Capítulo extra. Ashley Greythorne
Capítulo extra. Ashley Greythorne
Tengo sueño, pero si duermo lo recuerdo a él.
No menciono su nombre en mi cabeza incluso si he escuchado a Sasha mencionarlo ayer u hoy— no tengo idea cuando fue—, no me interesa que su nombre esté rondando mi mente.
Odio que mi vida haya estado en sus manos esos minutos, odio que estuvo a punto de dispararme si Rowan no hubiera llegado, odio que me llamara niñita, odio que su sangre salpicara mi piel. Y el hecho de que esté muerto no aleja ninguna de las sensaciones asquerosas que causaron sus manos o su aliento en mi cuello.
Un estremecimiento me recorre y siento que papá me mira mientras recargo mi cabeza en su hombro, deslizando mis dedos sobre su anillo de bodas para distraerme mientras esperamos.
—Ashley...—Alzo la cabeza notando su ceño fruncido y le ofrezco una media sonrisa brillante.
—Estoy bien, papá—Palmeo su antebrazo antes de ponerme de pies—, Pero tengo hambre, iré a la cafetería del frente, lo que venden aquí sabe extraño—Frunzo mi nariz con disgusto y él arquea una de sus cejas—. ¿Quieres algo?
—No ¿no quieres que te acompañe? —Sacudo la cabeza negando mientras deslizo mi mano en el bolsillo de mi abrigo.
—No te preocupes, si tengo que tardar te llamo y si Jeremy despierta me llamas ¿sí? — Él se pone de pies suspirando y se acerca, rodea mis hombros con uno de sus brazos antes de presionar un beso en mi frente.
—¿De verdad estás bien, Everly? —Me alejo haciendo una mueca con mis labios por usar mi segundo nombre y su dedo índice da un golpecito sobre mi nariz.
—Estoy bien, papá, de verdad, probablemente tarde un par de días en que se vayan las pesadillas, pero nada más ¿bien?
—Lo siento.
—No es tu culpa, es tu trabajo, que las personas se lo tomen de maneras retorcidas ya no es culpa tuya ¿está bien? Me voy, de verdad tengo hambre—Asiente distraídamente y yo me encamino por el pasillo hacia las escaleras tratando de no mirar a ninguna de las personas aquí.
Los hospitales no son lugares felices, a excepción de los pabellones de maternidad tal vez, aunque en esos también una que otras veces se siente tristeza, no me agrada ver la tristeza de la gente cuando tengo la mía propia.
Girando hacia las escaleras presiono el número de Aaron en mi celular.
Hemos sido amigos por mucho tiempo, alguna vez tuve un ligero flechazo por él y eso hizo que mis hermanos pensaran que podríamos tener algo, tampoco es como que desmentí aquello, sobre todo cuando Aaron tenía problemas para aceptar sus preferencias sexuales, sin embargo, gracias a Dios lo mío fue solo un flechazo, de lo contrario estaría sufriendo mientras lo veía con su novio o tal vez nuestra amistad ya se hubiera acabado.
—Barbie—responde al otro lado de la línea, ruedo mis ojos bajando las escaleras deliberadamente lento volviendo a preguntarme las razones por las que me llama así, tal vez se trate de aquella vez en la que fui rubia—. ¿Por qué estás despierta tan temprano en domingo?
—¿Por qué lo estás tu?
—Porque me llamaste, claramente.
—O porque dormiste con Félix—Se ríe y casi puedo adivinar que tiene un flashback cuando suspira—. Espero no haber interrumpido una sesión de follada mañanera—Una enfermera me observa de reojo cuando paso por su lado y yo alzo las cejas retándola a reprocharme.
Jeremy dice que soy malhablada y que digo muchas obscenidades, cosa que no me importa en lo absoluto, no tengo problemas en obtener mirada extrañas de la gente cuando se me escapa alguna palabra que pueda escandalizarlos, el problema es cuando piensan que pueden corregirme por ello.
La enfermera frunce sus labios antes de girar dándome la espalda, me encojo de hombros siguiendo mi camino hacia la salida.
—Unos minutos antes y sí.
—Malditos conejos, sucios—Se carcajea ruidosamente y yo resoplo.
—Es tu virginidad hablando, Barbie, supéralo.
—Nadie te preguntó sobre mi virginidad, maldito cuervo, no se te puede decir nada—Tarda unos minutos en calmar su risa mientras yo camino hacia el cruce frente al hospital.
—En fin ¿Qué haces despierta tan temprano? —Me detengo sobre la acera desviando la vista hacia ambos lados antes de cruzar, muerdo mi labio inferior subiendo las escalinatas y empujando la pesada puerta de cristal de la cafetería. Decidiendo que puedo ocupar una mesa un momento antes que hacer la fila detrás de todas las personas que parecen querer desayunar.
Es una mala estrategia porque solo llegarán mas personas y la fila se hará mas larga, pero no me interesa.
—No puedo dormir.
—¿Y eso?
—Tengo pesadillas
—¿Sobre qué? Tu duermes como una roca, Barbie.
—Sobre el hombre que casi me asesina ayer—Aaron tose y yo podría reír si no fuera porque de hecho ese recuerdo desliza un escalofrío por mi espalda baja.
—¿De qué estás hablando? —Suelto un suspiro tomando una servilleta de las que se encuentran en el centro de la mesa mientras le cuento lo sucedido, me preguntó porque no volví a la fiesta de cumpleaños de papá y simplemente inventé algo así que no es de esperar que no sepa absolutamente nada.
—Segundos, Aaron, como mucho dos segundos para que esa bala atravesara mi maldita cabeza ¿sabes cómo diablos me siento?
—No, no he tenido un arma así de cerca—resoplo llevando una mano a mi cabello.
—Espero que nunca lo sientas—Pellizco el puente de mi nariz desviando la vista a la fila, efectivamente solo se ha hecho más larga así que me pongo de pies abandonando el lugar.
—¿Dónde estás? ¿Quieres que desayunemos?
—No, estoy en el hospital, tomaré café y eso, hablamos luego.
—Ashley, no me cuelgues.
—¿Podemos hablar luego?
—¿Por qué?
—Solo me pone incomoda luego de hablar de eso, no quiero que sientas lastima.
—¿Por qué sentiría lastima? Estás bien—Sacudo la cabeza a pesar de que no puede verme.
—Solo...es complicado, hablamos luego y, no importa si es asqueroso, quiero detalles de tu noche de aventuras
—Sucia, deja de sacar a relucir tus tendencias voyeristas.
—Nunca una mirona, respeta, jodido conejo—murmuro cruzando la calle nuevamente, lo escucho reír mientras me apresuro a entrar al hospital.
—Como digas, desayuna.
—No me des ordenes porque entonces no lo haré—Resopla y casi puedo adivinar que rueda sus ojos.
—Solo hazlo, deja de posponerlo hasta que ya tu estomago no aguanta más aire.
—Ocúpate de buscar condones, conejo, no me vayas a contagiar una enfermedad rara.
—Tú y yo no tenemos sexo ¿Cómo voy a contagiarte?
—Dije enfermedad rara, no de transmisión sexual, asqueroso inculto—Se ríe sonoramente y escucho el tenedor chocar contra la loza, probablemente está desayunando ahora.
—Todo lo tergiversas a tu favor ¿no?
—¿Y por qué crees que mi padre y hermanos son abogados? El apellido Greythorne nunca pierde—Lo escucho reír nuevamente y cuelgo unos segundos después, guardo el celular en el bolsillo de mi abrigo encaminandome a la cafetería del hospital, me sorprende encontrar a Sasha allí. No la vi desde ayer y cuando fui a avisarle sobre lo que había dicho el doctor ella estaba dormida, su hermano estaba ahí.
Obtengo un café y un paquete de galletas antes de ocupar la silla frente a ella sin preguntar, da un respingo alzando la vista hacia mí y yo alzo las cejas.
—¿Dormiste?
—No en realidad—murmura mirando con atención su vaso, probablemente es té, si mal no recuerdo nunca la vi tomar café mientras estuvo aquí en navidad.
—Entonces somos dos.
***
Cuando elegí la facultad de arte bien pudo haber sido un pecado.
Mis hermanos habían seguido los pasos de papá en abogacía y mi gemela había elegido un pozo de números que yo ni siquiera sabía cómo le iban a servir en el futuro—y hablo de estadística—, la cosa es, que fue un poco extraño estudiar esta carrera totalmente contraria a lo que había en mi familia.
Pero no me importó, o tal vez si lo hizo, es solo que siempre he sido mas decidida que Astrid, si elijo una cosa, un camino o lo que sea, prácticamente me obsesiono con ello porque necesito demostrarme que puedo hacerlo, no solo para que los demás vean.
Los días sin Astrid son extraños, pero es aun mas extraño cada vez que recuerdo lo que hizo, literalmente no la reconozco desde la navidad, no es extraño que ella haya elegido estar cerca de Melody, es prácticamente su mejor amiga desde siempre, pero es difícil para mi entender las razones por las que hizo varias cosas, entre ellas casi matar a la novia de Jeremiah.
Puede que yo también haya sido un poco extraña con ella al principio, pero mis bromas no llegan a ese nivel y ni siquiera le hice ninguna porque me resultó agradable desde que no cuestionó que haya elegido la facultad de arte en lugar de seguir los pasos de mis hermanos.
Observo a Sasha dormida en el sofá de la habitación, le dije a mamá que nos quedaríamos ella y yo con Jer, y aunque mamá no regresó a la casa y solo está afuera, aquí estamos. Hace ya un par de horas que se encuentra dormida, su hermano le pidió a una enfermera que le diera algo para eso, prácticamente estaba cayendo por el cansancio.
Desvío la vista hacia mi hermano.
—Solo te haces el importante, ya deberías estar despierto—siseo por lo bajo tamborileando con mis dedos los bordes de mi celular antes de desbloquearlo, hago una mueca ante el numero que ha estado enviando mensajes desde hace al menos media hora.
Carson: "Niñita"
Ashley: "Tu madre, Dietrich"
Carson: "Me debes una camisa"
Ashley: "Me debes años de paciencia viendo tu estúpida cara y no te la vivo cobrando"
Ashley: "De donde mierda sacaste mi numero y para qué me jodes??"
Carson: "Hay quienes están contentos con que los joda"
Ashley: "Que asco"
Ashley: "Tienes dos segundos para decirme que quieres antes de que te mande a comer mierda"
Carson: "¿Dónde queda tu educación?"
Ashley: "En el mismo lugar donde se encuentra tu vergüenza"
Ashley: "3, 2, tic tac"
Carson: "¿Como está Jeremy?"
Desvío la vista hacia mi hermano inconscientemente al tiempo que me encojo de hombros antes de responder que no ha despertado, creo que vuelve a enviar otro mensaje, pero no lo leo dejando mi celular al borde de la cama, cruzo mis brazos sobre mi pecho.
Carson es casi el mejor amigo de Jeremiah, casi porque mi hermano no suele ser muy abierto con sus amistades, probablemente sí es su mejor amigo, pero solo porque Carson es como una jodida sanguijuela. Las únicas veces en que mi hermano parece abiertamente emocional es con nosotros en la casa o con su novia, cuando voy a verlo al bufete es como encontrar a una persona diferente hasta que me ve, es extraño.
Cruzo mis brazos sobre el borde de la cama.
—Despierta, Jeremy, recuerda que soy tu jodida hermana favorita—murmuro hundiendo mi rostro entre mis brazos cruzados luego de unos segundos.
No sé cuanto tiempo pasa, pero me doy cuenta de que he empezado a quedarme dormida porque hay un roce contra mi brazo que me despierta, me levanto rápidamente solo para encontrar la mirada de mi hermano sobre mí, alza sus cejas ante mi acción repentina y un suspiro de alivio abandona mis labios.
—Joder por fin—Me inclino hacia él quien frunce el ceño ante mi cercanía—. Espera, puede que esté soñando de nuevo, me sucedió hace un rato—Llevo mis dedos a mi muñeca para pellizcarme y siseo ante el ardor—. ¿Cómo te sientes? ¿Llamo a la enfermera? —Se me queda mirando por unos segundos y mi ceño se frunce
» ¿No puedes hablar? Digo, obviamente, había un tubo horrible en tu boca para la operación, tu garganta debe estar destrozada—Él desvía la vista por la habitación, observa a Sasha brevemente y luego a mi—. Okay, pero es raro que solo estés mirando—Entreabre los labios acomodándose en su lugar antes de preguntar:
—¿Quién eres?
——— ❄ ———
Obviamente contamos mal cuanto quedaba jeje, gajes del oficio :)
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