Hay personas que tienen problemas con el tiempo, unos siente que va muy rápido, otros que va muy lento.

Minho nunca tuvo problemas con el tiempo, siempre lo gozo, vivió cada etapa de su vida a su manera, una manera de la cual estaba feliz.

Se divirtió ensuciando se, jugando con niños que conocía, creyendo en Santa Claus, en el hada de los dientes, haciendo dibujos que el miraba como obras de arte y que su madre colgaba en su cuarto.

Empezando a ver el mundo de otra manera, más realista, madurando, tomando decisiones.

Y en otros momentos llorando.

Pero su mundo nunca se detuvo, nunca culpo al tiempo por darle o quitarle algo.

Nunca se fijó su el tiempo pasaba rápido o lento, el aceptaba lo que pasará.

Claro que se había enamorado, gozo su tiempo con aquellas personas, aprendió a ser un buen novio, a dar y recibir amor sano, nunca se quejó de si fue mucho o poco tiempo con esas personas.

Pero en algún momento siempre hay una excepción para alguien.

Ese alguien era Kim Seungmin.

Veintidós años, cabello castaño con unas mechas más claras en el fleco, unos centímetros más alto que Minho, extrovertido, con una voz hermoso para hablar o cantar.

Minho quedó encantado en cuanto lo vio, esos ojos curiosos ante el mundo pero con un brillo hermoso, esos pequeños ojos le encantaron al mayor.

Sintió su corazón latir más rápido en cuanto lo vio.

En un principio Minho solo quería saber su nombre, pero terminó enamorado del chico.

El mundo de Minho giro más rápido en cuanto vio a Seungmin.

El mundo de Minho brillo más cuando hablo con el.

El mundo de Minho era más cómodo cuando escuchaba la risa de Seungmin.

El mundo de Minho se alborotaba cuando Seungmin lo besaba.

El mundo de Minho mejoró aún más por el amor de Seungmin.

¿Recuerdan que Minho nunca se fijó si el tiempo pasaba rápido o lento?

Minho se dio cuando que el tiempo pasaba más rápido cuando estaba con Seungmin.

Pero el nunca lo vio como algo malo, de hecho, se ponía feliz de todo lo que vivían y que parecía que todo paso en un parpadeo, uno donde él era feliz.

Si, el nunca tuvo problemas que su tiempo con Seungmin pasará rápido.

Era una cúspide de emociones que el amaba, una que lo hacía feliz.

Pero toda cúspide llega a su final.

¿Las bajadas también son emocionantes?

El corazón de Minho solo se fijaba en la felicidad que le daba el amor de Seungmin.

No en el tiempo, no en lo que pasará en la bajada, no en lo que pasaría al final de aquella.

El mundo de Minho giraba y giraba.

Giraba rápido, giraba feliz.

Y en esos giros, pasaron cuatro años de noviazgo.

"¿Como es que el tiempo paso tan rápido?

Aún siento que te miro de lejos en la universidad con tu cámara en la mano, pero ahora estás aquí durmiendo a mi lado."

Era lo que siempre le decía a su novio cuando de daba cuenta del tiempo juntos.

Tiempo que sintió rápido, pero nunca se quejo de ello. Aún no se quejaba de ello.

Su novio solo se reía para luego besarlo, cuando esté finalizaba le decía lo mucho que lo amaba y lo mucho que disfrutaba el tiempo a su lado.

También para decir que, el decir que lo miraba de lejos en la universidad sonaba algo acosador y que dejara de decir eso.

Aquellos jóvenes enamorados de tanto mencionar la palabra tiempo no de daban cuánta que este puede cambiar cuando quiera.

Sin importar el dolor causado, los gritos desesperados para que cambie y retroceda, los sueños rotos, sin importar el amor compartido que aún no acababa.

Nada importaba en cuanto el tiempo decidía hacer un cambio en la vida de las personas.

Minho lo aprendió a las malas.

Aquella tarde a la cual él odiaba tanto se repetía y repetía como disco rayado, como si la vida le quisiera hacerle ver todos los cambio que el pudo realizar y todos los errores que el cometido.

Dicen que con el tiempo los recuerdos se van distorsionando, pero en el ese recuerdo solo se hacía más vivas, más claro, hasta ver el más mínimo detalla.

Como el hecho que los venían siguiendo desde hace cinco cuadras, que su novio fue el primero en darse cuenta de ello y tomó su mano más fuerte y se acercó más a el, que cuando esa persona estaba enfrente de ellos gritando para que les diera todo, su novio lo miro a los ojos y en sus labios dijo: Te amo. Pero que él no había entendido ese movimiento se labios.

Había dicho tantas veces que el tiempo con Seungmin pasaba rápido y en esa ocasión no fue la excepción, su novio se puse enfrente de el para ser un escupo humano y el impactó de la bala diera en Seungmin y no en el.

Todo pasó tan rápido, como un parpadeo.

Como su relación.

Tener a Seungmin en sus brazos era una experiencia que el siempre amo, recibiendo si calor corporal que lo relajaba de un día cansado.

O cuando lo abrazaba y este se terminaba durmiendo, así que tenía que poner su cabeza en sus piernas para que estuviera cómodo, viendo sus largas pestañas, sus labios naturalmente rosados, quitando los cabellos rebeldes de su frente y ver mejor el rostro de la persona que amaba.

Vivió esas experiencias por última vez ese día, de una manera horrible.

Haciendo presión en la zona donde salía tanta sangre que el tontamente intentaba detener, mientras el menor lo abrazaba por el cuello, acariciando sus cabellos como solía hacer para relajarlo, como solía decir: acariciándolo como si fuera un gatito.

Sintió como su novio se alejaba para poner su cabeza en sus piernas y acercar su mano a su cara para acercarlo y besarlo.

Un beso salado por las lágrimas de los dos, un beso que ninguno disfruto porque sabían que era el último.

Aunque Minho se negó a creer que era el último.

Cuando se separaron Seungmin acarició su rostro suavemente y diciendo:

--- Está bien mi amor, todo está bien.

Cerrando los ojos, haciéndolo ver como si durmiera.

Minho lloro y lloro mientras miraba sus largas pestañas, mirando sus labios rosados que el tanto beso y a la vez no fue suficiente, alejando los cabellos rebeldes que no le dejaban ver al amor de su vida, amor que fue arrebatado de sus brazos.

No. Nada estaba bien, no sin Seungmin.

Alguien alguna vez dijo que el amor hace mover al mundo.

Pero en estos momentos, en donde el corazón de Kim Seungmin dejo de latir, el mundo de Minho se detuvo.

Porque el mundo de Minho se movía más rápido en cuanto conoció a Seungmin, ya no habría más risas y bromas de parte de los dos, ya no habría besos compartidos en la oscuridad de su habitación, ya nadie le diría "te amo" en susurros porque no quería que alguien más lo escuchará, más que el, aunque estuvieran solos.

Pero el mundo se detuvo para Minho cuando el corazón de Seungmin lo hizo.

Y aunque el mundo de Minho volviera a girar, sería más lento y solitario.