Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO XIX: ¿ESTÁN LISTOS?

Hacer que un Duque del Infierno de corazón noble y con humanidad, junto a un Principado ángel bastante rebelde dominaran sus poderes, aunque no hubiese sido de una buena forma cargada de paciencia, sonaba sencillo cuando sabías lo que estabas haciendo, pero era aún más sencillo cuando te sentías poderosa y determinada enseñando a dos seres que se podrían decir que por de la especie que son, casi divinidades, eran más poderosos que ella, al fin y al cabo estábamos hablando de un par bastante extraño y extraordinario, no todos los días te encuentras con un ángel, al que le valen hectáreas de jardín del Edén, seguir las normas o un demonio demasiado simpático y santurrón (o en este caso ambos), además te traten de buena manera o no tengan intención alguna de asesinarte; pero para ellos tampoco resultaba normal una cazadora de monstruos y sombras fuese quien los ayudase a despertar sus poderes, sin embargo Nessa aún no había resuelto un problema: ¿Si por cosas y azares del destino tuviesen que enfrentarse a otros seres?, si bien podrían usar sus poderes y aniquilar a la mayoría, pero en caso de no tener oportunidad o estar involucrados en un combate uno contra uno o que tuviesen que enfrentar a alguien que fuese inmune a sus poderes... ¿Qué harían?, no podrían depender solo de ella para salir con vida en caso de enfrentarse a algo así en los profundos bosques de Escocia, por eso debían tener un arma y Ramsey se lo había dejado muy claro a ella cuando la entrenó.

-Ramsey-. Susurró ella mientras tomaban un pequeño descanso frente a las orillas del lago Coruisk, lo echaba de menos, a pesar de que tenía dos nuevos amigos ninguno la hacía sentir de igual forma que lo hacía Ramsey, oyó pasos detrás de ella, era Zowie que buscaba algún pretexto para acercarse a ella.

-¿Estás bien?-. Le preguntó mientras se sentaba junto a ella en la orilla, algunos Kelpies comenzaban a hacer acto de presencia a unos pocos metros de ellos, Mercy los observaba desde lejos sin decir palabra alguna.

-Si, solo extrañaba a un buen amigo-. Sonrió al imaginar el rostro de Ramsey y esa última vez que lo vio, cuando la abrazó por la espalda y le depositó un beso en la cabeza, le había dicho que la quería y ella había respondido igualmente, al recordar eso se puso un poco triste, sintió la mano de Zowie en el hombro dándole ánimos y sonrió ante ese pequeño gesto.

-Oigan, miren justo frente a ustedes-. Les avisó Mercy ya que un remolino de tamaño pequeño comenzaba a aumentar hasta que frente a ellos una gran figura verde similar a algas marinas con forma de caballito de mar salió del agua con tanta fuerza, que salpicó a Zowie quien fue el único que no alcanzó a cubrirse, eso provocó una risa en Nessa y Zowie se perdió en su sonrisa, hasta que el sonido del Kelpie lo hizo volver a la realidad. -Increíbles, ¿Qué son?-.

-Kelpies, criaturas hermosas, mágicas y tradicionales de este país, la más reconocida es el Monstruo del Lago Ness-. Le respondió Nessa mientras acariciaba al Kelpie, cosa que era extraña ya que los Kelpies tienen la costumbre de atraer a viajeros para que los monten y luego cuando están en el fondo del mar los devora; ante la mención del Lago Ness ambos voltearon a verla con una ceja arqueada y Nessa simplemente alzó los hombros, no sería la primera vez que escucharía algo referente al lago y a su nombre. -Necesito que hagas algo por mí, ve a la cuidad de Inverness, busca a Ramsey y dale un mensaje de mi parte-. 

-¿Ellos te  entienden?-. Le preguntó Zowie viéndola sorprendido y ella asintió, Nessa no solo podía hablar con los Kelpies, tenía la capacidad de hablar y comprender a todos los animales fuesen mágicos o no, el Kelpie asintió y con un giro hacia atrás se sumergió de nuevo en el agua mojando otra vez a Zowie.-Ahg, ¡¿Es una broma?!-. Se quejó él mientras invocaba hielo para secarse como lo había hecho la primera vez que el Kelpie lo mojó, Nessa y Mercy reían con ganas y de nuevo Zowie se perdió en la hermosa sonrisa de ella, esa chica tenía algo que lo atraía mucho, mucho no, demasiado y Mercy lo sospechaba.

-Creo que ya tienes un admirador -. Se burló Mercy mientras sacudía su cabello rojizo antes de ponerse sus lentes sol, se veía tremendamente divino y aún más con el sol cayendo sobre él, tenía la camisa brevemente abierta por el calor, retomaron su rumbo hacía quién sabe dónde, mientras hacían el recorrido de la cueva hasta llegar a este lago en la Isla de Sky, Nessa les había contado la situación que tenía con su padre, cómo había aprendido todo y ellos accedieron a ayudarla, en especial Zowie que estaba exageradamente feliz.  -Un momento, ¿Se fue?-.

-Si, así sin más y ahora resulta que mi padre se fue tras él y bueno, yo voy por las mismas, solo que con otro propósito-. 

-Lo encontraremos, estoy seguro-. La animó Zowie con una de sus típicas sonrisas encantadoras que ella respondió, le gustaba cuando ella sonreía y no podía negar que cuando le dijo que tenía que invocar su poder, había perdido la determinación y concentración, luego recordó algo que ella había mencionado en esa cueva. -Ness, no tenemos armas, ¿Dónde conseguiremos una?-.

-Bueno, conozco un lugar donde podremos conseguir un arma para Mercy, sin embargo no será fácil entrar-. Iba a responderle de nuevo con sarcasmo, pero se contuvo, la pregunta de Zowie tenía algo de preocupación, las cosas estaban bastante mal para cualquiera que estuviese del lado de los mundanos o seres mágicos como para hacer bromas al respecto o tomarlo todo con humor, debían tener los pies sobre la tierra y pensar las cosas fríamente.

-¿De qué lugar se trata Nessa?-. Le preguntó Mercy bastante interesado mientras hacían una pausa para conseguir algo de comida para el viaje y unas buenas bebidas, para que no le vieran  los cuernos a Mercy este tuvo que pedirle ayuda a Zowie  para que controlara la mente de los mundanos y a Nessa para que le cubriera los cuernos y la cola de alguna forma, pagaron y siguieron su camino.

-Bueno, es el Castillo de Edimburgo, hay un pasadizo secreto que casi nadie puede ver que lleva a un sótano, ahí está el arma demoniaca de Mercy-. Les respondió cuando estaban cruzando un puente y se sentaron en los bordes de este para contemplar como el mar golpeaba las costas de la cuidad y los muros del puente a la par que disfrutaban de sus bebidas. 

-¡¿El Castillo de Edimburgo?!-. Se sobresaltaron los dos al escuchar la mención de dicho castillo, Zowie se atragantó con el humo de su cigarrillo al creer que había escuchado mal y Mercy escupió un gran sorbo de whisky, mientras se recuperaban, Mercy tomó la palabra. -¿Estás loca?, ese castillo es patrimonio histórico de este país, los mundanos van a matarnos si tratamos de entrar a ese pasadizo, o quizás haya algún demonio custodiando dicha arma-.

-No solo los mundanos-. Habló Zowie mientras sacaba el humo, tosiendo en ocasiones hasta recuperar el aire. -Se rumora que hay fantasmas y espectros que custodian el lugar, son espectros cambia formas, adoptan la forma humana para confundir tanto a los mundanos como a nosotros y no son para nada amistosos-.

-Tranquilos, podremos contra ellos, después de todo somos un ángel, un demonio y una hechicera, descendiente indirecta de un dios-. Ambos la miraron con una sonrisa en la cara ante su manera de motivarlos. - Solo tenemos que estar atentos a cualquier señal, entraremos en la noche al Castillo, buscaremos el pasadizo que nos lleve hasta el arma y saldremos-.

-Suena sencillo, ojalá salgamos con vida de ese lugar-.  Habló Mercy mientras desaparecía la botella de whisky de su mano con fuego sin dejar cenizas, siguieron caminando hasta que cayó la noche, aún les faltaba mucho para llegar a la cuidad de Edimburgo, así que decidieron descasar en una casa abandonada que encontraron por ahí, cada dos o tres horas uno de ellos se quedaba despierto haciendo guardia, siendo la primera Nessa, seguida de Zowie y por último Mercy, al alba reanudaron su camino hacia la cuidad de Edimburgo, llevaban varios días caminando (en el caso de Nessa) y volando (en el caso de los chicos) hasta que Zowie un día se hartó.

-¡Por todos lo dioses, ¿Cuánto más tenemos que volar?!, hemos cruzado varios castillos y ninguno es ese condenado Castillo de Edimburgo-. Preguntó mientras se detenía para gritar, Nessa volteó a ver hacía arriba negando con la cabeza y Mercy se devolvió para calmarlo, posándose detrás de él, para luego meterle un zape y comenzar a descender ya que Nessa los llamaba. -¡Oye, ¿Qué te pasa?!-.

-¿Quieres usar tu bendita paciencia y mirar al frente?, lunático-. Justo frente a ellos se hallaba el imponente, majestuoso, histórico, ancestral y místico Castillo de Edimburgo, los tres se quedaron viéndolo con cara de sorpresa, suspiraron felices. -Bueno, ahora nos toca esperar hasta que oscurezca para entrar-. Se sentaron bajo un enorme árbol esperando que cayera la noche en absoluto silencio mientras Mercy seguía en concentrado en su reproductor, Nessa leyendo su libro negro como de costumbre y Zowie de vez en cuando dedicaba miradas tanto a Nessa como a Mercy, si iba a ser sincero con sigo mismo, al menos debía aceptar que desde la primera vez que vio a la chica, algo dentro de él se había despertado, pero no era el único que observaba, Mercy de vez en cuando y con la astucia digna de una serpiente también observaba a Zowie, un extraño sonido pareció captar la atención de Nessa que despegó la vista se su libro y estiró el brazo hacia el cuervo que se aproximaba a ella con algo en su pico.

-Es de Ramsey-. Exclamó un poco emocionada mientras miraba emocionada la carta con la caligrafía de su mejor amigo, Zowie la miró con una ceja levantada mientras no le despegaba la vista en ningún momento, el cuervo no tuvo reparo alguno en posarse sobre su hombro izquierdo, desdobló la carta, comenzó a leerla:

Querida Nessa

¡Pequeña!, no sabes lo feliz que me hace saber algo de ti, llevaba torturándome contando cada día que pasaba sin saber algo de ti, extraño tus bromas, tus comentarios, tus anécdotas, tus sonrisas, tu gentileza, tu presencia, tu audacia, tu inteligencia, tus ganas de aprender algo nuevo, en pocas palabras te extraño a ti.

Créeme que quisiera devolver el tiempo para arreglar todo lo que está pasando,  para haber hecho hasta lo imposible por ayudarte, quisiera poder tener el valor de haberte acompañado en la búsqueda de tu padre, perdóname por no haberlo hecho, solo espero que algún día lo entiendas.

Me alegra saber que ya encontraste a otros seres con los cuales hiciste una amistad, solo ten cuidado y recuerda todo lo que te enseñé, sabes que cualquier cosa que necesites, siempre estaré disponible.

Con cariño

Ramsey

Unas lágrimas traicioneras amenazaron con salir de los ojos de Nessa, se los limpió rápidamente antes de decirle al cuervo el mensaje que quería enviarle a Ramsey, el cuervo graznó dando a entender que haría su labor antes de salir volando y perderse en el cielo casi morado que poco a poco se tornaba negro, de nuevo Nessa volvió a centrarse en su libro dándole una última mirada antes de guardarlo junto con la carta,  y de nuevo Zowie se quedó mirándola mientras su mente se preguntaba quién era ese tal Ramsey,  estaba tan absorto en sus pensamientos que no se dio cuenta de que ya había anochecido de no ser porque sus compañeros comenzaron a caminar hacia el castillo.

