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Capítulo 31: Ella es la verdadera chica del video.

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Los días siguientes van mejorando, aunque no puedo mentirles, no es fácil, para nada, sin embargo, esta situación se hace más llevadera cuando me refugio en Dios y las personas que más quiero. Durante los primeros días varios compañeros se me reían en la cara y me insultaban, pero había muchos más que me apoyaban con sus palabras. Incluso en un recreo, una de las porristas se me acercó y me obsequió un chocolate demostrándome que no había creído nada de que yo había engañado a Fabricio y que le parecía genial mi verdadera yo. Luego la situación fue cambiando y ya casi no me insultaban, y recalco el "casi", porque siempre hay personas que solo sirven para molestar, pareciera como si no tienen más propósitos en la vida que eso. David y todos los profesores me recibieron muy bien y mostrándome que iban a estar conmigo. Realmente me siento afortunada, porque ¿cuántas personas pasan por bullying y se encuentran sin ningún apoyo o se quedan callados? Eso me hubiese destruido por completo. Una persona, sola, con sus propias fuerzas no puede salir adelante frente a este tipo de situaciones, siempre necesitarán alguna clase de refugio, y con lo que viví ayer, me di cuenta de que eso es nada más ni nada menos que la verdad.

Desde el día del vídeo de Damián ya había pasado un mes. ¿Qué había sucedido con él? Debía pagar una gran, gran, muy grande suma de fianza, que por su puesto, su adinerado padre la pagó. No obstante, a raíz de los problemas que causó al honor de la familia, lo enviaron a un colegio internado para adolescentes con problemas de conducta en Uruguay. Justo un colegio así, exactamente lo que un chico como él odia. Damián estaba lejos y nosotros en paz.

Por otro lado, David prometió no dejarme fuera de mi cargo, así que estaba a punto de tener mi primera reunión con todo el centro de estudiantes. Estaba nerviosa, a pesar de que mi equipo es como mi familia. Así que deseé lavarme la cara con agua bien fría para despejarme un poco y por ende fui al baño. Me vi en el espejo, y a pesar de que estaba cansada y con ojeras por la cantidad de exámenes que tenemos en estos días, mis ojos reflejados en el espejo me transmitían paz y serenidad. Nunca me había visto tan cansada, pero con tanta tranquilidad encima; así debería haber sido siempre, pero así lo será desde que le prometí a Dios y a mí misma que jamás me avergonzaré de mi vida.

Cuando me seco con una de las toallas descartables, una chica de campera gris con la capucha puesta, ingresa y abre una de las canillas de agua para lavarse las manos. Me mira a través del espejo y parece haber visto a un fantasma, no entiendo por qué, aunque debe ser gracias a mi cara de zombie a raíz de no dormir, hasta que sin querer se cae la capucha y veo su cabello y el rostro completo. También es rubia, lleva el cabello de la misma forma que yo y por mostrarse tan asustada ante mí, lo siento en mi corazón, lo sé muy bien: ella es la verdadera chica del video.

―Vos... ―La rabia me crece.

Mira hacia todos los costados completamente asustada y hace el intento de huir, pero la detengo del codo cuando estaba a punto de salir del baño.

―¡Soltame! ―exclama.

―¡No, vos sos la del video! ―Le recrimino―. Sí, es así, sos vos.

―No sé de qué...

―No, no, no... no digás de qué video estás hablando porque todo el colegio ya se lo sabe de memoria, exactamente se sabe de memoria todo lo que hiciste con Damián ―La suelto de un tirón―. ¿Cómo pudiste hacerle so a una persona? ¿O es qué Damián te obligó? ¡Hablá!

―No lo nombres ―susurra y mira a los ojos, y aunque no quiero, su mirada me causa pena.

―¿Por qué? Ustedes al parecer eran muy amiguitos ―Cruzo de brazos.

―Se lo dirás a todos, ¿verdad? ―Trata de contener las lágrimas―. Desde, desde que vi ese video, ya no duermo, no como, no tengo paz.

Qué cara dura, ¡no puedo creerlo!

―Algo así como lo que me pasó a mí, ¿no? Pero claro, con la diferencia que yo no soy esa chica y no tendría por qué haber sufrido eso.

―Perdóname, por favor, perdóname. He vivido un infierno y siento que ya no tengo vuelta atrás. No merezco vivir, no tengo fuerzas, me desvanezco a cada minuto. Ya sé que no me vas a perdonar porque no deberías estar pasando por... ―Cuando intenta secarse una de las lágrimas, la manga de su campera se baja y veo su muñeca vendada. Eso es muy extraño, así que vuelvo a agarrarla, pero con más cuidado―. ¡¿Qué haces?! ―Se suelta de mi agarre y esto le provoca dolor.

―¿Te cortaste? ―inquiero.

―No, no, solo... me lastimé cocinando ―responde insegura, es obvio que miente y no lo hace bien, porque de mentiras yo sé muy bien.

―¿Intentaste suicidarte?

Aprieta sus labios mirando hacia sus pies, en ningún momento asiente, pero sus lágrimas y reacción me lo confirman. Sé que esta chica me hizo mucho mal, e incluso habrá quienes opinen que se merece esto y mucho más, pero me estruje el alma. No siento alegría ni nada por el estilo en este momento.

Justo entran otras chicas al baño.

―Vení conmigo ―Le digo y ella me sigue sin hablar. Vamos al patio, exactamente al fondo de este donde se encuentra el salón de música para que nadie pueda oírnos. Antes vigilo que realmente no haya ninguna persona y nos sentamos las dos―. Contame que pasó ―ordeno.

―Se lo dirás a todos...

―No me conocés para nada. Contame la verdad ahora mismo ―Le vuelvo a ordenar y ella asiente.

―Hace tres meses conocí a Da... mián. Me había sorprendido que él se fijara en mí, ya que nadie más suele hacerlo, pero él era muy dulce conmigo. Me llamaba y me enviaba mensajes también, y aunque casi no me hablaba en el colegio, me invitaba mucho a salir. Hasta que él, él se acostó conmigo ―cuenta en un sollozo―. Fue lindo en su memento porque pensé que me quería y estaba feliz de que él haya sido el primer chico en mi vida, pero luego cambió, ya ni siquiera me llamaba y si hablaba conmigo solo era para acostarse. Hasta que un día me pidió que yo fuera su novia. No te imaginás lo feliz que estaba, pero me prometió que lo haría público si le hacía un favor.

―Filmar ese video, ¿no?

―Sí ―Se quiebra y sigue llorando―. Eso es lo peor que me pasó en la vida. Él me dijo que vos eras una mala persona que solo buscaba sacarlo de su cargo y que en realidad se había defendido de Fabricio, y como él es el hijo del director, lo expulsaron. Me dio mucha rabia que a mi novio le hagan eso, así que accedí y él nos filmó mientras teníamos sexo, pero esa vez fue muy feo y bruto. Cortó conmigo al día siguiente diciéndome que ya no le hacía falta, que era una aburrida en todos los aspectos y que no lo buscara más ―Sus labios tiemblan al hablarme.

―Es un... ―Niego con la cabeza, siento tanta empatía hacia ella que hasta tengo ganas de llorar por lo que siente. Si Fabri llegara a hacerme algo así sería horrible.

―El día que salió el video pensé que todos iban a reconocerme. Casi muero al verlo escondida en el cuarto de limpieza. Lloré mares y no quería salir para que todos comenzaran a burlarse de mí y no de vos, pero cuando lo hice, la escuela era un caos total, pero eran de vos de quién hablaban. Y era obvio, ¿cómo reconocerían a alguien que siempre ignoraron? Lo mismo me sentí muerta, usada, sucia. Quería hablarte, pero no me animaba, no soy valiente, soy una completa inútil y tonta. Por eso no tengo amigos y por eso mis padres me obligan a estudiar tanto, porque sin eso ni futuro tengo, ellos son muy exigentes conmigo, noto que no me quieren lo suficiente.

―¿Cómo, cómo te llamás? ―pregunto.

―Lorena.

―No te odio, no quiero vengarme, pero te juro que siento tu dolor como mío; yo también sentía morirme a medida que lo veía encerrada en uno de los cubículos del baño. También no comí, no dormía, me sentía completamente en el fondo.

―No, vos no me entendés, yo no tengo a nadie. Vi cómo te quieren, solo unos pocos no lo hacen porque son unos envidiosos o cosas así, pero yo estoy vacía, rota. Mis padres me odiarán y terminaré en la calle.

―No entiendo, ¿por qué...?

―Estoy embarazada.

Me quedé sin palabras. Literalmente no supe qué decirle. No tiene amigos, según ella ni padres que la quieran, y el primer chico que se interesó en ella, la engañó y la dejó embarazada. ¿Qué puedo decirle yo al respecto? Pero me doy cuenta que podría haber sido yo la que esté esperando un bebé. No quiero ni imaginarlo.

―¿Estás segura?

―Sí, hace una semana que tendría que haberme llegado el periodo y no lo hizo, compré una prueba de embarazo y dio positivo. Me corté después de eso, y estaba tan desesperada que lo hice mal y justo tocaron la puerta de mi habitación para que bajara a cenar. Me prometí terminar lo que empecé. Fue ayer.

Negué con la cabeza cubriendo mi rostro. No podía permitir que una chica tan joven se quite la vida por el estúpido de Damián. No iba a permitir jamás que algo así sucediera. Verla a Lorena era como verme a mí los primeros días después del vídeo. No solo porque físicamente teníamos similitudes, sino porque ambas fuimos víctimas cuando no lo merecíamos. ¿Rencor? ¿Resentimiento? Los desconocía por completo y estoy segura que no iban a volver a asomarse como cuando la descubrí en el baño.

―No, vos no vas a terminar nada. Él no vale tu vida, así que vas a levantarte y vas a luchar por vos y ese bebé que crece dentro ―expongo.

―Pero no lo quiero, ese bebé no se merece una madre como yo, pero no me imagino abortarlo. ¡No tengo a nadie, no sé qué hacer!

―Capaz que no te entienda y no pueda sentir el dolor que vivís bajo tu piel, pero en algo estás equivocada: ya no estás sola.

―¿Qué estás diciendo? ―inquiere con desconfianza.

―Soy Matilda Garzón, tu primera de muchas amigas ―Le tiendo mi mano.

―¿Por qué haces esto? ―Me pregunta con ojos llorosos, pero no la acepta.

―¿Por qué no debería hacerlo? No me importa lo que hayas hecho y espero que no se vuelva a mencionar. También despreocúpate totalmente que no lo voy a divulgar, aunque mis amigos se darán cuenta ―Se asusta abriendo sus ojos―. Lore, es inevitable, pero ellos nunca, pero nunca van a decir nada.

―No lo merezco ―Niega con la cabeza.

―Quien no se merece nada es Damián, vos sí, así que basta de una vez por todas porque no tengo mucha paciencia. Perdón, perdón ―Logro sacarle apenas una sonrisa―. Ya no vas a estar sola, juro que no voy a dejarte. Pero primero, tenemos que ir al hospital para ver si realmente estás embarazada.

Entonces acepta mi mano. 


¿Qué opinan de Lore?

¿Le tienen rencor?

¿Por qué?

Espero que hayan disfrutado de este maratón y no se olviden de vtar y comentar el capi anterior también.

GRACIAS POR TODOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO


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