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Capítulo VI

—Debes saber que no me gusta el pepino —exclamó el chico con la boca llena mientras le entregaba lo que sacaba de su plato recién servido.

—Fuiste tú quien pidió tu plato, no yo.

Ambos se encontraban en aquel restaurante de la otra vez, justamente en el área de fumadores y sentados en la misma mesa donde lo hicieron la vez pasada. A pesar de que lo pasaron mal en aquella oportunidad ninguno de los dos se quejó cuando parecieron toparse con aquel local de frente y decidieron entrar.

—BaekHyun —lo llamó cuando ya llevaban un rato comiendo—. Solo quiero decirte que hablé muy en serio cuando te dije que me acostaría contigo.

El rubio pareció ahogarse con la comida y se vio en la necesidad de tomar un poco de agua para no morir o algo. ChanYeol lo miró atentamente y sin poder evitarlo rio ante su reacción, dándose cuenta que a pesar de todo lo que solía decir BaekHyun para "conquistarlo" su actitud decisiva parecía descolocarlo por completo.

—Ajam... —murmuró el chico sin mirarlo, al parecer sin querer creer en él.

—No estoy jugando. —El rubio elevó los ojos hacia él, probablemente intentando buscar si mentía o algo—. Voy a ser tu daddy y a...

—No lo digas tan fuerte —susurró BaekHyun entre dientes, sacándole una sonrisa porque pareció bastante avergonzado.

—Bien. Seré lo que quieras que sea, pero debes prometerme algo.

El chico puso los ojos en blanco—. Es por esto que no me gusta formalizar.

Apretó los labios ante la negativa.

A pesar de todo lo que pudiese desear BaekHyun ChanYeol seguía con la idea de querer mostrarle lo bonito de la vida al chico y si tenía que meter sexo de por medio no creía que fuese tan difícil. Después de todo pareció prendérsele la ampolleta cuando pensó que efectivamente era totalmente libre a probar lo que quisiese.

—Bien —susurró—. Lo haremos a tu manera. —BaekHyun pareció claramente sorprendido—. Lo único que te pediré es que tengamos sexo seguido.

—¿Qué? —El chico rio, al parecer estando más nervioso que divertido—. ¿Por qué me pides algo como eso?

—Quiero mostrarte cosas nuevas, BaekHyun, y si me esfuerzo en hacer aquello debo pasar tiempo contigo.

—¿Aunque sea teniendo sexo?

—Haciéndolo supongo que también podríamos aprender mucho más del otro.

La conversación pareció quedarse hasta ahí. ChanYeol no se vio en la necesidad de decir nada más y BaekHyun pareció demasiado impactado como para mencionar algo. Continuaron comiendo de aquella manera, en silencio. No fue sino hasta que a BaekHyun se le cayó una servilleta que él bromeó y la conversación pareció retomarse. Esa vez hablaron de muchas cosas, aunque lo que más salió a carta fueron los amigos de BaekHyun porque tenía interés en conocerlos.

—Tienes que prepararte para decirle la verdad a LuHan —susurró cuando se mencionó al chico. Ante aquello su interlocutor hizo una mueca—. Comprendo que sea difícil, pero es lo que debes hacer.

—Lo sé —musitó el chico cabizbajo.

—Aunque antes de eso debemos establecernos nosotros dos. —El rubio frunció el ceño, confundido—. Así que explícame eso del Daddy kink.

ChanYeol supo que habló demasiado fuerte a como correspondía, así que no hizo más que burlarse del contrario cuando este le frunció el ceño y lo regañó desde el otro lado de la mesa.

—Te mostraré unos vídeos hoy en la noche —susurró sin mucho interés, a lo que ChanYeol elevó una ceja.

—¿Me enseñarás porno?

—Algo así.

Rio ante la sequedad del contrario, provocando que de entre los labios de BaekHyun se asomara una sonrisa.

—Tu acento está cambiando —dijo el contrario suavemente mientras lo miraba—. Ya pareces todo un chico de Seúl.

—Excepto por la ropa. —Hizo una mueca con los labios, pero siguió sonriendo.

—Aquello se puede arreglar con el tiempo.

Soltó una suave risa antes de continuar con su comida y a partir siguieron charlando durante lo que les restaba de almuerzo.

—¿Qué te gustaría hacer ahora? —preguntó cuando ya estaban terminando el postre.

Desde hace un rato que pagaron la cuenta a medias, así que ChanYeol estuvo durante unos minutos martillándose la cabeza y pensando en cuál sería el mejor lugar para llevar a BaekHyun y así pasar un buen día mostrándole pequeñas cosas que podrían ser un gran cambio para su forma de vivir.

—Yo ya escogí. ¿No se supone que te toca a ti?

Bufó al ver al contrario ponerse de pie y él también lo hizo—. ¿Qué tal el cine? —El rubio elevó ambas cejas—. ¿No te gusta?

—Podríamos intentarlo si quieres. —El chico se encogió de hombros y ChanYeol sonrió antes de agarrar al contrario con suavidad por el brazo para llevarlo a las afueras del local, sin atreverse a tomarle directamente la mano—. Pero primero deberíamos guardar eso en el auto.

—Opino lo mismo.

Se sonrieron antes de caminar hacia el estacionamiento, el cual por suerte no quedaba muy lejos, aunque sí tuvieron que bajar unos cuantos escalones porque el auto rojo de su compañero de piso estaba en el subterráneo. Esa vez no habían escaleras mecánicas, por el amor de Dios.

Una vez que se encontraron a un lado del auto BaekHyun se encargó de dejar las cosas en el maletero mientras que ChanYeol no hacía nada más que mirarlo a unos metros, preguntándose si realmente aquel era el momento correcto para moverse porque se imaginó aprisionando al chico contra el auto y levando los labios hasta los contrarios para hacer que los suyos se posaran sobre estos. Se imaginó dándole un beso suave y lento. Y por una razón estúpida también se lo imaginó besándolo de manera rápida mientras lo aprisionaba contra el vehículo, mientras se excitaba.

Podía imaginar también que abrían la puerta trasera del vehículo con urgencia y que, cegado por un sentimiento que ni él mismo pudo reconocer, lo introducía al vehículo con apremio. Podía imaginar que le quitaba la ropa. Podía imaginarse usando el lubricante que compraron aquel día en la mañana. Podía imaginar...

¿Debería besarlo? No, maldición. No aún, pensó. No cuando BaekHyun ni siquiera parecía creer que él de verdad estaba dispuesto a acostarse con él.

—¿Nos vamos? —le preguntó el chico con una pequeña sonrisa y él no hizo más que quedarse mirándolo durante unos segundos, dándose cuenta que podría estar perdiendo una oportunidad.

—Vamos.

Pero en aquel momento creyó que era lo mejor.

Caminaron uno al lado del otro hacia el interior del centro comercial y volvieron a subir. Esa vez sí tuvieron que tomar unas cuantas escaleras mecánicas porque debían ir hasta el último piso para llegar al cine.

—BaekHyun —lo llamó mientras iban con otras personas sobre las escaleras. El aludido le elevó ambas cejas en espera de que continuara con su diálogo—. ¿Si te gusta acostarte conmigo dejarás de hacerlo con los demás?

Un chico que estaba abrazando a una chica un poco más arriba de ellos se giró a mirarlos con los ojos amplios. No pareció ofendido, pero sí sorprendido y divertido por lo que dijo.

—ChanYeol —gritó a modo de susurró el rubio y se apegó a su lado, dispuesto a gritonearle desde ahí.

—Mi pregunta va en serio.

Al parecer quitó todas las palabras de la boca de BaekHyun porque este se quedó estático mientras lo mirada atentamente.

—Hay que bajarse —anunció sin prestarle atención.

Extendió una mano para ayudarlo, pero el chico se bajó por su propia cuenta y caminó por delante de él con pasos rápidos. ChanYeol temió haberlo hecho enfadar.

Lo más rápido que pudo fue hasta el chico, el cual se puso a la cola para comprar las entradas del cine. Como ya era un poco tarde el centro comercial estaba prácticamente lleno.

De una manera bastante estúpida no alcanzó a detenerse antes de que BaekHyun lo hiciera, por lo que chocó improvistamente con su espalda, cosa a la cual no le dio mucha importancia porque ya estaba lo suficientemente avergonzando con todo lo que pasó anteriormente.

