Damian & Livia

Al caer del cielo como un sueño vivido, me levanto de la camilla sintiéndome cansada a pesar de estar acostada todo el tiempo con un mal sabor en la boca sintiéndome en el aire, como una lata vacía, como un sueño lúcido en el que tienes el poder de andar y decidir, en el que te puedes apoderar de un alma, puedes sentir, pero tu cuerpo no, veo como si fuera a través de una persona lleno de oscuridad y sillas alrededor, como una sala de cine vacía pero en el que hábito a mitad de ellas como si estuviera viendo mi propia película de terror sin poder taparme los ojos.

Me levanto mirando hacia los lados de un ser que sospechosamente anda tras de mí como un maldito detective.

—Damián, un nombre peculiar pero a la vez falso, con originalidad ese es tu título —articulo en voz alta apoyando mi mentón en el puño de mi mano.

La pantalla baja a sus mano sosteniendo las mías, por acto instinto aparato la mano haciendo que el frunciera, de repente una presión sube por mi pecho haciendo que deje de respirar, me toco arañandome desesperada sintiendo como sudo frío. La pantalla cambia de imagen a otro lugar de la habitación viendo como en el aire emana el mismo humo negro que había visto en mis sueño.

—Respira, tú puedes…. Calma…

Cierro los ojos y respiro por la boca varias veces agarrándome de los brazos de la silla recordando aquel cálido sueño, aquel mundo dividido por el bien y el mal, esa mujer hermosa y el ser diabólico, pero para mí no lo lograba ser. El llamado "hija" de dos persona que ni siquiera conoces pero esa palabra llena de amor me reconfortaba esa cercanía familiar que me hicieron sentir y su desespero para que halle respuestas.

—Via… —abro los ojos derramando lágrimas sintiendo las mejillas ardiendo.

—Eth…Damián —respiro hondo votando lentamente sintiéndome confusa por sus palabras —¿Desde cuando me llamas por mi apodo y como lo sabes? —me paro de la silla quedándome ahí, queriendo explicaciones.

Su mirada al decir mi apodo me dejó igual de confundida, en un acto inesperado se levanta de la silla y se da la vuelta de la camilla dudoso acercándose a mí izquierda poniendo sus manos grandes en mis hombros.

—Escúchame bien —proclamó —Siento que no eres tú,  bueno en lo poco que te he visto y he estado contigo puede decir que sé algo de tí.

*Y sí que debe de saber mi, no disimula*

《Exacto》

—Pero sé que estás ahí, en algún lugar pero estás —asegura dándome un apretón.

Me sorprende la seguridad que trae este hombre al decir esas palabras y lo que más me intriga es el cómo lo supo.

—Estás grave —intervino bajando sus manos a las mías.

*Está muy lleno de confianza para tocarte así*

《Estás consciente que no puedo reaccionar como quiero no?》

*Soy consciente, muy consciente*

—Tienes riesgo de desplomarse y quedar en coma —mira mis manos acariciandolas pero las aparta como si mi piel le quemara —El médico que de hecho es mi tío, dijo que no era normal, que no era la primera vez que tienes un shock emocional y mental —añadió sobándose la frente echándose su pelo hacia atrás —Y tampoco será la última, tendrás varios episodios y serán delicados.

Quedó pasmada sentándome en la silla torpemente pensativa de sus palabras, del diagnóstico del médico y la preocupación en sus ojos, aunque demuestre ser sombrío. Me siento traicion
ada conmigo misma y decepcionada por el desinterés y por la mera preocupación que tiene hacia su hija, sus acciones hacen demostrar lo que sienten.

—¿Y si no quiero despertar?.

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Lo que pido sé que no es fácil, pero debe encontrar algo que la haga despertar, de ser asi nunca podra volver, lo más inquietante es su tranquilidad, puedo ver sus acciones como sentimientos, como sus lágrimas caían en sus mejillas ruborizadas, como su corazón se acelera con su respiración agitada, ver cómo suspiraba para intentar calmarse, pero su expresión era totalmente impecable.

Han pasado quince días desde que está aquí postrada en una camilla y yo como un perro faldero preocupado por la vulnerabilidad de una delicada mujer, sin ella dar respuesta al favor que le pedí, tampoco a podido pararse por lo que el médico dio permiso de dar acceso a una silla de ruedas y pasearla a los alrededores del hospital y tomar aire fresco.

—¿Eso la ayudará? —pregunto mirándola desde lejos

—Como persona, ella tiene que sentir aire libre y el color de la naturaleza, dejarla allí mirando el techo la hará deprimir, tanto emocional como físico

—¿Y como médico? —lo miro esperando su respuesta

—Como tu tío y médico, ella está grave, no creo que sea tanto de salud, sino mental y así inconsciente no puedo remitirla a un psiquiatra —me toca el hombro dándome ánimos para irse.

Verla ahí mirando a lo lejos, cada dia poniendose mas delgada su debilidad no la deja pararse, no reacciona a ningún medicamento, como si el cuerpo lo rechazara y sus células atacaran, ya no sirve de nada alimentarla ahora es con bolsas de suero y tampoco es que sea lo mejor, con nada podrá despertar.
las noches que he pasado aquí calcular sus horas de sueño por lo cual decidí tomarme la molestia de quedarme en este asqueroso lugar, con nada se despierta, sus horas de descanso son menos de cinco horas y despierta dura hasta diez horas.

Mi tío hace lo mejor que puede para revisarla, le inyecta vitaminas para mantener sus plaquetas altas sin dejar que su hemoglobina suba, normalmente dice que es un caso realmente extraño que nunca ha visto y lo lo culpo porque tiene razon, solo esta aqui por el líquido y por camuflarla para ocultar su verdadero ser.

