CAPÍTULO XII: LA HIJA PERDIDA
-Me recuerdas a tu padre-. Soltó Ramsey de golpe sin pensar que esa frase podría significar algo para Nessa, había metido la pata hasta el fondo y no había vuelta atrás.
-¿Qué quiere decir señor?-. Preguntó Nessa presa de la sorpresa, al parecer estaba a nada de saber toda la verdad relacionada con su padre, por fin sus plegarias serían escuchadas y obtendría las respuestas que tanto esperaba.
-Demonios...-. Ramsey se dio cuenta de lo que había dicho, pero ya era tarde para remediar las cosas y más cuando Nessa lo había escuchado, suspiró resignado, tendría que romper su promesa. -Supongo que no puedo seguir ocultándotelo Ness, ¿Alguna vez te has preguntado por tus padres?-.
-Si, pero mi abuela nunca los menciona, no sé por qué-. Ramsey se acercó a ella apoyando las manos sobre sus hombros. -Señor, de verdad estoy harta de no obtener respuestas-.
-Escúchame Ness, como le dije a tu padre, no me digas señor-. Nessa asintió algo apenada ante eso. -Es hora de que sepas a fondo lo que sucede contigo y con tus padres porque eres la hija de Kendall McQuoid-. Comenzó a contarle todo desde que Crowley le había informado sobre el incidente en el bosque, sobre cómo Jacob lo había buscado después de eso, cómo adquirió sus poderes y cómo desapareció.
-¿Se fue?, ¿Así sin más?-. Ramsey asintió. -¿A dónde?-.
-Nadie lo sabe y esa es una de las razones por las cuales tus padres se separaron-. Comenzaba a angustiarse por cómo pudiera reaccionar ella, Nessa por otro lado seguía asimilando lo que Ramsey le contaba, de manera neutra. -Tan pronto tu tío Jacob desapareció, tu padre Kendall decidió ir a buscarlo, no tuvo éxito y volvió a casa, pero no contaba con que su esposa lo esperaba con una hija en su vientre, trató de remediar las cosas pero se expuso-.
-¿Cómo que se expuso?-.
-Mientras trataba de convencer a tu mundana madre de que lo dejase buscar a Jacob, las cosas se acaloraron un poco provocando que tu padre mostrara su verdadero ser ante ella, no se había controlado y mostró su magia ante ella; y ella asustada por ello se marchó-.
-¿Y a donde fue ella?-. Se sentía incapaz de llamarla madre, pero estaba interesada en saber qué fue con exactitud lo que provocó que ellos se separan a parte de la desaparición de Jacob y la posterior discusión por ello.
-Lejos de él, hasta que mi padre la encontró a punto de darte a luz, la llevó al hospital y tan pronto naciste, tu madre le pidió a mi padre que se quedara contigo, porque tenía miedo de que fueras como tu padre, así que por eso fuiste a parar a la casa de tu abuela, sin embargo él fue quien de alguna manera nos hizo prometer que no te diríamos nada hasta que tuvieras 18 años-.
-No puedo creer que ella hiciese eso-. No estaba triste sino decepcionada de que ambos hubiesen actuado así frente a ella, pero quería encontrar a su padre, tal vez podría reparar el daño que le había hecho. -¿Sabes a dónde fue mi padre?-.
-Siento decepcionarte pequeña, pero no-. Comenzó a caminar hacia el estante donde estaban las armas que les había obsequiado a ambos y cogió un arco. -Pero tu padre me dejó esto para ti antes de partir-. Nessa miraba el arco con interés y sorpresa. -Perteneció a alguien más antes de quedar en manos de él-.
-¿A quién perteneció?-. Preguntó mientras recibía el otro obsequio por parte de Ramsey, era un arco negro con rojo, lo tomó adoptando una pose a punto de cazar a un animal, desde pequeña y por culpa de las fantásticas historias que contaban como por ejemplo Robin Hood o Highlander, había despertado un gusto por las armas cortopunzantes y los arcos.
-A un poderoso serafín de un ejercito de centinelas del cielo, se lo dio en su lecho de muerte-...
UNOS CUÁNTOS AÑOS ATRÁS...
El escuadrón y Kendall, se encontraban paseando por el bosque buscando espectros o demonios que estuvieran haciendo de las suyas, no tuvieron éxito así que decidieron tomarse un descanso acampando en medio del bosque, pero a Kendall lo inquietaba algo.
-Te veo pensativo Kendall-. El aludido volteó a ver a Dalton que lo había llamado. -¿Ocurre algo mi amigo?-.
-Bueno... Es que me puse a pensar en porqué los mundanos son tan mente cerrada, porqué simplemente no dejan de lado sus diferencias y tratan de hacer un mundo mejor-. Aún seguía dolido porque su mundana exesposa lo había abandonado, y a pesar de haber encontrado a su hija y dejarla bajo la protección de su abuela, sutilmente hicieron un juramento para no revelarle nada a Nessa hasta que fuera indicado; Dalton le puso una mano en el hombro.
-Debes entender algo Kendall, la historia nos ha enseñado que cuando el ser humano con sus decisiones y acciones cuando no obtienen buenos resultados, suelen buscar culpables-. Kendall bajó la mirada comprendiendo lo que Dalton quería decir, el culpable sería él en la historia de Jane y posiblemente en la historia de su hija. - ¿Y en qué termina todo?, En rumores que ayudan a que el mundo se vaya más a la mierda-.
-Supongo que tienes razón y me duele no poder...-. Se sintió malditamente triste al pensar que no podía estar con su hija y rogaba internamente porque cuando ella fuera mayor lo perdonase.
-¿Ser feliz?-. Kendall asintió incapaz de mirar a Dalton, estaba a nada de llorar. -Kendall tranquilo, cuando todo esto acabe podrán hacer las paces, estoy seguro-. Se quedaron mirando el horizonte con una sonrisa de esperanza en el rostro (hablando de Dalton), Kendall sonreía con algo de pesadez, cuando terminó de ocultarse el sol, acordaron hacer guardia por si alguien o algo los atacaba. Al día siguiente retomaron la caminata, todo iba normal hasta que el mismo demonio que atacó a Dalton les bloqueó el paso. -Ay no puede ser-.
-Si mundano, vine a terminar lo que tú me impediste-. Comenzó a sacar sus armas, todos se pusieron en posición para atacar pero más demonios habían aparecido, se libró una guerra entre ellos, Dalton; armado con su arco y con una puntería perfecta, mataba a los demonios que aparecían por ahí, todo siguió con su curso hasta que en un descuido cuando estaban por atacar a Kendall por la espalda Dalton se interpuso recibiendo de lleno la espada en su abdomen y saliendo por su espalda, al no tener alas era más vulnerable.
-¡Dalton!-. Gritó cuando lo vio caer con el cuerpo lleno de sangre, pero Dalton mantenía un rostro serio a pesar de estar al borde de la muerte, sin perder tiempo cogió su espada y corrió hacia el demonio para enfrascarse en una batalla de espadas hasta que logró desarmarlo y hacerle lo mismo pero en el corazón, luego de haber matado al demonio corrió hacia Dalton que comenzaba a toser escupiendo sangre. -Dalton, ¿Por qué hiciste eso?-.
-Te quise devolver el favor-. Hablaba con dificultad. -Kendall quiero que hagas algo por mí-.
-Lo que sea Dalton, lo que sea-.
-Quiero que tomes el mando del escuadrón y te quedes con mi arco-. Lo señaló con dificultad antes de volver la vista todos, Kendall cogió el arco y se lo colgó en el hombro, las flechas las llevaría en la mano.
-Lo del escuadrón puedo hacerlo y no te ofendas pero prefiero mi espada-. Ambos rieron un poco por el comentario hasta que Dalton comenzó a toser con más rapidez y Kendall por instinto llevó sus manos a donde tenía la profunda y sangrante herida. -Dalton...-.
-No pueden hacer nada, pero prométeme que harás lo que te dije-.
-Lo prometo Dalton-.
-Fue un placer luchar junto a ustedes-. Y después de decir eso se esfumó lo que le quedaba de vida, el gran líder y arquero Dalton Lewis había muerto, Kendall se levantó y miró el cadáver de Dalton, no lo dejaría ahí sin más, se contuvo de llorar mostrando un rostro serio.
-Met y Mitch-. Los mellizos voltearon a verlo. -Levanten el cuerpo de Dalton, lo enterraremos cómo se debe-. Acto seguido los dos levantaron el cuerpo de Dalton y comenzaron a caminar buscando un lugar en dónde enterrar a su antiguo jefe, ninguno se atrevía a decir una palabra...
-¿Y qué pasó después?-. Preguntó Nessa mientras examinaba una flecha con detalle, curiosamente tenían adornos con forma de truenos, eso la extrañó un poco.
-Tu padre envió a su fénix para que me dejara el arco, como antes les había obsequiado una espada a cada uno, se había acostumbrado a ella que no se atrevía a usar ese arco, además de que preferiría tenerlo de adorno, pero cambió de opinión y decidió dejarlo en mis manos, sin embargo decidí regalártelo a ti, para que de alguna manera tengas algo de tu padre y algo con qué defenderte en el futuro-.
-Gracias Ramsey, eso me hace sentir un poco mejor-. Ramsey le dedicó una de sus sonrisas a ella mientras le servía algo de tomar. -¿Ahora qué sigue en nuestras lecciones?-.
-Bueno como ya he visto que puedes dominar tu magia creo que lo mejor será que aprendas combate mano a mano-. Nessa lo miró sorprendida, ¿Quería que ella peleara contra él?, ¿Y si asesinaba a su mejor y único amigo sin querer?, ¿O si lo dejaba herido de por vida?, al notar a Ramsey cerca de ella las dudas abandonaron su mente. -Tranquila pequeña, no va pasar malo, iremos por partes-.
-De acuerdo, ¿Por donde comenzaremos?-.
-Por movimientos de defensa-. Le pidió que adoptara una posición de guardia y que imitara los movimientos que él hacía, después le pidió que tratara de esquivar o bloquear sus golpes, mientras practicaban eso Nessa recordó que Crowley había mencionado un instituto, así que optó por preguntar.
-Oye Ramsey...-.
-¿Sí?-.
-Tu padre mencionó un instituto, creo que que llamaba Mexerth o algo así-. Pausaron todo para darse un descanso y tomar algo.
-¿Mexerth?-. Nessa asintió mientras tomaba de su vaso. -Lo conozco, tanto tu familia como la mía fueron estudiantes de ese instituto-.
-¿Ah si?-.
-Si, ¿Ves esto?-. Le señaló es escudo de su chaqueta tipo túnica. -Es el escudo de la fraternidad de mi padre y yo, Urman, respecto a tu familia; tu abuela perteneció a la fraternidad de Wendolin, en cuanto a tu padre y tío no sabría decirte-. Terminaron sus bebidas en silencio mientras se daban un pequeño descanso. -¿Lista para lo siguiente?-.
-Si, que sería...-.
-Combate mano a mano, sin armas-. Se posicionaron frente a frente listos. -Primero te voy a enseñar diez ataques defensivos fundamentales que te servirán para inmovilizar a tu oponente en caso de perder tu arma o no la tengas a la mano-. Tomó una postura intimidante con Nessa colocando sus manos en el hombro. -Ahora vas a tratar de darme un rodillazo, subirás una pierna a mi cuello y harás una especie de llave para derribarme, ¿Está claro?-.
-De acuerdo, pero tengo miedo-. Y era cierto, cada vez que entrenaba con él, Nessa era presa del miedo de herir mortalmente a Ramsey, Ramsey soltó una risita y le palmeó el hombro antes de hablar para provocarla, le encantaba hacer eso para que Nessa liberara sus poderes, la relación entre los dos era bonita e interesante.
-Descuida Ness, ya he aguantado mucho, así que una pequeña como tú no es cosa por la que deba preo...-.No pudo terminar porque Nessa hizo la llave rápidamente y lo derribó, acto seguido lo soltó para comprobar que estuviese bien. -Vaya, igual que tu padre, aprendes rápido-.