-Oigan, espérenme-. Comenzó a correr para alcanzarlos, a medida que avanzaron una serie de lamentos provenientes de los alrededores del castillo, eran los espectros que acostumbraban a rondar por la noche el Castillo asuntando tanto a los pueblerinos de Edimburgo como a las especies que pasaban por el castillo. 

-Recuerden que deben estar atentos a cualquier cosa-. Les recordó Nessa mientras avanzaban, pero cuando estaban a nada de tomar la ruta que lleva al castillo algo metálico les impidió el paso, por instinto Zowie abrió sus alas para cubrir a Nessa, mientras que Mercy se echaba para atrás y se cubría con sus brazos.

-¡Atrás!-. Les advirtió Mercy mientras caminaban hacia atrás, una serie de espectros armados les habían bloqueado el paso con sus lanzas de bronce, de nuevo comenzaron a lamentarse y a tratar de asustarlos, determinado Zowie guardó sus alas, invocó dagas de hielo para comenzar a atacar a los entes, y Mercy comenzó a invocar fuego alejando algunos entes que comenzaban a rodearlos, al poder salir del "escudo" de Zowie Nessa comenzó a cambiar el color de sus ojos y a invocar truenos de sus flechas antes de lanzarlas hacia los espectros para alejarlos, después de un tiempo los espectros cedieron y pudieron seguir su rumbo al castillo que se abrió ante ellos instándolos a explorarlo.

-Esperen-. Cerró sus ojos imaginando el plano del Castillo, examinando cada rincón encontrando una ruta que le permitiese llegar de manera rápida al pasadizo, cuando tuvo la respuesta los abrió y comenzó a caminar guiada por sus visiones. -Síganme-.

-¿Cómo hace eso?-. Preguntó Zowie sorprendido mientras recorría el techo, las paredes y el suelo del Castillo sin dejar de sujetar su daga de hielo por si acaso.

-No lo sé, pero espero saber la respuesta muy pronto-. Comenzaron a caminar detrás de Nessa atentos a cualquier señal de peligro que pudiese manifestarse ante ellos, los espectros habían abandonado el Castillo tal vez para siempre, estaba sospechosamente silencioso, aún así siguieron doblando varias esquinas, hasta que por fin vieron un muro, cualquiera diría que no había ninguna puerta pero ellos tres la veían, la abrieron encontrándose con unas escaleras que llevaban a un sótano oscuro, cada uno usando sus poderes se guiaron en la oscuridad hasta ver una especie de altar con un tridente bastante llamativo, había una especie de escudo con un escrito, Zowie se acercó para leerlo. -¡Detente!, no lo leas en voz alta, podría ser fatal-.

-¿De qué hablas Mercy?-. Preguntó Nessa examinando el tridente que flotaba sobre una piedra, estaba protegido por un escudo de magia que solo podría ser anulado al descifrar cómo funciona, Zowie se apartó inmediatamente.

-Conozco cómo funciona esto, aunque me parece extraño-. Tanto Zowie como Nessa lo miraron sin captar lo que quería decir. -Hablo del porqué algo galés estaría oculto en territorio escocés, quien sea no quería que fuese fácil de encontrar, el punto es que esto es una alusión a la leyenda galesa del demonio Titivillus, también se le conoce como el "demonio patrón de los escribas" ya que solía presentarse omitiendo palabras y hablando con errores, además hacía que las personas erraran al orar, para así llevarlos al infierno más fácil-.

-¿Es por eso que no podemos leer esto a la primera?-. Preguntó Zowie.

-Exactamente, ahora si me disculpan-. Se posicionó para comenzar a leer concentradamente el escrito que curiosa y extrañamente también estaba en galés, poco a poco el lugar comenzó a temblar un poco a medida que el escudo iba cediendo y el tridente se acercaba poco a poco a Mercy, este lo sujetó y sintió su aura infernal, golpeó el suelo con él haciendo que algunas llamas brotaran y el tridente se encendiera para luego apagarse. -Increíble-.