—Sorní, sabes que no puede durar así, ni siquiera sus padres han ido a verla —una voz femenina —Tu tío no sabe nada de nuestra organización, tarde o temprano se dará cuenta de la verdad —acierta su madre suave.

—Mama no puedo llevarla a ese lugar, privalia de sus derechos y los padres no aceptarían, sospechaban de nosotros así como nosotros de ellos —le hago obviar —Ella está  en un trance donde está consciente pero no del todo despierta, es como estar en un maldito coma.

—Sor…ní —tienta su madre.

—Detesto este lugar —aprieto el celular mirando hacia la ciudad en la habitación de Livia

—Ve a casa, date un baño caliente y come algo

—No, lo hice y me fue peor

—Apenas la conoce por Dios

—Agg no digas ese nombre —me sacudo asqueado

—No sabes quien es, de donde viene, ni nada joder, no es nadie, tienes que tener encuenta que sus padres no son os biologicos.

—Mamá, descansa —al colgar, veo a Livia de pie mirándome.

—Mierda Livia —me acerco hasta ella —¿Desde cuando estás ahí parada? —nervioso pregunto pero no me responde, espero que no haya escuchado la llamada.

Tiran la puerta fuerte entrenado cinco enfermeras y mi tío asustados con el rcp en mano

—Mierda que susto —dice mi tío desplomándose a la pared —Pense que habia muerto —se vuelve a parar sacando una mini linterna para alumbrar sus ojos —Sigue igual, pero al menos su cuerpo está respondiendo con caminar, podrá comer normalmente pero hay que hacerle estudios de sangre. —Le dice a las enfermeras y se retiran —Por ahora doy permiso de caminar poco a poco cuatro horas al día, será acompañada para no tomar riesgos de un desmayo o algo parecido. —se aleja de Livia mirándola confundido —Menos a la azotea, llamare a sus padres para que vengan.

—Si no vinieron por su cuenta, menos ahora que los llamas

—Creeme, vendrán —sale de la habitación aclarando.

Después de eso vinieron los padres de Livia pero su hermano pequeño no por lo que es menor de edad y no lo permiten por infecciones, enfermedades y bacterias, la acompañaron a comer y tomarse una ducha, la pudieron cambiar de habitación a una más cómoda, le trajeron unos libros con lápices y hojas con tizas negras, supongo que es su manera de expresarse a través del arte.

Sin descartar que aun me da mala espina su madre, su mirada tiene un alma oscura.

Salgo de camino a un hotmail cerca, creyendo que me dejó un trauma por irme a casa y dejarla sola, hago todo lo que dijo mi madre para el minar quedar embobado viendo la manilla, la toco y me llega una visión de ella en la azotea mirando la ciudad desde arriba.

—Puta mil veces puta  —tomó la chaqueta para bajar al parqueadero subterráneo.

Me detiene una visión de ella cayendo al vacío, los ojos me comienzan arder derramando sangre, comienzo a correr abriendo los brazos de un puño saliendo las alas de color negro haciendo que los carros activen sus alarmas por la fuerza del aire. Agradezco que se un edificio el parqueadero, me lanzo saltando del edificio para envolverme con las alas, ya casi cayendo las abro con fuerza equilibrando mi vuelo hacia el hospital.

—Maldita, parecieras que lo hicieras de aposta.

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Sabía que no iba a despertar, pero si sé algo, si el cuerpo se siente amenazado con algo, mostrará su verdadera naturaleza y despertara, me levanto de la camilla más de las tes de la madrugada, en donde todos duermen y tiene su hora libre, camino por los fríos pasillos, largos con olor a químicos, no me incomoda estar aquí y lo oscuro que puede ser. 

Tomo el ascensor hundiendo el último botón, mientras subo me miro al espejo, toco mi mano a mi reflejo observando cada inseguridad en mi rostro, se abren las puertas metálicas recibiendo el frío, salgo para tomar las escaleras lentamente, l subir tomo la cerradura para intentar abrirla pero tiene seguro, alzó la mano en el centro de la  puerta metálica cerrando los ojos respirando hondo, al abrirlos boto el aire haciendo un leve empujón para abrir la puerta.

La brisa me golpea fuerte haciendo que me acaricia cada parte de mi cuerpo erizandose, avanzo hasta la orilla para ver la ciudad y ver sus hermosas luces, una luz que pronto será apagada para cuando el sol salga.

—Si siente amenaza, despertara —me subo en el delgado muro que me mantiene en tierra y al aire.

Pongo la mitad de mis pies en el aire apoyándome solo con los talones, una fuerte frita me empuja al vacio, mi cuerpo saca todo el aire que contenia por la boca, como si estuviera ahogandome en agua, caigo de espaldas sin sentir nada y la verdad es que no me importa, prefiero que termine ya.

Al sentir que casi llego al piso me cargan sintiendo calor, abro los ojos viendo solo el color negro de Damian, sus ojos oscuros y sus alas, el ponse su mano tapandome la vista siniendo una ola de empuje y mareo, al quitar las manos estamos en otro lugar lleo de arboles por lo que supongo que nos teletransportamos, como en las peliculas. Miro a mi alrededor aun cargada de él, giro mi cabeza hacia la de él,  baja la suya dandomde un beso en la frente y me puede dar cuenta que era cierto.

《Si tu despiertas, el mio despertara》

NOTA DE AUTORA

Hola de nuevo, para los que leen mi historia con el corazón, muchas gracias de verdad ❤️❤️

Mucho love pa ti

Pero no estaré por mucho, dislove pa mi 🤕

Y por otra lado pido perdón por la mala ortografía

Y con esto me despido, besoss💋💋💋