Tengo un gran amigo que es un asesino y añadido a eso, también es caníbal; su adicción por la carne humana es tan grande que no puede dar marcha atrás, yo sé lo advertí.

Hoy me ha invitado a cenar, todo va transcurriendo con normalidad, hasta que coloca un plato con carne en salsa de barbacoa delante de mí, mi sonrisa se esfumó al instante.

—Vamos, anímate. Sabes que es mi favorita, solo inténtalo por mí—. Me dijo muy animado.

—¡Eres repulsivo! Sabes muy bien que estos no son mis gustos—. Le dije algo irritado por arruinar la cena.

—Eres una niñata... Venga, te la cambio—. dijo con cierto tono de indignación.

—¿Es que eres idiota?, ¿cómo se te ocurre hacer la carne en salsa de barbacoa?