—¿Por eso quieres acostarte conmigo? —le preguntó el chico a modo de susurró, cosa que no lo hizo saber si estaba triste o enfadado porque el chico tampoco quiso dirigirle la mirada—. ¿Esa es tu manera de hacerme ver lo romántico, alejándome de aquellos chicos con los que me suelo acostar?

—Pues es lo primordial. —BaekHyun se giró a mirarlo ofendido—. ¿Cómo se supone que lograrás ser de una sola persona si sigues así?

—¿Y quién dijo que quería ser de una sola persona?

—¿Entonces qué se supone que será de tu vida después, BaekHyun? —Le hizo una mueca al contrario—. ¿Piensas que seguirás acostándote con quien quieras hasta los cincuenta años? En un momento tendrás que parar y mejor que sea ahora antes de que sea demasiado tarde.

—¿Y por qué tiene que ser justo ahora? Aún me quedan bastantes años para cumplir cincuenta.

—Lo sé, pero al menos debes estar consciente de eso. —Al ver que el chico hizo una mueca y pareció estar en desacuerdo con él rápidamente se apresuró en añadir—: ¿Qué tiene de malo aprender ahora? No es necesario que te decidas por un chico para casarte, pero sería bueno que aprendieras a relacionarte por largo tiempo con una sola pareja para que luego no termines solo a los cincuenta.

—Para con los cincuenta —el rubio se quejó.

—¿Jóvenes? —Ambos dirigieron su vista hacia la señora con lentes redondos que se encontraba detrás del vidrio donde vendían las entradas. Se trataba de una mujer de labios rojos, con arrugas en la frente y canas extendiéndose por sus patillas, dejando en evidencia su malo tinte de pelo—. ¿Qué película verán?

ChanYeol quiso morirse. Siempre en los programas de televisión parecía que las personas se decidían de eso mientras estaban en la fila, pero él, como un idiota, ocupó todo ese tiempo en discutir con BaekHyun.

—¿Cuál quieres ver? —le preguntó a su acompañante con la esperanza de que este ya hubiera decidido. Para su mala suerte el chico solo se encogió de hombros.

Miró la hora en su celular y luego la cartelera de películas para buscar una que estuviera cerca de la hora actual. Terminó escogiendo ChanYeol entonces.

Una vez que ya tuvieron las entradas en sus manos BaekHyun le quitó una y se dirigió hacia la sección de palomitas mientras leía la película que escogió prácticamente al azar. El rubio se detuvo de improvisto a mitad del pasillo y miró hacia la izquierda, notando entonces un gran póster de una película de terror y él lo miró atentamente unos metros por detrás, curioso de lo que haría el chico.

—Escogiste esa. —Su compañero apuntó hacia el cartel, cosa que hizo su corazón encogerse.

—¿Te gusta?

—¡No! —El chico se acercó hasta él, poniéndose lo suficientemente cerca, como si fuese a decirle un secreto que lo avergonzaba—. Me da miedo.

—¿De verdad? —preguntó sorprendido, a lo que el conrrario solo asintió con una mueca—. Pues yo también tengo que confesarte algo. —BaekHyun elevó ambas cejas, al parecer curioso por lo próximo que tendría que decir—. A mí también me da miedo.

De manera imprevista el chico le pegó un puntapié en la tibia, haciéndolo doblegarse ligeramente. Por suerte el golpe no fue demasiado fuerte y BaekHyun solo pareció haberlo hecho con la intención de demostrarle lo descontento que estaba.

—Mejor vayamos por las palomitas. —Empujó al chico suavemente por la espalda luego de que se recuperó, aunque lo que más quiso es que este se distrajera con otra cosa.

Escoger una promo y decidirse por las bebidas no fue gran problema, ni tampoco ingresar a la sala del cine. El único inconveniente fue decidirse por unos asientos, aunque terminaron sentándose en el centro y a mayor altura.

ChanYeol fue primero y ni siquiera supo por qué. La sala estaba oscura y había un poco de gente en el interior del lugar, así que pasó mucha vergüenza cuando intentó sentarse y se dio cuenta que se trababa de una silla plegable. Pero antes de percatarse tuvo que pegarse el susto de su vida porque pensó que caería al suelo, aunque la silla pareció atraparlo o algo.

