-Hola Nessa, me sorprende ver lo mucho que has crecido-. Habló el señor elegantemente vestido del otro lado de la puerta sonriendo mientras se acercaba a la puerta para entrar, Nessa involuntariamente se movió hacía un lado para dejar entrar al extraño que parecía conocerla, cerró y se acercó con toda la intención de descubrir quién era y qué quería hacer.

-No quiero sonar grosera señor pero, ¿Cómo sabe mi nombre? -. El desconocido estaba por responder cuando la charla fue interrumpida por la abuela de Nessa.

-Ah Crowley-. Saludó ella abrazando al otro mayor y mostrándose feliz de tener esa inesperada visita de parte de Crowley, la respuesta debería que esperar un poco. -Me alegra que vinieras, aunque no esperaba verte-. 

-Descuida Adaira, no me quedaré mucho tiempo-. Su vista se dirigió de nuevo a Nessa que intercambiaba la vista de su abuela al desconocido llamado Crowley, no entendía nada de lo que estaba pasando. 

-Bueno, iré por las bebidas-. Adaira se dirigió a la cocina, aunque eso no le impidió escuchar lo que Crowley diría a continuación. 

-Lo que en verdad me sorprende es ver que aún sigues haciendo un excelente trabajo como madre y si me disculpas creo que hay alguien impaciente por una respuesta-. Aunque Crowley no había podido conseguir lo que quería, seguía siendo amigo de ella y ahora su hijo Ramsey estaba por las mismas (exceptuando la parte del enamoramiento), al parecer la relación y amistad entre las dos familias pasaría de generación en generación.

-Sí, así es-. "Vaya, hasta que se dio cuenta de que estoy aquí" pensó Nessa mientras se iba acercando más al mayor a medida que hablaba para hacerse notar. -Si es tan amable podría responder a mi pregunta señor ...-.

-Azka, Crowley Azka-. Respondió Crowley haciendo una pequeña reverencia a la vez que cogía la mano de Nessa de manera elegante y caballerosa, luego se aseguró de que Adaira no estuviese cerca de ellos. - Y antes de que lo preguntes, sí ... Tengo algo que ver con Ramsey, porque es mi hijo-. 

-Un placer conocerlo señor-. "Esto tiene que ser una broma, ¿conocer a dos Azka de un solo golpe?, ¿Qué más quieres de mi Sucellus?", Pensó ella mientras retiraba la mano y tomaba asiento en la mesa del comedor frente a Crowley. -Suponiendo que ya respondió una de mis preguntas ... ¿Quisiera saber cómo es que sabe quien soy ?, ¿Acaso su hijo se lo dijo? -. 

-No, tu madre fue quien me contó sobre ti-. Nessa abrió los ojos sorprendida ante la falsa confesión, pero lo supo disimular llevando la taza a sus labios ya la espera de que Crowley le dijera todo lo que sabía. -Sé que no debería decirte esto pero ... Cuando eras pequeña, yo estuve ayudando a tu abuela a cuidarte, así que por eso sé quién eres, Nessa McQuoid-. Finalizó imitando la acción de ella, seguiría firme a su palabra de no revelarle nada hasta que fuera el tiempo y momento preciso y esperaba que su hijo también siguiera firme a esa promesa.

-No sé si sentirme halagada u ofendida-. 

-Ninguna de las dos, simplemente ayudaba a tu abuela contigo-. Esa pequeña pausa que ambos fue suficiente para que Nessa pensara en cómo sacarle información a Crowley acerca de su familia y no dejaría pasar esa oportunidad.

-Disculpe señor, ¿Podría decirme cómo fue que conoció a mi abuela? -. Crowley soltó una risita mientras lo recordaba todo, qué ingenuo había sido al creer que él y Adaira quedarían juntos; dejó la taza sobre la mesa. -Bueno, todo comenzó en el instituto de Mexerth ...-.

-¿Instituto de qué? -. 

-Luego entenderás, ahora te agradecería muchísimo si no me interrumpes-. Continuó contando sobre cómo han sido seleccionados para diferentes hermandades, pero a pesar de ello ellos continuaron siendo amigos hasta graduarse, no sabía cómo o porqué pero desde que ambos cruzaron esa puerta, Crowley se había enamorado perdidamente de Adaira, sin embargo ella había conocido a un mundano simpático y trabajador, hasta que se casó con él; destruyendo no solo su corazón, si no todas sus esperanzas y sueños. -... hasta que llegaste tú a este mundo-.

-Comprendo, ¿Llegó a conocer a mis padres? -. Eso lo dejó pensando porque no se atrevía a decirle que la mundana de su madre la abandonado por temor que ella fuera anormal, tampoco se atrevía a decirle que fue él el que la dejó en la casa de su abuela y espiaba a escondidas a su padre, dejaría que el destino hiciera lo suyo. -¿Señor?-.

-Me temo que no puedo responder a eso por ahora-.

-Pero lo sabe, ¿No es así? -. 

-Sí y aunque lo supiera no puedo decirte Nessa, si no hasta que ...-.

-Llegue el momento, lo sé tanto mi abuela como su hijo me lo han dejado muy claro, comienza a ser tedioso que no pueda saber nada sobre mi propia familia-. Comenzó a caminar hacia la puerta con la intención de irse, su plan no había funcionado y esperaba que por lo menos esta vez Ramsey no fuera tan cerrado y terco como su padre. -Dígale a mi abuela que he salido a caminar y volveré más tarde-. Salió de ahí dejando a Crowley con las palabras en la boca, rumbo a la cabaña donde esperaba continuar aprendiendo sobre el mundo mágico, golpeó la puerta con educación tres veces, estaba tan centrada en liberar su ira contenida que no se había fijado en que había cambiado tanto el color de cabello (una especie de gris canoso con algunas zonas cafés) como el de ojos, ya no eran grises como plata sino que estos eran negros, además de que su cabello había adoptado otro corte, como el de un hombre. - "Si y aunque lo supiera no puedo decirte Nessa", idiota refinado-.

-Supongo que ya conociste a mi padre-. Se anunció Ramsey abriendo la puerta se su cabaña para dejar pasar a Nessa que estaba roja de la pena, no esperaba que Ramsey la escuchara.

-Lo siento señor, no quise ofenderlo a usted o a su padre ...-.

-Tranquila pequeña, pero si deberías aprender a controlar tus poderes-. Finalizó señalando su cabeza con una ceja arqueada. -No sabía que te gustara llevar el cabello tan corto-. Nessa corrió inmediatamente a un espejo para ver su "nuevo look" y se sorprendió de ver que estaba diferente. 

-Ay truenos y centellas, ¿Qué demonios me pasó? -. 

-Nessa, es por esa razón que te digo que debes aprender a controlar tus poderes-. Nessa lo miró entre confundida y desesperada. -Cabe la posibilidad de que hayas heredado los poderes de tus antepasados ​​por lado paterno, de ambos-. Habló haciendo referencia a Jacob y Kendall, por suerte Ness aún no sabía cuales poderes había heredado de cada quien y sospechaba que ella sería el más poderosa de toda la familia McQuoid si se cumplía la profecía de la que le había hablado su padre cuando fueron a visitar a Adaira hace algunos años.

-¿Quiere decir que uno de mis familiares también podía cambiar de apariencia a su antojo, como yo? -. Preguntó un poco más calmada y logrando que su apariencia fuera de la de siempre, su cabello gris rojizo y ojos como plata, Ramsey asintió algo desconcertado. -¡Increíble!, ya quiero aprender lo que más pueda sobre mis antepasados ​​y cómo dominar mejor mis poderes-. 

-Bueno, teniendo en cuenta que ya sabemos a qué linaje perteneces, es hora de que aprendas a defenderte mejor en caso de un ataque o emboscada-.

-¿Ataque? -. 

-Si, como verás, al ser seres mágicos, los mundanos o personas comunes nos ven como una aberración a su naturaleza y desde tiempos inmemoriales han tratado de darnos caza y muerte; eso solo por mencionar algo-.

-Como los de mi visión, pero ... Ellos no se veían como personas mundanas, parecían más bien seres oscuros-. Ramsey comenzó a caminar en círculos alrededor de ella como un león con su presa, quería primero identificar que poderes había heredado por parte de Jacob y  qué poderes había heredado por parte su padre Kendall, además Necesita saber por qué si era del mismo linaje que ellos dos aún no había encontrado a su animal guardián y lo que más le intrigaba era lo siguiente: ¿Sería ella de quién hablaba la profecía acerca de el ser nacido bajo la cuarta generación, que terminaría el trabajo del primer elegido?, comenzaba a creer que ella debería una clase de misión o destino diferente al de Kendall y Jacob.

-Eso es otra historia, también entre nosotros buscamos matarnos-. Nessa por instinto pensó en invocar a su fuerza interna, podía sentir como sus ojos adoptaban un color entre azul y banco que brillaban con mucha intensidad. -Tranquila, lo que menos quiero es hacerte daño, no soy como los otros, al contrario quiero protegerte y enseñarte-. 

-¿Y cómo piensas hacer eso? -. Se había relajado un poco, pero aún conservaba sus ojos brillantes, no bajaría la guardia tan fácil por si Ramsey la traicionaba, borró ese pensamiento de inmediato porque sabía que se sentía diferente cuando estaba con él, era como si Ramsey hubiese estado esperándola para hacer sentir segura , también para de alguna manera decirle que tenía alguien más en quien confiar, sentía como si el destino le hubiese puesto a Ramsey en el camino para crear una amistad muy fuerte.

-Empezaremos por lo básico, primero debes aprender a controlar tu magia interna, así que tendrás que utilizar tu magia para atraer cualquier objeto de la mesa de allí, ¿Lista? -.

-Eso creo-. Nessa se concentró en el libro que Ramsey había usado para explicarle mejor y estiró su brazo izquierdo con la mano abierta canalizando su magia, de nuevo sintió una especie de aura emanando dentro de ella y en poco tiempo el libro llegó a su mano, estuvo haciendo un par de trucos, manejando los tres tipos de magia, después pasó a manejar los 4 elementos, estuvo un rato entretenida con el fuego; Ramsey había llegado a la conclusión de que había heredado algunos poderes de su padre y tío, ahora debía centrarse en los poderes de ella. -Genial, ¿Ahora qué sigue? -.

-Bueno-. Disminuyó la intensidad de la llama de las velas, para que se viera un poco más oscuro el lugar, se posicionó frente a ella con la intención de atacarla con hechizos que había aprendido tanto en el instituto como cuando era miembro de esa orden, juntó sus manos invocando una especie de luz negra. -Ahora pequeña, deberás defenderte-.

-¿Defenderme ?, ¿De qué? -. En lugar de una respuesta verbal, recibió una bola de magia negra que volaba directo a su cara, Nessa cerró sus puños y levantó sus manos frente a ella para evitar el impacto, en lugar de eso los truenos que salían de sus manos formaron una especie de escudo que destruyó esa cosa, abrió sus ojos sorprendida y adoptó una postura de lucha digna de Mortal Kombat y comenzó a lanzar truenos hacia Ramsey que los esquivaba con una velocidad impresionante, la cosa siguió así hasta que Nessa puso ambas manos al frente y los truenos le dieron de lleno a Ramsey mandándolo lejos.

-Demonios-. Se quejó Ramsey tratando de incorporarse, pero no pudo, Nessa volvió rápidamente a la realidad y corrió a ayudarlo.

-Ay no, de verdad lo siento mucho-.

-Descuida, lo hiciste bien ...-. Nessa lo ayudó a incorporarse, no podía creer la fuerza que tenía cuando adoptaba esa nueva faceta, Ramsey estaba poniendo una mano en su torso a causa del dolor tanto de la caída como del impacto, pero tenía una de sus típicas sonrisas burlonas. -Solo que hay algo que me intriga, ¿Alguna vez en tu familia mencionaron alguna profecía o algo similar?-.

-No, no lo creo, ¿Por qué la pregunta?-.

-Por tu habilidad de manejar los truenos-. 

-Tal vez soy descendiente de Zeus o algún ser que pueda manejar los truenos-. Dijo Nessa pensativa con una mano en el rostro y expresión seria.

-Eso habrá que comprobarlo, ¿Tienes alguna marca o cicatriz extraña? -.

-Que yo sepa o tenga conciencia ... No-. 

-Es extraño e impresionante a la vez-.  Ramsey se quedó pensando mientras estas palabras rondaban por su mente : "El McQuoid que nazca bajo la cuarta generación, heredará los poderes del elegido de la primera generación, para terminar la labor de su antepasado, traer la paz entre los dos mundos", Nessa iba a decir algo más cuando unos golpes a la puerta los interrumpió, ambos se pusieron en guardia (Nessa sin la necesidad de cambiar el color de sus ojos), y se acercaron a la puerta. -¿Quién es? -.

-Tu padre Ramsey, así que abre ya-. Ambos se des tensionaron un poco mientras Ramsey abría la puerta para que su padre entrara, cosa que no hizo. -Debí suponer que estarías aquí Nessa, tu abuela me envió a buscarte-. 

-Ah, lo olvidé por completo-. Comenzó a caminar para salir de la cabaña acompañada por Crowley, se dio vuelta para mirar a Ramsey. -Adiós señor, nos veremos otro día-. 

-Adiós pequeña-. Crowley cerró la puerta dejando a Ramsey solo con sus pensamientos acerca de los poderes de Nessa, conocía a Kendall y Jacob; pero mientras los estuvo preparando (antes de que ambos decidieran irse), nunca había escuchado que alguno de los dos mencionase palabra alguna acerca de dicha profecía, decidió buscar en las entrañas del árbol genealógico de la familia McQuoid y sacar la conclusión él mismo. 

Por otro lado, Nessa se moría de los nervios porque no sabía si Crowley iba a delatarla o no, así que se quedó quieta mientras hablaban de lo que había pasado en la casa de Adaira antes de que Nessa saliera como un rayo hacía la cabaña de Ramsey.

-Solo espero que mi hijo no haya roto la promesa que hicimos con tu madre-. Al no notar a Nessa cerca dejó de caminar para mirar por encima de su hombro a Nessa. -¿Estás bien?-.

-¿No vas a delatarme o sí?-. 

-No claro que no-.

-Gracias-.

-No me agradezcas-. Nessa se acercó para retomar la caminata hasta su casa mirando desconcertada a Crowley. -Ambas me caen bien, como para hacer que discutan por algo absurdo como esto-. Siguieron caminando en un silencio incómodo, duraron así hasta que antes de tocar la puerta de la residencia McQuoid, Crowley la detuvo colocando una mano en su hombro. -¿De qué hablaron ustedes dos?-. 

-Ah, me contaba la historia del monstruo del lago Ness-. 

-¿No conocías esa historia?, y eso que llevas un nombre similar-.

-Ya lo sé, incluso su hijo bromeaba acerca de ello... No es que no conociera la historia, solo que nunca había visto una sola imagen de cierto monstruo-. Estaba mintiendo, sí sabía la historia sobre el monstruo porque una vez le había preguntado a su abuela el porqué de su nombre y ella le había dicho que su padre (sí metió la pata pero no le dijo nada relevante) se había inspirado en esa leyenda para ponerle ese nombre.

-Bueno, hasta aquí te acompaño-. 

-Gracias, señor-.

-Adiós Nessa, cuídate-. Se fue caminando de ahí hacía su casa, Nessa entró con una sonrisa en la cara, pero su abuela no se veía tan feliz de que ella apareciese y desapareciese sin un motivo aparente.

-¿Se puede saber en dónde estabas?-. Preguntó Adaira dejando mostrar su enfado hacía la actitud de Nessa.

-Caminando por ahí-. 

-¿Qué pasó entre tú y Crowley?-.

-Nada, simplemente me aburrí de su conversación y decidí salir-.

-¡Pudiste haberme avisado!-. Comenzó a tensionarse el ambiente en la casa McQuoid, ambas estaban enojadas; Nessa porque ya estaba hasta la coronilla de no conseguir nada y que su propia abuela le escondiera información de su familia, ¿Tan malo había sido lo que pasó con sus padres, como para no mencionarlo?, por otro lado Adaira estaba enojada por que su nieta se negaba a aceptar que todo le sería revelado al cumplir los 18.

-¡Pues perdón, por eso!-. 

-¡¿Solamente pedirás perdón y ya?!-. 

-¡¿Qué mas pretendes que haga?!-. Nessa comenzaba a hablar con la voz entre cortada, estaba al borde de romperse a llorar delante de ella, por lo menos había averiguado con Ramsey sobre los poderes que tenían todos, sin embargo ella quería saber acerca de sus padres y por qué estos estaban tan distantes de ella. -¡Nunca permites que sepa sobre mis padres, siempre estás diciendo que debo esperar a que sea el momento indicado!-.

-Pero Ness...-. Su abuela ya había bajado el tono de voz para tratar de alivianar las cosas, pero Nessa aún seguía enfadada y algunas lágrimas amenazaban como salir.

-No abuela, no quiero esperar más, solo quiero saber ... Quienes eran y por qué no puedo verlos-.

-Sé que esto es importante para ti Ness, sé que quieres saber sobre ellos pero...-.

-No, no digas nada... Solo déjame en paz-. Subió a su habitación y volvió a escaparse por la ventana al parque más cercano, se dejó caer en la primera banca que encontró, se subió la capota de su buso y abrazó sus piernas dejando que su rostro fuese surcado por las lágrimas contenidas, sintió una mano en su hombro, era Ramsey, sin importar cómo la había encontrado se abalanzó a él para ocultar su rostro en su pecho. 

-Ya ya, tranquila pequeña-. Comenzó a acariciarle su espalda mientras ella se liberaba, se quedaron en silencio un rato solo acompañados por los sollozos  de Nessa hasta que se sintió mejor y recostó su cabeza en el hombro. 

-¿Estás mejor?-. 

-Un poco-. 

-¿Quieres caminar mientras te relajas completamente?-. 

-Sí, pero aún no quiero ir a casa-. Ramsey negó con la cabeza mientras caminaban sin rumbo fijo, a pesar de que Nessa no decía nada Ramsey sabía que tenía un debate interno y que las cosas con su abuela iban de mal en peor. 

-Solo por curiosidad, ¿Discutiste con tu abuela?-. 

-Si, pero sabe algo señor-. Ramsey la miró con duda por el cambio repentino de actitud de Nessa. -Solamente quiero saber por qué hay tanto misterio acerca de mis padres... Eso es todo-.

-Pequeña, para serte sincero tanto mi abuela como mi padre me obligaron a prometerles que no te diría nada, sin embargo solo podré decir que te comprendo y estás en todo tu derecho de saber lo que más puedas sobre ellos-. 

-¿De verdad haría eso señor?-. 

-Claro que sí pequeña, pero primero debemos ir a mi cabaña a terminar tu entrenamiento-. Con eso último se fueron caminando a la cabaña de Ramsey para reanudar el entrenamiento de Nessa, hacía muchas preguntas (al igual que su padre), aprendía me manera rápida y siempre lo trataba de señor, nunca lo tuteaba porque no le parecía correcto. -Me recuerdas a tu padre-. 

-¿Qué quiere decir señor?-...