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CAPÍTULO II: COMPORTAMIENTOS EXTRAÑOS

Tres años después, estaban de nuevo por comenzar las clases, Kendall hasta ahora iba a comenzar la preparatoria, Jacob iba por su segundo grado de la misma, pero se él siente aburrido en aquel lugar, últimamente su curiosidad e investigaciones sobre la magia, los lugares místicos o irreales, lo tenían fantaseado con la idea de entrar a una escuela fuera de este mundo en donde aprendiera cosas más interesantes que matemáticas y literatura, se detuvieron frente a la entrada, Jacob comenzaba a dejarse barba y optar por una vestimenta más rebelde , en cambio Kendall optaba por una más formal, ya había decidido confesarse ante Jane y ella había aceptado salir con él.

-Aquí comienza mi primer y aburrido año en la preparatoria-. Dijo Kendall, Jacob lo miró estupefacto.

-Wow, creí que morías de ganas de volver-.

-Solo bromeaba, adoro este lugar, aunque a veces muera de aburrimiento-.

-Yo quisiera cambiarme, esto es tan aburrido y rutinario, ojalá existiera un lugar donde enseñaran algo más divertido, en incluso estaría tentado a ser profesor si hubiera un lugar así-.

-¿En serio?, ¿Qué clase de lugar sería y qué enseñarías? -.

-No lo sé, algo como alquimia, magia o el arte de adivinar para poder predecir el futuro, desentrañar la oscura historia de los lugares prohibidos de Escocia-. Mientras hablaba movía la mano como si sujetara una varita o algún cetro de poder, Kendall comenzó a preocuparse de que lo vieran hablando y actuando así.

-Suena escandaloso pero a la vez interesante-. Jacob lo miró. -Ya sabes como es la gente aquí y papá no estaría muy de acuerdo con eso ... En cambio mamá ... Tal vez te encerraría por un tiempo-.

-Sí, pero no estaría mal intentarlo-. Seguía hablando como si estuviera en medio de una batalla mágica o algo así, si no dejaba de actuar así seguramente lo enviarían a un internado, se puso frente a él.

-¿Estás bien?, parece que estuvieras delirando-.

-No es nada, ahora vamos a clase-. Dejaron el tema ahí y se encaminaron hacia sus propias salones de clase, sin embargo algo inquietaba a Jacob, mientras su profesor explicaba el tema de la clase, él no podía dejar de ver la ventana, al principio no vio más que el patio y el corredor, pero luego comenzó a ver una especie de criatura mágica con alas similar a un hada hasta que desapareció, luego comenzó a sentir fatiga y mareos como si hubiera hecho una caminata larga por ese frondoso bosque, de la nada se puso pálido, otra vez parecía sumergido en otra dimensión, el profesor se quedó viéndolo extrañado y dejó de hablar. 

-Joven McQuoid-. Jacob pareció volver a la realidad y lo miró confuso. -¿Se encuentra bien? -.

-Lo ... Lo siento, creo que no me siento bien-. Dijo poniendo una de sus manos en su frente y suspiró. -¿Podría salir un momento? -.

-Claro, además de un poco de aire te vendría bien-.

-Gracias-. Se levantó de su asiento y salió, no tenía ni idea de qué había pasado, ¿Sería que quien fuera que había escuchado en el bosque, había vuelto?, En caso de ser así, ¿Con qué propósito lo haría? y aún más importante ¿Sería él el único que veía eso?, mientras caminaba decidió que eso sólo podría hablar de eso con Ramsey, volvió para decirle al profesor que definitivamente tenía que ausentarse porque no se sintió bien, pero era mentira, lo único que lo agobiaba era sus ... Como decirlo, ¿Visiones ?, ¿Alucinaciones ?, mientras salía chocó con una pareja.

-Fíjate por donde vas-. Le dijo esa voz que le sonó familiar y alzó la vista.

-Lo siento-.

-¿Te encuentras bien? -. Le preguntó su hermano en tono protector y preocupado.

-No lo creo, creo que mejor me voy a casa-.

-Te acompañamos-. Se ofreció Jane por los dos, pero Jacob movió la cabeza negando.

-Gracias, pero no quiero que falten a clase-.

-Como quieras, pero luego hablamos-. Le reprochó Kendall y cada quien continuó con su camino, mientras que Kendall y su novia se dirigieron a clase, él salió de allí y se encaminó hacia la tienda de Ramsey, necesita respuestas lo más pronto posible y no se atrevía a hablar de ese incidente con nadie, seguramente si lo hiciera lo tacharían de loco o amenaza para la sociedad, llegó hasta allí y tocó.

-Abre la puerta-. Gritó mientras golpeaba impaciente.

-¿Quién es? -. Preguntó Ramsey con deje de fastidio desde el mostrador mientras fumaba de su pipa.

-Jacob, Jacob McQuoid-. Respondió sin más apoyándose en la puerta con desespero.

-¿Eres el chico que vino por un bosque encantado y los lamentos provistos del mismo? -.

-Sí, el mismo-. Se oyó como abrían el cerrojo y aparecía Ramsey con una gabardina café oscura de cuero, y ropa gris casi andrajosa, seguía conservando el pelo largo, pero a diferencia del primer encuentro, estaba más presentable, lo miró inquieto.

-¿Por qué has vuelto? -. Se hizo hacia un lado para permitirle pasar y cerrar la puerta rápidamente.

-He tenido "visiones", entre otras cosas-. Hizo énfasis en la palabra visiones, porque ni él mismo sabía cómo describir esos sucesos.

-¿Cómo de qué clase? -.

-Espíritus, criaturas mágicas y lugares que nadie más ve ... También en ocasiones escucho lamentos o voces de esos lugares, creo que las voces vienen de esas criaturas-.

-Es probable que tengas un don niño-.

-¿Un don? -.

-Verás, muchas personas no somos completamente humanas ...-. Hizo una pausa debido a la cara de intriga de Jacob. -Por ejemplo yo, soy un ... Digamos ... Hechicero, otros pueden ser demonios, ángeles o simplemente seres mágicos o humanos con sangre mágica-. Lo dijo sin pensarlo, Jacob seguía intrigado.

-Entonces ... ¿Son ciertas las leyendas y rumores de la gente? -. Preguntó esperando una respuesta, pero en lugar de eso vio como Ramsey se acercaba a él y lo conducía a la puerta mientras hablaba. - ¡No son solo libros y palabras sin sentido, lo sabía! -. Miró a Ramsey esperanzado, pero este lo miraba con cara de "la embarré".

-Me temo que sí-. Se detuvo y miró por la ventana. -Se hace de noche, debes irte-. Abrió la puerta y lo empujó hacia afuera, se extrañó y comenzaba a fastidiarle que siempre que creía que iba a obtener respuestas, Ramsey se mostrara reacio a dárselas.

-Espera, quiero saber más sobre esto-.

-Vuelve mañana-.

-Aunque sea como ...-. Le cerró la puerta en la cara. -Localizarlos-. Terminó desanimado y sin más se encaminó para su casa sin poder sacarse de la cabeza la idea de que según Ramsey, él podría ser un ser mágico, comenzó a imaginar lo que haría si fuera verdad eso, también pensó en buscar seriamente un lugar donde sólo estuvieran los que fueron como él, estuvo todo el camino sumergido que su mente que no se dio cuenta de cuando llegó a la puerta de su casa, tampoco se dio cuenta de que una criatura de tamaño de una serpiente pero con cuerpo de dragón lo seguía.

Se detuvo para abrir la puerta y la vio, ella simplemente abrió su boca soltando un poco de fuego y siguió su rumbo, no le dio mucha importancia y abrió la puerta, tal vez su hermano ya había llegado, entró y al no oír ruido comenzó a llamarlo. "Seguramente tardará más" pensó mientras buscaba algo de comer, al cabo de unos segundos se abrió la puerta anunciando la llegada de Kendall.

-Hola, ¿Hay alguien en casa? -. Preguntó mientras cerraba la puerta y se quitaba sus lentes para descansar un rato antes de usarlos de nuevo.

-Sí, aquí estoy-. Respondió Jacob alzando la mano, se dio la vuelta para ver a su hermano con cara de duda. -¿Todo en orden hermano? -.

-Eso mismo te pregunto-. Lo analizó con la mirada seriamente, Jacob no cedió. -Has estado actuando bastante raro-. 

-No es nada, solo que no me sentí bien, es todo-. Comenzaba a enfadarse de que otra vez su hermano lo interrogara con lo mismo, además tampoco le contaría el incidente con el Nidhogg, su hermano lo tomaría de loco.

-Quisiera creerte pero ...-. Jacob se levantó de la silla furioso para quedar frente a frente.

-Ya te dije que estoy bien, Kendall-. Su hermano comenzó a caminar hacia las habitaciones, pero se detuvo para ver a Jacob.

-De acuerdo, si no quieres decirlo ...-. Se volteó hacia la puerta, continuó hablando. -Sin embargo, recuerda que siempre buscaré una forma de saberlo-. Entró a la habitación dejando a Jacob pensativo, ¿Qué habrá querido decirle con esa frase?, ¿Era posible que su hermano pudiera leer su mente? o tal vez no era muy bueno disimulando, también puede que fuera bastante predecible, sin más remedio se quedó en la sala hasta bien entrada la noche, bajaron a comer en silencio, cuando fue a dormir no pudo sacarse de la cabeza el Nidhogg, otra vez las dudas lo invadieron provocando que no pudiera conciliar el sueño. 

Al día siguiente cada uno se centró en sus planes de fin de semana, Kendall fue a reunirse con su novia, mientras que Jacob seguía asistiendo a la tienda de Ramsey a escondidas, le contó lo de aquella criatura,  a lo cual Ramsey dedujo que posiblemente sería su guardián o animal espiritual, de nuevo volvió a mencionar que sólo las personas mágicas podían llegar a tener uno, aunque no fuese sumamente necesario, después de un tiempo Jacob comenzaba a ausentarse más, a ser más solitario, una tarde mientras Kendall caminaba con Jane se detuvo algo abrumado, no paraba de pensar en Jacob.

-¿Estás bien? -. Le apoyando su mentón en su hombro mientras lo abrazaba, Kendall correspondió con un abrazo fingido.

-Sí, pero me preocupa Jacob-. 

-¿Luego? -. Kendall se volteó para verla con cara de abrumado.

-Últimamente hemos estado discutiendo más de lo normal-. 

-Suele suceder, dale tiempo, tal vez más tarde te cuente qué sucede-. 

-De acuerdo-. Su mirada se perdió por un breve instante en el cielo donde volaba un ave demasiado llamativa, tenían un cierto gusto por las aves (gracias a su madre), así que no se lo tomó muy a pecho. "Seguro era un ave más" pensó , luego volvió a centrar la mirada en Jane antes de seguir caminando, se le ocurrió una idea. -¿Vamos a comer algo? -.

-Claro-. Dijo ella dando saltitos de felicidad, luego comenzó a caminar hasta llegar a un restaurante, pidieron algo sencillo y comenzó a hablar de la preparatoria, las tareas, los profesores, entre otras cosas, pagaron y siguieron caminando hasta la casa de Jane, antes de despedirse la besó y se quedaron un rato abrazados. - Nos vemos mañana-. 

-Claro, cuídate-. Dijo él y volvió a darle un beso breve, luego se despidieron una vez más y continuó su camino hasta la casa, entró y vio que todo estaba completamente desorganizado, como si hubiera pasado una tormenta por ese lugar. -¿Jacob, estás aquí? -. Siguió caminando hasta la sala, apenas llegó se quedó quieto mientras buscaba a su hermano con la mirada, entrecerró un poco los ojos. -Jacob-.

-Oh, hola-. Salió de detrás del sofá que estaba volcado hacia un lado. -No te había oído llegar-.

-¿Qué demonios pasó aquí? -. Preguntó lentamente mientras caminaba en medio del desorden y tratando de calmarse. 

-Yo ... Esto ... Estaba buscando mi lápiz, por eso todo está así-. Le había mentido, otra vez había tenido un encuentro con el Nidhogg, comenzó a perseguirlo porque comenzó a molestarlo con su presencia y tratar de captar su atención, algo que él no había comprendido; porque creía que era de mal agüero, pero la bestia era más rápida y se llevaba todo a su paso, hasta que al final se fue, tarde o temprano se daría cuenta de que estaba equivocado respecto al Nidhogg

-De acuerdo-. Dijo su hermano no muy convencido de ello, pensó en hablar con él por las buenas, así que se acercó para ayudarlo a acomodar todo. -Escucha, no quiero entrar en discusión de nuevo, solo quiero saber qué es lo que te atormenta-. 

-Si te lo dijera, ¿Te reirías de mí? -. Preguntó un poco desconfiado cuando ya hubieron terminado de acomodarlo todo.

-¡Claro que no!, ¿Por qué lo haría? -. 

-Sé que prometí no volver a mencionar este tema, pero últimamente se ha vuelto más persistente-. Soltó sin más, Kendall lo miró preocupado, quería ayudarlo; sin embargo no sabía cómo, no sabía nada de Ramsey, porque su hermano ha estado haciendo un gran trabajo ocultándoselo. Jane, seguramente lo tomaría por loco, su madre; evidentemente les daría una reprimenda por no hacer caso y su padre ... ¡Ni hablar!

-Oh, por Sucellus, no  puede ser posible-. 

-Eso quisiera creer, pero ...-. 

-Déjalo ir, simplemente ignora eso-. 

-Ok, me alegra que volvamos a hablar-. 

-A mi igual-. Se fueron a la habitación y comenzó a hablar de otras cosas y evitando a toda costa, cualquier tema referente a lo del bosque o suceso sin explicación, a Kendall se le ocurrió que podría hacer que su hermano saliera de la casa para desaburrirse. -Jane me invitó a esquiar, ¿Quieres venir? -.

-Bueno, no estaría mal un cambio de rutina-. Bajaron a cenar, todo transcurrió normal, no hubo comentarios por parte de nadie, se fueron a la cama no sin antes alistar todo lo necesario para el día siguiente. Apenas vieron los primeros destellos de sol, se levantaron, cambiaron, bajaron a desayunar y salieron hacia la casa de Jane para luego comenzar el rumbo hacia donde irían a esquiar; llegaron allá y se quedaron observando el horizonte, a Jacob se le vino un recuerdo a la mente.

-¿Recuerdas cuando hacíamos guerra de bolas de nieve? -. 

-Claro que sí, incluso estuvimos castigados una semana porque rompiste una ventana-. 

-Eso no es cierto, fuiste tú quien la rompió-. La verdad de eso era que había sido Jacob, pero Kendall había aceptado toda la culpa por su hermano, sin embargo los castigaron a los dos, a Jacob por romper la ventana y a Kendall por cubrir a su hermano.

-Vaya, eran muy traviesos de pequeños-. Habló Jane mientras se ponían la vestimenta para esquiar.

-Sí, aunque el que siempre tenía esas ideas era Jacob-. Habló Kendall señalando a su hermano mientras reía.

-¿Con que te gusta mucho la aventura, no Jacob? -. 

-Sí, así es y no podría quedarme sin mi compañero de aventuras-. Puso una mano sobre el hombro de Kendall.

-Pues estás de suerte-. Lo miró con cara retadora mientras se acercaban a la meta. -Porque no creo que puedas ganarme sobre nieve-.

-Eso lo veremos hermanito-. Los tres se posicionaron en la línea de meta, Jane no dejaba de verlos tan feliz de estar los dos como en los viejos tiempos, sonrío sin más.

-Definitivamente son muy unidos-. Contaron hasta tres y bajaron, al principio Jacob y Kendall iban a la par, luego iniciaron a adelantarse, hasta que en un momento Jacob empujó a Kendall y se sumergieron en choques constante hasta que terminaron rodando, cuando llegaron al final comenzó a lanzarse bolas de nieve mientras Jane bajaba, apenas ella llegó se dirigió a quitarse lo de esquí y los llamó.

-Chicos, vamos a comer algo-. 

-Es una buena idea-. Dijo Jacob mientras desataba las botas de su tabla de esquí.

-Recogeré todo esto y ya los alcanzo-. Se ofreció Kendall.

-Descuida, de eso me encargo yo-. Le guiñó un ojo y Kendall lo miró avergonzado. -Adelante, ve con ella-. Al instante algo dentro de él se activó, había algo raro con Jane y de un momento a otro comenzó a casi odiarla más no sabía el por qué.

-De acuerdo-. Cuando pasó por su lado lo golpeó en el brazo. -No te tardes-. Entró a la cabaña para ayudar a Jane, mientras él se quedó para recoger todo el equipamiento, todo iba normal hasta que escuchó un ruido de garras hundiéndose en la nueve, se quedó quieto tratando de adivinar de donde provenía el ruido, hasta que sus sospechas se hicieron ciertas: el Nidhogg estaba frente a él mirándolo fijamente.  

-¿Otra vez tú? -. Le preguntó sin pensar y sin esperar respuesta.

-Sígueme, tengo que mostrarte algo-. Dijo una voz en su cabeza, al parecer provenía del Nidhogg, sin pensarlo dos veces lo siguió, comenzaban a alejarse más de la cabaña hasta llegar a una parte de la montaña que parecía una cueva, por otro lado comenzó a preocuparse de que Jacob no estaba ahí, Jane se extrañó, lo cual no era muy usual en ella ya que tenía sus sospechas de Jacob.

-Querido, ¿No crees que tu hermano ya se tardó? -. 

-Tienes razón, iré a buscarlo-. Se puso un abrigo y salió a buscarlo en medio de la ventisca, nevaba muy fuerte que en cualquier comento podría avecinarse una avalancha, debería que darse prisa. -Jacob, ¿Dónde te habrás metido? -. Siguió caminando siguiendo las huellas de Jacob, pero no eran las únicas huellas que han, "seguro debió ver un animal y lo siguió" pensó mientras caminaba siguiendo el rastro, por otro lado Jacob y el Nidhogg se detenido frente a una montaña, obviamente y sin que él lo supiera esa ave de la primera vez lo estaba guiando, por otro lado ...

-¿Qué es esto? -. Dijo Jacob viendo como una entrada que antes no estaba ahí se manifestaba ante él con imponencia.

-No cualquiera puede ver lo que ahí se oculta-. Habló del nuevo el Nidhogg señalando con su cabeza la entrada como invitándolo a seguir.

-¿Quieres decir que ahí hay algo más que una simple montaña cubierta de nieve? -. 

-Tendrás que descubrirlo por tu cuenta-. 

-¿Eso que significa? -. Se escucharon unos pasos a lo lejos y Jacob, pareció reaccionar.

-¡Jacob!, ¡Jacob, ¿Dónde estás?! -.

-Oh no, ahora sí que estoy en problemas-. Giró para buscar al Nidhogg, pero este ya se había esfumado. -¡Oye! -. Trató de llamarlo.

-¿Qué haces aquí? -. Preguntó Kendall cuando lo encontró.

-Yo solo vine a echar un vistazo-. 

-Ay Jacob, qué tonto eres, ¿Con este clima? -. Preguntó mientras comenzaban a caminar hacia la cabaña, Kendall miró hacia arriba y ahí estaba otra vez esa ave y volaba cerca de la montaña en donde había estado Jacob con el Nidhogg.

-Lo siento, me llevó la curiosidad-.

-Si no te cuidas, un día de estos la curiosidad podría matarte-. Comenzaron a caminar a la cabaña, se detuvieron frente a la puerta para dejar todo el equipo de esquí y entrar, pero Jacob se volteó hacía el de forma retadora, esta vez sentía que su sexto sentido no fallaba, sentía un fuerte deseo por descubrir lo desconocido.

-Valdría la pena, ¿No crees? -. De nuevo comenzaba a actuar como si estaba fuera de sí.

-Jacob, no sé en qué estás pensando-. Encaró a su hermano. - Pero de nuevo, ignoraste mi consejo, ¿No es así? -. 

-No puedo evitarlo-. 

-¡Sí puedes! -. Le espetó en la cara. -¡Te hace falta coraje! -. 

-¡¿Lo dices tú?! -. Le preguntó empujándolo con fuerza. -¡Si ni siquiera eres capaz de defenderte y valerte por ti mismo! -.

-¡Vete al diablo! -. Le dijo mientras le propinaba un zurdazo en la cara, su hermano había cruzado el límite, comenzaron a intercambiar golpes, se arrojaban y estrellaban contra las paredes de la cabaña, se abalanzaban uno sobre otro, cuando Jane salió de la otra cabaña al escuchar el escándalo, Jacob estaba en el suelo y Kendall parecía dispuesto a desfigurarle el rostro, se acercó hasta ellos. 

-¡Chicos, basta!-. Gritó apartando a su novio e interponiéndose entre ambos.

-¡Has perdido completamente la cabeza! -. Le gritó Kendall a Jacob mientras se paraba y se limpiaba la sangre.

-¡Y tú la poca dignidad que tienes! -. Lo señaló amenazadoramente. -¡Siempre andas diciendo que estoy loco, actúas como todos los demás, no abres tu mente!-. 

-Te dije que olvidaras eso, por el bien de los dos-. 

-Me decepcionas-. Soltó Jacob, cogió su maleta listo para irse a quien sabe donde. -Antes de irme, quiero que sepas que tarde o temprano te arrepentirás-. Comenzó a caminar para alejarse de ellos, Kendall lo miraba con rostro triste, se sintió mal porque en su intento de ayudarlo, terminó fue apartándolo, Jane lo haló del brazo para que entraran.

-Ya se le pasará-. Le decía mientras curaba la herida.

-No lo creo-...

Mientras tanto, Jacob se encontraba en el centro de ese bosque, tenía una serie de objetos que había robado con un propósito desconocido, por órdenes del Nidhogg, estaba esperando pacientemente cuando, escuchó a lo lejos un débil arrastrado, se dio vuelta y ahí estaba él con una cara de satisfacción absoluta. 

-Volviste-. Jacob asintió. -¿Así que has decidido cuál es tu destino? -. 

-Sí, sin dudas-. Respondió muy seguro de si mismo. -Estoy a tus órdenes -...

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