Capítulo 21: Y después ya no recuerdo nada.
Sorry por el final de este capítulo...
#ElQueAvisaNoTraiciona
―Bueno, ahora que oficialmente estamos juntos gracias a tu insistencia ―Matilda me enarca una ceja―, creo que deberíamos establecer un par de reglas.
Me mira extrañada y seguro que con ganas de golpearme, o darme un beso si de buena suerte se trata, pero me inclino hacia la opción más realista, así que seguro quiere golpearme.
―¿Reglas para qué? ―pregunta y los dos entramos al auto, ya que debo llevarla a casa.
―Bueno, no reglas, se podrían llamar ¿pautas?
―Pautas es un sinónimo de reglas, Fabricio. ¿Y en qué consistirían esas supuestas pautas en caso de que yo las acepte? ―Vuelve a preguntar.
―Son inofensivas, como por ejemplo: poder tomarte de la mano en los pasillos, ir al cine los jueves si no hay tareas al día siguiente; no olvides lo aplicado que soy en la escuela. Hice todo un cronograma de actividades que...
―¿Desde cuándo tenés listo ese cronograma? ―inquiere achinando sus ojos.
―No es que lo tenga desde el año pasado... a mitad de año ―carraspeo―. Okay, sí, lo tengo desde la mitad del año pasado. Pero en mi defensa yo sabía que te ibas a volver a enamorar de mí.
―Estás loco ―Niega riendo.
―Creo que siempre lo estuve y más por una rubia con complejo de líder ―afirmo.
Minutos más tarde estaciono en su casa y le abro la puerta del copiloto. Tengo el privilegio de caminar junto a ella con nuestros dedos entrelazados hasta la entrada. La felicidad que tengo es inexplicable.
―Si yo tengo complejo de líder, vos lo tenés del típico chico solitario y algo raro. De igual manera, debo confesar que me gusta ―sisea.
―Eres consciente de que necesito un caramelo en este preciso instante, ¿no? Le gusto a Matilda Garzón... ¡Mi novia es Matilda Garzón! Wow, si tuviera más amigos que Julián, sería la envidia de ellos, pero él es tu hermano así que no cuenta, claramente.
―Y mi... novio es Fabricio Clas. Juré que jamás volvería a hablar con vos, qué irónico todo ―Mientras ella está algo ida pensando la situación me acerco a abrazarla, ahora que tengo la libertad de hacerlo. Al principio se tensa un poco, pero sede unos segundos después aferrándose a mí.
Mi primera novia, mi primer amor... técnicamente mi primer beso. Ella también fue la primera persona ajena a mi familia que comenzó a gustarle mi arte; esta chica se está transformando en demasiadas cosas para solo dieciocho años vividos. ¿Hay forma de hacerle saber todo lo que siente mi corazón por el suyo? ¿Hay alguna manera de querer más de lo que yo la quiero?
―No vas a lastimarme de nuevo, ¿no? ―susurra entre mis brazos―. Si lo hacés te perdonaría, pero ya no formarías parte de mi vida nunca más.
Me separo de ella y la miro directo a sus ojos, que contrastan de manera abismal con lo oscuro de los míos.
Cuando aceptó ser mi novia mediante un beso, sentí que iba a desmayarme de felicidad, literalmente. Incluso me descompensé un poco, pero sus manos sosteniendo mi rostro fueron como un cable a tierra que me dejó conectado a su mirada, al instante en donde un nuevo comienzo nos estaba esperando.
―Somos muy jóvenes, es obvio que en algún momento voy a lastimarte y que tú me lastimarás. Las cosas a veces serán hermosas y en otras atravesaremos crisis, pero ahí estará el cariño que nos tenemos y que tan cerca de Dios estamos. Un cordón de tres dobleces; ese es el noviazgo para mí.
―Sos... increíble ―Me abraza de nuevo y feliz la atraigo a mí. Algo como esto es lo que quiero toda mi vida―. No creo que alguna vez pueda olvidarte, ni aunque me lo propusiera.
―Ni se te ocurra, no sé qué sería de mi vida si lo haces...
No obstante, debemos separarnos porque alguien abre la puerta de la casa, y aparece nada más ni nada menos que Julián en pijamas, con sus ojos llorosos y sosteniendo un pañuelo en la nariz.
―¡Qué bueno que estén juntos! ―Solloza―. ¡Yo no tengo la misma suerte!
―¿Estás... bien?
―¡¿Acaso me veo bien?! ―exclama histérico―. ¡Esto es culpa de tu amiguita la buenita!
―Julián, hermano, entremos ―le digo para tranquilizarlo.
Tomamos asiento en los sillones de la sala de estar. Julián nuevamente se restriega la nariz con el pañuelo y nos mira.
―¿Ya se besaron? Pará, es algo perturbador, mejor no contestés ―gruñe.
―Juli, sabés que te quiero, no podés estar así. Si Fiore es la chica para vos, capaz que todavía no es el tiempo indicado ―Mati acaricia su cabello y saca una pelusa de él ―. ¿No quieres un baño?
―No quiero volver a tomar nunca más un mísero café... jamás, en toda mi vida ―dice.
―Tranquilo, amigo, no tomes decisiones apresuradas. No le hagas saber que estás dolido por su rechazo; mañana mismo ve a pedirle otro café para llevar y trátala con normalidad, que no se dé cuenta de nada.
―Mosquita muerta.
―¡Julián! ―chilla Matilda defendiendo a su amiga.
―Está bien. Ahora solo quiero dormir ―anuncia.
Sin decir más, se levanta y se dirige a su habitación sin mirarnos.
―La última vez que lo vi de esa forma, fue cuando teníamos ocho años y le rompí un robot; lloró y no me habló en una semana ―Le cuento a Matilda.
―Ya se le pasará, es enamoradizo, capaz que es solo un capricho gracias al rechazo ―Ella encoje de hombros.
―No sé, esta vez me parece diferente, pero espero que se recomponga ―mascullo.
―¿Cuánto te vas a quedar con nosotros? ―Le pregunto a Byron cuando finaliza la clase de Arte y la mayoría de alumnos ya se retiraron.
―Creo que finalizo el año escolar y me retiro oficialmente; la enseñanza definitivamente no es lo mío. Soy más como un amigo, no me gusta eso de dar tantas órdenes.
―Me recuerdas demasiado a Artser ―expongo en seco.
Byron se vuelve pálido y comienza a toser. Siempre le pasa lo mismo cada vez que le hablo sobre mi artista favorito. No hay manera de que pueda negarlo, Byron es él, y por más que busque la respuesta a por qué quiere dejarlo atrás, no entiendo.
―Eh, ¿sí? Vaya...
―Eres el mejor profesor que he tenido ―le sonrío y lucho con todas mis fuerzas para no pedirle un autógrafo, sacarme una foto con él y coleccionar cada hoja que toca. ¿Así se sentirá Matilda con los amigos de mi hermana?
―¿Me parece a mí u hoy estás demasiado feliz? ―indaga sonriendo.
En ese momento Matilda me sonríe y sale de la clase con sus amigas.
―Es mi novia ―respondo.
―¿En serio? Con razón esa cara de feliz cumpleaños ―suelta a la vez que guarda sus cosas―, me encantaría poder decir lo mismo por mi lado ―Su rostro denota una auténtica pena.
―¿Las cosas con Iris no van bien? ―curioseo.
―Algo así, por momentos está todo bien y por otros no. Hoy no sé cómo están, por ejemplo.
―Ella es bastante especial, lo que le pasó es difícil ―expongo.
―Lo sé, por eso tengo paciencia; ella lo vale, pero a veces creo que lo nuestro no tiene un futuro, sin embargo, me encantaría equivocarme ―responde―. Pero bueno, cambiemos de tema, ¿cómo estás con los planes para la universidad?
―Seré científico.
Se hace un silencio y a los segundos rompemos a reír.
―Seguro, tu sueño de toda la vida ―Resopla.
―No sé dónde aplicar exactamente, esperaba que me ayudes con esto... si no es mucha molestia, claro ―le digo.
―No es ninguna molestia, mañana si quieres nos juntamos a ver ese tema, la UIA tiene un excelente programa, pero veremos otras opciones si quieres ―aconseja.
―¡Perfecto! Tengo reunión en el centro de estudiantes, así que hablamos después. ¡Adiós! ―Me despido.
―¡Suerte!
Comienzo a casi trotar y no me doy cuenta que me estampo contra una persona que resulta ser mi cuñada. Wow... qué extraño y genial llamarla de esta manera.
―¡Perdón! Ah, Fabri sos vos ―dice Iris.
―Perdóname a mí. ¿Buscas a los chicos? ―pregunto, ya que me parece extraño verla aquí.
―No exactamente. La clase de Byron es esa, ¿no? ―Señala de donde hace unos instantes salí.
―Lo es ―respondo―. Debo irme, así que nos vemos.
―Claro, yo también ―Me sonríe y camina apresurada hacia el encuentro con mi profesor. Al parecer las cosas pueden mejorar un poco para él.
Casi llego tarde. Matilda estaba por empezar y suspiró de alivio al verme, así que fui directo a sentarme a su lado. No sé si me tranquilizó o alarmó el hecho de que Damián no estaba presente entre nosotros, de hecho, ahora que lo pensaba con detenimiento, no ha estado molestándonos tanto que digamos, solo se dedicaba a mirarnos mal con sus amigos por los pasillos, y esas clases de cosas tontas. No obstante, tenía un mal presentimiento sobre todo esto, al igual que Matilda, por eso procurábamos estar atentos a cada uno de sus movimientos.
Cuando terminó la reunión me quedé esperando a Mati para llevarla a casa, ya que nuevamente mi mamá me había prestado el auto; cosas buenas de estar creciendo. En el trayecto hablamos sobre unas ideas que teníamos para hacer una campaña contra el Bullying en la escuela. En la nuestra hubo muy pocos casos gracias a que mi padrastro es exigente y repetitivo con el tema; no deja pasar más de una advertencia y castigar al agresor como es debido. No obstante, convivimos e interactuamos fuera de la escuela... y ahí no hay ningún David.
La dejé en casa y fui directo hacia la mía. Nunca creí que sería el protagonista de uno de los tristes episodios que hablábamos con ella hace unos instantes, y el encontrarme en esta penosa situación. Porque salí del auto y cuando lo aseguré, tres chicos se me aparecieron en el camino: al primero que reconocí fue a Damián. Sería mentira si dijera que no sentí un miedo profundo, no sé pelear, no me gusta. Imaginé lo peor, sentí terror y que mi corazón se detenía gracias a un escalofrío.
―Vimos que tu mami y tu papi acaban de salir. ¿Quién puede ayudarte ahora, pintorcito?
Luego de eso sentí un fuerte dolor seguido de otro y otro... y después ya no recuerdo nada.
Me da cosita poner un gif o chistezzillos graciosos teniendo en cuenta el final de este capítulo :S
Les cuento que esta no es exactamente el "conflicto" de la historia, pero si lo desencadena... y no es para nada lindo, de hecho es bastante incómodo, porque pasa y bastante. Nadie DE LAS NUEVAS acertó hasta ahora y espero que nadie lo haga jajajaj no se preocupen que no hay asesinatos, violaciones, secuestros ni nada de eso. ¡Kiorror!
Bueno, espero que les haya gustado el capi dentro de todo y espero publicar este findeeeeee.
Ayyyyyy, necesito un gifffff, pero pobre Fabri :(
bueno, fueeee...
Siganme loz buenozzzzzzz
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro