró sus propias manos ya saludables por las constantes aplicaciones de cremas que le hacía a BaekHyun y se sintió horrible porque él no debió tocarlo tampoco.

Y daba igual porque donde mirase habría algo que le recordaría que ni BaekHyun ni el hijo que esperaba este era suyo, por lo que su derecho a estar ahí era prácticamente nulo.

—Nueve semanas.

—¿Y hace nueve semanas con cuántos te acostaste? —preguntó bruscamente SeHun.

—Hey —soltó ChanYeol con voz ronca, diciéndose a sí mismo que daba igual quién fuese el padre del hijo de BaekHyun, este no podía ser tratado de mala manera—. Ten más cuidado con lo que dices.

—¿Qué? ¿Acaso no sabes que a tu novio se lo follan todos?

—¡SeHun! —reclamó LuHan.

Durante toda su vida ChanYeol fue la florecita del campo, quien siempre florecía y parecía feliz y dichoso, quien siempre alegraba y apoyaba a quien fuese. Nunca golpeó a nadie y sus discusiones por lo general no llegaban más allá de él escuchando y diciendo lo que tenía que decir antes de largarse para no meterse en más problemas. Sin embargo, y a pesar de que se lo pensó, no se contuvo de llegar hasta el otro lado de la habitación para empujar a SeHun por los hombros, provocando que este diese un paso hacia atrás para estabilizarse.

—No hables porque no tienes ni puta idea —espetó molesto y entre dientes, solo para el tipo porque ya suficiente tenía con que los demás lo vieran actuar como para que también lo escuchasen.

Y no es como que ChanYeol supiese realmente el trasfondo del actuar de BaekHyun, pero estaba seguro que el chico iba más allá de un cuerpo atractivo y una actitud superficial ante las relaciones de pareja. Lo vio sonreírle muchas veces, maldición. Lloró frente a él, se mostró débil y emocional y le enseñó su gustos sexuales que dejaban ver esa falta de cariño que incluso buscaba a través del sexo, incluso fue capaz de agradecerle por cada uno de los cuidados que tuvo con él.

Puede que BaekHyun le guste, sí, pero nadie se merecía un trato como aquel y estuvo hasta triste por el peliblanco debido a que el padre de su hijo fuese un tipo como ese.

Dio un paso hacia atrás y solo en ese momento se dio cuenta de que estuvo apretando los dientes y los puños. Ante lo mismo se preguntó de qué era capaz de hacer por BaekHyun y a pesar de que por su cabeza pasó la idea de que era capaz de golpear a SeHun no se sintió mal por ello.

Se dio media vuelta y se dirigió con rapidez hacia salida, pasando por el lado de un JunMyeon que le dio una mirada con desdén, haciéndole saber que no iba a detener su huída porque de seguro eso debía ser lo mejor para su salud mental. No obstante, no alcanzó a llegar muy lejos porque una vez en el pasillo unos dedos delgados rodearon su muñeca, deteniéndolo.

—No me dejes de nuevo.

Durante todo ese tiempo dio lo mejor de sí mismo para ofrecerle los mejores momentos a BaekHyun, pero se sentía tan hecho trizas que, después de mucho tiempo, sintió que debía ponerse a sí mismo primero.

—No puedo quedarme —susurró y prefirió no detenerse en los ojos aguados del otro—. Sé que estarás bien con los chicos...

—Si te vas se acabó. —Su corazón se oprimió y buscó de inmediato la broma en los ojos de BaekHyun, la cual realmente no existía—. No voy a dejar que me pase de nuevo lo mismo contigo. Me abrí a ti, lo intenté una vez y me dejaste. Ahora estoy intentándolo una segunda, pero no voy a aguantar que te vayas nuevamente y me dejes solo después de todo lo que me ofreciste. ¿Es así como te consideras tan maduro, prometiendo construir un palacio cuando no puedes ni poner los pilares?

—Pero yo no debería estar poniéndolos —se lamentó y el contrario se sorprendió e incluso lo soltó en el proceso—. No tengo derecho.

Sin mirarlo se quitó la chaqueta y se la tendió al chico, quien apretó los labios al verlo en un indicio de que ya lo podía aguantar más las lágrimas. Quiso insistirle con que dejase de llorar porque eso afectaba al bebé, pero no debía meterse; no más.

—No me la devuelvas... —le pidió el contrario casi sin voz y con la mirada fija en la prenda—. Justo hoy te conté lo importante que fue para mí que usaras esa mierda ¿y aun así piensas devolvérmela?

—Deberías ofrecerle este tipo de cosas al papá de tu bebé.

—¡Pero yo quiero ofrecértelas a ti! —Se sorprendió y el contrario notó que probablemente se pasó con lo que dijo porque rápidamente extendió uno de sus brazos y agregó—: No te suplicaré de igual forma. Si quieres devolvérmela puedes hacerlo.

Dentro de su pecho su corazón latió de forma errática y se lo pensó seriamente durante unos segundos, tomando consciencia a profundidad porque ya fue suficientemente idiota durante su adolescencia como para que se pusiese a hacer cosas estúpidas cuando ya estaba grandecito.

—Me encantaría quedármela —susurró con la voz rota, pero no quiso huir de inmediato porque BaekHyun se sinceró, probablemente como siempre lo hizo, y él como mínimo debía devolverle lo mismo—. Me encantaría quedarme a tu lado también, pero no puedo ocupar el puesto que le corresponde a alguien más. —Negó ligeramente con la cabeza y luego sonrió—. BaekHyun, dale la oportunidad al padre de tu bebé, ¿sí?

—¿Por qué? ¿Por qué nuevamente tengo que ser "el padre del bebé" y no BaekHyun? ¿Por qué debería escoger a un tipo que no recuerdo solamente porque comparte lazos de sangre con mi hijo cuando tú eres mucho mejor que cualquier otro, tanto para mí como para el bebé?

—Gracias por decirme eso, BaekHyun. Pero yo...

—Bien. —El chico le quitó la chaqueta—. Vete. Huye como siempre lo haces, pero no quiero que aparezcas nunca más frente a mí, ChanYeol. ¿Entiendes?

¿Nunca más?, pensó y su corazón se rompió aún más cuando vio que el contrario le daba la espalda y se dirigía hacia el departamento. No obstante, ChanYeol no era de cometer el mismo error dos veces, así que tomó al contrario por la muñeca con suavidad, provocando que el peliblanco se girase a mirarlo con el ceño fruncido, aunque no le dio tiempo para reclamarle y simplemente dio el paso que los separaba para encontrarse de frente con BaekHyun, besándolo tan de imprevisto que el chico gimió contra su boca.

Por suerte el más bajo no lo apartó, así que él pudo sujetarse de sus mejillas y profundizó el beso que finalmente fue correspondido. El contrario lo sujetó por la cintura y lo atrajo más hacia su cuerpo, haciéndolo sentir muy satisfecho cuando su pecho se encontró con el de BaekHyun. El contacto lo sintió íntimo y tan suyo que no se privó de acariciarle la mejilla con el pulgar y de ladear ligeramente la cabeza porque quería obtener más del contrario, pero también ofrecerle de sí, como probablemente siempre lo hizo.

—Chicos... —Asustados se separaron—. Mierda. ¿Por qué no avisan o ponen un cartelito que diga que están chingando?

—Imbécil —siseó BaekHyun, quien estuvo tentado en atacar a YiXing, quien solo soltó una risa.

—Escóndanse en las escaleras. Sacaré a los idiotas.

—¿Qué? —preguntó ChanYeol—. Pero ¿por qué...?

BaekHyun tiró de su brazo y antes de que se diese cuenta se encontró pasando por una puerta que se cerró sola y fue aprisionado contra la pared, donde unos labios se encontraron con los suyos de manera urgente y él sin dudarlo sujetó al otro por la cintura para apegarlo contra su cuerpo, de repente sintiéndose como si estuviese haciendo algo peligroso y eso hizo vibrar su ser de una forma diferente.

Agarró el cuerpo ajeno como si fuese suyo y lo atrajo hacia sí mientras posaba sus dedos anchos sobre esa cintura estrecha que tanto le gustaba. Lo besó a profundidad, pero a su estilo particular, por lo que acabó dejando una serie de besos seguidos sobre los labios de BaekHyun que hicieron reír a este y, de una forma prácticamente sorprendente, el chico tomó su rostro con ambas manso e hizo que sus narices se rozaran, movimiento que provocó que sus ojos quedaran fijos en los otros y que el sonrojo subiese por las mejillas blanquecinas del peliblanco.

—¿Esto quiere decir que me seguirás mostrando cosas de película?

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¡Otro capítulo aquí todo bonito! 🏂
¿Qué opinan? 👀
Leo sus más sinceras opiniones. Ya estoy en los últimos capítulos y no me gustaría que se me pasase algo.

Muchas gracias por leer, votar y comentar. 💖

Hablando de otro tema... ¡¿Cómo no se han leído Infamia si está súper buena?! 👀. Yo me la gozo. 😂

Saludos y besos, Ary. ♥️