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Capítulo XI

—No dejes que nadie se atreva a hacerte daño —susurró aún estando hipnotizado por el chico.

BaekHyun pareció confundido, pero no le dijo nada y solo se quedó expectante a lo que él estaba por hacer. Se alzó un poquito, tan solo un poco, para quedar más cerca de BaekHyun, para poder oler su aroma, escuchar su corazón palpitando rápidamente y notar su respiración nerviosa, pero sobre todo tuvo unas infinitas ganas de posar sus labios sobre los ajenos y estaba a punto de hacerlo, maldición, tan próximo al tacto.

—Chicos... —JunMyeon estaba de pie debajo del marco de la puerta de su habitación con una mano sobre el pomo. Su cuerpo estaba sudado, tenía el pelo despeinado y el pecho ligeramente arañado.

Se separaron abruptamente, ChanYeol dejándose caer de espaldas sobre la cama y BaekHyun se corrió hasta la cabecera para tomar un cojín y abrazarlo, viéndose demasiado tierno y nervioso como para poder abrumarse por lo que pasaba. ChanYeol se mantuvo en la misma posición hasta que JunMyeon dirigió la mirada hacia su entrepierna, donde se encontraba su pene alzado en su mayor esplendor, intentado traspasar la tela del pantalón corto de pijama. De inmediato se irguió, sentándose así sobre la cama mientras llevaba los brazos hasta su entrepierna en el intento de cubrir lo que se encontraba allí.

JunMyeon tosió con incomodidad—. Yo solo venía a pedirles disculpas por la bulla y a preguntarles qué quieren de cenar. Con YiXing iremos a comprar.

—Cualquier cosa está bien —dijo con una voz tan ronca que hasta a él mismo le costó reconocerla.

BaekHyun se aclaró la garganta antes de hablar—: A mí me da igual.

JunMyeon hizo un pequeño movimiento de cabeza antes de salir de la habitación y cerrar la puerta. Apenas se quedaron solos el rubio se llevó las manos hasta la cabeza, tapándose el rostro con estas y luego haciéndolas recorrer por todo su pelo con frustración.

—¿Ocurre algo? —preguntó con delicadeza.

BaekHyun se quedó mirándolo—. No realmente. Solo es un poco vergonzoso.

Lo miró tan solo unos pocos segundos más antes de largarse a reír, entre divertido, nervioso y enternecido.

—Está bien —dijo, aunque no supo si realmente fue así.

Tuvo claro que el momento ya pasó, se dio cuenta de ello cuando BaekHyun empezó a toser con incomodidad e hizo viajar su mirada por el interior de la habitación. ChanYeol se levantó del colchón y recogió su camiseta del suelo, pasándole luego a BaekHyun la suya, la cual terminó a un costado de la ventana. Ambos se colocaron sus prendas y el peliblanco se levantó de la cama, la cual quedó con el cobertor arrugado por los constantes movimientos.

—Iré a preparar la mesa —mencionó BaekHyun.

El rubio le dio una última mirada antes de salir de la habitación. En cuanto BaekHyun cerró la puerta ChanYeol se dejó caer sobre la cama de espaldas y terminó suspirando.

¿Qué acababa de hacer?

Se levantó del colchón con urgencia y se dirigió hacia su computador, abriendo este y encendiéndolo con urgencia. Al ver el navegador abierto llevó las manos hasta el teclado, dispuesto a presionar las teclas, pero sus dedos se quedaron estáticos.

—¿Qué debería hacer?

Cerró los ojos con frustración y se echó hacia atrás en su silla giratoria mientras se llevaba una de sus manos hasta su rostro y luego a su cabello, el cual estaba ligeramente húmedo por todo lo que sudó mientras estaba en la cama con BaekHyun.

Estuvo tentado a poner esas mismas palabras sobre la casilla del buscador, pero sabía que de ahí no obtendría nada que le fuese de utilidad. De hecho, no logró obtener mucho más de lo que quedaba de tarde. Solo se la pasó mirando la pantalla encendida de su computador sin saber qué hacer, qué escribir.

—ChanYeol. —Miró hacia la puerta de su habitación, encontrándose con YiXing—. Ven a comer.

—No tengo hambre. Ya me iré a dormir.

YiXing se quedó mirándolo durante unos segundos, pero al final no le dijo nada y solo asintió.

Y efectivamente eso hizo, solo se tiró sobre su cama. Ni siquiera hizo a un lado las mantas y únicamente se dejó caer ahí luego de apagar la luz de su mesilla de noche.

Ya fue suficiente por ese día, aunque aparentemente el día siguiente no se pronosticó mucho mejor o al menos eso dedujo cuando se quedó atento a la pizarra mientras que por su cabeza no dejaba de reproducirse lo sucedido con BaekHyun. No podía quitarse de la cabeza de sus preciosos ojos negros, lo desordenado de su cabello y cómo estuvo sobre él.

—Oye. —Miró a su lado con miedo al escuchar esa voz de imprevisto—. Si sigues así no terminarás nunca la universidad.

Bufó al escuchar las palabras de KyungSoo, se desordenó el pelo con frustración y se echó ligeramente hacia atrás en el asiento—. Mierda...

—Joven Park. —Abrió los ojos para mirar a su profesor—. Si no está interesado en mi clase puede retirarse.

—Lo siento. —Rápidamente se irguió y tomó el lápiz que dejó sobre su cuaderno, el cual estaba completamente en blanco. No tomó un solo apunte en todo el día.

—¿Qué te pasa? —Por primera vez KyungSoo soltó el lápiz y se giró a mirarlo con una expresión tan seria que lo hizo enderezarse y observarlo con ojos temerosos.

—No puedo dejar de pensar en algo...

—¿En algo? —El pelinegro elevo una ceja, escéptico.

—En alguien —corrigió.

Esa vez las cejas del bajito se elevaron con asombro. Le dio una mirada al profesor antes de volver a dirigir los ojos hasta él—. Hablemos de esto una vez que acabe la clase.

Se tragó el suspiro que tenía entre los labios y asintió. Después de todo lo más sano era que se concentrara en sus estudios y que dejara de pensar en BaekHyun. Aquello ya pasó hace una semana. Durante todos esos días su conversación fue nula y eso ocurrió así porque ChanYeol lo decidió, ya que le costaba mirar al chico a la cara y mucho más entablar alguna conversación, aunque ni él entendía por qué.

YiXing les hablaba como si no supiera nada, como si ni siquiera hubiese notado el distanciamiento entre ellos, y ChanYeol prefirió que fuese así. Por otro lado, JunMyeon solo lo miraba de reojo cuando se encontraban juntos, como esperando que él hablara primero, que se confesara. La actitud de BaekHyun no fue muy distinta a la de él; la mayor parte del tiempo la pasaban en silencio y cuando se encontraban solos en la cocina o en la sala siempre parecía escapar, y en realidad ChanYeol agradeció que fuese así. Todo estaba siendo diferente e incómodo. Las situaciones llegaron a tal nivel que incluso BaekHyun ya no llevaba a nadie al departamento, ni siquiera a sus amigos.

—Bien. Puedes decirme qué pasa.

Suspiró y juntó sus manos con nerviosismo. Se encontraba sentado en una banca que estaba en el campus de la universidad junto a KyungSoo, angustiado porque no sabía si sería bueno comentarle de aquello al chico o siquiera mencionarle a BaekHyun.

—Recuerdas que te dije que vivía con BaekHyun, ¿cierto?

—No me digas que tú también caíste. —Vio cómo se transformó la cara de KyungSoo en una de asco y su ceño se frunció a modo de confusión.

—¿A qué te refieres?

—Vamos, dímelo. Todos los homosexuales están detrás de BaekHyun. Es como la niña popular de las películas. —El pelinegro se rio sin verdadera gracia.

—¿Y por qué deduces que soy homosexual?

KyungSoo se quedó mirándolo y luego suspiró mientras rodaba los ojos—. Otro más que no lo sabe.

—¿Saber qué?

—¡Vamos, ChanYeol! No seas tonto. BaekHyun es un caso extremo. —Su compañero chasqueó la lengua—. Ese chico parece ser brujo o algo, pero siempre conquista a cualquiera que se proponga, sea este gay o no.

Los ojos de ChanYeol se dirigieron hacia sus propias zapatillas—. ¿Tú crees que sea así?