-Increíble, pero de verdad lo siento mucho-.
-No te disculpes pequeña, lo hiciste bien-. Se levantó como si nada hubiera pasado, quedaron frente a frente y sin que ella se lo esperara la tomó del cuello y ella se tensó, tanto que le tomó el brazo a Ramsey. -No te haré daño, hay dos maneras de escapar, una es que me presiones con tus pulgares mi cuello-. Hizo lo que le dijo pero sin aplicar demasiada fuerza. -La otra opción es que me golpees en el brazo haciendo que pierda fuerza y ahí puedes atacarme-. Lo hizo y luego que conseguir que Ramsey la soltase se lo llevó provocando que ella cayera sobre él, ambos rieron y se quedaron en silencio mirándose un rato, hasta que Ramsey se levantó y la ayudó a pararse.
-Gracias-.
-Con gusto-. Miró la hora, no era tan tarde pero tampoco quería dejar a Adaira con la preocupación por no haber encontrado a Nessa, comenzó a guiarla a la puerta. -Esto sería todo por hoy Ness, ya es hora de volver a casa-.
-No quiero volver Ramsey-.
-Ya sé que no quieres volver pequeña, pero debes hacerlo-. Nessa asintió saliendo y esperando que él cerrara la puerta y comenzaron a caminar. -¿Sabes?, mañana veremos algo más avanzado y te enseñaré a usar tu arma-.
-¡Me encanta la idea!-. Ramsey se quedó viéndola, le daba ternura verla así tan feliz, pero por dentro estaba preocupado, no quería que la historia se repitiera y terminara igual que Kendall o peor, igual que Jacob; últimamente había escuchado rumores de que Jacob andaba en malos pasos o que sus compañías no eran las mejores que pudiesen decirse, llegaron hasta la puerta de su casa. -Gracias por acompañarme-. Lo abrazó tomándolo por sorpresa y el correspondió el abrazo de una manera paternal, escuchó como decía contra él que no quería que se fuera, la separó para hablarle.
-Ness-. Ella alzó la vista para encontrase con esos ojos grises similares a los de ella, detectaba ¿preocupación?, ¿amor y amistad?, espero a ver qué le iba a decir. -Prométeme que nunca harás algo que te ponga en riesgo o te dejarás llevar por la fantasía, impidiendo que vivas la realidad-.
-Lo prometo Ramsey, si es el caso puedes venir conmigo-. Ramsey no supo cómo responder a eso, solo la abrazó antes de pararse y golpear la puerta, se sentía bien cuando estaba con ella.
-¡Espero que tengas una buena razón para...!-. Se detuvo al ver a Ramsey frente a ella y cambió de actitud. -Ramsey, ¿Qué te trae por aquí?-.
-Para ser sinceros, encontré a Ness vagando por ahí y decidí traerla, así te ahorraría una preocupación y una búsqueda-. Ness entró algo apenada, predecía que tendría un regaño por parte de su abuela. -Me voy, cuídense las dos-.
-Espera Ramsey-. Adaira lo detuvo cuando tenía toda la intención de irse, el clima daba indicios de no ser muy bueno. -Puedes quedarte esta noche y mañana temprano te vas para tu casa-. Nessa que aún estaba ahí esperando un regaño, abrió la boca sorprendida por lo que su abuela había dicho.
-Eres muy amable Adaira pero, no quiero abusar de tu hospitalidad-.
-Es lo menos que puedo hacer por haberla traído sana y salva-. Algo resignado Ramsey entró en la casa dejando su abrigo en la entrada, se sentaron a comer en silencio y Nessa estaba que se moría de los nervios por dos razones : temía que su abuela le hiciera un interrogatorio, además era la primera vez que Ramsey estaba en su casa y comiendo en la misma mesa que ella. -Nessa, ¿Te importaría mostrarle a Ramsey dónde se va a quedar?-.
-N-no hay problema-. No había podido controlar los nervios y Ramsey ahogó una risita mientras caminaban a la habitación donde él se quedaría, amablemente le abrió la puerta y comenzó a buscar sábanas y juegos de cama para tendérselos a Ramsey. -Bueno, aquí es donde te quedarás solo por esta noche-. Notó que Ramsey la miraba fijamente. -¿Qué?-.
-Nada, es solo que deberías aprender a controlar tus nervios-. Nessa se puso más roja de lo que ya estaba y solamente se limitó a entregarle las sábanas más lo necesario para que acomodara la habitación prestada. -Gracias y dime, ¿Qué es lo que te tiene así de nerviosa?-.
-Temo que mi abuela me haga un interrogatorio, eso en primer lugar y segundo, no acostumbro a tener huéspedes-. Ramsey comenzaba a armar la cama a la vez que prestaba atención a Nessa.
-Tú misma lo dijiste, solo por esta noche-. Terminó de colocar las cobijas y se metió en la cama suspirando por entrar en calor. -Bueno, si no te importa me iré a dormir, a menos que quieras...-.
-Oh no, hasta mañana Ramsey-. Salió de ahí sumamente apenada, mientras Ramsey reía y se encerró en su habitación incapaz de verlo. ¿En serio había sido capaz de decirle eso?, sabía en el fondo que lo hacía por fastidiarla, pero debía admitir que a veces era raro que hiciera esa clase de comentarios, pensando en qué aprendería mañana se limitó a dormir.
Al día siguiente y bien temprano, Nessa se levantó para hacerle una pequeña visita a Ramsey, pero para su sorpresa la habitación estaba pulcra, tal y como estaba anoche, como si nadie la hubiera usado, suspiró desanimada y caminó hacia su habitación encontrándose con su abuela esperándola sentada en su cama.
-Tenemos una conversación pendiente-. Comenzó hablando Adaira mientras Nessa caminaba con aire de aburrimiento hasta sentarse en la cama junto a ella.
-Ya lo sé, ¿Pero podríamos olvidar lo que pasó?-. Se dejó caer en su cama, su abuela se levantó no con intención de dejar la charla ahí, sino para mostrar su enfado ante la actitud tan despreocupada de su nieta.
-No, ni creas que no vamos a conversar Nessa-.
-Ay por favor, ¿Solo porque salí a relajarme un rato, vas a armar un escándalo?-.Nessa se levantó quedando sentada para verla fijamente, por eso no quería volver, porque sabía que tarde o temprano tendrían esta discusión y no estaba con ganas de hablar de ello.
-¿Te parece poco?-. Preguntó Adaira mirándola con una ceja arqueada. -Es la segunda vez que haces lo mismo, sales sin decirme a donde y vuelves bien tarde como si nada hubiese pasado, ¡dime¡, ¿Fuiste a donde Ramsey a buscar respuestas?-.
-Claro que no, solo me encontró vagando en un parque y nos quedamos caminando hasta tarde y él me trajo-. Comenzaba a enfadarse. -¡Además ya sé que hasta dentro de dos malditos días podré saber la verdad de nuestra familia!-. Adaira se quedó sorprendida por lo que le había dicho, no podía negar que tenía razón y Nessa hacía un excelente trabajo fingiendo que no sabía nada para no delatar a Ramsey. -¡Estoy cansada de siempre obtener negativas de tu parte cuando lo único que quiero saber es por qué me pasó esto a mí!-.
-¡Ya basta!-. La calló Adaira al borde de la desesperación. -¡Aunque eres madura para tu edad, no hubieras entendido ni la mitad de lo que en verdad pasó!-. Nessa comenzó a caminar hasta su armario para coger algunas cosas, se iría quien sabe a dónde con fin de evitar más discusiones de este tipo. -¿A dónde vas?-.
-Lejos de aquí, no pretendo quedarme sin respuestas y solo discutiendo contigo-. Su voz comenzó a quebrarse. -Odio hacer esto, pero creo que será lo mejor y quién sabe cuándo regrese, pero no me quedaré más aquí-. Salió de su habitación a pesar de que su abuela la llamaba con insistencia, pero ya había tomado una decisión: Le daría tiempo al tiempo para que las cosas se aclarasen.
CAPÍTULO DEDICADO A @CristhianGann GRACIAS POR TU APOYO
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