-Hay que salir de aquí ahora, los espectros no tardarán en volver-. Siguiendo la ruta que antes habían tomado hasta salir a la puerta principal, ya tenían la primer arma, ahora debían caminar otro poco hasta llegar a la mitad de Royal Mile, salieron antes de que los espectros volvieran a atacarlos, comieron algo y encontraron otra cabaña abandonada para pasar la noche, saldrían al día siguiente.

-¿Ahora a qué lugar debemos ir por mi reliquia?-. Preguntó Zowie después de haber desayunado algo para seguir con el camino a Royal Mile en busca del arma que esperaba a Zowie o alguien la liberara,  Nessa podía sentir su energía a kilómetros.

-A la Catedral de Saint Giles, afortunadamente está en la misma cuidad, solo espero que no sea tan difícil de conseguir como el tridente de Mercy-. Siguieron caminando y a diferencia del Castillo de Edimburgo, la Catedral no estaba tan lejos, llegaron a ella al medio día y les extraño que estuviesen a nada de cerrarla, Zowie se acercó al fray que estaba custodiando la puerta.

-Disculpe, ¿Podría dejarnos pasar?-. Preguntó educadamente Zowie haciendo uso de sus principios y modales al hablar con el fray, al parecer la iglesia no era muy frecuentada, estaban en bancarrota y habían decidido cerrarla por un determinado periodo de tiempo mientras se recuperaban económicamente.

-¿Con qué propósito vienen a la casa del señor?-. Preguntó el fray algo interesado, juntando sus manos como si fuera a orar, comenzaron a dudar sin saber qué decir y el fray los miraba con insistencia.

-Iluminación-. Habló Nessa atrayendo la atención del fray, dudó un poco pero los dejó pasar y cerró la puerta, no había nadie salvo ellos tres, se quedaron viendo las imágenes religiosas que habían en el lugar al igual que las distintas figuras de yeso que tenían para cada santo, Zowie negó con la cabeza, a pesar de ser un ángel no estaba de acuerdo con que los mundanos hiciesen eso para estar "conectados" con sus santos, pensaba que solo lo hacían por idolatría, llegaron al altar. -Puedo sentir algo, pero no me va a gustar lo que tenemos que hacer-.

-¿Y eso sería...?-. Preguntó Mercy quitándose sus lentes de sol, llevaba bastante tiempo usándolos para ocultar sus ojos reptilianos, y como no había nadie que pudiese juzgarlo o identificarlo, podía ponerse algo cómodo con eso.

-Abrir el sagrario de este altar-. Respondió Zowie estirando la mano para abrirlo ante la confusa mirada de sus dos acompañantes. -Dios, quien haya ocultado esa arma o reliquia aquí está o muy demente o le importa un carajo la religión-. Lo abrió encontrando cuatro cofres diferentes con un número acompañados de una nota escrita en latín, la tomó para leerla:

 "Priusquam quattuor gazas invenies, una tantum reliquia Jotun habet.
Una inest veri pectoris acumen, altera refellit prima, et vacua est.
bene utere intelligentia tua et dignus eris excitandi potestatem Jotun"

-Es un juego de lógica, si el que está a frente a mi directamente es el vacío, el que está a mi derecha tiene la pista falsa, por lo tanto el que está a mi izquierda contiene la verdad-. Abrió el tercer cofre encontrando el número el cofre que contenía la reliquia de los Jotun, era el sobre que estaba al lado del cofre con la pista falsa, con una sus sonrisas engreídas sujetó el mango del hacha, al hacerlo sintió un gran poder, levantó el martillo hacia el techo de la Catedral provocando que algunas estalactitas comenzaran a formarse en el techo, miraron hacía arriba antes de que Zowie las convirtiera en polvo de nieve.

-¿Están listos?-. Les preguntó Nessa tan pronto hubieron salido de la Catedral sujetando con firmeza su arco, los chicos la imitaron.

-Por supuesto que sí-. Ahora su labor estaba terminada, ya habían conseguido despertar sus poderes y conseguir sus armas, solo quedaba seguir su camino enfrentando nuevos peligros, retos a la merced de la incertidumbre de lo que el destino pudiese prepararles en su nuevo viaje.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro