Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 14: ¿Amigo?

Cuando pensaba que Damián no podía ser más repugnante, se encarga de superarse a sí mismo y con creces. Cuando vi a Matilda claramente nerviosa, al hablar con el capitán de natación, no dudé un segundo en ir a defenderla. ¿Cómo puede ser que existan chicos tan machistas y ególatras como él? O lo más absurdo de todo: ¿cómo es que sigue atrayendo a chicas de esa forma? ¿No se dan cuenta que él solo quiere divertirse y filmar vídeos con ellas? ¿Acaso son masoquistas o no piensan en sí mismas? Sigo sin creer que haya chicas que piensan que el chico malo es la mejor opción, pero bueno, son sus vidas. Lo que me calma de manera abismal, es que Matilda no se dejó seducir por su falsedad y confió en mí al decirle que se alejara de Damián, por más que literalmente haya pasado más tiempo con él que conmigo.

Aunque las cosas no estén bien entre nosotros, aunque sea el causante de lastimarla una vez más, esta vez será diferente. No desistí ni voy a hacerlo, porque estoy enamorado de ella y sé que somos el uno para el otro, aunque lamento haberlo entendido por las malas. Mis inseguridades opacaban todo lo bueno que hay en mí. Es un error que cometemos todas las personas al compararnos, porque yo no soy mejor que mi prójimo, ni mi prójimo mejor que yo. Cada vez que me comparaba con Matilda, lo hacía con mis inseguridades e imperfecciones típicas que todos tenemos. No lo hacía con mi verdadera personalidad, mi forma de entenderla por completo o con todo el amor que le puedo dar.

―Las cosas podrían haber sido muy diferentes, ahora lo siento por lo que te sucederá ―Escucho decir a Damián.

Me hierve la sangre de solo oír sus horrendas amenazas, es completamente repugnante, así que no dudo en contestar:

―A Matilda no le sucederá nada y eso lo sabes muy bien, así que tú y tus amenazas están demás.

―Fabri, no vale la pena ―suelta Matilda tocando mi brazo y con su voz algo asustada.

―¿Ahora el pintor tiene agallas? ―Escobar ríe teatralmente―. ¿Me parece a mí o querés pasarla mal?

―No te tengo miedo, Damián. No eres más que puras amenazas y ego, alguien como tú no me asusta, solo me da lástima ―expongo y no tengo idea de dónde me sale tanta valentía.

En realidad, es todo lo contrario, me estoy muriendo del miedo, pero pongo todo de mí para que nadie se dé cuenta. En serio, yo jamás peleé con nadie que no sea mi hermana Agnus por quién agarraba antes la bolsa de papas fritas cuando mamá llegaba del supermercado. Discúlpenme, pero creo que es entendible que esté aterrorizado. ¿Dónde está Julián cuando se lo necesita?

Su rostro emana furia y estoy seguro que quiere lanzarse a mí para destruirme. Sin embargo, vuelve a reír de una manera retorcida.

―Quiero verte solo, a ver si tus puños dicen lo mismo que tus palabritas ―dice Damián.

―Vamos, Fabri, no importa ―insiste Matilda.

―¿Te tiene que defender una chica? ―Él se burla―. Los que nos diferencia es que...

―Lo que nos diferencia, es que yo pienso con el cerebro y tú con los músculos repletos de químicos ―Le interrumpo y se pone rojo de furia.

En serio, ¿por qué no cierro la boca?

―¡Entonces vamos a ver cómo...! ―Está a punto de abalanzarse contra mí, pero una conocida voz lo interrumpe, para mi bien.

―¿Qué está sucediendo acá? ―espeta el director David.

O mi padrastro.

―Nada ―responde el Escobar... o el patrón del mal.

―Amenazaba a Matilda ―confieso.

―Es verdad ―acota ella.

―A mi dirección, ahora ―ordena David.

Comenzamos a caminar a regañadientes detrás del director. Damián expulsa odio a través de sus ojos y cuando pasa a mi lado susurra un "Te salvaste por ahora, hijito del director". Creo que estaría bueno usar mis ahorros y tratar de conseguirme un par de guarda espaldas por un tiempo.

―Explíquenme qué sucede ahora mismo. No permito esta clase de peleas y menos entre ustedes tres, que están dentro del concejo estudiantil. ¿Qué sucede? ―pregunta David.

―Así por las claras: Damián no me deja en paz. No entiende que no quiero salir con él y me persigue todo el tiempo, ya no sé qué hacer. Fabricio solo me defendió y usted sabe muy bien que él es incapaz de pelear solo porque sí ―explica Matilda.

―Damián, ¿eso es verdad? ―interroga David con un tono de voz bastante enojado.

―Disculpe, la verdad es que estaba celoso de que quiera a Fabricio y no controlé mis sentimientos. Sé que está muy mal de mi parte, así que les pido por favor que me perdonen ―Mira hacia la presidenta y a mí―, ya no seré una molestia entre ustedes. Lo prometo.

No soy de juzgar a las personas y jamás lo seré, pero estoy seguro que sus palabras no son sinceras, en lo absoluto. Puedo afirmar que Santa es más real a comparación de lo que acaba de prometer.

―Te perdonamos ―respondemos al unísono y ambos nos miramos. Por la mirada que me lanza Matilda, estoy seguro que ella también desconfía al igual que yo por esta situación, y no es para menos.

―Damián, tenés que respetar y saber que un "no" por parte de las mujeres es un "no", te guste o no. No voy a tolerar esa clase de comportamiento en mi institución ―Mira a Escobar y luego a nosotros―. Y ustedes: no pueden arreglar las cosas por sí mismos, por algo está el cuerpo de profesores, psicólogos e incluso yo. Si pasan de nuevo por esto, quiero que me avisen de inmediato.

―Sí, director ―respondemos.

―A la próxima advertencia tendrás una sanción y hasta puedo expulsarte del equipo de natación ―Le advierte a Damián ―. Pueden ir a casa.

Damián salió disparando sin decirnos ni una sola palabra, pero si me miró con una rabia casi incontenible.

―Acompañaré a Matilda hasta su casa ―Le aviso a David. No es mi padre, pero es mi imagen paterna y a quien le debo respeto y admiración por como cuida de mi madre y de nosotros.

―Le avisaré a tu madre ―Me sonríe―. Por favor, tengan cuidado y en serio me avisan si pasa algo.

Damián, lo único que nos dejó son bastantes interrogantes, fue exactamente la mirada que me dedicó antes de irse. Sentí que las cosas no se habían acabado en esas mediocres disculpas. Me di cuenta que debía cuidar a Matilda como nunca y debía cuidarme también a mí mismo.

Caminamos algunas cuadras sin decir nada, al igual que en los días anteriores. Desde que ignoré a Matilda al día siguiente de haberme desmayado, esto pasaba entre nosotros. Era como estar con ella, pero sentirla ausente. Durante esos días me dijo varias veces que me alejara de ella, pero no puedo. Esta era la única oportunidad que tenía para emendar mis errores e iba aprovechar cada minuto de ella. Así que no me importaba que Matilda no me dirigiera la palabra mientras caminamos, solo me interesa que se acostumbre tanto a mi presencia que termine extrañándome en la ausencia.

Llegamos al pequeño jardín que está frente a su casa siendo consciente que debemos hablar de lo sucedido en la escuela, y por mi suerte ella también lo pensó y fue la primera de los dos...

―Gracias por defenderme ―dijo sosteniendo la puertita de rejas blancas.

―Por eso ni te preocupes, te estaba acosando y tratando mal, lo hubiera hecho s se trataba de cualquier chica ―Le respondo tratando de contenerme al recordar a Damián―. Además, no eres cualquier chica para mí, tengo que defenderte más aún.

―No digás esas cosas ―sisea cabizbaja.

―Pero no es nada más que la verdad ―aclaro apoyándome a su lado.

