Capítulo 35: Está... ¿embarazado?
#ÚltimoJuevesDeColores
Capis definitivos para el final: 2
―¿Agnus? Disculpá que te moleste a vos, pasa que Fabri se siente muy mal...
―¿Qué? ¡Ay, mi chiquito! ―chilla Agnus a través del teléfono―. ¿Qué le pasa?
―Tiene, tiene, está... ―No sé qué decir porque todos me están mirando y hablando, incluso muchas personas que no conozco, supongo que son amigos de Austin y Agnus. Pero me ponen nerviosa, más cuando Austin me hace gestos y señala su estómago―. Está... ¿embarazado?
―¡¿Embarazado?!
―¡No, le duele el estómago! Sí, eso, está muy adolorido y casi no se puede poner de pie, el pobre.
¿Es irónico que diga eso cuando Fabri está de pie y comiendo un helado de chocolate?
―Encima mamá no está para buscarlo ―dice angustiada―. ¿David está al tanto?
―¿Podés venir a buscarlo? David no sabe, todos están en reunión, incluso Blake. Estoy preocupadísima por él.
―Sí, sí, iré enseguida ―suelta y yo sonrío para luego levantar mi pulgar a Austin quien se relaja―. Ahora mismo salgo.
―¡Gracias, Agnus! Estaremos en el estacionamiento con él, no entres a la escuela porque a Fabri le da vergüenza que su hermana lo venga a buscar como a un niño.
Ella suelta una risa.
―Ay, este mocoso... Estaré allí ―dice antes de cortar.
―¿Embarazado, Matilda? ―cuestiona Fabricio a mi lado―. ¿En serio?
―Ay, bueno, es que todos me ponen nerviosa ―Le susurro. Luego le quito el helado y sigo comiéndolo yo―. ¿Quiénes son todos ellos?
―Sí, te convido mi helado... Eran compañeros del colegio y otros de la universidad de mi hermana ―Me responde―. La pelirroja y el rubio raro me parece que ya los has visto en el casamiento de Fran y Benja ―Asiento―. La de rasgos asiáticos que habla con Nicolás es Priscila.
Estoy viendo a cada amigo de Austin, hasta que la puerta se abre y reconozco muy bien esas siluetas con anteojos de sol y gorras.
―Ay, me muero. No puede ser... ¡No puede ser! ―Le agarro el brazo para hacerlo añicos―. Ma-Matías y Gis-Gisela acaban de-de llegar. Él está, muy li-lindo.
―Uh... Desconozco a mi hermana en su estado Matilda-Fangirl ―Julián le dice a Fabricio, pero no me importa―. ¡Helado!
Julián me arrebata el helado de chocolate de las manos.
―Fa-Fabri... ¿Tenés uno de tus caramelos?
―Oh, siempre los llevo conmigo gracias a ti ―responde y luego me entrega uno del bolsillo de su saco―. Tranquila, presidenta, no me obligues a llevarte a casa, no tengo demasiada fuerza.
―Yo no la pienso cargar ―avisa mi hermano.
―Voy a respirar, voy a tranquilizarme... Voy a simular que no los amo con todo el corazón y que no tengo ganas de ir a abrazarlos, sacarme fotos, darle un beso en la mejilla a Matías. Pero solo en la mejilla porque Gisela me golpearía. También voy a simular que mi casillero no está adornado con ellos y que tengo una mentalidad normal ―Respiro por fin―. Respirá, Matilda, respirá.
―Yo te dije... ―Julián le dice nuevamente a Fabri―. Bueno, ¿cuándo llega mi ex? Qué triste cuando tu ex se está por casar.
―¿De qué ex me hablas? ―pregunta Fabri.
―Tu hermana.
―Nunca fuiste novio de mi hermana ―refuta.
―Y vos no lo serás más de mi hermana si tienes tanta maldad en el corazón ―Niega con la cabeza―. Qué sos de Fiorella vos, ¿eh?
―Fiorella no tiene Maldad, Julián ―Le reprocha el vicepresidente.
―No corresponder a este corazón sincero de amor es tener maldad y con creces ―señala su pecho y Fabri vuelve a negar con la cabeza.
Sinceramente esta conversación no me importa, pero quiero concentrarme en algo que no sean Matías y Gisela. Si Florencia y Nadine estuviesen aquí, estarían locas y ya los hubiesen asustado. No, yo no puedo hacer eso. Aunque un par de fotos desde acá, no le hacen mal a nadie.
―¡Chicos, escuchen! ―exclama Austin―. Gracias a todos por venir, realmente. Esto... es muy importante para mí y me gusta que estén aquí conmigo. Bueno, ella está por llegar, así que yo voy yendo al auto... ¿o al baño? Juro que me haría en los pantalones ―dice notoriamente nervioso.
―Le creo ―Me susurra Fabri y río.
―Mentira, no puedo hacerme en los pantalones porque no sería agradable para nadie que un joven defecara en sus pantalones. ¿Quién podría pedir matrimonio así a su novia noviera? Todo se derrumbaría y...
―Austin, amigo, ve al auto ―dice Blake dándole palmaditas a su hombro―. Tranquilo, todo saldrá bien. Ella te ama, vos la amás y no hay nada que pueda cambiar eso. Espérala en tu auto y permítete estar feliz por esto.
―Eso haré, gracias ―Luego le da un abrazo y se dirige hacia su objetivo.
―Mi hermana se va a casar ―Me susurra Fabri y toma mi mano.
―Y seguirá siendo muy feliz. ¿Vamos? ―Tiro de él.
La idea es que estemos todos escondidos en donde sea para cuando ella diga el "sí" y salir a felicitar a la feliz pareja. Con Fabri y Julián nos quedamos detrás de un automóvil esperando a que Agnus hiciera acto de presencia. Los demás se fueron dividiendo en distintos lugares. Austin ocultó su automóvil en un lugar que ella no viera cuando llegue.
Entonces es cuando un auto se estaciona en uno de los aparcamientos y apenas un instante después sale Agnus mirando hacia todos lados ya que no ve a su hermano esperándola. Uno o dos minutos después toma su celular y el teléfono de Fabricio comienza a vibrar y luego el mío también. Ambos nos miramos y sonreímos.
―Detesto ser la tercera rueda de sus sonrisitas bobas ―gruñe Julián.
Acá es cuando todo comienza. Antes que nada, quiero aclarar que tengo miedo de que Austin la choque realmente, pues sale de su lugar y se dirige hacia ella manejando despacio, pero manejando en fin. El susto de Agnus ante el casi choque es increíble, más cuando Austin sale del auto con una sonrisa de oreja a oreja que contrasta con el rostro realmente enfadado de la novia.
Ella trata de empujarlo, pero sus intentos desvanecen cuando él le dice algo y la toma de las manos. Claramente Agnus no entiende, pero todo cambia cuando Austin se pone de rodillas. No sé qué le dice porque ella ríe y él también lo hace. Tal vez nunca sepamos sus palabras antes de que ella le diga ese sí, pero por sus rostros deben tener mucho significado. Ella lleva las manos a su cara y le pega en el hombro para luego tirarse a sus brazos asintiendo con la cabeza varias veces, incluso logrando que ambos caigan al suelo.
Ahí es cuando todos salimos de distintos lados y Agnus se emociona el doble, porque se nota por sus lágrimas y porque abraza a cada una de las personas que fueron a ver el momento. También está su madre y David contemplando algo alejados del grupo de amigos. Todo es tan emocionante que sería increíble que alguien esté filmando este momento, pero nadie lo está haciendo. Nadie lo hace porque creo que cada uno de los extras prefieren deleitarse de la escena que nos brindan los dos protagonistas. Porque no importa, porque no hace falta que nadie más recuerde este momento más que ellos dos que se están abrazando como nadie y que desde ahora se amarán como nunca antes.
Feliz miérrrcoleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeessssssss.
Me salí un ratito de todo el estudio paktualizar.
¿Alguien más está con exámenes?
¿Les gustó el capítulo?
Vayan preparando los pañueloooooooooooooooooooooooooosssssss
Los quiero konto2 el coraaaaaaaaaaaaaaaaaa
Se me portan bien y les dejo un gif muy tiernis...
IMPORTANTEEEE: YA PUBLIQUÉ LA HISTORIA DE IRIS Y BYRON. ESTÁ DISPONIBLE EN MIS OBRAS
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