—Solo está jugando contigo. No le hagas mucho caso.

En realidad creo que yo estoy jugando con él, quiso mencionar, pero no lo hizo.

Cerró los ojos y recargó la espalda en el respaldo de la banca mientras dejaba escapar un suspiro—. Soy de lo peor —dijo para sí mismo.

KyungSoo bufó—. Mejor ya no hablemos de este tema.

Asintió mientras se iba enderezando y abriendo los ojos, topándose así a lo lejos con otro par de ojos, unos oscuros y brillantes. BaekHyun estaba a unos metros de él, del otro lado de la pileta que se encontraba en el centro del patio. Sus ojos quedaron anclados a los del contrario y no pudo apartar la mirada hasta que el rubio fue quien se giró hacia MinSeok y LuHan, con quienes estaba hablando.

El miró hacia su derecha entonces, intentando alejarse de BaekHyun y de KyungSoo, intentando tener un tiempo para él, aunque fue imposible porque de su cabeza no podía sacar lo que ahí rondaba.

A pesar de haber hablado con KyungSoo eso no lo hizo sentirse mejor, al contrario, solo lo dejó pesando más en la situación, tanto así que cuando llegó a casa ni siquiera saludó a quien estaba en su sala, de hecho, fue este que al saludarlo lo hizo sobresaltar.

—¡ChanYeol! —Elevó la cabeza, asustado—. ¿Qué pasa? ¿Ya no saludas?

—Lo siento —le dijo a JunMyeon y cerró los ojos para suspirar un momento—. ¿Dónde está YiXing?

—Aún no llega de la universidad. Me dijo que lo esperara en el departamento. —Asintió sin saber qué más decir, sintiéndose de repente incómodo por la mirada del pelinegro sobre él—. Estaba esperando que tú iniciaras con el tema, pero creo que si sigues así terminarás matándote. —Elevó las cejas de forma curiosa haca JunMyeon, sin comprender—. Sígueme. —El chico se puso de pie del sofá y pasó por un lado de él para llegar hasta la puerta del departamento, abriendo luego esta.

—¿A dónde vas?

—Iremos a dar una vuelta.

JunMyeon le hizo un movimiento con la cabeza, indicando que lo siguiera, y así hizo. Tomó su celular y su billetera del interior de su mochila y metió aquello en sus bolsillos antes de salir del departamento, dejando su mochila sobre uno de los sofás.

—¿Qué quieres hacer? —Siguió los pasos del pelinegro, quien caminó hacia el ascensor.

—Necesitas distraerte un poco y aclarar tu mente, ¿no crees? —El chico se giró a mirarlo, deteniendo sus ojos en los suyos.

Lo siguió sin decir ni una palabra, ni siquiera se quejó cuando ingresó al ascensor y él lo tuvo que seguir. Nadie dijo nada durante todo el trayecto.

JunMyeon lo hizo salir del edificio y lo llevó hasta una plaza que estaba muy cerca del departamento, una que no vio antes. Era un parque grande con varios árboles y ciclovías, encontrándose a un lado de una pista principal, por lo que pasaba mucha locomoción.

El pelinegro lo llevó hasta una de las bancas que estaban alejadas del camino principal, ya que daba una apariencia más privada, más aún estando de noche y teniendo solo las farolas iluminando el lugar.

—¿Me puedes decir por qué te diste por vencido? —JunMyeon dijo aquello de forma tan seria y lo miró con tanta intensidad que el labio inferior de ChanYeol tembló—. ¿Qué esperabas realmente de esto? ¿Por qué dijiste que estabas dispuesto a cambiar a BaekHyun cuando realmente no es así? —El chico rio de forma irónica—. Y yo pensando que podrías lograr...

—¡Oye! —lo interrumpió y se puso de pie, molesto—. Dame un respiro, ¿sí? ¿Crees que es muy fácil para mí darme cuenta que un hombre me atrae?

JunMyeon elevó una ceja sorprendido—. Así que te atrae...

Se quedó estático y se sintió idiota por lo que dijo. Sin saber qué más hacer se puso de pie frente a él.

—JunMyeon —susurró con dificultad, casi como si se fuese a poner a llorar, aunque ChanYeol sabía que no era así. Pero sí era verdad que el tema lo estaba superando mucho—, me gusta un hombre —mencionó sin poder creerlo y dio un paso hacia atrás aleteando los brazos, sin saber cómo quitar toda la energía que estaba conteniendo—. No es que sea algo malo, ¿sabes? Pero aún me cuesta digerirlo todo. No puedo quitarme de la cabeza los ojos de BaekHyun, por la mierda.

Se llevó las manos hasta la cabeza con frustración y cerró los ojos mientras respiraba agitadamente. Fue la leve risa de JunMyeon lo que lo hizo abrir los ojos.

—Así que te gusta.

Puso los ojos en blanco, aunque la verdad es que ni siquiera él tenía la respuesta a aquello.

—ChanYeol —JunMyeon lo tomó suavemente de la mano e hizo que volviera a sentarse—. No quiero que te hagas mierda, ¿sabes? Yo me hice mierda por YiXing como un idiota. —El chico soltó una ligera risa, como si el recordar aquello se le hiciera cómico—. Él siempre tan precioso y yo como un idiota huyendo de él. —Dio una sonrisa de medio lado y bajó la cabeza. ChanYeol en esa oportunidad lo vio triste, como nunca antes—. Le hice tanto daño, ChanYeol. Porque fui un imbécil y no quise aceptar lo que siento por él.

Los ojos del pelinegro se toparon con los suyos, viéndose tan chispeantes y sentimentales que algo recorrió a ChanYeol por dentro.

—Estaba evitando el amor, ¿entiendes? Y es eso mismo lo que está haciendo BaekHyun. —El chico le apoyó una mano en el hombro—. No quiero que BaekHyun siga viviendo así, ni tampoco quiero que tú vivas lo que nosotros vivimos.

—Aún no entiendo lo que siento, JunMyeon.

—Tranquilo. Date el tiempo para pensar. —El chico le dio unas suaves palmadas sobre la espalda, reconfortándolo—. Pero no te tardes mucho. No queremos que BaekHyun vuelva a caer.

Entrelazó sus propios dedos y dirigió la mirada hasta sus manos, anchas y ásperas. Durante todo ese tiempo se olvidó de aplicarse la crema que le pasó su hermana.

—JunMyeon —lo llamó casi angustiado—, soy un chico de campo. Solo he tenido una novia en mi vida y ustedes fueron la primera pareja homosexual que conocí.

—Entiendo, ChanYeol...

—Pero no quiero seguir siendo el mismo —lo interrumpió—. Merezco vivir la realidad de aquí, ¿no crees? Sea cual sea, merezco conocer y vivir mi propia vida, experimentar mis propias cosas. Y creo que lo estoy haciendo, pero es chocante de igual forma vivir cosas distintas.

—Comprendo. —Miró a JunMyeon, quien tenía la mirada fija en el frente, donde los autos pasaban velozmente por la carretera—. ¿Y qué planeas hacer? ¿Quedarte más tiempo asimilando esto?

Miró él también hacia los autos que pasaban rápidamente y ladeó un poco la cabeza, curioso.

¿Qué debería hacer?

—Merezco vivir. —El pelinegro se giró a mirarlo y elevó una ceja—. Vivir lo que sea que se me presente.

JunMyeon rio y se puso de pie, extendiéndole la mano, como si no pudiese ponerse de pie solo. Él solo rodó los ojos ante esos pensamientos, pero de igual forma se dejó ayudar y pasó uno de sus brazos por sobre los hombros contrarios como siempre acostumbró a hacer de forma inconsciente.

—¿Qué te parece si vamos a tomar algo?

—Mañana tenemos clases, ChanYeol.

—Lo sé.

Se quedaron mirándolo durante esos segundos y prácticamente la respuesta estuvo clara a pesar de que no le dijo nada.

No les costó pasar a una tienda antes de irse al departamento, llevando así en una bolsa unas cuantas botellas de soju y ramen instantáneo. Al llegar al edificio se encontraron con YiXing en la cocina y con BaekHyun sentado en la alfombra de la sala con cuadernos y libros esparcidos por la mesa de centro; al parecer estaba estudiando.

—Buenas noches —saludó con una sonrisa de forma general. Aprovechó de tomar la mochila que quedó en el sofá más cercano a la puerta y le envió una mirada a JunMyeon antes de dirigirse a su pieza.

Una vez dentro de esas cuatro paredes dejó su mochila tirada a un lado de su escritorio y procedió a sacarse la camiseta para ponerse una más cómoda. En eso entró JunMyeon a su habitación con los potes de ramen instantáneos en sus manos y la bolsa negra donde deberían estar las botellas de alcohol.

—Hoy tendremos una noche de amigos.

Le dio una sonrisa y se puso la camiseta de pijama que sacó de su armario. Le hizo un gesto al pelinegro para que ingresara al lugar y que se pusiera cómodo. JunMyeon terminó sentándose en medio de la alfombra que había en el centro de la habitación. ChanYeol también se dejó caer ahí y empezó abriendo una de las botellas para darle el primer trago, arrugando la frente luego de ello. Puede que no sea conocedor de muchos licores, pero el soju era su especialidad. El pelinegro se encargó de poner música en la televisión mientras él abría otra de las botellas y se la pasaba al chico.

—Mira esto —JunMyeon le pasó su celular, mostrándole así un chico con el cabello color ceniza, cosa que le hizo fruncir el ceño.

—¿Qué quieres decirme con esto?

—Prácticamente dijiste que querías vivir la vida loca, ¿no? —Volvió a dirigir la mirada hacia el celular, esta vez mirando con más atención—. Creo que se te vería bien y te dará más confianza. Sé que tiene que ver con algo físico, pero la verdad es que eso influye a la hora de la percepción que cada uno tiene de uno mismo y... —JunMyeon se calló a sí mismo al ver cómo lo miraba—. Estudio psicología. Lo siento.

El rio suavemente y volvió a darle un sorbo a la botella de alcohol antes de tomar los palillos para empezar a comer.

—Lo haré apenas pueda.

JunMyeon se giró a mirarlo sorprendido—. Estás loco.

Soltó una suave risa y se encogió de hombros. Dos suaves toques sonaron contra la puerta en ese momento y ambos levantaron la mirada para encontrarse con YiXing con el ceño fruncido y con un BaekHyun pequeñito por detrás de él. ChanYeol se peguntó entonces cuántas veces estaría viendo esa misma imagen.

—¿De verdad no debería sentirme celoso?

ChanYeol sonrió por lo bajo y vio cómo JunMyeon puso los ojos en blanco al escuchar las palabras de su pareja.

—Vengan aquí. —Miró sorprendido a JunMyeon al escuchar lo que este dijo.

YiXing no se tardó nada en entrar a la habitación, pero BaekHyun se quedó un momento debajo del marco de la puerta, viéndose tan tímido y ajeno que no se parecía para nada al BaekHyun que conoció en un principio.

ChanYeol echó la cabeza ligeramente hacia atrás y se quedó mirándolo, notando entonces como este evitaba su mirada, aparentemente incómodo. Solo en ese momento pudo ponerle atención al rubio después de todo lo que sucedió, dándose cuenta de que él no fue el único que cambió, de hecho, BaekHyun parecía haber cambiado mucho más. Pensó entonces en el poder que tendría ahora.

—Puedes entrar si quieres.

BaekHyun elevó ambas cejas, aparentemente desconfiado y hasta un poco emocionado porque lo haya dejado entrar a su habitación.

—¿Están tomando un día martes? —preguntó YiXing con el ceño fruncido al ver la botella que estaba en su mano.

—Necesitaba tomarme un respiro —respondió antes de darle otro trago al líquido—. ¿Alguien quiere?

BaekHyun batió las pestañas por delante de él, al parecer estando un poco incómodo. ChanYeol se dio cuenta de inmediato de lo que quería, así que sin pensárselo mucho le entregó la botella.

A partir de ahí las cosas parecieron cambiar un poco, aunque tampoco sucedió nada de otro mundo. Las conversaciones con su rubio no progresaron, pero al menos pudieron estar compartiendo el mismo espacio sin querer huir. Al menos eso funcionaba sin problemas hasta sus ojos topaban.

Ambos cambiaron, especialmente BaekHyun, pero ChanYeol pidió que lo aguantaran solo un poquito más, al menos unos días hasta que pudiese terminar de aceptar que estaba empezando a gustarle su compañero de piso.

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