Capítulo 43. Demasiado tarde

Sasha Belova 

6 de marzo 2020

El tiempo se va entre los dedos con facilidad.

Cuando menos lo piensas han pasado días, meses, años...Cuando menos lo esperas has olvidado miles de cosas, actitudes, acciones, has dejado pasar la vida como si fuera un juego. Cuando menos lo esperas ya no sabes qué va a depararte el siguiente tiempo que empuñas como la arena, pero se desliza entre tus dedos de esa misma manera.

Han pasado tres semanas desde que Jeremiah despertó sin recordar nada.

El primer fin de semana que fui a verlo honestamente no fue incomodo, tuvimos una cita interesante si me lo preguntas, sin embargo, se hizo bastante evidente que teníamos un problema.

La segunda semana fue un poco más tenso luego de mi ligero arranque de ira en la puerta de su habitación, fue a la mía un par de horas después, para disculparse, la pequeña charla luego de eso fue entretenida, pero sigue siendo difícil para mí no reconocer a este Jeremiah.

De cualquier forma, creo que su frustración se traspasó a mí, porque el día siguiente decidí ocuparme con Ashley y Tatiana para evitarlo todo lo posible porque mi enojo volvió a surgir, el domingo salí temprano hacia mi departamento, los días siguientes no lo llamé y apenas respondí cuando me llamó el martes, aunque envió un mensaje y respondí todos los que envió después de ese hasta hace dos días que hemos estado algo silenciosos entre nosotros.

No puedo evitar entristecerme, no quiero rendirme, pero el masoquismo no es lo mío, incluso si él está mal no es justificación para descargar su frustración con los que intentamos estar cerca de él. Así que estoy tratando de que mi enojo pase antes de volver a verlo, creo que pronto regresa a Saint Naldens así que probablemente esperaré a que lo haga para hablar en persona.

La tercera semana—o fin de semana en realidad— es decir hoy, no tengo la fuerza mental para ir allí, no porque no quisiera, solo que descubrí que Layla irá y honestamente no tengo planes de verla, más por el hecho de que me hace pensar en Tobías, en que probablemente se unió a Warren para hacerle daño a Jeremiah por causa de ella, no directamente, pero no olvido que ellos dos tuvieron algo, tal vez Tobías resentía eso.

El punto es que elegí inventar una excusa cuando Ashley me preguntó si iría esta tarde, en cambio decidí que puedo distraerme con mis amigas este fin de semana ya que han estado quejándose de que las he abandonado y solo pueden verme si vienen en las noches o salen a correr conmigo en las mañanas, lo cual casi nunca sucede porque ambas son holgazanas.

Thais ha estado desde hace días deseando ir a un parque de diversiones que abrieron recientemente, le prometí llevarla esta noche así que mientras ato los cordones de mis tenis la escucho parlotear sobre su emoción por este lugar. Mayka declinó esta salida porque tiene cita con su novio, pero creo que dijo que mañana se quedará conmigo.

—Deberías adoptarme oficialmente—Alzo la vista hacia Thais antes de ponerme de pies.

—Si tu madre te escucha te va a encerrar en una torre estilo Rapunzel y a mí me va a demandar por querer quitarle a su hija, aunque claramente, yo no estoy haciendo eso.

—Justamente porque no me escucha es que necesito que alguien más me adopte—Se queja cruzando sus brazos y yo sacudo la cabeza riendo mientras me muevo por la sala tomando mis cosas para arrojarlas en el pequeño bolso.

—Bueno, Mayka y yo siempre te escuchamos, si hay algo que quieres contar siempre estamos aquí, no podemos reemplazar a tu madre, pero ya sabes—digo distraídamente recogiendo mi celular, hay un mensaje de Ashley, pero la ignoro deliberadamente dejándolo en mi bolso porque probablemente voy volver a pensar sobre Layla estando en Keaton.

El masoquismo no es lo mío, pero como recuerdo haberle dicho a Jeremiah en algunos momentos si lo es el pesimismo, es por eso que ahora en mi cabeza se han estado formando miles de posibilidades de que Jeremiah pueda recordar a Layla, ella fue su mejor amiga y luego su novia, han pasado tanto tiempo juntos que lo más probable es que ella sepa muchos de sus secretos y pueda ayudarle a recordar.

