Cuando entré en la clase él ya estaba ahí, al lado de mi mesa, como el día anterior.

Me senté y lo miré hasta que notó mi presencia y él también me miró.

- Sé que soy guapo pero para de mirarme, incomoda-. Dijo con un tono de superioridad.

Finjí una sonrisa y lo seguí mirando, no iba a parar hasta que se fuera de su sitio.

- Si estás buscando que me vaya de este sitio vas lista.

Suspiré y levanté las manos como signo de rendición a lo que él sonrió otra vez con superioridad. Me encantaba esa sonrisa.

- ¿Cómo está?- Pregunté seria.

- ¿Quién?- Preguntó desconcertado.

"Él"- Respondí mientras hacía las comillas con los dedos de mis dos manos.

- ¿Por qué no pronuncias su nombre?- Preguntó curioso.

- No te interesa.

- Bueno, "Él" te llama "Sirena", no sé porqué-. Decía mientras hacía las comillas en "Él" y "Sirena".

Sonreía al escuchar aquello, no sabía porqué pero me hizo acordarme de aquel momento en la playa, cuando me llamó por primera vez "Sirena".

- ¿Por qué estás aquí?- Pregunté volviendo a la realidad.

- ¿No puedo estar aquí?

- Aquí todo el mundo me admira.

Sonrió y negó con la cabeza mirando hacia la mesa.

- Si piensas que te voy a quitar tu puesto o que te lo voy a arruinar, estás muy equivocada-. Dijo con una sonrisa de lado.

- Entonces...¿por qué estás aquí?- Pregunté irritada.

- Todo a su debido tiempo, "Sirena".

Lo miré con odio y deseé que las seis clases que quedaban por delante terminaran rápidamente.

Al haber mantenido esa conversación con aquel chico estuve muy irritada, por lo que me comportaba más irritada de lo normal. No me soportaba a mí misma.

Al fin las clases terminaron y me fui directa a mi casa. Ariel me preguntó que si iba al centro comercial con su novio y ella pero me negué ya que no tenía ganas de irme por ahí.

Al llegar me encerré en mi habitación, me tiré a la cama boca abajo y lloré, lloré como nunca lo había hecho por "Él".

De repente me levanté y busqué aquel bloc de dibujo en aquella caja que guardaba en mi armario hasta encontrar el dibujo que me había venido a la mente. Aquel dibujo era de una sirena apoya en una roca. Aquella sirena era yo. Para "Él" era su "Sirena", no sabía el porqué de ese apodo, pero por una extraña razón me gustaba.

"Él" decidió tomarme una foto y yo decidí dibujar aquella imagen pero poniéndole la cola de sirena. A "Él" le gustó tanto que decidió quedarse con la foto y me dijo que cuando miraba aquella foto veía a "su Sirena".

Algunas lágrimas recorrieron mi rostro al recordarlo, ¿qué me estaba pasando? Decidí guardar todo para parar de sufrir ya que todo aquello me dolía mucho.

El dibujo pertenece a un comic en proceso realizado por FlightOfFantasy.