capítulo 12: El pasado de isabella
—¿Qué es este lugar? —se preguntó Alister a sí mismo, al observar el paisaje a su alrededor.
Todo estaba lleno de plantas, árboles, vegetación y casas de madera de color café marrón con flores decorando sus puertas. Había muchas personas esparcidas alrededor del sitio y algunas se encontraban cultivando alimentos, mientras que otros se encontraban regando agua a las flores.
Al parecer Nadie parecía poder ver a Alister, por lo que dedujo que se trataba de los recuerdos de alguien más.
—Todo se ve bastante hermoso—Pensó Alister y en ese momento una niña pequeña pasó corriendo cerca de él.
La niña se encontraba jugando con sus amigos a las atrapadas, pero los padres de la niña llegan y la regañan.
—¡Isabella! ¡Te dije que no corras sin cuidado! —Grito la madre.
—Isabella... deja de jugar, que aún no has hecho tus deberes en casa y necesito que cuides de tu hermano—Dijo el padre agachándose y mirando directo a los ojos de Isabella totalmente molesto.
—¿¡Isabella!? ¿¡Ella es Isabella!?—Exclamó Alister y parecía ser que nadie podía escucharlo.
Alister estaba confundido por la situación y decidió observar un poco más.
—Perdona padre... perdona madre, solamente quería jugar un poco con mis amigos, después de todo casi no juego con ellos—Se defendió Isabella.
Sus padres Decidieron consentirla dejándola jugar más tiempo y se sentaron en una banca para poder vigilar a Isabella mientras conversaban.
Ellos mencionaron algo que llamo la atención de Alister así que se les acercó para poder escucharlos mejor, después de todo no podían verlo o escucharlo, ya que todo esto era solo una visión del pasado.
—Debemos tener cuidado cariño... Dark Knigth destruyó una ciudad no hace mucho y no quiero que le pase lo mismo a este pueblo—Dijo inquieta la madre.
—Tienes razón, amor... Pero debemos estar listos, ya que estas tierras están en los ojos de varios villanos y no hay héroes que tengan el valor de enfrentarse a Dark Knigth.
—Nuestra familia es la única con poderes en esta capilla y somos los únicos héroes de este pueblo... Los demás héroes en otras ciudades están con sus propios problemas—menciono la madre angustiada.
—Hay héroes en esta capilla, bueno… Aunque no tengan poderes, ya que hacen el bien y se esfuerzan por ayudar a los demás para vivir, pero recuerda que debemos cuidarnos como familia.
En ese instante, el escenario cambia y Alister se encuentra ahora viendo a Isabella de pequeña jugar en el río con sus amigos alegremente.
El escenario cambió varias veces, mostrando a Isabella divertirse con sus amigos o pasando tiempo con los aldeanos y su familia.
Parecía ser que Isabella estaba muy contenta con el paisaje natural del su pueblo y sonreía todo el tiempo mientras cuidaba a su hermano pequeño de cinco años o a veces pasaba tiempo cuidando a su otro hermano recién nacido de un año.
El escenario cambia de nuevo y muestra a Isabella llevando a su hermano de cinco años hacia un campo en el bosque sin que sus padres se dieran cuenta de su ausencia.
—¿Adónde vamos hermanita? —preguntaba el hermanito de Isabella mientras ella lo llevaba de la mano.
—Solo vamos a pasear dentro del campo lleno de flores y te contaré un secreto—Decía Isabella sonriendo y al llegar le mostró a su hermano que ella era capaz de controlar las plantas y hacerlas crecer del suelo, al igual que sus padres y otros aldeanos.
Su hermano se sorprendió bastante e Isabella hacía crecer distintas flores y rosas del suelo para impresionar a su hermano, presumiendo de ello a la vez.
Nuevamente, el escenario cambia y esta vez muestra a Isabella cargando a su hermanito de un año.
—¡Hola hermanito! Soy tu bella hermana Isabella y de ahora en adelante yo me encargaré de cuidarte cuando mis padres no estén—Dijo Isabella acariciando la cabeza de su hermanito.
El escenario cambia y ahora muestra al padre de Isabella preparándose para una misión que parecía ser muy importante, tanto como para darles miedo.
—¡¿Por qué se van?! ¡Mamá! ¡Papá!... Por favor, quédense en casa con nosotros—suplicaba Isabella a sus padres por miedo de que les sucediera algo.
—No podemos, hija mía, pero prometo que jugaremos cuando regresemos—le dijo su madre para tranquilizarla, aunque ella temblaba demasiado.
—¡Dark Knigth ha sido visto en la ciudad de Ataraxia! ¡Debemos ir para ayudar de inmediato! —Exclamó el padre exaltado y asustado.
El escenario cambia y muestra a los padres de Isabella regresando a casa transportados en una camilla, teniendo muchos vendajes y llenos de sangre.
Los aldeanos hablaban entre ellos, mencionando que muchos héroes sin poderes habían escapado en batalla, dejando a los padres de Isabella a su suerte.
Isabella estaba rompiendo en llanto, pero su padre con las pocas fuerzas que tenía le dijo que no les tuviera rencor, ya que solamente estaban asustados.
—Esas personas no deberían ser héroes—dijo Isabella en voz baja, ignorando lo que le había dicho su padre., apretando los puños, completamente furiosa.
Nuevamente, el escenario cambia y muestra a los padres de Isabella ya completamente recuperados y a pesar de las heridas que tuvieron, su misión fue un éxito.
—Logramos ayudar en todo lo que pudimos cariño—dijo la madre sonriendo.
—Ya no podemos pelear como antes debido a nuestras heridas, pero ahora podemos dedicarles más tiempo a nuestros hijos—menciono el padre contento por la idea.
—Aun así, es una sorpresa... Jamás pensé que Dark Knigth sería quien nos salvaría de ese monstruo… Ahora me siento culpable por decir cosas malas sobre él todo este tiempo.
—Nos equivocamos con él... Todos lo hicimos, pero no entiendo por qué Crimson le guarda tanto rencor—decía el padre preguntándose los motivos de Crimson porque Dark Knigth ayudo bastante en la batalla.
Durante la batalla contra uno de los villanos más temibles de la historia, Crimson y su equipo en ese entonces se enfrentaban contra este ser, mientras que Dark knigth se dedicaba a salvar a cada ciudadano en peligro.
Fue la primera y última vez que se les vio a los dos trabajar juntos.
Isabella, quien escuchaba a escondidas, se sorprendió al escuchar lo que estaban diciendo sobre Dark Knigth y se sintió aliviada a la vez de feliz por saber que había alguien en este mundo que era capaz de defender a los demás sin correr o huir dejando a los demás a su suerte.
—Dark Knigth... Salvo a mis padres... puede que para el resto sea un villano, pero para mi justo ahora es un héroe—Pensó Isabella.
El escenario cambia y esta vez todo parecía ser un día normal en plena mañana, hasta que una limusina freno afuera de la casa de Isabella.
El conductor se baja de la limusina para abrir la puerta derecha del pasajero y de ahí sale un hombre vistiendo un traje de gala color negro, el cual al bajar pisa las flores que estaban en su paso con desprecio.
Isabella estaba jugando afuera con su hermano, cuando el hombre se acerca para hablarles.
—Hola niña, mucho gusto! ¡Me llamo Víctor Wintech!... ¿Están tus padres en casa? Necesito hablar de negocios con ellos ahora mismo—Decía Wintech mientras se acomoda la corbata.
Los padres de Isabella salen y le dicen a Isabella que se fuera junto con sus hermanos a su cuarto y que por nada salieran de ahí.
Sus padres dejan entrar a Wintech y lo llevan hasta la sala, pero Isabella decidió dejar a sus hermanos encerrados en su cuarto para bajar a escuchar a escondidas.
Los padres de Isabella solo estaban parados vigilando cada movimiento de Wintech.
—¿Qué es lo que quieres Wintech? —preguntó el padre enojado por la presencia de Wintech.
—¡Jajaja! ¿No tienes algo de cortesía? Solo vine para hacer negocios... eso es todo—Respondió Wintech mirando los alrededores de la sala.
—¿Negocios? ¿Qué es lo que quieres negociar? —Preguntó la madre sospechando lo que diría Wintech mientras este solo recorría la sala.
—¡Oh! Nada importante en realidad, solo Quiero tener sus tierras bajo mi nombre como mi propiedad—Respondió Wintech mientras se sentó en un sofá y saco un bolígrafo de su bolsillo con el cual comenzó dibujar garabatos en una hoja de papel en blanco que estaba sobre la mesa.
—¡Estás loco Jamás te daríamos nuestras tierras! ¡Nuestro pueblo y su gente jamás te aceptarían como su nuevo líder!—Exclamó el padre enojado e indignado.
—¡Ah cierto! También el pueblo entero... Lo quiero, pero no a su población—Dijo Wintech totalmente calmado.
—¿¡Cómo puedes llamar a esto, negocios!? —preguntó la madre enojada.
—Simple señora... ya que a cambio los dejaré irse sin que nada malo les pase, pero solo a su familia... Los demás simplemente quedarán enterrados en los nuevos edificios que construiré con mi nombre en ellos—Respondió Wintech como si fuera natural decir algo así.
—¡Está demente! ¡No traicionaremos a nuestro pueblo ni a su gente! —grito el padre.
—Me parece que es un buen negocio... Si no quieren pueden simplemente quedarse bajo tierra junto con todo su pueblo—Decía Wintech sonriendo mientras continuaba dibujando garabatos en la hoja de papel.
—¿Te parece divertido? ¡Serás imbécil! ¡Somos héroes y nunca dejaremos que alguien como tú se salga con la suya! —grito la madre furiosa.
Wintech frunce el ceño molestándose por los gritos y de inmediato deja de dibujar en la hoja de papel para centrar su mirada en ellos dos, lo que causo que se pusieran nerviosos, pues a pesar de su ira no debían hacerlo enojar de más ya que él era demasiado peligroso.
—Les doy la oportunidad de vivir y ayudarme para evitar tantos problemas y me dicen ¿no?, ustedes no saben nada de negocios y desaprovechar esta oportunidad de vida no es algo que haría cualquiera—dijo Wintech totalmente molesto y estresado por su respuesta.
—¡Nuestra respuesta seguirá siendo un no! —grito, el padre apuntó de golpear a Wintech, pero el guardaespaldas lo derriba fácilmente y su esposa se acerca para levantarlo preguntándole si se encontraba bien, a lo que él responde que no le había dolido.
—Por dios cuanta violencia... Veo que Las negociaciones fallaron—Dijo Wintech levantándose de su lugar y clavando con fuerza el bolígrafo en la hoja de papel, mira por la ventana de la sala y voltea para ver a los padres de Isabella.
Alister solo podía observar pensando que Wintech era más peligroso de lo que pensó y que tuvo suerte de que Red mist interfiriera en su conversación dentro de la exposición.
—Mi sueño es tener cada terreno, ciudad, propiedad y empresa en el mundo... De esa forma tendré como propiedad al planeta mismo... Todos sabrán de mí y me recordarán como la persona que lo posee todo—explico Wintech.
—Hay cosas que jamás tendrás… El dinero no puede comprar todo—dijo el padre
—Lo sé muy bien… Hay cosas difíciles de tener como el castillo de Crimson, pero hay otros métodos aparte del dinero... todo ser vivo siempre desea algo… Así son los negocios... Yo lo tendré todo como mío, con mi nombre grabado en todos lados—se defendió Wintech.
—El dinero es de tu familia... Los cuales en el pasado fueron héroes, ¿por qué tú no lo eres? —preguntó la madre.
—Mi estúpido apellido... como odio a los héroes...es cierto que mi riqueza vino en principio de mi tonto antepasado y por el hecho de llevar su apellido, pero él murió salvando al mundo en lugar de salvarse a sí mismo—Respondió Wintech.
—¿cómo puedes insultar a tu propia sangre Wintech? —preguntó el padre molesto.
—Él solo era un gran tonto, tantas riquezas y nunca las pudo gozar, pero yo no soy igual—Respondió Wintech.
—¡Eres una vergüenza para el apellido y la sangre que corre por tus venas! —grito la madre.
—Más bien...es una vergüenza para mí llevar el apellido y sangre del Héroe Legendario Excalibur... seré mejor que él y de esa forma demostraré que yo soy superior—menciono Wintech con una sonrisa en su rostro y entre risas.
Después de decir eso, Wintech salió de la casa hasta llegar a su limusina, pero Isabella lo siguió sin que él se diera cuenta y fue cuando ella pudo escuchar a Wintech hablar por teléfono con alguien.
—¿Hola? Soy yo, díganle a "Crazy Jack" que empiece con la limpieza—Decía Wintech por teléfono para después marcharse en su limusina.
Isabella, asustada decidió decirles a sus padres para pedirles que escaparan todos juntos, pero sus padres se negaron diciendo que se defenderán junto con su pueblo y que sería mejor evacuar a los niños y ancianos por la mañana.
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