Prólogo. ¿Qué podría salir mal?

Sasha Belova

25 de noviembre 2019

No me gustan las bromas.

Pero esta no es una, Carson realmente espera que yo ayude al hombre que siento que me odia ¿Qué tan malo es eso? Nunca he sido rencorosa, me gusta ayudar a las personas y, aunque Jeremiah me odie, su enfoque ayudándome en algunos casos en el bufete ha sido bueno, pero eso no cambia la realidad.

Jeremiah Greythorne me odia.

Cuando llegó a las oficinas de F&G abogados, con aquella cara enojada y cero sonrisas que no vimos hasta semanas después, siempre con trajes oscuros y corbatas a juego con sus ojos azules, como el experto abogado que era, viéndose inalcanzable e impenetrable sabía que atraería la atención de la mayor parte de la población femenina en el bufete y no estuve equivocada.

Lo observo con atención mientras trato de asimilar lo que han dicho hace apenas unos segundos en la cafetería donde estamos ahora.

—¿Entonces necesitas una novia por estas semanas porque...?

—Porque sus padres creen que se metió al celibato luego de haber estado con Layla —Es Carson quien responde comiendo, o más bien atragantándose, de toda la pasta en el enorme plato que pidió, asiento distraídamente ahogando mi desconcierto.

—¿Quién es Layla?

—Layla es la hija de los mejores amigos de sus padres, pasaron mucho tiempo juntos y ellos todavía son mejores amigos, por tanto, van a juntarse en Keaton city toda esta navidad, estuvieron enamorados y más cosas cursis, pero terminaron y ella está comprometida, entonces Jeremy no quiere que piensen que todavía la ama...—Arqueo una de mis cejas cuando Jeremiah resopla, sin embargo, no contradice la explicación de Carson. Asiento sin mucho que decir mientras tomo la cucharilla sobre mi servilleta y observo el postre frente a mí, relamo mis labios.

—Bien, entonces ¿voy a fingir que soy tu novia estas semanas solo para que ella no se dé cuenta que sigues enamorado de ella?

—No, porque no está enamorado de ella, quiere librarse de su familia mirándolo con lástima porque creen que todavía le duele—Suelto un suspiro hundiendo mis hombros sin decir nada, como un poco de mi postre mientras lo pienso detenidamente. Pasaré navidad sola, no tengo problemas en ayudarlo, pero es Jeremiah, él prácticamente me odia en el bufete, cuando me ve se aleja y cuando lo miro voltea el rostro ¿Cómo se supone que funcionaría esto?

—¿Por qué están eligiéndome a mi exactamente? —cuestiono con un suspiro.

—Me debes un favor—musita Carson sonriendo ampliamente, mi ceño se frunce y él sonríe—. Eres observadora, Gnomo, y eres abogada, eso explicaría como se conocieron, estás soltera, no tienes compromisos esta navidad...

—¿Exactamente como sabes todo eso, Carson?

—Misterios de la vida y eres la única que podría hacer feliz a la madre de Jeremy porque hablas hasta por los codos—Entreabro los labios indignada—. Sin ofender, Gnomo.

—Ya lo has hecho—murmuro, acomodo mi cabello echándolo detrás de mis hombros y apoyo mis codos sobre la mesa entrelazando mis manos juntas mientras observo fijamente a Jeremiah que me devuelve la mirada gélida conocida desde hace ya unos años.

Cuando Jeremiah llegó al bufete yo apenas empezaba, sin embargo, a pesar de todo el porte intimidante, la mirada gélida, el notable actuar frio que era Jeremiah Greythorne no dejé que me intimidara como hizo con la mayoría de las personas con la que trabajamos, aun así, eso no hizo que le agradara como yo quería que sucediera.

—Está bien, pero, exactamente ¿qué gano yo con esto?

—¿Pasar tiempo en familia? ¿No estar sola en navidad? —Sacudo la cabeza tomando otra cucharada de mi postre.

—No es mi familia, yo estaría como una intrusa allí y paso bien la navidad sola, aunque te parezca extraño—Tuerzo los labios cruzando las piernas por debajo de la mesa mientras le doy vueltas a mi cucharilla.

—No una intrusa, como novia de Jeremy eso te hace parte de la familia—El silencio que le sigue a eso es inquietante, quiero decir obviamente seria falso, pero conozco estas trampas, pasar tiempo con alguien te hace sentir cercano a esa persona y honestamente no quiero desarrollar afecto por alguien que prácticamente me ignora en nuestro trabajo. Luego de unos segundos en los que me dedico a mirar el brownie de chocolate junto al helado de vainilla en mi plato alzo la vista hacia Jeremiah antes de cuestionar:

—¿Continúas enamorado de ella? Porque no voy a ir allí a soportar que babees sobre otra mujer mientras estoy a tu lado.

—Eso no está sucediendo—Habla Jeremiah como por segunda vez en este encuentro, se ha limitado a dejar que Carson intente persuadirme. Pellizco el puente de mi nariz antes de echar mi cabello hacia atrás nuevamente.

—Bien, puedo hacer eso, pero ya te lo dije, no voy a salir de allá con fama de cuernuda, aunque no vaya a regresar jamás.

—¿Segura que no vas a regresar? —Arqueo una de mis cejas hacia Carson que se estremece, pero no dice nada más, miro a Jeremiah nuevamente.

—¿Y podrías quitar esa cara de tragedia? Será navidad no has dicho que haya ningún funeral, odio tu jodido humor trágico todo el tiempo.

—Eso lo notamos hace mucho, mi querido Gnomo—Resoplo sin mucho ánimo bajando la vista a mi plato otra vez, me encojo de hombros llevando un mechón de cabello detrás de mi oreja y nuevamente confirmo mi jodida manía con esto cuando estoy inquieta, de todas formas, este asunto no me inquieta tanto como la siguiente pregunta por parte de Jeremiah.

—¿Por qué no irás con tu familia esta navidad? —Detengo el tenedor a medio camino antes de dejarlo sobre el plato removiéndome en mi asiento.

—¿No tienes familia, Gnomo? —cuestiona Carson antes de que pueda responder, ruedo mis ojos sacudiendo la cabeza.

—Sabes que sí, Carson.

—¿Entonces?

—Solo...estuve allí el año pasado, es complicado de explicar y además es muy lejos—Me encojo de hombros—. Una cosa más ¿cómo se supone que le compre regalos a tu familia si ni siquiera los conozco? —Miro a Jeremiah torciendo los labios y él se encoge de hombros.

—Hay toda una semana y dos fiestas antes de navidad, supongo que eso sería suficiente y no estás obligada a conseguirles nada de todas formas—Asiento sin mucho que decir.

—Todavía no entiendo nada de esto, pero que conste que acepto para no quedarme sola en navidad—señalo bajando la vista a mi celular sobre mi regazo, mi ceño se frunce ante el mensaje de Mayka.

—Raro porque pareces muy buena trabajando sola.

—Tú lo has dicho, trabajando, mi vida personal es diferente.

—Eso se traduce a que no vas a dejar al Gnomo solo en casa de tu familia, ¿okey? soy el garante legal de este trato así que me tienen que dar explicaciones y contarme absolutamente todo lo que suceda allí—Alzo las cejas negando hacia Carson que rueda sus ojos.

—Creo que estás olvidando un detalle importante y es que somos abogados, Carson, lo más que puedes sacar de nosotros es que evadamos el tema—Sacude la cabeza negando, miro el reloj de mi muñeca y lo acomodo suspirando, tomo mi bolso poniéndome de pies y volviendo a empujar mi cabello detrás de mis orejas.

—¿Tan rápido nos abandonas, Gnomo?

—Tengo cosas que hacer, si necesitas coordinar algo me llamas y listo.

—Estas tomando esto más ligero de lo que pensamos ¿Sabes que estamos poniendo tu vida en manos de Jeremy y su familia por cuatro semanas completas, en época navideña y con una ex que podría resultar una psicópata?

—No sé exactamente qué piensas que puede salir mal, pero supongo que Greythorne va a encargarse de eso ¿O no? —Alzo las cejas dándole una mirada interrogativa y él asiente observándome atentamente.

—Seguro, Belova—Mi apellido, esa es la única manera en la que Jeremiah Greythorne se ha molestado en llamarme desde que llegó al bufete, lo que me hace pensar que esto se convertirá en un completo desastre.

¿Un falso amor de navidad? Uhm ¿Qué podría salir mal?

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