-¿Qué haremos ahora? -. Preguntó mientras sujetaba la espada con determinación, Ramsey abrió un poco su túnica para dejar ver un sin fin de navajas que él solía utilizar en tiempos pasados ​​cuando hacía sus misiones con los demás y esas mismas fueron las que lo ayudaron a escapar con otro de esa horrible secta.

-Muchacho, como veo que has avanzado demasiado rápido en el control de tus poderes, nos centraremos en combate de armas, nunca sabes qué peligros pueden haber en el bosque-. 

-Bien, tú dirás cuando-. Ramsey lo miró con una sonrisa retadora y cuando Jacob menos se lo lo esperó una de las navajas iba volando directo hacia él, con su espada logró desviarla haciéndola caer en el suelo de madera, sujetó con más fuerza la espada y salió hacia Ramsey blandiendo la espada para tratar de herirlo, pero con una habilidad impresionante esquivaba sus ataques, siguieron intercambiando ataques hasta que Ramsey aprovechó un descuido de Jacob cuando intentó cubrirse del ataque de una de sus navajas lo empujó dando una vuelta antes de patearlo, haciendo que su espada callera lejos pero muy cerca de Ramsey, sin pensarlo salió corriendo hacia Ramsey haciendo una acrobacia en el aire para esquivar dos navajas, cayó al suelo apoyado en una pierna (aterrizaje de super héroe), y sin mirar apuntó al cuello de su oponente.

-Vaya-. Dijo un poco sorprendido alejando la espada un poco con una mano. -Para ser tu primer combate de armas, sabes manejar muy bien la espada-. Había aprendido eso cuando pasaba las tardes con su hermano viendo programas o leyendo sobre caballeros medievales.

-Supongo que solo fue suerte-. Respondió Jacob mientras se ponía de pie sin apartar la espada de Ramsey. -Suerte y agilidad-. Bajó la espada y la guardó, Ramsey hizo lo mismo con sus navajas que las había atraído como si fuera Magneto.

-Sí, pero necesitas más que suerte y agilidad para sobrevivir en un combate de armas o mano a mano, ¿Recuerdas cuando te lancé la patada voladora y perdiste la espada? -. 

-Si y por cierto, lo haces muy bien-. Reconoció mientras se sobaba donde le había caído la patada.

-Gracias por el cumplido, pero volviendo al tema, debes aprender a leer los movimientos de tu enemigo y aprender a bloquear ataques tanto con arma como con tus manos-. 

-De acuerdo, ¿Cuándo ...?-.

-No hoy, búscame en la noche o mañana-. Era el turno de Ramsey de dejarlo con la palabra en la boca mientras con un simple chasquido de dedos desaparecía al igual que todo lo que estaba a su alrededor, ahora se encuentran frente a su casa, con unas cuántas invitaciones menos en una mano, la otra aún sujetaba la espada, antes de entrar le pidió al Nidhogg que lo ayudara a ocultar la espada en su habitación mientras él entraba como si nada había demasiado pasado, caminó hacia la puerta y la abrió encontrándose a un Kendall feliz y emocionado.

-Ahí estás, justo a quién estaba buscando-. Lo saludó su hermano envolviéndolo en un abrazo.

-También es bueno verte hermano-. Respondió Jacob con su sarcasmo habitual mientras se zafaba de su hermano, entre los dos era bastante común que Jacob usara el sarcasmo con Kendall y este le respondiera con algún chiste inteligente o típico comentario de sabelotodo.

-Lo siento, olvidé saludar-. Ambos rieron un poco por ese comentario tan ocurrente. -Es que con todo esto de la boda, estoy ...-. 

-¿Emocionado?, ¿Cansado?, ¿Nervioso?, ¿Con ganas de mandarlo todo por la borda en el último momento? -. Preguntó mientras recibía un vaso con jugo que le obsequiaba su hermano y no se había podido contener de preguntarle eso aunque conllevara a otra pelea.

-Sí, no, sí, por su puesto que ...-. Se detuvo en seco ante la última pregunta de su hermano. -¡No claro que no!, no pienso dejar atrás mi compromiso con Jane-. 

-Si tu lo dices-. Finalizó antes de tomarse un sorbo mientras lo miraba con una ceja arqueada a través del vaso. 

-Suenas como si odiaras a Jane-. Iba a responderle cuando en ese preciso momento entró Jane y se abalanzó sobre Kendall llenándolo de besos, por primera y última vez agradecería a los dioses porque ella los había interrumpido.

-Hola mi amor-. Se detuvo y vio a Jacob que la saludó con un simple movimiento de cabeza, siguió pegada a Kendall. -¿Terminaste de entregar todas las invitaciones? -. Tanto ella como su hermano lo miraron fijamente y de nuevo sin pronunciar nada asintió de nuevo mientras fingía que tomaba algo, cuando lo consideró oportuno, dejó el vaso sobre la mesa para salir de ahí con una excusa.

-Si me disculpan debo terminar con los demás preparativos, así que los veo luego-. Salió casi corriendo de la cocina y dejándolos a los dos para que hicieran lo que fuera que era a hacer, simplemente quería alejarse de ella como fuera posible, aunque para eso no estaba lejos, solo debería que esperar dos años más para hacer sus maletas y coger rumbo hacia dichoso castillo en otro país, por otro lado Kendall estaba más que decidido a pasar el resto de sus días con Jane aunque a su hermano no le gustase, cuando por fin ambos volvieron a la realidad, salieron a ayudar a Jacob con los acabados de la tarima y la carpa, durante ese tiempo ninguno dijo nada y así era mejor. Por la noche podía oír como los dos se divertían en la otra habitación, era evidente que había derroche de amor y él solo estaba mirando su espada, pensativo y determinado.

-Te ves frustrado-. 

-No estoy frustrado, solo que no comprendo porqué mi hermano no lo quiere ver-.

-Dale tiempo Jacob, tu también necesitaste tiempo para aprender y entender qué era lo que sucedía contigo-. Hizo una pausa mientras volaba hasta donde estaba la espada de Jacob. - ¿De dónde la sacaste? -. Jacob se levantó y la cogió para desenvainarla y blandirla un poco, recordando el combate que había tenido con Ramsey.

-Ramsey me la obsequió y ten por seguro que sé que te mueres por preguntarme sobre Jane, ¿O me equivoco? -. 

-Debería ser yo quien te pregunte eso Jacob, noto que la relación entre ustedes dos no es muy buena que digamos-. 

-Tienes razón en eso, Jane no me simpatiza-. Hizo un giro más con ella antes de acercarse la espada a la cara, no sabía como pero algo raro había con ella. -Pero esto finalizará muy pronto, te lo aseguro "Jawzahr" -. Ahora y por fin su Nidhogg debería nombre.

-¿Planeas hacerles algo a ellos? -.

-No Jawzahr, no planeo eso-. Con la espada apuntaba a el horizonte de su ventana, antes prefería morir que hacer algo a su hermano, Jane le importaba tres hectáreas de campos de fútbol o quinientos metros de aquel bosque, ella no le importaba en lo más mínimo. -Planeo desaparecer para siempre, alejarme de sus vidas y dejar atrás todo esto, para comenzar de nuevo bien lejos de aquí-. 

-¿Estás seguro de que quieres hacerlo? -. 

-Totalmente seguro Jawzahr, aunque me duela hacerlo ...-. Hizo una pausa mirando una foto que tenía en su mesa de noche cuando él había cumplido 12, la tristeza lo invadió e inmediatamente la escondió cuando guardó su espada junto con las demás cosas con determinación, no dejaría que un simple recuerdo lo detuviera de hacer su viaje para aprender más sobre sí mismo y su mundo. -Pero esto es lo que quiero y debo hacer-. 

-¿Cuándo tienes planeado irte? -. 