Viendo el lado bueno, llevaba las palomitas en vez de las bebidas. Viendo el lado malo, llevaba las palomitas, las cuales salieron volando por todos lados porque al caer lo primero que hizo fue aletear con la intención de afirmarse de algo.

Una vez que las cosas parecieron calmarse pensó que BaekHyun lo regañaría por haberlo hecho pasar vergüenza, pero en vez de esto el chico se largó a reír junto con aquellas personas que estaban en la sala y que lo vieron. Lo peor de todo es que no hubo manera de ocultarse, con su inmensa altura ChanYeol apenas pudo esconderse detrás del respaldo.

—Lo siento —se disculpó con BaekHyun cuando las cosas parecieron calmarse, aunque el chico siguió riéndose por lo bajo—. Para de reírte.

—Fue divertido —confesó.

—Para mí no —exclamó.

El contrario aún riendo tomó su mano y se echó ligeramente hacia adelante, al parecer aún sin superar lo que sucedió, cosa que hizo a ChanYeol poner los ojos en blanco.

—Supéralo.

—No puedo —susurró aún con la risa en la garganta—. No creo que logre superarlo en algún momento.

Vio entonces que el chico echó la cabeza hacia atrás mientras soltaba un suspiro para luego llevarse la mano al pecho, al parecer aún demasiado perdido entre lo cómico de la situación. A ChanYeol no le hizo ninguna gracia.

Se detuvo en aquel momento a mirar a BaekHyun, quien permaneció en aquella posición, al parecer con la intención de tomar un poco de aire y calmarse. ChanYeol lo miró atentamente mientras tanto, notando cómo su pecho subía y bajaba mientras tenía la sonrisa entre los labios.

Nuevamente se imaginó besándolo. Besándole primero el cuello expuesto hasta alcanzar el lóbulo de la oreja. Podría besarle la mejilla, los párpados y la punta de la nariz antes de finalizar en sus labios. Solo eso, un beso rozando lo tímido porque el lugar tampoco les podría permitir mucho más.

Pero ChanYeol no debería. No aún.

—¿Tengo algo? —BaekHyun se llevó la mano a la mejilla al notar que lo estuvo mirando y tuvo intención de pasársela por el pelo, pero ChanYeol se apresuró en detenerlo.

—No tienes nada.

Se acomodó sobre su asiento para mirar hacia el frente al notar que se encendió la pantalla, dando inicio a la película. Ambos se quedaron en silencio, atento a lo que se proyectaba, al menos hasta que llegaron aquellas escenas. ChanYeol ni siquiera supo cómo, pero de un momento a otro tuvo una de las piernas del contrario sobre las suyas y su brazos sobre su rostro mientras que su otra mano agarraba fuertemente la de BaekHyun.

—¡Ay!

—Shh...

—Cállate —le reclamó el rubio a su lado.

El chico prácticamente ocultó la cabeza contra su cuello durante toda la película. BaekHyun solo se sobresaltó cuando aparecieron sonidos repentinos. ChanYeol por el contrario vio la película a medias, pero la vio. Para suerte de ellos la película no duró una eternidad, a pesar de que sí lo pareció. Fueron unos de los primeros en salir, prácticamente huyeron de ahí.

—Fue horrible —fue lo primero que le dijo BaekHyun una vez que estuvieron lo bastante lejos del cine. Incluso bajaron unas cuantas escaleras mecánicas y ChanYeol no se dio ni cuenta.

—Lo sé —susurró casi sin aire, como si aún no le hubiese vuelto el alma al cuerpo—. Lo siento —terminó por decir luego de ver la mirada amenázate del contrario.

—Esta cita está siendo del asco —comentó entre dientes y a pesar de todo ChanYeol no pudo haber estado más de acuerdo—. ¿Qué piensas hacer ahora? ¿No iremos a casa?

—No quiero irme a casa.

En ese momento, ya estando un poco más consciente de su entorno y teniendo a su corazón más tranquilo, procedió a dar el primer paso con la intención de hacer algo por la vida. Fue justo en ese momento cuando notó lo pegote de sus pies y a pesar de que debió darse cuenta de inmediato de la situación se vio en la necesidad de levantar uno de sus pies para comprobar la palomita pegada en la planta de su zapato. BaekHyun a su lado miró todo en silencio y en cuanto sus ojos se encontraron se largó a reír. ChanYeol se fue irguiendo lentamente mientras miraba al contrario con su sonrisa ancha y sus ojos achinados. Lo encontró tan improvistamente lindo que se sonrojó, hecho que lo obligó a mirar hacia otra dirección para no parecer un tonto delante de su compañero de piso

—Si no quieres irte ¿qué esperas hacer? —preguntó BaekHyun aún teniendo un deje de risa al hablar.

Se giró a mirarlo entonces y le sonrió con suavidad a la vez que intentaba pensar en algo—. Te gustó la comida que hizo mi madre, ¿cierto?

El chico asintió con el ceño fruncido y cuando estuvo dispuesto a hablar fue el rubio quien lo interrumpió—: No me digas que me llevarás donde tu madre.

—No. —Rio suavemente, nervioso—. Pensaba cocinar algo para la cena de hoy.

—¿Sabes cocinar?

—Mi madre atiende un restaurante en la costa, así que podría decirse que sé un poco.

BaekHyun se quedó mirándolo durante lo que parecieron ser unos segundos eternos con aquellos ojos tan brillantes y luego le asintió.

—¿Debemos pasar a comprar unas cosas?

—Eso es lo que pensaba hacer. —Por alguna extraña razón sintió incómodo el ambiente en ese momento.

—¿Debemos ir al mercado?

—Sería ideal. —Asintió unas cuantas veces y observó hacia otro lado antes de dirigir la mirada a BaekHyun.

—¿Qué nos pasa?

—No sé.

Fue justamente eso lo que se necesitaba para que los chicos volvieran a reír y empezaran a caminar hacia el estacionamiento.

El trayecto en dirección al mercado fue extenso y se la pasaron todo ese tiempo tomando nota de las cosas que le gustaban y no a BaekHyun. Habló con él teniendo risas de por medio y miradas de reojo. La situación fue tan agradable que ChanYeol temió que el chico aquella noche saliera de fiesta y volviera a ser ese BaekHyun alocado que solía ser. De igual forma no quiso pensar mucho en eso, así que solo se encargó de pasar un buen rato con el peliblanco.

Una vez que llegaron al mercado estacionaron el vehículo lo más cerca de la entrada que pudieron y luego ingresaron al inmenso lugar. Podría decirse que ChanYeol pasaba desapercibido, pero su acompañante no lo hacía demasiado; no con esa ropa tan apretada y sexy, pero tan fuera de lugar al mismo tiempo.

Tenía una lista mental de lo que debía comprar, pero a pesar de eso igual se dieron unas cuantas vueltas por el lugar junto a BaekHyun, hablándole sobre secretos que sabía respecto algunos alimentos en particular y lo más gracioso de todo es que el contrario pareció ponerle atención, incluso a pesar de que el tema a tratar no era muy interesante. Terminaron comprando todas las cosas que necesitaban, incluyendo el pulpo que BaekHyun insistió en comer.

—¿Cómo la pasaste? —le preguntó una vez que subieron al vehículo.

—Bien —murmuró BaekHyun mientras salía del estacionamiento del mercado.

—¿Solo bien?

BaekHyun se giró a mirarlo y luego bufó—. Me gustó el que hayamos hecho cosas extrañas, supongo. Fue algo novedoso.

—Que lindo que le des ese tipo de connotación —comentó irónico con una sonrisa burlona.

Justo en ese momento el celular de BaekHyun pareció sonar desde el interior de su bolsillo.

—¿Puedes contestar? —preguntó el chico mientras mantenía las manos sobre el volante y lo miraba rápidamente antes de volver la vista hacia el frente—. Tengo el celular en el bolsillo de los pantalones.

—Dámelo —pidió y extendió una mano.

—No lo puedo sacar —susurró y luego apuntó con la cabeza hacia adelante—. Está la policía controlando.

ChanYeol bufó—. ¿Y esperas que lo saque yo?

—Por favor —gimoteó el contrario e hizo un puchero—. Los chicos quedaron en llamarme.

Refunfuñó—. ¿Dónde está?

—En el bolsillo izquierdo del pantalón, adelante. —Cuando tuvo intención de acercarse el contrario volvió a hablar—: Hazlo de manera disimulada.

Se tragó el bufido que tenía atorado en la garganta y se inclinó, casi rozando la nariz con los pantalones de BaekHyun.

—Estira la pierna —pidió mientras intentaba meter la mano en el bolsillo.

El chico hizo lo que le pidió, aunque solo consiguió que la entrepierna de este chocara contra la cara de ChanYeol, cosa que lo hizo resoplar. BaekHyun lo miró desde arriba con rostro serio, casi avergonzado, y luego rio con nerviosismo.

—¡Mira hacia el frente! —El chico así lo hizo y ChanYeol volvió con lo suyo.

Introdujo la mano con dificultad en el bolsillo del apretado pantalón y BaekHyun volvió a mover la pierna, probablemente con la intención de hacerle el trabajo más fácil. Justo en el momento en que estaba por alzar el aparato la llamada se cortó.

—Te estaba llamando MinSeok —susurró luego de leer el teléfono.

—¡Levántate! —pareció gritar BaekHyun entre dientes, cosa que lo confundió.

Tuvo la intención de alzarse, pero no pudo hacerlo. En cuanto lo intentó se dio cuenta que su camiseta estaba enganchada en algo. Lamentablemente aquel algo era el cierre del pantalón del contrario.

—ChanYeol, nos detuvieron. Levántate antes de que piensen que me estás haciendo una mamada.

—No puedo —susurró frustrado e intentó desenganchar la prenda.

Lo malo es que el espacio no era mucho, añadiendo también que la adrenalina y la desesperación parecieron albergarlo por completo.

El auto fue deteniéndose paulatinamente. Posteriormente sintió dos golpes sobre el vidrio y ChanYeol apretó los ojos mientras escuchaba cómo este era bajado por BaekHyun.

—Jóvenes —susurró el policía; ChanYeol no lo vio, pero supuso que lo era—. El joven de la camiseta verde, ¿puede levantarse, por favor?

ChanYeol sabía que se trataba de él, pero no halló cómo decirle su estado.

—Creo que no puede salir —susurró BaekHyun con voz débil, sonando incluso temeroso.

—Abriré la puerta.

Y maldición. El policía lo hizo y ChanYeol casi cayó en el proceso. Mentira, no cayó. Pero él pensó que llegaría a partirse la frente con el asfalto.

El hombre se acuclilló delante de él y entonces pudo verle la cara por primera vez.

—¡Seo InGuk! —gritó totalmente emocionado, confundiendo a los dos presentes—. Mi hermana realmente te ama. ¿Podrías darme un autógrafo?

—ChanYeol —susurró BaekHyun entre dientes a modo de regaño.

El policía no pareció cambiar su expresión hasta que extendió una de las manos hacia él para quitarle la hilacha que quedó enganchada en el cierre. Una vez que lo hizo ChanYeol se enderezó con rapidez, golpeando a BaekHyun en el rostro sin querer.

—¿Me podrían explicar por qué se encontraban en esas posiciones?

Le pegó a BaekHyun en la nariz, eso fue de lo único que pudo percatarse al notar que el contrario se llevó la mano a la zona. Sin pensarlo dirigió una mano hacia la rodilla del rubio con la intención de que este le prestara atención, quizás también para intentar pedirle disculpas con la mirada o algo. Lamentable el policía pareció mirar todos sus gestos con ojo crítico.

—Chicos —susurró el hombre con suavidad mientras se apoyaba en la puerta abierta del auto. Solo en ese momento ChanYeol terminó dándose cuenta que aquel hombre no era realmente Seo InGuk, el famoso actor que tanto admiraba su hermana—. No deben hacer este tipo de cosas en los vehículos, mucho menos si están conduciendo. Comprendo que pueda ser excitante, pero es mejor que lo hagan en su casa o arrienden la habitación de un motel.

ChanYeol le dirigió una urgente mirada a BaekHyun, quien lo miró con los ojos amplios.

| ••• |

Este es el actor que ChanYeol menciona.

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