—Por eso deberían adoptarme—responde Thais sacándome de mi nube pesimista, sacudo la cabeza acercándome al espejo para acomodar nuevamente mi cabello y darle un rápido vistazo a mi cara casi libre de maquillaje.

Casi quiero suspirar de alivio ante la diferencia en mi piel ahora y no hablo de algún tipo de idolatría a mi propia belleza, hablo de las ojeras, el acné y la palidez que tenía hace unas semanas por mi insomnio y estrés que incluso derivaba en el desorden alimenticio que apenas notaba.

—No y ya vámonos, niña.

—Cumplí dieciocho ya, soy mayor de edad, no más niña—Me rio acercándome a ella y pellizco su nariz entre mis dedos.

—No me importa, niña—Empujo un mechón de cabello detrás de su oreja y ella sonríe levemente—. Vamos, ya estoy envejeciendo y no puedo estar tan tarde fuera de mi cueva—Ella ríe y yo cuelgo mi bolso en diagonal por sobre mi pecho

—Entonces como soy tu segunda opción...—comienza Thais girando un mechón de cabello entre sus dedos.

—Que mala manía de victimizarte has ganado, Thais.

—Deja de hacerte la ofendida, por supuesto que me estás haciendo la segunda opción solo porque no quieres ir a ver a tu novio—Resoplo presionando el botón hacia el estacionamiento subterráneo en el panel del ascensor.

—Al menos agradece que elegí llevarte al jodido parque y no quedarme a hibernar en mi cama—La señalo con mi dedo índice.

—Igual podía llamar a mi ex para que me lleve.

—¿Qué?

—¿Qué? —revira llevando una mano a su cabello.

—¿Thais cuando vas a dejar de jugar con el corazón de ese chico? —cuestiono con un suspiro en cuanto las puertas metálicas se abren y caminamos por el estacionamiento hacia mi lugar designado.

—¿Quién dice que juego con su corazón?

—Terminaron hace meses, pero sigues dándole esperanzas llamándolo para cualquier cosa.

—Bueno, él puede negarse y no lo hace—Frunce su nariz con desinterés y un resoplido me abandona antes de que pueda evitarlo.

—Porque está jodidamente enamorado de ti y no se da cuenta de que solo lo estás utilizando cada vez que necesitas algo—Ella se encoge de hombros.

—Si no lo hago yo entonces lo hará él, jugar con el corazón de alguien quiero decir—Suspiro decidiendo no darle más rienda a esta conversación, sobre todo porque el razonamiento de Thais sobre las relaciones a veces suele ser muy objetivo cuando habla de amor, pero ella no ama a ese chico que dice que es su ex, puede que le haya gustado mientras estuvieron juntos, pero ahora es como si simplemente no quisiera no tener a alguien a su disposición y él nunca se ha negado a nada que ella pida a pesar de que terminaron hace ya unos meses.

—Como sea, pero ya hemos hablado del Karma ¿no? No voy a aguantar tu llanto.

—¿Estás insinuando que merezco que me hagan lo mismo?

—No insinúo, te estoy avisando que se lo haces a él y luego de alguna forma la vida te hará pagarlo, créeme, no es bueno jugar con las personas y menos con los sentimientos, ahora sube—Le quito el seguro a mi auto antes de deslizarme tras el volante, relamo mis labios dejando mi bolso entre los asientos mientras observo la hora en mi reloj—. A las once regresamos.

—De hecho, hay una fiesta...

—¿Le avisaste a tu madre?

—No está, pero ya le había dicho.

—Entonces ¿te paso a dejar ahí? —Hace un sonido de afirmación bajando la vista a su celular y yo asiento, poniendo el auto en marcha mientras me recuerdo hacer la "tarea" que Sabrine me indicó, creo que pude haber dejado salir un poco mi frustración en nuestra última sesión y me dijo que necesito hablar con Jeremiah mas calmadamente, solo que todavía no estoy en lo absoluto calmada, así que acordamos que le enviaría un mensaje expresándome al respecto porque ella sabe que no soy buena expresando mis emociones directamente.

—¿Vas a salir mañana? —cuestiona Thais luego de unos minutos.

—No lo creo, pero nadie sabe, en la noche Mayka vendrá—Ella hace un sonido de afirmación.

—¿Cuándo volverás a ver a tu novio?

—No tengo idea, le preguntaré si quiere verme y tal vez vaya el próximo fin de semana, o espere que regrese a Saint, nada concreto ¿por qué?

—Me preocupo por ti.

—Lo sé

—Y te está desgastando.

—¿Qué exactamente?

—Toda esta situación, que no te recuerde, luchar por su relación y todo eso, casi resulta toxico—Suelto una risita entre dientes al tiempo que hago girar el volante.

—Las relaciones no son color de rosa, Thais, no es cierto que siempre va a ser todo perfecto y no es cierto que cualquier mínimo sufrimiento la convierte en una relación toxica porque se supone que debemos luchar para mantenerla en equilibrio, no me desgasta, me entristece que no me recuerde, pero no me hace sufrir ni me lastima como creo que estás pensando, lo que tampoco quiere decir que estoy esclavizándome aquí.

» Lo que te quiero decir es que no puedo rendirme al primer altibajo, él no lo hizo incluso cuando prácticamente lo rechacé, entendió que tenia miedo, que arrastraba todo lo referente a mi problema con ver el amor verdaderamente toxico en las personas a mi alrededor, es mi turno de luchar por esto, tal vez a la larga no funcione y finalmente lo deje estar, pero por ahora intentarlo no me está desgastando, gracias por preocuparte—Siento su mirada sobre mi por un tiempo antes de que comience a hablar de algo más: la universidad a la que irá.

Thais es sumamente sociable, pero creo que es inconsciente, conoce muchísima gente, aunque a veces parezca tímida, tal vez en su mente es complicado hacer amigos, pero no es realmente cierto, de lo contrario no conociera a tantas personas como me parece en realidad. Sé que amigos y conocidos no son lo mismo, pero para tener conocidos tienes que sociabilizar, así que ese no es el problema para ella.

Cuando llegamos al parque todas las luces coloridas y juegos donde subir llaman la atención de Thais, así que al final no salimos a las once como se supone que dije, pero no puedo arrepentirme de ello.

Los cambios en el tiempo son sutiles, antes solía sentirme bien sola y mejorar sola, ahora es obvio que para sentirme mejor me ayuda más la compañía, por eso me había ido los fines de semana anteriores a Keaton y por eso solo me quedé este porque sabía que ellas estarían conmigo.

Luego de dejar a Thais en el lugar donde habrá una fiestas conduzco hacia mi departamento mirando de reojo el peluche verde que gané en el parque, es un dinosaurio. Desde que Jeremiah me regaló los dos peluches de animales poco convencionales—el pulpo en navidad y el mapache para san Valentín— me he dado cuenta de que me he hecho fan de estos, por eso elegí el dinosaurio en lugar de un simple oso de peluche.

En cuanto me encuentro en mi departamento y me deslizo bajo mis sabanas respondo brevemente el mensaje de Ashley y maldigo a Carson cuando encuentro un mensaje suyo diciendo que debemos vernos mañana para que le ayude con su último caso, me parece ligeramente extraño, sobre todo porque Carson es sumamente independiente en cuanto a su trabajo, si bien lleva una cadena de favores enorme es muy raro cuando pide ayuda para cualquiera de sus casos.

No respondo porque probablemente va a ignorarme para evitar que me niegue así que decido que puedo hacer eso y así deshacerme del favor que supuestamente le debo.

7 de marzo 2020

—Debiste venir, ahora estoy aburrida.

—No soy tu payaso personal, Ashley—Ella se ríe mientras yo me ocupo de observar el chocolate en mi plato, se supone que debería pensar en dejarlo, mi adicción al chocolate quiero decir, porque en cualquier momento me va a empezar a hacer daño, pero el ser humano es extremista por naturaleza, así que normalmente no abandonamos las cosas hasta que realmente nos hacen daño a pesar de que sabíamos que lo haría.

—No dije eso, solo dije que estoy aburrida

—Lo que prácticamente significa que querías que fuera para que te divirtiera, como un payaso.

—No divertir, entretener, no es lo mismo, zarigüeya.

—¿Cómo me llamaste? —Suelta una risita entre dientes y yo arrastro mi cuchara sobre el chocolate mientras espero por Carson, quien ya hace bastante tiempo que está retrasado ahora, miro el reloj de mi muñeca con un resoplido.

— Zarigüeya—repite en un canturreo y yo ruedo mis ojos a pesar de que no puede verme.

¿Otra persona fanática de los animales poco convencionales? Ashley.

Tiene uno de esos para todo el mundo en todas las ocasiones, incluso a Carson lo llamó murciélago, supuestamente que es un ratón envejecido porque ella alguna vez había escuchado que estos eran los que les crecían alas y se convertían en murciélagos. Lo cual estoy segura de que no es verdad.

En conclusión, que Carson es un ratón y está viejo.

—Espero que esto no sea una manera tuya de llamarme arpía.

—¿Yoooo? Ofendes a las zarigüeyas, no son arpías, son lindas—Suelto una risita desviando la vista por el lugar volviendo a mirar mi reloj. Maldigo por lo bajo—. ¿Qué sucede?

—Carson no ha llegado.

—Los murciélago salen de noche, Sasha, te equivocaste de hora—resoplo llevando la cucharilla a mi boca.

—No me equivoqué de hora, él está siendo impuntual, déjame llamarlo—reviro tomando una servilleta del centro de mesa.

—O sea que vas a colgarme para llamar a esa rata—Se las arregla para sonar ofendida y yo ruedo los ojos a pesar de que no puede verme.

—Ashley por Dios.

—Aclaro los hechos, pero claroooo, cuélgame para hablar con él, así empiezan hasta que entiendo las señales de que ya no quieren hablar conmigo.

—Tu y Thais me tienen harta. Voy a bloquearlas a ambas.

—¡Pues no me cuelgues para llamarlo a él! Y no sé quién es Thais, si me bloqueas le digo a Jeremy que tome tu celular y me desbloquee—Casi puedo adivinar que se encoge de hombros.

—¿Qué te hace pensar que él puede tomar mi celular?

—¿Qué escondes ahí? ¿Tienes la receta de la cangreburger? ¿O el ingrediente que agregó el profesor Utonio a las chicas super poderosas? Eso tendría más sentido la verdad—habla luego de unos segundos y yo rio.

Me toma varios minutos deshacerme de ella y decido que solo voy a esperar a Carson unos pocos minutos más. Estoy perdiendo la mañana del sábado para ayudarlo y resulta que ni siquiera llega. Mientras espero observo curiosamente mi celular, me parece extraño no haber recibido ninguna llamada o mensaje de Jeremiah desde hace unos días, pero si hubiera pasado algo malo Ashley me lo hubiera dicho cuando le pregunté por él, lo cual simplemente me inquieta más.

¿Está con Layla?

Ella ahora está casada, pero no tenía problemas en querer la atención de Jeremiah mientras estuvimos en Keaton en diciembre, tiempo en que ya estaba comprometida.

¿La habrá recordado?

¿Qué tal si recuerda su relación con ella?

Luego de unos segundos de puras cavilaciones decido que puedo adelantar mi propio trabajo en la carpeta del último caso, no sé por qué el enojo arde bajo mi piel solo pensando en mis propias preguntas anteriores, mi naturaleza nunca ha sido celosa o posesiva, ¿por qué me asaltan esos pensamientos?

Mantengo la vista en los múltiples papeles de mi carpeta cuando creo que Carson finalmente ocupa el lugar frente a mí, continúo anotando con mi bolígrafo solo unos segundos antes de hablar:

—Llegas demasiado tarde, Dietrich.

No responde, así que alzo la vista frunciendo el ceño con molestia, sin embargo, entreabro los labios en cuanto lo miro sobre todo porque descubro que no es Carson.

Mi corazón se salta un latido cuando Jeremiah sonríe ampliamente antes de hablar:

—¿Demasiado tarde para admitir que estoy jodidamente enamorado de usted, abogada Belova?

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