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Capítulo VIII

Aquel sábado por la noche no hizo mucho más con BaekHyun. Ambos vieron unas cuantas películas, entre estas varias de princesas, a exceptuar del Príncipe de Persia: Las arenas del tiempo que BaekHyun tanto se empeñó en ver. A ChanYeol le encantó la película de igual forma. También vieron mucho Scooby-Doo, aunque ese de caricaturas, porque a su compañero de piso no le gustaban esas películas con los actores.

Luego, cuando decidieron apagar las cosas, se acostaron uno al lado del otro y hablaron durante lo que parecieron ser horas, contándose cosas totalmente estúpidas sobre ellos mismo, así como también pequeños secretos, casi insignificantes en su medida, pero que los hicieron reírse durante un largo tiempo.

El domingo fue tranquilo, hogareño. Se quedaron en la cama durante toda la mañana viendo películas, saltándose el desayuno. Para el almuerzo YiXing les preparó algo sencillo junto a JunMyeon, quien se había quedado la noche anterior sin que ninguno de los otros dos se diera cuenta. La tarde de aquel día no fue muy interesante tampoco, solo más películas. Ya para cuando se acercó la noche ChanYeol decidió ordenar sus cosas para su primer día de clases en la universidad y luego de eso se acostó con la idea de dormir lo antes posible.

Al día siguiente fue el primero que se levantó en el departamento y pasó directamente al baño para tomar una ducha, esa vez asegurándose de llevar una toalla consigo. Como tenía bastante tiempo para alistarse decidió poner música en su celular con un sonido moderado para no molestar a sus compañeros de piso. Ya que ChanYeol sabía poco de la actualidad solo tenía OSTs de dramas que veía su madre con su hermana. Bueno; ¿para qué mentir? Él también los veía. Además de eso también tenía unas cuantas canciones que sonaban a veces en la radio, la mayoría de Big Bang.

—¡ChanYeol!

Se asustó de inmediato cuando escuchó una voz por el pasillo. Para ese momento ya estaba dentro de la ducha y todo mojado.

—¿Qué pasa? —preguntó un poco temeroso de haber molestado con la música.

—¡Entraré al baño!

—¡¿Ah?!

Ni siquiera le dio tiempo para procesar lo que el contrario dijo porque la puerta fue abierta bruscamente. Sacó solo la cabeza por entre las cortinas, notando entonces que BaekHyun entró únicamente con su ropa interior y el pelo como un nido de pájaros. Lo peor de todo es que a ChanYeol no debió de parecerle tan tierno con aquella apariencia, especialmente al ver lo asustado que parecía estar.

—Me tengo que bañar.

Abrió la boca, dispuesto a reclamar, pero BaekHyun solo cerró la puerta y puso las manos sobre la única prenda que llevaba puesta, indicándole que estaba por sacársela. De manera inmediata volvió la mirada hacia el interior de la ducha.

—Pero me estoy bañando —susurró ofendido por la poca vergüenza de su compañero de piso.

—Lo sé, ChanYeol, pero voy atrasado a la universidad y esta es una emergencia.

El rubio abrió solo un poco la cortina para introducirse a la bañera, tomándolo completamente por sorpresa. Mantuvo sus ojos fijos en los de BaekHyun, pero este último prácticamente lo recorrió por completo con la mirada.

¿No te quieres acostar conmigo? —mencionó ChanYeol con voz chillona, más que nada con la intención de imitarlo. BaekHyun se quedó mirándolo unos segundos antes de largarse a reír.

—Me quitaste las palabras de la boca —confesó el chico con una sonrisa de medio lado—. Ahora dame espacio.

—¿Te doy despacio? —bromeó.

BaekHyun se giró a mirarlo entonces con los ojos amplios—. ChanYeol, si sigues así voy a terminar violándote.

—Si me dejo no sería violación.

Se apoyó suavemente en la pared, rozando lo coqueto, cosa que no era para nada propia de él, pero de igual forma ahí estaba, sonriéndole al contrario y mirándolo por entre los cabellos oscuros y mojados que se apegaron a su frente.

Para su sorpresa BaekHyun se acercó lentamente a él, poniéndolo completamente nervioso, pero ChanYeol no quiso parecer que lo estaba, así que lo disimuló lo mejor que pudo, cosa que probablemente no resultó muy bien porque el contrario le mostró una media sonrisa burlona antes de reír con suavidad y alejarse. Solo en ese momento ChanYeol pudo darse cuenta de lo cerca que estuvo del chico y de que prácticamente pudo haberlo besado.

—Me prometí no saltar sobre ti hasta que dieras el primer paso —confesó el más bajo mientras tomaba la botella de champú—. Y ahora pareciste darlo, pero no tengo tiempo, cariño. Dejémoslo para después.

—Para hoy en la noche —dijo de inmediato, atropellándose al habar.

BaekHyun se giró lentamente en aquel momento para mirarlo, mostrándose tan serio que por un momento lo asustó.

—Quedamos en que no lo planearíamos. —ChanYeol se mantuvo en silencio, sin encontrar ninguna palabra para contradecirlo—. Pero si pasa esta noche no me quejaría.

Sonrió de medio lado y evitó reír. Miró la espalda del contrario, notando los brazos alzados de este y las manos sobre su cabello, esparciendo el champú. Lo observó atentamente, no con otros ojos, pero sí notando detalles, aquellos en que los que ChanYeol tanto le gustaba fijarse. Notó las curvas de su espalda y lo estrecho que parecía ser en la zona de la cintura considerando que era un hombre, tan femenino si se lo pensaba en un sentido, pero sus hombros eran anchos, atractivos y masculinos, provocando que se contradijera a sí mismo.

De manera lenta y sin acercarse ni un poco estiró la mano hacia el chico, posando uno de sus nudillos sobre su vértebra, provocando que el contrario de inmediato se girara a mirarlo, aunque no pareció molesto por el gesto, sino simplemente curioso.

—¿Qué pasa?

—Nada —susurró aún teniendo la vista en su espalda.

Hizo correr suavemente el dedo hacia abajo, tropezándose con unos cuantos lugares hasta llegar a su espalda baja, donde se detuvo entre los hoyuelos casi imperceptible que adornaban su piel.

—¿Ya estás intentando meterme mano?

Alejó rápidamente la mano, siendo por primera vez consiente de lo que estuvo haciendo.

—Lo siento —susurró totalmente avergonzado y procedió a tomar la botella de champú con la intención de distraerse con otra cosa.

BaekHyun se quedó mirándolo durante lo que parecieron ser minutos que se le hicieron completamente eternos, que lo hicieron temer.

—Eres tan raro —susurró el chico antes de voltear la mirada hacia donde la tenía anteriormente. Fue ahí donde murmuró para sí mismo—: Tan romántico.

Bufó al escucharlo, pero lo ignoró y miró hacia otro lado mientras se pasaba las manos por el pelo, molestándose un poco con su compañero de piso porque odiaba que el tipo pareciera estar tan asqueado con los gestos cariñosos o directamente románticos. Lo peor de todo es que ChanYeol se empeñaba en mostrarle todo aquello al contrario y, aunque fuese casi imposible, deseaba hacer que el chico valorara aquellos pequeños gestos y con el tiempo supiese apreciar a la persona que los hacía. Después de todo podían ser aquellos pequeños gestos los que mantuvieran una relación. La demostración de cariño y amor era esencial para un humano promedio.

—¿Por qué estás tan tranquilo? —le preguntó BaekHyun de repente, sacándolo de sus pensamientos—. Son las nueve.

—¿Qué? —exclamó totalmente sorprendido. Según él eran las siete.

—Es por eso que estoy tan urgido.

—BaekHyun, si me estas bromeando te digo que no es para nada chistoso.

—¡Es verdad!

Sacó la cabeza por entre las cortinas, importándole poco que tuviese el cabello lleno de espuma, y dirigió de inmediato la mirada hacia su celular, el cual lo dejó en la pequeña repisa donde guardaban las toallas, toallas que convenientemente no estaban aquel día que él se metió a bañar hace prácticamente una semana, ahora que recuerda.

Eran las 8:45 am.

—Mierda —susurró entre dientes, dándose cuenta que efectivamente el contrario estaba más cerca de la hora correcta que él.

De manera inmediata recordó por qué intentó levantarse temprano en un inicio. Debía llegar a tiempo a la universidad, especialmente el primer día. Fue esa misma idea lo que lo hizo actuar de forma inconsciente en busca del agua para quitarse aquello del pelo y salir de la ducha de una vez. Lamentablemente su acción solo provocó que su pecho chocara contra la espalda de BaekHyun y que este tuviera que poner ambas manos sobre una de las paredes para no pegarse un cabezazo. A pesar de todo aquello ocurrió algo más, algo que ChanYeol no se planeó para nada, pero que pasó y, maldición, lo hizo morirse de la vergüenza.

Lo rozó. Fue por un completo accidente, pero de igual modo terminó haciéndolo. Un rose suave contra la parte trasera de BaekHyun y simplemente... él...

—Lo siento —susurró de inmediato avergonzado y ayudó a BaekHyun a erguirse nuevamente.

El contrario solo bufó y se hizo hacia un lado, al parecer ya dispuesto a salir de la ducha—. Si querías puntearme* no debiste haber sido tan brusco.

Miró al contrario ofendido, pero este solo le dio una sonrisa burlona antes de salir de la ducha, dejándolo solo.

Tuvo que quedarse ahí unos cuantos segundos para razonar lo que su compañero de piso mencionó. Una vez que pudo salir de su especie de estupor terminó por enjaguarse y salir de la ducha. Estando con la toalla alrededor de la cintura salió del baño y se dirigió de inmediato a su habitación. Apenas alcanzó a ponerse la ropa interior con los pantalones antes de que BaekHyun ingresara al cuarto con uno de sus boxers de colores y una camiseta suelta.

—¿Quieres que te lleve?

—¿Viniste a preguntarme eso? —Se puso una camiseta cualquiera y el contrario bufó

—Necesito saber si debería esperarte o no.

—Parece que yo te voy a tener que esperar a ti.

Se dirigió hasta el baño para peinarse, luego volvió a su habitación para echarse perfume y tomó su mochila, la cual por suerte dejó lista la noche anterior. BaekHyun ya había desaparecido dentro de su habitación, así que lo esperó pacientemente en la entrada luego de colocarse los zapatos. Por suerte el contrario no se tardó mucho en salir.

Una vez que estuvieron fuera del departamento el peliblanco se dirigió de inmediato hacia el ascensor, lo que hizo a ChanYeol detenerse. Podía soportar las escaleras mecánicas, pero aún le tenía cierto recelo al elevador.

—Bajaré por las escaleras —avisó y prácticamente corrió hacia los escalones. Lo único que alcanzó a escuchar fue la risa de BaekHyun.

Por suerte ambos parecieron llegar al mismo tiempo al subterráneo donde se estacionaba el vehículo, en donde se subieron a este con rapidez y se dirigieron hacia la universidad. Para cuando estuvieron a mitad de camino ChanYeol recordó algo.

—¿No se supone que te quitaron la licencia de conducir?

—Por suerte solo me multaron. —El chico bufó y lo miró de reojo, como si lo estuviera regañando.

—¡Eso no fue mi culpa! Tú fuiste quien insistió en que contestara.

—Solo quise tener tu cara cerca de mi pene.

Se quedó un momento en silencio, descifrando si lo que dijo el contrario fue una broma o no, aunque terminó por confirmar luego de unos segundos que sí lo fue.

—Aquí estamos. —El chico estacionó y dirigió la mirada hacia el exterior.

Se trataba de un lugar amplio, con muchos sectores verdes y una gran edificación que tenía la apariencia de ser aún más grande hacia atrás.

—¿Dónde está la sede de gastronomía? —preguntó a BaekHyun, aunque terminó dándose cuenta que el chico prácticamente avanzó sin él, dejándolo a un lado del auto—. ¡Baek!

Bien. Era la primera vez que acortaba su nombre, pero de igual forma el contrario se giró a mirarlo con ambas cejas alzadas, como preguntándole qué quería. A pesar de que no pareció molesto de igual manera deseó que hubiese pasado desapercibido su llamado.

—¿Qué pasa, Yeol? —preguntó el chico una vez que llegó a su lado y el bufó, dándose cuenta que no pasó desapercibido. Agregando a esto que por alguna razón había gente mirándolos.

—Necesito ir a la sede de gastronomía.

—¿Estudiarás eso?

Solo ahí se dio cuenta que era la primera vez que hablaban del tema—. Sí.

—¿No se supone que viniste a la universidad a buscar los papeles?

—Vine a buscar lo esencial a la sede principal. No fui hasta la otra sede.

El chico rodó los ojos. ChanYeol entonces recargó su peso en un solo pie y giró ligeramente la cabeza hacia un lado para acercarse al rostro del chico.

—Dime dónde está, cariño —susurró suavemente, llamando así la atención de BaekHyun. Sonrió al ver lo sorprendido que pareció estar el contrario.

—ChanYeol, de verdad no tengo tiempo para presentarte la universidad. —El chico posó una mano en su hombro antes de darle una sonrisa apenada—. ¡Nos vemos luego!

—Baek —lo llamó al ver que este se alejaba—. ¡BaekHyun!

Suspiró cuando perdió al chico de su vista y miró entonces a su alrededor. Ignoró que había gente que parecía tener los ojos puestos en él, aunque no supo por qué. Según él ya no tenía un acento tan marcado de pueblerino y estaba combinando de mejor manera sus ropas, así que no creyó verse tan raro.

Al no obtener ningún tipo de ayuda por parte de su compañero de piso se vio en la necesidad de dirigirse hacia la sede principal, donde tuvo que esperar pacientemente para que lo atendieran y le pudieran dar unas indicaciones que lo llevaron hacia la sede donde impartían sus clases. Fue por eso mismo que llegó sumamente tarde y tuvo que correr prácticamente todo el trayecto.

Una vez que ingresó al salón hizo un poco de escándalo sin querer porque entró de una manera tan abrupta que no pudo evitarlo de igual modo. Lo peor de todo es que vio a BaekHyun sentado entre los demás alumnos. El chico le sonrió desde lo alto y luego le sacó la lengua. ChanYeol no pudo hacer nada más que quedarse estático donde estaba, totalmente sorprendido.

—Alumno, tome asiento, por favor.

Un poco avergonzado le hizo una inclinación al profesor, al cual prácticamente ignoró por completo y tomó asiento en una de las primeras filas, donde solo quedaba un puesto desocupado.

El hombre que estaba al frente empezó a hablar de distintas cosas y, a pesar de que ChanYeol se dijo a sí mismo que iba a prestar atención en cada una de sus clases, no pudo quitarse de la cabeza el hecho de que sabía que BaekHyun estaba sentado un poco más atrás.

—¿Me puedes pasar mi lápiz?

Frunció el ceño y volvió la atención hacia el frente, dirigiéndose después hacia el chico que estaba sentado a su derecha. Se trataba de alguien pequeño, de cabello oscuro y sumamente corto, chico que portaba unos ojos tan grandes que ChanYeol se sintió intimidado apenas lo vio.

Inmediatamente soltó el lápiz a pesar de que no confirmó si este era suyo o no. Cuando logró ser más consiente terminó dándose cuenta que estuvo agarrando todo ese tiempo un lápiz que no le pertenecía y lo peor de todo es que ni siquiera se dio cuenta.

—Perdón. —Hizo una pequeña inclinación de cabeza para pedir disculpas como correspondía—. Soy Park ChanYeol —prefirió presentarse.

Su compañero de clase lo miró con el ceño fruncido, pero luego dirigió la mirada hacia otro lado y suspiró como si estuviese agotado—. Do KyungSoo.

Intentó meterle conversa al chico dentro de lo que se podía, después de todo le gustaría hacerse un amigo por su propia cuenta, pero al parecer KyungSoo no era mucho de hablar.

Una vez que el profesor les anunció que podían salir tuvo intenciones de irse con KyungSoo y establecer alguna conversación con él, pero a pesar de todas esas ideas no pudo sacarse a BaekHyun de la cabeza, así que se volteó a buscar al peliblanco, notándolo acercarse.

—¡Byun BaekHyun! —gritó el profesor, llamando la atención del muchacho—. No quiero verte más en mis clases. Ya fue suficiente con el año pasado.

Frunció el ceño confundido y dirigió una mirada a KyungSoo, quien luego de escuchar al profesor se marchó del salón. BaekHyun, por otro lado, tardó un poco más en salir.

—Baek —lo llamó cuando el chico pasó por su lado. Vio a KyungSoo a lo lejos mirándolos, pero siguió al rubio—, ¿estudiarás lo mismo que yo?

—No —susurró el contrario sin mirarlo.

—¿Entonces por qué...?

—Estudié esto el año pasado. La carrera no me gustó, así que me salí. —El chico se encogió de hombros, haciéndolo fruncir el ceño.

—¿No te gustó? —preguntó ligeramente molesto.

Nuevamente la gente empezó a prestarles atención y ChanYeol aún no comprendía por qué, después de todo no alzó la voz ni se comportó de manera brusca.

—¿Tus padres te pagan la universidad? —volvió a preguntar al no obtener una respuesta por parte del contrario.

—No me vengas con los regaños tú también.

BaekHyun le puso una mano en el pecho con la intención de hacerlo a un lado y así pasar, pero lo tomó de la muñeca con suavidad para detenerlo.

—Está bien —susurró tranquilo porque no quería discusiones y ChanYeol nunca fue muy propenso a participar de ellas—. ¿Me podrías dar tu número de teléfono?

El contrario frunció el ceño, al parecer completamente extrañado.

La gente pareció cuchichear a su alrededor y él solo cambió su peso de un pie a otro, incómodo. Al parecer BaekHyun también notó lo que estaba sucediendo porque dio una mirada por el lugar antes de suspirar y extenderle la mano. ChanYeol comprendió de inmediato que tenía que entregarle el celular, así que lo sacó con rapidez de su bolsillo.

—¿Sabes por qué la gente nos mira? —preguntó suavemente mientras acercaba el rostro hacia el chico con la intención de mantener todo en secreto.

—De seguro piensan que me estoy acostando contigo —susurró el contrario sin mirarlo, descolocándolo un poco.

—¿Por qué pensarían eso?

El rubio empezó a teclear sobre su celular—. No lo sé. Quizás porque eres mi tipo. —BaekHyun le entregó el aparato y él curioso elevó ambas cejas.

—¿Eso es verdad?

El contrario se encogió de hombros—. Pareces alguien que folla rico.

Abrió la boca, no sabiendo si sentirse sorprendido u ofendido.

—¿Follaremos hoy entonces? —Se mordió el labio apenas dijo lo último y entrecerró los ojos, conteniéndose.

BaekHyun dio un paso para alejarse de él, por lo que su imprevista pregunta lo detuvo. ChanYeol para ese momento no supo dónde ocultarse. Sumándole al hecho de que habían muchas personas pendientes de ellos.

—Sigue soñando —susurró BaekHyun antes de irse, haciéndolo fruncir el ceño.

Vio su espalda a lo lejos, aún confundido por esa respuesta. No pudo dejar de pensar que si le hubiese preguntado eso mismo unas horas antes, cuando ambos estaban en el departamento, el chico simplemente le seguiría el juego o le diría que las cosas se darían por sí solas. Por lo mismo no supo qué pensar, pero cuando fue un poco más consiente de la realidad vio a su alrededor y notó a todas aquellas personas mirándolo, por lo que pensó que lo que dijo BaekHyun no fue para él, sino que para los demás.

Respiró profundamente y decidió que ignoraría lo último que pasó, al menos por el momento. Dirigió entonces su mirada hacia KyungSoo, quien se encontraba a unos metros, aún mirándolo como los demás. Caminó hacia el chico pelinegro fingiendo que nadie más le estaba prestando atención.

—¿Me dices dónde está la cafetería? —Le dio una sonrisa apenada y el contrario suspiró.

El tipo le hizo un gesto con la cabeza para que lo siguiera, así que así lo hizo. KyungSoo prácticamente lo rescató y ChanYeol estuvo muy agradecido, por eso mismo se ofreció a comprarle un café, cosa que por suerte el chico no rechazó.

No comió antes de salir del departamento y para esa hora de la mañana estuvo muerto de hambre, así que cualquier cosa podría servirle. El único problema es que todo ahí pareció costoso, pero a pesar de eso pensó en BaekHyun, quien tampoco desayunó o al menos eso creía él, y a juzgar por la manera en que ingresó a la ducha ese mismo día en la mañana era lo más probable. Entonces aparte de comprar algo para él también compró un bocadillo para su compañero de piso, comida que terminó guardando dentro de su mochila.

Se sentó en una mesa para dos junto a KyungSoo y habló un rato con él, aunque la verdad es que quien hablaba de los dos era ChanYeol, el contrario no era un chico de muchas palabras y habían varias preguntas que parecía esquivar. De igual forma le cayó bien, aunque no sabe cómo ni por qué.

—Iré al baño un momento.

Asintió y el chico se levantó, dejando el café a medio beber sobre la mesa, indicio claro de que volvería. Aprovechó que el pelinegro no estaba y sacó su celular con rapidez para dirigirse hasta su aplicación de mensajería gratis.

Yo: Soy ChanYeol.

Baek: Hola. ¿Qué pasa?

Yo: ¿Dónde estás?

Baek: ¿Por qué preguntas?

Yo: Solo dime.

Pudo imaginarse al chico bufando desde el otro lado, cosa que lo hizo sonreír ahí solo en la cafetería mientras miraba su teléfono.

Baek: En el campus que está cerca de la sede de publicidad.

Se puso de pie aún con la vista fija en el teléfono, ansioso por aquella novedad de interacción. Era su primera vez usando la aplicación; su hermana le dijo que era útil cuando se la descargó solo unos días antes de que viajara.

—¿Pasa algo? —Se asustó un poco al ver a KyungSoo frente a él.

—Dame tu número —dijo de inmediato, entregándole su celular al contrario.

El chico miró con el ceño fruncido el aparato y luego elevó una ceja. Solo en ese momento recordó que no salió de la aplicación y que aún tenía abierto el chat con su compañero de piso.

—¿Conoces a Byun BaekHyun?

Asintió suavemente y un poco extrañado por que el contrario conociera el nombre del rubio.

—Sí. Vivimos juntos. —El chico elevó ambas cejas, sorprendido. ChanYeol entendió entonces que se explicó mal—. Arriendo una habitación en su departamento. También vive con nosotros otro chico.

Para ese momento ni siquiera comprendió por qué argumentó con tanta urgencia. De igual forma no quería que la gente tuviese una idea equivocada de él, especialmente cuando todos parecían tener los ojos puestos sobre BaekHyun y lo peor de todo es que él aún no sabía por qué.

—Voy a salir de aquí entonces.

Asintió suavemente cuando vio que el contrario le mostró la pantalla y se quedó un momento ahí, con las manos dentro de los bolsillos delanteros de sus pantalones y balanceándose ligeramente mientras miraba a su alrededor, de repente sintiéndose demasiado impaciente.

—Toma. —Recibió el teléfono y se fue alejando lentamente.

—¡Nos vemos en clase! —Se despidió a lo lejos con la mano y caminó a paso rápido hacia las afuera de la cafetería.

Ahora lo que le faltaba era buscar la sede de publicidad.

Una vez que estuvo lejos y perdió a KyungSoo de vista se regañó a sí mismo, pensando que haberle preguntado al su compañero desde un inicio hubiese sido mejor opción. De igual forma se armó de valentía para preguntarle a alguien más, aunque no supo a quién hasta que se topó con un chico cualquiera de frente.

—Oye —intentó saludar, nervioso—. Soy Park ChanYeol.

Le extendió una mano al contrario, quien le frunció el ceño, pero por suerte el chico no pareció alguien desagradable en cuanto a personalidad, de hecho era todo lo contrario. El tipo le sonrió ampliamente, provocando que ChanYeol pudiera percatarse del contraste de su piel oscura. Lo saludó con la mano.

—Kim JongIn.

—Disculpa que te pregunte de una manera tan imprevista, pero estoy buscando la sede de publicidad. ¿Sabes dónde está?

El chico se giró ligeramente y aún con una sonrisa entre los labios le apuntó una puerta ancha que estaba a lo lejos. ChanYeol pensó que eran kilómetros.

—Gracias —susurró con una sonrisa antes de hacerle una inclinación de cabeza.

Una vez que llegó a la entrada de la sede empezó a recorrer los alrededores en busca del rubio, al cual por suerte encontró a pesar de la gran cantidad de gente que había en el lugar. Lo malo de la situación es que el chico no estaba en el campus como le dijo y, además, no estaba solo.

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*Puntear [Chile]: Tocar con el miembro (generalmente erecto) por detrás a otras personas. Esto se considera acoso sexual y algunos jóvenes se molestan entre sí mediante esta acción.
> Actualmente no es tan utilizado el término ni tan vista la acción.

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