―¡Pero no las quiero saber! ―exclama.

―Y yo me muero por decirlas así que no me vas a convencer para que calle lo que siento por ti ―Me acerco a ella.

―Me desesperás, Fabricio. Te juro que no entiendo por qué hacés esto. ¿Qué querés? ¿Qué de la nada te corresponda y olvide todo lo que pasó? ―Me recrimina.

―Tienes toda la razón del mundo, pero quiero enmendar mi error. Quiero que volvamos a comenzar ―La miro directo a esos ojos hermosos que me envuelven por completo.

―Sos. exasperante, ¿sabías?

―Creo que últimamente sí ―Le sonrío.

―Si querés comenzar de nuevo, quiero que seas mi amigo ―dice seria.

―¿Amigo? ―Le enarco una ceja.

―Eso y nada más. No quiero que te comportes como mi novio...

―Por el momento ―La interrumpo.

―¡Clas! No quiero que me tirés palos todo el tiempo como lo hacés. Quiero que seas un amigo para que pueda aprender a confiar en vos. Saber si tengo que darte espacio en mi corazón para que seas o no algo más.

―Entiendo...

―Te confieso que estoy sintiendo cosas por vos y es desesperante porque no quiero sentir nada de nada. Es muy frustrante irme a dormir y en lo último que piense sean en tus ojos mirándome. Es estúpido emocionarme por saber que al día siguientes estás acá esperándome en mi puerta. No quiero hacerme daño ―susurra la última parte, pero escucho a la perfección.

Es tan difícil no querer abrazarla ni darle un beso cuando dice ese tipo de cosas. Y estoy seguro que ella no es consciente de lo que hace.

―Quieres alejarme para que yo no te haga daño y te lo haces tú misma al no aceptarme.

―Ya sé, por eso quiero que vayamos despacio. Si no aceptás mi propuesta, acá se termina la conversación y podés seguir por tu lado dejándome tranquila de una vez por todas.

―Está bien, será a tu manera, pero ya sabes mis propósitos con nosotros dos. Es solo cuestión de tiempo para que estemos juntos.

―Basta de palos e indirectas ―ordena.

―Okay, amiga... está bien.

Sonríe negando con la cabeza, pero luego me mira algo preocupada.

―Sé que el cambio de tema es algo brusco, pero lo tengo atorado en mi garganta y necesito decirlo ―expresa.

―¿Qué cosa? ―pregunto con bastante curiosidad.

―No confío para nada en Damián, y llámame loca, pero sé que está tramando algo contra mí y no me gusta para nada ―Pasa las manos por su rostro.

―Tengo la misma sensación, pero no te preocupes, no te pasará nada malo. Él no puede hacerte nada y no dejaremos que te suceda nada ―Me tomo el atrevimiento de sostener su rostro con mis manos. Gracias a Dios que ella no me aparta.

―Confieso que tengo algo de miedo ―expresa.

―Todo saldrá bien, Matilda, ya lo verás porque no estás sola.

Buen marteeeeeesss!!!

Cómo están hoy? 7u7

Las extrañé mucho weeeyyyyy, pero vieron esos días de hiper vaguedad de no querer hacer nada? (yo toda la vida, okno) Bueno, los tuve hasta hoy jajajaja. Así que por fin me senté a escribir el capi.

Les gustó?

Ustedes tampoco confían en don Damián, no? (pos sho tampokoh)

Aprovecho este mini espacio para decirles que si ustedes están pasando por algo similar al acoso o bullying, NUNCA se callen, no importa las amenazas, NO IMPORTAN. Levanten su voz y díganles a sus profesores, psicólogos de la escuela, directores, sus padres, abuelos, hermanos, a todo el mundo. Porque esa es la única forma de combatir esto tan horrible que nadie se lo merece. Se los dio por experiencia.

Que tengan un hermoso díaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.

Gracias por todo, y si les gustó el capi, no olviden de comentar votar y compartir, que me hiper ayudan.

Los quiero muchito cual Fabri al caramelito (?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro