Taehyung y Jungkook estaban en el patio de atrás. Taehyung estaba recostando la cabeza en el hombro de Jungkook mientras él le hacía mimitos en la cabeza.

Jungkook ya le había contado todo lo que sucedió esa mañana, Taehyung se enojó y dijo que le daría un puñetazo a cualquiera que se las viera con Jungkook. No le gustó nada que Yeonjun volviera a participar de la vida del menor, pero terminó por aceptarlo ya que Jungkook necesitaba amigos con urgencia. Si Yeonjun decía que podía cambiar pues entonces que lo intentara.

O si no le daria un puño en la cara.

—¿Qué es lo que harás, Kook?

Mientras tanto Taehyung entrelaza sus dedos y su corazón latió fuertemente.

—Creo que se lo voy a decir a todos. Deben dejar de tratarme así. Y Yeonjun tiene razon: si yo no puedo buscar una solución por mi mismo, nadie lo hará.

Taehyung asi tió con la cabeza y dejó un beso en sus labios. Uno profundo y cariñoso. Era su mejor intento.

— Muy bien. Puedo hablar frente a todos contigo.

Jungkook soltó una pequeña risita.

—Hablar para ti es amenazar.

—Pues si. Se lo merecen.

—Ya tuviste suficiente castigo por hoy. Deja de ser un bravucón que va a la sala del director.

Taehyung gruñó, pero luego dejó un beso en el cuello de Jungkook.

—Bien cerraré la boca.

Y le dio otro beso más. Jungkook cambió de posición y se sentó entre sus piernas.

—Dame más besitos.

Taehyung obedeció con una sonrisa.

. . .

— No puedo creer que nos estemos besando en la maldita habitación del conserje — susurró Soobin mientras Junnie lo tomaba de la cintura.

—Sip. Y da las gracias que no hacemos cosas impuras aquí.

Soobin soltó una risa estridente.

—Te veo bastante feliz, Junnie.

—Hace diez minutos la policía me dio una buena noticia.

Soobin dejó de besarlo y se puso serio.

— Vamos a ir a Juicio la próxima semana. Tienes que ir porque también fuiste testigo. El oficial Lee ya me dijo que tenemos un noventa y siete de probabilidades de que lo arresten.

—¿Y el otro tres por ciento?

—No sé, creo que depende de los votos o algo así. Tienen que llevárselo. No lo pueden dejar suelto. No después de todo lo que me hizo.

Soobin abrazó a Junnie con fuerza.

—Se lo llevaran. Te juro que lo harán.