-En la noche, cuando finalice el tercer año después de esto, y no estaré solo, tú irás conmigo y me guiarás justo como lo juramos-. Dicho esto se terminó de arreglar dado que él sería el hombre de honor, vestiría un traje negro, camisa tirando a gris, chamarra negra por fuera y roja por dentro, corbata roja, botas de cuero negras con suela roja, los demás invitados empezarían a llegar y él los guiaba a sus puestos, después de alrededor de 20 minutos recibiendo invitados (entre esos Ramsey y otro señor elegante parecido a él, solo que Jacob no lo había notado), comenzó la ceremonia; su hermano y Jane se hallaban frente al altar, el padre tomó la palabra.

-Estamos aquí reunidos, ante los ojos de Dios ...-. Siguió hablando mientras que Jacob esperaba pacientemente que todo avanzaba de manera rápida, los padres de ambos estaban alegres, en especial los McQuoid, porque deseaban con ansias que Kendall tuviera una compañera de vida y por fin lo había logrado, por otro lado Jacob se negaba a hacer eso ya que consideraba que el amor era solo una pérdida de tiempo y se dijo que nunca haría algo tan ridículo como estar frente a un altar y jurarle lealtad a otra persona que bien, podría serte fiel o bien podría dejarte luego de conseguir lo que quisiera, en el fondo (y a pesar que no le caía bien Jane) deseaba que su hermano fuera feliz, aún si eso implicaba que lo tuviese que dejar, pero la decisión ya estaba hecha.

-Estás muy callado Jacob-. Jawzahr lo sacó de sus pensamientos mientras se acomodaba a un lado de él y observaba la hermosa ceremonia que los padres de Kendall y Jacob Lugar hecho.

-Solo quiero que todo este espectáculo termine pronto, no tolero estar con personas desconocidas y sobre todo no tolero estar con alguien que con solo respirar ya me hace perder los estribos-. 

-Wow, qué sinceridad la tuya-. De nuevo se quedaron en silencio mientras el padre leía los votos matrimoniales, no podía creer que su hermano estaba a nada de casarse con ella, la ira lo carcomía por dentro y al parecer Jawzahr lo notó. -¿Por qué simplemente te opones a esa unión? -.

-No-. Jawzahr lo miró sorprendido por su respuesta, había pasado la prueba, lo estaba probando para saber si aún seguía siendo impulsivo, pero para sorpresa de ambos Jacob había madurado en ese aspecto, prosiguió. -Así ella no me caiga bien, no quiero lastimar a mi hermano, no quiero hacerlo sufrir más de lo que ya he hecho y estoy a nada de hacer-. 

-Qué conmovedor, pero tu hermano no va a sufrir por lo que hagas, sino por sus propias decisiones, a fin de cuentas cada quien es quien elige qué quiere hacer con su vida y cómo quiere hacerlo-. 

-Supongo que tienes razón-. Después de un largo tiempo por fin llegaron a la parte en la que el padre le concede el permiso de besar a la novia, Jacob aplaudió de felicidad por su hermano y por cortesía para Jane, comenzó a caminar la pareja y todos los invitados se contagiaron de esa felicidad, cuando solo quedaban Jacob y Jawzahr, uno de los dos raros acompañantes se aproximó a Jacob, el otro se fue a hablar con la madre de él y su hermano.

-Sígueme, muchacho-. Dudó en hacerlo pero Jawzahr le indicó que lo siguiera, caminaron un poco alejándose de la multitud, el otro sujeto seguía encapuchado, luego se detuvo dándole la espalda a Jacob. -Debo decir que me sorprendió que no hicieras caso a Jawzahr-. 

-¿Ramsey? -. El encapuchado se bajó la capa que lo cubría dejando ver el rostro de Ramsey, éste solo se limitó a sonreír. -¿Qué estás haciendo aquí? -.

-¿Acaso no puedo venir a dar mis sinceras felicitaciones a tu hermano y a ti por tener una increíble madurez? -. 

-Si superas que ella no le conviene, no me preguntes por qué pero, algo raro hay en ella-. 

-Si lo sabes, ¿Por qué no se lo dices? -. 

-Porque no quiero angustiarlo más, ha tenido suficiente con nuestras discusiones estúpidas como para que le arruine su vida por una, ¿"Superstición"? -. 

-¿Superstición? -. Ramsey río. -Veo que aun te falta aprender muchas cosas-. 

-¿Como qué?-.

-Por ejemplo el pasado de tu familia, tus orígenes, no sabes nada sobre ellos-. Jacob comenzaba a mirarlo con desespero, desde hace años esperaba descubrir algo relacionado con todos los sucesos que le han pasado hasta hoy. -Tu padre, como ya habrás deducido es un simple mundano, en cambio tu madre, ella ... pertenece a una de las más poderosas y últimas cinco familias registradas bajo el linaje de los Os nádarrach-.

- ¿Conociste a mi madre? -. Preguntó saliendo de su enojo, Ramsey señaló discretamente al señor que estaba con su madre.

-No en realidad-. De nuevo Jacob tuvo un bajonazo emocional. -Pero Crowley, mi padre ... me hablaba mucho de ella, fueron compañeros de instituto, siempre estuvo pendiente de ella, la defendía de los abusones, en pocas palabras ...-. Hizo otra pausa mientras buscaba las palabras adecuadas y seguía mirando a la madre de Jacob que hablaba y reía felizmente con su acompañante. -Él pensaba que tu madre, una bella y amable Wendolin se fijaría en un rudo pero atento Urman, sin embargo ella eligió a un asqueroso mundano, sin ofender-. A Jacob le dio lo mismo ese comentario. -¿Ahora entiendes por qué tu madre jamás mencionó palabra alguna sobre esto? -.

-Por miedo a que la rechazaran o algo peor-.

-Exactamente, los mundanos suelen ser un poco raros o actuar de manera impulsiva ante lo desconocido-.

-Ramsey-. Este volteó a verlo, en sí Jacob tenía miedo de preguntar eso, pero debería hacerlo así la respuesta no le gustase. -¿Qué posibilidades hay de que mi hermano sea un mundano? -.

- No sabría decirte, la verdad nunca entendí ni entenderé cómo funciona la genética mágica o como quieras llamarla-. De nuevo tuvo un bajonazo, lo tenía todo y a la vez nada respecto a su pasado y el otro mundo que lo rodeaba, tal vez eso explicaría por qué su hermano se negaba (como decía él) a abrir los ojos a la realidad, duraron un rato en silencio hasta que anocheció y Ramsey lo notó. - Debería irme, alguien me espera-. Su acompañante se había ido minutos antes.

-De acuerdo, hasta una próxima-. Le tendió una mano que Ramsey inmediatamente aceptó, se quedará mirándose un rato fijamente.

-Hasta una próxima y espero que no vayas a cometer ningún error-. Y dicho eso desapareció dejando a Jacob tranquilo pero con dudas como: ¿Kendall habría sacado la sangre mundana de su padre y él la de su madre?, ¿Por qué nunca llegó a conocer a Crowley cuando eran niños? y la más importante: ¿Las palabras Wendolin y Urman tendrían algo que ver con el castillo al que iría dentro de unos cuántos días ?, despejando su mente bajó a cenar sin mediar palabra con alguno y se acostó meditando qué sería de su vida luego de abandonara esa casa con rumbo a Inglaterra.

El tiempo pasó, como una estrella fugaz y de pronto era fin de año, durante ese tiempo la rutina se repetía sin lugar a cambios: mientras él estaba encerrado en su habitación practicando con su espada, Kendall y Jane derrochaban amor y pasión en la otra habitación. Los rayos del sol se colaron por una de las ventanas golpeando de lleno su cara, se quejó por eso y se levantó restregando un poco sus ojos antes de darse una buena ducha, luego de eso salió vestido con la misma pinta que el día la boda de su hermano y bajó, los otros dos lo estaban esperando para desayunar.

-Buen día hermano-. Saludó Kendall de buen ánimo mientras untaba una tostada con mermelada.

-Hola Kendall-. Respondió muy natural, imitando a su hermano, en ese instante entró Jane, saludó a Kendall con un beso en la mejilla y prosiguió a servirse su taza de café humeante y tomar asiento al lado de su amado esposo, Jacob la observaba en silencio, hasta que se levantó y antes de irse le dijo algo a Kendall en el oído que lo hizo sonreír, el silencio fue roto cuando su hermano le dirigió la palabra.

-¿Estás bien? -. 

-Sí, ¿Por? -.

-Pues dime tú, apenas respondes o te manifiestas por la casa-.

-No quiero arruinar tu diversión, es todo-. 

-Como digas-. Se levantó para dejar su plato en el fregadero y se volvía hacía él.-Jane y yo vamos a ir a la feria, ¿Nos acompañarías? -.

-Me encantaría, pero tengo otros asuntos pendientes en la biblioteca-. 

-Bueno, nos vemos luego-. Salió cerrando la puerta para ir junto a su amada a las ferias, Jacob se quedó mirando un rato la puerta antes de decidirse a seguir con sus planes.

-Igualmente-. Dio un último sorbo a su bebida antes de dejar el vaso sonoramente sobre la mesa. -Tal vez nunca volvamos a vernos hermanito-. Se levantó dejando el vaso ahí, se hizo cuántos retoques más antes de salir decidido a la biblioteca con el libro que había firmado y tomado sin permiso de esta misma, apenas llegó abrió su mapa para darle un vistazo, la flecha que hacía de brújula seguía apuntando hacía el norte y se preguntó en voz alta. -¿Qué tan lejos quedará ese castillo? -.

-Bastante, eso es obvio-. Jawzahr hizo aparición frente a él.

-Ya veo, ¿Estás preparado? -. Preguntó mientras dejaba el libro en un lugar visible y se guardaba el mapa en el bolsillo.

-Por supuesto, nací preparado, ¿Qué hay de ti? -.

-Claro que sí-. Luego de estar unas cuántas horas más fuera de casa, regresó para hacer unos últimos preparativos antes de partir para siempre de ese lugar. Por otro lado Kendall y Jane parecían niños pequeños visitando todos y cada uno de los juegos y carpas que estaban allí, mientras iban caminado y comiendo algodón de azúcar, él alzó la vista al cielo y una vez más divisó aquella ave que inconscientemente lo acompañaba sin que lo notara, se preguntó porqué se le había pegado, pero no era lo único que lo seguía, el elegante señor que en la boda había estado hablando con su madre, lo observaba a lo lejos, de nuevo se perdió en sus pensamientos hasta que Jane lo trajo de nuevo a la realidad. Pasadas unas horas volvieron a su hogar cuando ya estaba bien entrada la noche, cenaron de nuevo en silencio y se fueron a dormir, Jacob aún tenía sus vestimentas puestas, solo era cuestión de esperar a que hubiese silencio y la luz estuviese apagada para emprender su viaje; cerca de la medianoche su señal se manifestó, paz por fin y cero ruido.

-¿Estás listo? -. Pero en lugar de obtener respuestas Jacob se volteó para buscar una hoja y una pluma, sí se marcharía pero le dejaría una nota a su hermano, comenzó a escribir, no eran letras o palabras en su idioma, parecían garabatos, cuando hubo finalizado la dejó sobre la cama, una vez más miró la cama antes de salir por la ventana sin hacer ruido, comenzó a caminar sigilosamente hasta asegurarse de estar bastante lejos del ángulo de visión de cualquiera de los cuartos y salió corriendo adentrándose de nuevo en el siniestro bosque, tenía determinación y felicidad tatuados en la cara, se despediría para siempre de Jane, de esa casa y de su hermano; se detuvo ante ese último pensamiento, aún podía dar marcha atrás si lo quería.

-Al diablo con esto, ya no soy más esa persona que solía ser-. Dijo quitándose el nombre de su hermano de su mente, su viaje por fin había comenzado.