
Capitulo 20
Soobin había salido de su casa con su auto nuevo para ir a refregarselo en la cara a su maldito archienemigo de la vida.
Él condujo feliz las diez cuadras que lo separaban de Yeonjun y llegó hasta la casa del pelirosa y estacionó enfrente. Salió del auto para esperar a Yeonjun con un brazo apoyado en el techo y las piernas cruzadas, todo un galan con la sonrisa de mostrarle algo que él nunca iba a tener.
Auto nuevo.
Sabia que Yeonjun no sabia conducir y que había reprobado el examen de manejo más de cinco veces. Soobin ya quería darle una vuelta en el auto para hacerlo enojar. Amaba verlo enojado, era demasiado tierno.
Soobin esperó y esperó y esperó hasta diez minutos. Decidió acercarse para tocar el timbre de la casa, pero se percató que la puerta estaba abierta.
Dentro se escuchó un golpe de algo romperse y un grito de una voz que Soobin ya conocía de memoria.
— Ya, déjame en paz. — escucho decir a Yeonjun con temor al otro lado.
Soobin no dudó en abrir la puerta y entrar a la casa. Al principio no vio a nadie pero oyó movimiento en la cocina y se dirigió a paso lento ahí.
Se puso contra la pared y espió asomado a la puerta.
Y lo que vio lo dejó helado.
Yeonjun estaba forcejeando con su papá que apestaba a alcohol y algo más. El menor estaba tirado en el suelo y su padre lo estaba intentando ahorcar, mientras que Yeonjun intentaba patearlo por todos lados.
Soobin no dudó en entrar en acción.
— Suéltalo. ¡Ya sueltalo!
Soobin no sabía que hacer pero se abalanzó sobre el hombre y lo tiró a un lado puesto que el padre de Jun chocó con la heladera, se levantó rápidamente y corrió hacia Soobin y lo estampó contra la pared. Él se golpeó la cabeza y el dolor fue infernal y luego el hombre le dio un golpe en la cara.
Pero YeonJun se levantó y estrelló una botella de alcohol vacía contra la nuca del hombre.
Su papá cayó al piso pero todavía seguía consciente.
— ¿Estás bien? — le dijo Soobin acercándose a él.
Yeonjun no le dijo nada, solo se dirigió a la heladera y sacó la cámara de seguridad que él había puesto. La metió en su mochila y cuando su padre se levantó del suelo Soobin lo agarró del brazo y se fueron corriendo al auto.
Escaparon de allí en cuestión de segundos. Junnie estaba hiperventilando y no dejaba de llorar.
— Por fin lo tengo. — susurró con media sonrisa de loco para si mismo— después de tanto tiempo, ahora sí van a creerme.
. . .
Soobin y YeonJun estaban en el baño de la escuela. Habían trabado la puerta para que nadie entrara.
Yeonjun se estaba lavando la cara, todavía tenía los ojos enrojecidos de tanto llorar. Soobin jamás lo había visto tan débil.
¿Como era el verdadero Yeonjun?
— ¿Quieres hablarlo?
Jun bajó la cabeza y cerró los ojos. Soobin se acercó a él y le puso una mano en el hombro. Por más que Jun le hubiera dicho lo que Soobin vio en la casa le hizo suponer lo peor.
— ¿Hace cuanto abusa de ti?
Jun rompió a llorar. No hacia falta que dijera nada para que Soobin lo entendiera.
— No se... como tres o cuatro meses.
Soobin se le acercó y lo abrazó con delicadeza para no lastimarlo. Yeonjun apoyó la cabeza en su hombro y Soobin le hizo cariños en la espalda. Cuando Yeonjun levantó la cabeza para decirle que la policía no le había hecho caso porque no tenían evidencia, soobin lo agarró de las mejillas y lo besó.
Lo beso como siempre había querido. Y Yeonjun solo se dejó hacer por la calidez del contrario.
Quizás él podía ayudarlo con su problema.
Cuando entraron al salón, no dijeron ni una palabra. No más peleas, no más insultos ni malas bromas. Se había acabado en ese instante.
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