Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

El sacrificio de un ángel.

Relato inspirado en la imagen de multimedia

El proceso fue doloroso, sentía como mis huesos se quebraban en pedazos y posteriormente volvían a unirse en un nuevo ser.

Fragmentos de nuestra última discusión inundaron mi mente.

FLASHBACK

—¿¡Cómo te atreves a descuidar tu misión, qué clase de ángel comete tal barbaridad!? —Declaró enojado la suprema divinidad.

》Deberías sentir vergüenza. Tu misión era proteger a la chica, no distraerte con placeres mundanos.

—Lo siento mi señor, no pensé que podría pasarle algo a la joven. —Dije postrándome. —Le ruego me perdone y me conceda una segunda oportunidad.

—¿Pides oportunidad? Tus alas te fueron devueltas hace años. ¡Tuviste tu segunda oportunidad! ¿Y cómo nos pagas? ¡Dejándonos en ridículo! —Contestó la divinidad.

—Mi señor por...

—¡Silencio! ¿Es que no conoces nuestras leyes? —Habló Julipsis, la jueza del reino— El art. 5.789 señala que todo ángel que falle en su misión de proteger a un ser humano, se le concederá una segunda oportunidad de completar su misión... Y será bajo nuestras condiciones.

—Mañana volverás a la tierra. Y si de verdad aprecias tus alas... no, si aprecias tu vida encárgate de hacer bien tu trabajo. Tendrás diez días, Te aconsejo que prepares tu mente para completar tu misión sin poderes algunos —. Me dijo la suprema divinidad levantándose de su trono, para luego desaparecer de la vista de todos dejando solo un destello de luz.

FIN DEL FLASHBACK

Al abandonar la especie de cascarón en la que me encontraba, una fina mucosa cubría mi desnudo cuerpo, volviendo más difícil mi avanzar, el tiempo había retrocedido y la joven que había sido asesinada; ahora se encontraba de nuevo con vida en algún lugar.

Me tomó dos días hallarla, Mis alas fueron revocadas, y en mí sólo quedaba la habilidad de leer los pensamientos y poder transportarme de un lugar a otro en tan sólo segundos.

"Corderito" el apodo por el que había decidido llamar a la chica de ojos color miel. Había tenido una infancia difícil, con un padre abusivo y una madre alcohólica; tuvo que aprender a cuidarse sola a muy temprana edad. Sin saber que años después, justamente al cumplir quince años, la vida de sus padres sería arrebatada frente a ella, mientras observaba agazapada en un rincón.

Su error; haber visto la cara del infame asesino. Poco después tuvo que dedicarse a vender su pequeño cuerpo, a cambio de diminutas raciones de alimentos, o unas cuantas prendas.

Noches pasaba en cabarets, o en frías esquinas, sin saber que el peligro poco a poco se acercaba. Tras una noche, ocho años después, realizó cierto baile a un señor de gris bigote, dándose cuenta de que ese rostro le parecía conocido.

Pasó días meditando sobre a quién le pertenecía aquel reconocimiento, y su sangre se heló al descubrirlo; ese era el asesino de sus progenitores, Pero para su desgracia él también le había reconocido. En secreto planeaba e inclusive le excitaba el imaginar cuánto disfrutaría al arrebatar su vida.

Yo por mi parte había logrado acercarme a ella, haciéndome pasar como un seguridad del club en el que ella dejaba sus noches.

Con cada día que pasaba más se iba acercando la fecha de la desgracia. Debido a mis debilidades tuve que conseguir un arma. De esa manera podría defenderme y al mismo tiempo proteger a mi cordero de melena negra.

Faltando sólo días para la fecha marcada, escuchaba los pensamientos de mi corderito, mientras esta se encontraba en algún privado del local.

"Necesito ayuda, ya no puedo seguir con esto, cada día los demonios crecen y una sombra se cierne sobre mi".

—Pff ¿Quién pide ayuda sólo para sobrellevar sus demonios internos y tratar de lidiar con su vida?

—Estoy jodidamente rota —. Aquellas palabras llenas de tristeza interrumpieron en mis pensamientos , calando en mi corazón humano; eran los pensamientos de mi "Corderito".

En silencio y con distancia la seguí hasta que ella llegó a su casa. Posteriormente me dormí bajo el tronco de un viejo abeto. La nieve casi cubriéndome por completo.

Me desperté sobresaltado, al sentir como alguien me zarandeaba fuertemente.

—Hasta que te despiertas —dijo aquella chica delgada, ojeras hacían presencia bajo sus ojos —. Debes de estar loco muchacho. ¿No ves que está nevando? Sígueme —. Pronunció al final.

Confundido me puse de pie, sacudiendo la blanca nieve de mis ropas. ¡Sí que hacía frío! Y nuevamente había descuidado a la chica. ¡Maldición!

La seguí hasta entrar a la casa que ya conocía. Me cubrió con unas mantas y encendió la calefacción.

—¿Qué hacías fuera de mi casa? —Y con esa simple pregunta, sentí como me desarmaba completamente.

El día había llegado, y no me había apartado ni un solo segundo de mi corderito. Ese día habían anunciado una fuerte nevada, por lo que sólo se veía blanco por doquier.

El día transcurrió como cualquier otro, sin ningún tipo de amenaza. Tras llegar la noche el frío se volvió casi insoportable. Nadie había acudido al local dadas las características del día.

Mi corderito había abandonado el lugar horas antes de lo planeado, por lo que tuve que echar a correr para alcanzarla, no quería usar mi poder de transportación y que algo me saliera mal. Cuando por fin la hallé se había detenido frente a un vehículo con vidrios polarizados. Sus exhalaciones apresuradas se manifestaban en forma de humo.

El hombre ahora se encontraba frente a ella. En ese momento me crucé en la
intransitada y helada calle, sosteniendo en alto mi pistola.

En ese segundo se escuchó el estallido procedente de una pistola, y un cuerpo al impactar el suelo.

mi corderito se dio la vuelta y con horror sólo grito, —¡¡Cuidado!!—

Aquel grito se debía a un camión de carga el cual sin luces había decidido pasar por aquella carretera en la que me encontraba de pie.

Un segundo cuerpo cayó.

Al despertar me dí cuenta que ya no estaba en la tierra. Mi misión había concluido, en esta ocasión si había logrado salvar a mi Corderito. Sufriendo el martirio de tener que escuchar día tras día sus pensamientos.

Este microcuento fue creado por mi grandiosa amiga naidi03 y mi persona.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro