Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Lina: Una Coronación Para Una Reina.

Pasaron cuatro días desde que llegó mi familia y hoy es la coronación de Luna. Para ser honesta, solo la veía en las mañanas en la comida y en las noches. No hablé mucho con ella porque no me atrevía a hacerlo, tenía en la mente lo sucedido con Tristan y no sé cómo ella lo tomaría. Pasaba el mayor tiempo posible con mis hermanos porque quería a Taurus solo para mí, pero él no podía apartarse de Sol. Así que no me dejó opción, no fue malo estar con Sol porque a pesar de ser un rey, recordaba un poco que era también nuestro hermano. Tenía a Taurus un poco de tiempo a solas porque nuestro adorado rey se iba en cuanto venía Luna. Creo que se gustan aunque sea un poco temprano para decirlo.

-¿Te imaginas a nuestro hermano con Luna? -le pregunto a Taurus.

-No lo sé. Nuestro hermano no se comprometería tan joven -él y yo caminamos por los jardines a una distancia bastante lejos de Luna y mi hermano-. Sol apenas está empezando a disfrutar del dulce néctar de una deliciosa vagina.

-¡Taurus! -le doy un puñetazo en el brazo-. Eso es denigrante.

-¿A quién estoy denigrando? -él me mira chistoso-. Sólo digo que nuestro hermano no se comprometerá con nadie hasta que se aburra y quiera una esposa. Como nuestro padre.

-¿Cómo puedes hablar así de nuestro padre? -lo miro enojada.

-Es la verdad, nuestro padre se cogió a medio reino y después conoció a nuestra santa madre que lo alejó de los brazos de las mujeres del reino.

-Esa no fue la historia que yo escuché -la miro con superioridad.

-¿Dónde nuestro padre conquistó el duro corazón de nuestra santa madre a pesar de haberla cagado tantas veces? -él alza una ceja.

-Sí -comento nerviosa-. Justo esa.

Seguimos conversando sobre tonterías hasta que llega Sol bastante enérgico.

-¿Ya le propusiste matrimonio a Luna con todo los gastos pagos? -le pregunta sarcástico Taurus a Sol. Este lo mira mal.

-¿Es en serio? -reprendo a Taurus.

-¿Desde cuándo estás de lado del enemigo? -me reclama Taurus.

-Dejen sus estupideces -nos corta mi hermano-. Y además, Luna es nuestra prima.

-Eso díselo a tu conciencia y a sus padres, no a nosotros -Taurus comenta jocoso. Sol tuerce los ojos y se va, nosotros lo seguimos. Taurus lo molesta un poco más y luego se calla porque nos reunimos con nuestros padres.

En los pocos días que transcurrió, Tristan y Estrella hablaron. Los vi en el estanque que empecé a frecuentar para poder liberar mi cola, tanto tiempo en tierra me molesta un poco.

-Me trajiste aquí y ahora me evitas -le reprende Estrella.

-Mejor te hubiera dejado así como hiciste conmigo -le reclama Tristan.

-En serio, no sabía que nuestro padre te había metido a ese calabozo -lamenta Estrella-. No tengo la culpa Tristan.

-Da igual todo, todos se van a ir y eso está bien. Todos tienen sus vidas hechas y yo tengo la mía -Tristan habla dolido.

-Tristan, eres mi hermano -Estrella intenta acercarse-. Déjame ser una hermana para ti, no tienes a Luna porque te odia. Pero yo si te quiero, te quiero tanto que no me perdono no haberte protegido como debí hacerlo desde que eras un niño. Te quiero en mi vida, y yo quiero estar en la tuya.

Estrella se acerca a Tristan y él no se aparta y se deja abrazar por su hermana. Me alejo lentamente de esa escena tan emotiva que me hace salir unas cuantas lágrimas. Los problemas de Tristan cada vez me sorprende un poco más, sé que algún día él y yo seremos amigos o lo que sea que me tenga planeado mi abuelo Kenan.

No hice mucho en estos cuatro días, solo hablar con mi familia, pelear con mis hermanos y presenciar una hermosa reconciliación. Me siento muy feliz de estar aquí, me siento optimista de que los problemas de nuestra familia se puedan arreglar.

Llega el gran día de la coronación de Luna y los ánimos se sienten bastante alegres. Veo a varios sirvientes corriendo de un lado a otro preocupados por sus propias tareas. Me terminé de arreglar junto a mi madre y la señora Liora y su hija Musa.

-Me gusta como se te ve ese vestido rojo, Lina -comenta la señora Liora que sujeta a una doncella mientras la otra ajusta su corsé dorado.

Mi madre la visten un vestido púrpura con brocado dorado. El estilo de los vestidos del lado de la luz está bastante marcado por el oro, tela dorada para absolutamente todo. Mis vestidos de niña eran blancos y dorados. Raramente tenía vestidos de otro color, mi madre siempre me llevaba al oriente del reino donde está el mayor exportador de seda y otro tipo de telas de exquisita calidad y el precio de tan valioso material es tan alto que sobrepasa lo racionable. Mi padre siempre nos daba permiso de ir a Arius cada vez que mi madre se enojaba con él y mi padre cedía ante el posible vistazo de dormir en el suelo. Así que gastar grandes cantidades de oro lo veía como un aceptable precio a pagar por no quedar enojado con mi madre.

Las mujeres siguen arreglándose mientras que mi abuela Eva entra a la habitación con un vestido verde olivo sencillo, pero elegante por las joyas que carga.

-Mi niña, estás hermosa -ella se sienta a mí lado.

-Eva, porque no me ayudas con esto -la señora Liora la llama para que la ayude a trenzar su vestido o armadura. El corsé de oro sólido como algunos accesorios que lo complementa. Debajo de todo eso tiene un sencillo vestido de un tono más claro que el oro, pero sin llegar a blanco.

-Siempre queriendo ser el centro de atención -mi abuela sentencia chistosa.

-Tú eres una mujer sabia -la señora Liora se ríe.

Me levanto y salgo de ese cuarto de mujeres que me vuelven un poco loca. Camino por las habitaciones donde esté menos concurrido. Escucho un par de voces femeninas y le solicito al guardia que si puedo entrar. El guardia toca la puerta y le dice mi solicitud a una doncella. La doncella cierra la puerta y vuelve abrirla indicándome que puedo entrar. El guardia se mueve y entro a una habitación un poco más tranquila donde todas están sentadas en mullidos muebles. La señora Laila comenta algunas cosas con su hija Tabitha y su esposa Vania, también se encuentra Estrella con mi tía Aryana; todas miran a Luna que la visten con telas blancas y frías con una pequeña armadura de plata en la parte del corsé.

-¿Qué te trae por aquí, Lina? -pregunta la señora Laila seria como siempre.

-Eh, bueno ya no era útil donde estaba -respondo nerviosa.

-Ya veo -ella me mira con ojo crítico-. Siéntate y no hables si no se te ordena.

Asiento y Estrella se acomoda, y me pide que me siente con ella. Su vestido color azul oscuro le queda bastante bien, es sencillo pero con las joyas adecuadas le favorecen su delgada figura. La conversación de las mujeres importantes del lado oscuro retoma a lo que verdaderamente importa al momento de gobernar. Estrella mira atenta a su hermana y no le quita el ojo, se le nota su felicidad en la mirada y el orgullo que siente a ver a sur hermana en el día más importante de su vida.

La señora Laila consulta un reloj en la pared y se levanta.

-Bueno, señoritas. Es hora de que vayamos bajando -habla solemne la señora Laila. Todas nos levantamos con ella y Luna voltea a nosotras. Su madre se acerca a ella.

-Estás hermosa y serás una gran reina -la madre habla orgullosa.

-Gracias madre -Luna le sonríe y la abraza. Mi tía Aryana se devuelve a nosotras y salimos de la habitación.

Nos encontramos con los hombres de la familia incluído Tristan que está a un lado de su padre. Ellos nos elogian nuestras prendas, me dirijo hacia mi hermano Taurus y este me analiza.

-Ahora usas el color del enemigo -lamenta.

-Tú también lo estás portando -señalo su abrigo rojo.

-Yo no tengo opción, en cambio tú tienes la libertad que muchos quisiéramos tener -él pasa su pesado brazo en mi hombro.

-A veces me preocupas, hermano -lo miro preocupada.

-No temas de tu imbécil hermano, yo lo cuido bastante bien -lo golpeo en el pecho y mi padre nos reprende.

-Lo siento padre -lo miro apenada. Él mira severo a Taurus y se vuelve rígido.

Para nuestra salvación aparece la señora Liora con las demás mujeres, acaparando las vistas de sus esposos y familiares. Todos se felicitan entre sí.

Todos nos organizamos para salir a la sala del trono, donde se llevará la coronación de Luna. Pensé que se haría en un templo de la señora Laila, sin embargo no se ha construido ninguno. Primero se organizan los dioses oscuros, luego los dioses centrales y por último los dioses de la luz. Le sigue mi hermano Sol el rey de Solaria; le tengo que tomar el brazo a Tristan, ya que somos los futuros monarcas de nuestros respectivos reinos. Y por último mi hermano con Estrella. Todos empezamos a caminar en silencio y tomados del brazo de nuestras respectivas parejas. Tristan me mira de reojo y sonríe, le devuelvo la sonrisa, aunque no me atrevo a hablarle. No porque no quiera, sino más bien por miedo de abrir la boca en este silencio tan profundo. En los momentos de sencillez pacífica, mi familia se comporta como cualquier otra familia normal; con sus problemas y con sus victorias, con cada miembro nos podemos llevar mejor que con el otro y eso no significa que no pertenezcamos al mismo círculo. Nuestras equivocaciones son parte de la naturalidad que proyectamos a los demás miembros, siempre buscando la grandeza y el orden a nuestra gente.

Mi familia en este tipo de eventos no deja ver lo que dije anteriormente. Proyecta poder y temor. Es una tontería llevarnos la contraria porque acabaría con la muerte, y aún así la muerte no sería el fin de su miseria, sino el principio de una vida de dolor y penurias. Mi familia es vengativa, destruyen a sus enemigos a tal punto que no queda nada de su ser. A pesar de que los dioses oscuros son los que más infligen temor, los dioses de la luz y los centrales no se quedan atrás. Recuerdo el mal carácter de mi padre cuando alguien intentaba perturbar la paz del reino, recuerdo el mal carácter de mi madre cuando se cometía una injusticia a cualquier mujer que le llegaba a su templo. Recuerdo el mal carácter de la señora Liora que no dudaba en impartir una sentencia de muerte. Recuerdo la otra cara de la moneda de mi familia, la otra cara de amabilidad y compasión que solo la sienten con los que llevan su misma sangre y los demás son solo un peón en su tablero de poder.

Llegamos al salón del trono donde el lado derecho se encuentran las personas importantes y nativas del Páramo. Y por el lado izquierdo se encuentran las cortes de mi familia y entre otras personalidades del reino oscuro. Los presentes se arrodillan en cuento pasamos por el pasillo bastante amplio para ser honesta. Llegamos al frente donde la señora Laila se posiciona en el altar junto a la valquiria Irami y su líder la valquiria Amira. El resto nos acomodamos en las primeras filas. Todos los dioses se sientan en la primera y parte de la segunda fila, les sigue mi hermano Sol y por último nosotros cuatro. Los presentes se levantan y se vuelven a sentar a la espera de que la futura monarca del Páramo se aparezca. No tarda mucho en llegar, porque empiezan a cantar unos niños de un coro que al mirar arriba se aprecian sus angelicales rostros. Las puertas se abren y todos nos levantamos y observamos como Luna entra solemne y seria. Sé que no se puede sonreír, pero creo que si me coronaran estaría brincando de emoción, por dentro claro está.

Los nativos del Páramo se ven algunos felices ante la nueva reina como serios y un poco enfadados por lo mismo. Sé que Luna unificó todo el Páramo bajo un solo reino y eso no les gustó a algunos de sus nuevos súbditos. Espero que ella logre unificarlos de manera personal porque eso sería un problema a futuro.

Luna llega impresionante al altar donde primero habla la valquiria Amira sobre el poder que conlleva llevar el peso de toda una nación en tus hombros. Su discurso es bastante conmovedor, pero también lleno de firmeza y fe sobre el futuro prometedor que a todos nos espera. Luego vienen tres mujeres albinas y se acercan a Luna otorgándole tres Objetos sagrados que representan a las tres tribus del Páramo. Un medallón de plata por la tribu de los ancestros, una espada de hielo sólido por parte de la tribu de los einars, esas criaturas con cuerpo de hielo que dan un poco de miedo. Y por último una capa de piel negra por parte de la tribu de los Sigurd. Todas las tribus la proclaman como su soberana y protectora del Páramo. Ahora le toca a la valquiria Amira, la valquiria Irami y la señora Laila en proclamar a la nueva soberana del Páramo del lado oscuro del universo. Ellas recitan un hechizo en un idioma que desconozco por completo. La señora Laila le toma la cabeza a Luna y está se le ponen los ojos blancos y empieza salir de Luna un viento frío de su cuerpo y a crecer una corona de hielo en su cabeza.

-Te concedo el poder y la autoridad que un monarca necesita para poder gobernar con verdad, justicia y libertad a sus súbditos -proclama la señora Laila-. Te concedo la autoridad de proteger con tu vida a este reino que se ha convertido en un hogar para todas los habitantes del Páramo. Te concedo la autoridad de destruir a las personas que perturben el bienestar y la paz del Páramo -la señora Laila se aleja de Luna-. Levántate, Luna de la casa Godness, reina y protectora de las tierras del Páramo. ¡Larga vida a la reina!

-¡Larga vida a la reina! -proclamamos todos los presentes. Luna se voltea con su corona de hielo, su medallón de plata, capa de piel negra y su espada de hielo. A ella se le escapa una leve sonrisa. No la culpo por sonreír ante tal logro. Ella camina por el pasillo donde los nativos del Páramo se arrodillan ante su nueva reina. También se arrodillan los invitados extranjeros.

Mi familia la sigue y volvemos a salir como entramos la primera vez. Tristan me toma el brazo serio y sin emoción, no le digo nada porque no es mi asunto meterme en sus pensamientos. Lo que si quiero es que se quede conmigo en el banquete, no quiero que se vaya con Aitana. Él tiene que estar con su familia, conmigo aunque su tiempo con nosotros sea efímero. Solo quiero eso.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro