Capítulo 3
SooJin regresó de las compras, había dejado las cosas en la mesa se la cocina.
—Kook, ya regresé —dijo con tono normal mientras dejaba su paraguas en la entrada, pero no hubo respuesta. Fue a la habitación del castaño y vio a su hermano acostado sobre su pequeño escritorio. La escena le enterneció, vio que en su mano derecha tenía una libreta y rápidamente la reconoció.
Con mucha delicadeza toma la libreta de su hermano, empezó a leer las primeras páginas.
—8 de noviembre —empieza a leer—. Hoy fui al parque, quería despejarme por una discusión que tuve con Jean; ella me estaba reclamando de porqué no le hacía caso, ya eran varias veces que le decía que no estaba interesado en ella y menos en el amor. Me senté en una de las bancas que daba cerca del lago, y ahí lo vi.
Un chico de cabellos negros como la noche, su piel era un poco pálida, vestía muy bien, se podía ver su gusto por la moda. Pero su mirada...era lo que me llamó la atención, cualquiera que lo viera, hubiera dicho o pensado "ah sí, el pobre se ve triste", pero si ves detenidamente su expresión, no había nada. Solo una mirada vacía, me causa curiosidad que es lo que provoca aquel chico pelinegro —termina de leer la primera hoja—. Ya me causaste curiosidad —susurra mientras que esbozaba una sonrisa cálida.
Se fue hasta la última hoja en la que había escrito Jungkook, lo leyó y al final vio el dibujo de aquel chico que lo traía profundamente enamorado, ella se dio cuenta de eso, pero no su hermano.
—Si supieras que te enamoraste pequeño conejito —acaricia levemente el cabello de su pequeño hermano.
Se alejó de la habitación de Jungkook, empezó a sonar su celular y contestó.
—Bueno... Ah, hola Jimin... No, acabo de llegar por unas compras... Sí, ¿pueden venir mañana pasado?, es que mañana sal... Adiós —mira su celular con algo de confusión, pues su amigo colgó primero sin darle tiempo de explicar a la chica.
Empezó hacer la comida para ambos, sabía bien que el aroma de la comida despertaría a su dormilón hermano. Y es justo lo que pasó.
—Huele bien rico —se acerca Jungkook con su cabello desordenado.
—Si no cocino, tú ni te despiertas —se ríe y empieza a servir.
—Llegué cansado, no me culpes.
—Bueno, bueno. ¿Mañana te gustaría dar un paseo de hermanos? —el castaño levantó rápido su rostro y hubo un brillo en sus ojos.
—¿Lo dices en serio?
—¿Por qué bromearía con eso? Tiene rato que no salimos juntos como antes, así que me pareció buena idea salir mañana, sirve que a lo mejor me ayudas con mi próxima historia —le dedica una sonrisa a su hermano.
Jungkook estaba feliz por dentro, pues por fin podría mostrarle a su hermana al chico de los ojos tristes, sí, lo había apodado de esa manera por la expresión que siempre había en sus ojos... Tristeza.
Pero lo que él no sabía, era que su hermana tenía otros planes.
...
Al día siguiente
Los hermanos se alistaron para salir, Jungkook que dijo una hora exacta para salir, la hora que él siempre acostumbra a salir para encontrarse con aquel chico. Estaba más ansioso que de costumbre, pues quería ver de nuevo esos ojos cafés.
Ambos salieron y se encaminaron al parque, la chica no dijo nada, pues quería llevar a cabo la idea que tuvo desde ayer. Llegaron a su destino, se percató el menor que ahí estaba ese chico que hacía que su corazón latiera muy rápido; la mayor se dio cuenta que ese el chico que traía loco a su hermano y decidió llevar a cabo su plan.
Taehyung
—Jungkook, vamos, quiero lanzar piedras al lago —vi cómo sonreía la chica. Con que así se llama, Jungkook, un hermoso nombre para hermoso chico. Me sentí feliz por saber cómo se llamaba ese chico que siempre veía en el otro extremo del camino, pero a la vez me sentía triste por ver que ya tenía novia.
—Pe‐pero —quería reclamar pero se veía que no podía, cómo negarle algo a tan linda chica. Afortunada por tener a un chico tan lindo como él .
—Ay, vamos, solo por un rato, ¿sí? Tiene tiempo que no lo hacía.
—Bien, pero un rato nada más —la ve y se acerca a ella.
Los vi como lanzaban pequeñas piedras al lago que estaba ahí, pasó un tiempo y se acercaron a dónde yo estaba.
—Hola —me saluda la chica con un ánimo bastante alegre.
—Hola —respondí de manera neutra.
—Saluda bobo —le da un codazo a un costado de su estómago a Jungkook.
—Ho-hola —me dio ternura por la forma en que tartamudeaba.
—¿No hay problema si nos sentamos aquí? —preguntó de manera muy amable la chica.
—No —respondí cortante, pues me había propuesto a no volver a entablar una conversación con nadie, pero al parecer eso no se va a poder.
—Me llamo Jeon SooJin, y él es mi hermano menor Jeon Jungkook —¿hermano? Cuando escuché eso una parte de mí se sintió feliz—. Saluda genio.
—Hola...que-que tal —seguía tímido.
—Una disculpa, mi hermano no suele entablar una conversación con otra persona, es muy tímido. ¿Cómo te llamas?
—Me llamo Kim Taehyung.
—Un gusto Taehyung —suena su celular, lo saca y ve el número—. Un momento por favor, Kook, ahora vuelvo —se aleja un poco.
Hubo un silencio incómodo entre nosotros dos, al parecer nadie tenía el valor de hablar, bueno... Ya teníamos algo en común.
—Es un lindo nombre —lo miré. Pude ver esos hermosos ojos cafés claro con un brillo simulando una galaxia, jamás me había perdido en unos ojos tan hermosos como los de él.
—Gracias, igual el tuyo —traté de no mirarlo, no quería volver a repetir la misma historia. En eso regresa su hermana.
—Tenemos que irnos, la tía Hanna va a venir y hay que preparar una comida. Fue un gusto conocerte Taehyung, nos vemos.
—Adiós —dijo Jungkook y se va con su hermana.
—Adiós —respondí mientras veía como se iban.
Mi vista volvió a dirigirse al lago, pero mi mano sintió un pequeño objeto, lo vi y era la cartera de la chica, al parecer se le salió cuando se levantó a contestar la llamada. Cuando empecé a correr para la entrada del parque no los pude ver, supuse que ya estaban lejos.
Jungkook
—Hermanito, ¿puedes pagar el taxi? Al parecer olvidé mi cartera en el departamento —me ve. Me reí por lo olvidadiza que puede ser.
—Sí, no hay problema.
Entramos al departamento y empecé a ayudarla con la limpieza del departamento mientras ella preparaba la comida. Después de un rato terminamos, yo me senté en el pequeño sofá mientras ella iba a buscar su cartera.
—Kook, ¿no has visto mi cartera? —sale de su habitación.
—No, de seguro ha de estar tirada debajo de tu cama.
—Ya la busqué por todos lados y nada —se pone a recordar dónde fue la última, y cuándo lo recordó, se dio un golpe en la cara con la palma de su mano—. Ya se en dónde quedó.
—¿En dónde? —la miré.
—En el parque.
—Déjame adivinar, si lo traías, solo que se te olvidó y de seguro se te cayó camino a la entrada del parque.
—A veces me da miedo tu intuición.
Íbamos a salir en busca de su cartera perdida, pero al momento de abrir la puerta, vimos que estaba Taehyung ahí.
—¡Taehyung! —dijo sorprendida SooJin— ¿Qué te trae por aquí? Pero lo más importante, ¿cómo supiste que vivimos aquí?
—Fue por esto —saca de su abrigo la cartera de mi noona—. Lo dejaste en la banca por descuido, te lo pensaba devolver en ese momento, pero ya se habían ido.
—Muchas gracias, pero pasa, no te quedes ahí parado.
Taehyung pasó y en ese momento que llaman, mi noona contestó, pero al parecer se enojó.
—¡Me hizo cocinar en vano! —regresó con nosotros.
—¿Qué pasó? —la miré preocupado.
—Qué no va a poder venir porque surgió algo "inesperado" —hizo comillas con sus dedos en la palabra inesperado—. Me hizo perder el tiempo que pudimos haber estado aprovechando tú y yo. Pero bueno, Taehyung, ¿te gustaría quedarte a cenar? —mira al mencionado.
—No quiero molestar.
—Claro que no molestas, ¿verdad Kook? —me ve.
—Cierto, no es molestia —sonreí por inercia.
He de decir que escribir cosas sad y de pocos capítulos no es lo mío.
Pero bueno, se me ocurrió en ese momento.
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