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Capítulo 41


Capítulo 41. Opción correcta

Jeremiah Greythorne 


21 de febrero 2020

Pensé que cuando ella dijo que vendría en realidad no lo haría.

Sobre todo, porque las últimas conversaciones que tuvimos por llamada fueron un ligero fiasco. Quiero decir, se trata de mí, por alguna razón no sé cómo hablar con ella, más porque no parece de las personas que hablan tan abiertamente de su vida. Tal vez tiempo atrás me contó cuando así lo quiso, todo sobre ella quiero decir, entiendo que es completamente incómodo tener que repetirlo para mí y eso es otra cosa que me frustra.

La frustración ha sido constante desde que desperté en el hospital, sobre todo porque incluso si mi hermana y mis padres se esfuerzan por ayudarme a ir almacenando nuevamente mis recuerdos, entiendo que hay cosas que solamente las sabia yo y ahora simplemente no están.

Intento deshacerme de mis pensamientos desesperados por algún indicio de mi vida antes del disparo para concentrarme en ella cuando aparece en mi campo de visión, la observo cuando abre la puerta de la habitación luego de que le diera permiso, a diferencia de hace casi una semana en el hospital hoy viste ropa más ajustada. El ceñido jeans negro abraza sus piernas perfectamente y la blusa blanca de mangas largas no evita que mis ojos se desvíen a la hinchazón de sus pechos en ella, tiene botones en el frente y se encuentra por dentro del borde de su jeans lo que hace que la curva de su cintura llame mi atención.

—Que linda forma de recibir a tu novia, Greythorne—Sonríe levemente y bajo la vista siguiendo su mirada porque mientras la estuve detallando ella también a mí y yo olvidé la camiseta, alzo mis cejas—. Hola, te dije que no ibas a deshacerte de mí.

—Hola, Sasha—Frunce su nariz y hace sobresalir su labio inferior.

—No me llames así.

—¿No es tu nombre?

—No para ti, Greythorne—La observo con curiosidad mientras ingresa en la habitación a pesar de que no la invité, sin embargo, no es que me moleste.

—¿Cómo solía llamarte?

—Belova...

—¿Por eso siempre me llamas por mi apellido? —Ella se encoge de hombros asintiendo brevemente.

—Por eso, igual suena más elegante.

—¿Cómo es que resultaba mejor llamarte por tu apellido y no por tu nombre?

—Porque todo en mi queda perfecto, incluso llamarme por mi apellido—La comisura de mis labios se alzan en una media sonrisa mientras la observo.

—¿Eso no es muy poca modestia para ti? —Se encoge de hombros recargando la espalda contra la pared al lado de la puerta mientras lleva sus dedos a la cadenilla en su cuello.

—Se llama reconocer las virtudes, Greythorne, no te equivoques—Me señala con su dedo índice.

—Seguro... ¿Qué tal estuvo el viaje?

—Agotador, por eso solo paso a saludar, nunca había conducido hasta aquí y fue un día de mierda así que me voy a dormir—dice, sin embargo, se arroja a mi lado en la cama boca abajo, lo que hace que tenga una vista interesante de su trasero en el jeans, trago saliva y relamo mis labios desviando la vista a su rostro.

Por alguna razón hoy soy completamente consciente de ella, tal vez mi mente ya ha asumido lo evidente, que es mi novia, incluso si no recuerdo nuestra relación es improbable que mis gustos cambien por la pérdida de memoria ¿o sí?

» ¿Como estás? —cuestiona luego de unos segundos abrazando una de las almohadas bajo su cabeza.

—Bien, creo. ¿No duermes en esta habitación?

—No desaprovechas las oportunidades, Greythorne—Suelta una risita y luego bosteza cubriendo su boca con una de sus manos—. Esta vez no, pensé que sería incómodo para ti, por eso de que soy una extraña y ajá...

—No lo dije para...

—No te preocupes, lo entiendo, yo tampoco podía dormir contigo la primera vez que vinimos, aparte de mi propio problema, claro—Me pregunto de qué habla, sin embargo, no lo expreso porque siento que se vuelve tedioso que nunca entienda—. Pero bueno, mejor dime ¿Qué tanta paciencia has perdido con tu hermana? —Suspiro bajando la vista al libro en mi regazo.

—No estoy seguro de soportar más sus "clases"—Ella suelta una risita girando sobre su costado.

—Igual ella debe volver a su departamento, no puede faltar más a la universidad—Asiento ligeramente desviando la vista.

—Si, pero creo que no hay más que pueda saber, quiero decir, pasé unos ¿cinco años? viviendo solo, lo que significa que mi familia solo sabe lo que pude haberles contado ¿Que sucede con el resto?

—Si me lo preguntas, desde hace unos tres años pasabas mucho tiempo en el bufete, así que solo te resta recordar lo que hacías fuera de ahí—murmura suavemente y yo resoplo.

—No es gracioso.

—No era un chiste—Se ríe encogiéndose de hombros mientras parpadea varias veces hasta que sus ojos se quedan cerrados, cuando creo que se ha quedado dormida se arrastra fuera de la cama para ponerse de pies lo cual por alguna razón me decepciona—. ¿Te mencioné que saldremos mañana?

—Me avisaste que saldremos mañana—corrijo y ella le resta importancia con un gesto.

—Lo mismo—Extendiendo una mano hacia el libro que sostengo, la dejo tomarlo, lo cierra dejando uno de sus dedos entre las páginas que estuve leyendo para no perderla mientras inspecciona la portada—. Pensé que no leías estas cosas.

—No tengo idea, Ashley trajo unos cuantos, solo tomé uno al azar—Ríe cuando señalo la pila de libros en el sofá—. Los trajo de la biblioteca esta mañana, alegando que necesito distraerme.

—Probablemente te distraerías más con un libro de derecho penal que con esto, parece más algo que yo leería—Me devuelve el libro cubriendo su boca con su mano libre cuando no puede evitar un bostezo, se encamina hacia la puerta—. Mañana iremos a dar un paseo en la tarde, por el campo y las flores...—canturrea deteniéndose bajo el marco—. Buenas noches, Greythorne.

—Buenas noches, Sasha.


22 de febrero 2020

—Tu color favorito es el azul, tomas mas café que agua en todo el día, coleccionas libros sobre derecho, pero la mayoría son de derecho penal, creo que te gustan los relojes y las corbatas, pero nunca llegué a comprobar eso...—Enumera Sasha mientras la observo alzando las cejas y ella suelta una risita entre dientes—. Cocinas por gusto y duermes como un tronco.

—Bien, esas son muchas cosas sobre mi—murmuro tomando el tenedor al lado de mi plato—. Pero todavía no me explicas lo "complicado" de esta relación—Ella se aclara la garganta acomodándose en su lugar mientras toma una papa frita de su propio plato.

—No tenemos casi dos años de relación—Empieza.

—¿Entonces por qué Ashley dijo eso? —cuestiono frunciendo el ceño.

—Porque es lo que ella sabe—simplifica encogiéndose de hombros, continúo mirándola sin entender—. Necesitabas ayuda y...empecemos por el principio, supongo que tu hermana te habló de Layla ¿no?

—Recuerdo que la mencionó, no sé demasiado sobre ella.

—Bien, Layla fue tu mejor amiga y luego tu novia y luego tu ex, la cosa es que como prácticamente crecieron juntos tu familia al parecer creía que estaban destinados o no sé qué cosa, en fin, que te atormentaba el hecho de que no superaran su relación y como parece que nunca llevaste una novia creían que estabas traumado con ella porque ella estaba comprometida y tu...bueno, no te habías dado otra oportunidad—Habla mientras remueve sus papas en el plato, toma una frunciendo su nariz con desinterés antes de mirarme—. Como querías que te dejaran en paz, decidiste inventar una mentira sobre tener una novia desde hacia un año y unos tres meses y para hacerlo creíble pues ya era tiempo de que tus padres conocieran a esa novia.

» En conclusión, yo le debía un favor a Carson que te debía un favor a ti y decidió pagarte cobrándome mi favor sonsacándome para que fingiera ser la novia que mencionaste a tus padres—Sus palabras por un minuto no tienen ningún sentido, tiempo en el que la miro con los ojos entrecerrados.

—¿Entonces nuestra relación es falsa? —Sacude la cabeza al mismo tiempo que alza su dedo índice negando con él.

—Digamos que había mucha tensión entre nosotros en navidad, una cosa llevó a la otra y terminamos...bueno eso, que para tu familia tenemos casi dos años, la realidad es que no tenemos dos meses aun, pero...

—¿Pero?

—Dijiste que habías estado fantaseando conmigo por un año y medio y que prácticamente sobornaste a Carson para que me cobrara ese favor y yo pudiera aceptar ayudarte. Por tanto, tú lo planeaste.

—Yo lo planeé—repito mientras intento darle un lugar en mi cabeza a lo que me acaba de contar. A esto me refiero cuando digo que mi familia puede intentar ayudarme a recordar, pero ni siquiera un cuarto de parte de todo lo que había en mi mente o ha sucedido en mi vida es de su conocimiento.

—Si, supongo que pensaste que pasar tanto tiempo juntos me ayudaría a darme cuenta de que te gustaba y funcionó, eso te gana puntos por esfuerzo—Alza sus pulgares en aprobación antes de reír entre dientes.

Nos dedicamos a comer por varios minutos, resulta extraño pensar que realmente planee eso, sin embargo, no sé como se supone que era antes de perder la memoria.

Soy yo quien disuelve el silencio luego de unos minutos:

—Siempre hablamos sobre mi vida.

—Porque la meta es que recuerdes—Se encoge de hombros volviendo a mirarme.

—Si, pero también debería intentar recordar lo que sabía sobre ti ¿no?

—No mucho la verdad o tal vez sí, es sutil, a veces suelo hablar sin pensar y no me doy cuenta lo que pude haberte contado. Pero si empezamos por lo básico sí sé.

—Básico.

—Sasha Belova, veinticinco años, graduada de abogacía, un par de diplomados y cursos, nací en un pueblo llamado Vansley a unas siete horas de aquí en avión, mi madre es de ahí, pero no crecí en ese lugar. Viví con mis padres juntos hasta la adolescencia, luego se divorciaron, mamá volvió a casarse y yo me fui a vivir con mi padre antes de que muriera—Veo su delicada garganta moverse cuando traga saliva y sacude la cabeza como si alguna escena apareciera en su mente—. Vivo sola desde hace un tiempo, mi hermano vive en Georgia, mi cumpleaños es el dos de febrero, soy fan de Friends, no elijo un color sobre otro, pero tengo muchas cosas de color rojo, mi festividad favorita es la navidad, tengo una relación toxica con el frio porque puedo decir que lo odio, pero eso se reduce a mi condición porque soy asmática y prácticamente soy tu chofer personal ¿algo más específico? —La observo por varios segundos y ella me sonríe alzando las cejas.

—Creo que es su suficiente por ahora...

—Bien

—¿Hemos venido aquí antes? —Cuestiono desviando la vista por el lugar.

—Si, con Layla y Constantine en diciembre.

—¿Quién es Constantine?

—El esposo de Layla—Limpia sus manos con una de las servilletas en el centro de la mesa antes de mirar el reloj en su muñeca—. ¿Nos vamos? Recuerda que Tatiana solo nos dio hasta la hora de la cena y me iré a dormir temprano para irme en la mañana y tener tiempo de hacer varias cosas en casa—Asiento entrelazando mis dedos ante la repentina irritación que me embarga por el hecho de que se vaya.

Son cosas que casi no puedo comprender, tal vez no se encuentra en mi memoria, pero es obvio que algo más en mi la reconoce.

—¿Vendrás el próximo fin de semana?

—¿Quieres que venga? —Arquea una de sus cejas, trago saliva sopesando su pregunta antes de asentir silenciosamente, ella sonríe—. Entonces aquí estaré.



Sasha Belova 

28 de febrero 2020

A veces dar las cosas por sentado es un arma de doble filo.

Pensar que todo estará bien se vuelve una trampa que construyes tú mismo y luego no sabes cómo deshacerla, es donde caes y luego todo te cae encima porque construiste una realidad en tu mente que no es ni siquiera parecido a lo que es realmente.

Lloré el primer día que regresé a Saint Naldens y casi todos los días después de ese hasta hoy, no solo porque Jeremiah no me recordara, lloro porque me parece injusto que cuando siento que finalmente el capítulo más trágico de mi vida se ha cerrado se abre uno mucho más triste y con un desenlace más complicado. Porque caí en mi propia trampa esa noche de pensar que cuando él despertara ya todo estaría bien.

Los primeros días en mi departamento fueron difíciles, mis pesadillas habían cambiado de rumbo, pero seguían sucediendo, seguía teniendo la sensación de ser observada y seguía sintiéndome asustada de mi alrededor. Intenté hablar con mamá y fue un caos, honestamente no tengo planes de luchar demasiado por nuestra extraña relación, he intentado no culparla sobre lo sucedido con Warren, pero no puedo evitar pensar en que es casi imposible que ella no viera ningún indicio en su esposo sobre lo jodidamente psicópata que era.

Así que la llamé, intenté hablar con ella, pero no se pudo y si no me busca luego de eso pues ya no es mi problema.

Ir a mi cita con la psicóloga fue otro desastre.

Mucho hablan las personas alrededor, juzgando todo lo que sucede y solo opinando y enviándote a tomar terapias cuando cualquier cosa sucede, pero muy poco te dicen lo doloroso que resulta el simple hecho de hacerlo sobre todo porque la mayor parte del tiempo esos comentarios vienen de personas que jamás han pisado un consultorio.

Ir a terapia no es sentarte frente a una persona como si fueran amigos de toda la vida, no es alguien que cuando te abras sobre lo que sucede y revivas el dolor va a consolarte y hacerte sentir mejor, solo son profesionales y no, no se trata de que lo hagan para hacerte sufrir, pero tampoco significa que consolarte vaya a ser su prioridad porque no lo es y no importa que tan fuerte me diga que soy.

Por otro lado, intenté ser bastante constante con Jeremiah, eso significa que estuve llamándolo e intentando hablar con él, es extraño, pero a pesar de que no me recuerde, no es desagradable hablarle, sin contar el hecho de que la falta de memoria trae consigo una irritación de su parte con la que yo no sé cómo lidiar.

"Si... ¿Quién eres tú?"

La pregunta no me afectó cuando la escuché, estuve más preocupada por el hecho de que había despertado y que solo restaba la recuperación de su cirugía como para pensar que eso era más grave, sin embargo, desde que salí de esa habitación sus palabras me arrollaron con tanta fuerza que no estoy segura qué sucederá a partir de ahora.

En conclusión, no sé cómo continúo intentando arreglar toda esta mierda.

Sin embargo, sigo intentando recordarme que son malos momentos, no una mala vida, en unos años tal vez recuerde esto con nostalgia o incluso agradecimiento, porque retorcidamente el ser humano siempre aceptará sufrir si luego será feliz.

Si me lo preguntas es una realización masoquista, romantizar el sufrimiento para justificar la felicidad más adelante ¿por qué mierda no podemos ser solo felices sin tener que ser prácticamente arrollados primero? Claro, no identificaríamos la felicidad entonces, pero es algo patético.

Han pasado dos semanas desde que él despertó sin recordar nada y una semana desde la última vez que lo vi, no hemos hablado demasiado por llamada porque realmente es inquietante que a veces me olvido de que no recuerda y hablo sobre cosas que él no entiende, de cualquier manera, no es como si estuviéramos llevando esto mal, de hecho, puedo ser tan cursi como para decir que tal vez sus sentimientos por mí no han desaparecido a pesar de que no estoy en su memoria.

Detengo el auto frente a la casa de los Greythorne, se supone que conducir hasta aquí debió reducir un poco el nerviosismo bajo mi piel, pero no lo hizo en realidad. Observo por el retrovisor el auto de Carson detenerse, salimos para llegar antes de medianoche, pero obviamente no lo logramos porque nos detuvimos a cenar, pero es justamente medianoche ahora.

Tomo una respiración profunda antes de salir del auto, Tatiana nos espera en la entrada como había dicho, Carson es el primero en acercarse a saludarla antes de ingresar en la casa, le doy una sonrisa avergonzada cuando es mi turno, es algo tarde, sé que ella suele dormir temprano.

—Lo siento por hacerla esperar ¿Cómo está?

—No te preocupes, todo está bien, a excepción de lo que ya sabemos—Le sonrío sin mostrar mis dientes dejando que bese mi mejilla—. Vamos, deben estar cansados—Recogiendo mi bolso del asiento trasero de mi auto la sigo hacia la casa, el silencio llena el lugar cuando entramos así que no nos detenemos demasiado—. ¿Qué tal todo en el bufete?

—Bien, es un poco extraño ver la oficina de Jeremiah vacía y creo que somos muy conscientes de ello por lo que hay un ánimo algo...silencioso y eso que no era precisamente social con nosotros ahí—Ella ríe abriendo la puerta de la habitación para mí, dos puertas más adelante se encuentran la de Jeremiah, dormí aquí también la semana pasada, así que supongo que estará destinada para mi mientras siga viniendo, pero solo observo unos segundos antes de entrar dejando mi bolso sobre la cama—. Descansa, creo que Jeremy sigue despierto por si quieres saludarlo ahora—Asiento agradeciéndole brevemente y ella se va, luego de unos segundos me deshago de mi abrigo porque finalmente el invierno en Keaton se ha ido desvaneciendo un poco, aunque el invierno nunca parece terminar aquí.

Golpeo con mis nudillos la madera sin obtener respuesta, sin embargo, luego de unos segundos la puerta se abre y él aparece en mi campo de visión con el ceño fruncido, esta semana creo que ha estado mas irritado que de costumbre, siento que se desespera un poco porque ya van dos semanas y está resignándose a que su memoria no volverá; espero que eso no sea completamente así.

—Greythorne

—Hola, Sasha

—¿Cómo estás?

—Creo que no ha cambiado nada desde la última vez que hablamos—Se encoge de hombros, paseo mi lengua por mis dientes delanteros asintiendo.

—Supongo que eso es un "estoy bien"

—Es un "todo sigue igual"—Asiento llevando una mano a mi cabello mientras muerdo el interior de mi mejilla, he estado dejando de hacerlo los últimos días, Sabrine lo ha notado y dice que es un avance para mí.

—Bueno...El viaje nuevamente fue cansado así que solo pasaba a saludar, Carson vino conmigo para que hablen, aunque creo que él ya había estado aquí ¿no? —Asiente brevemente y yo resoplo—. Al menos finge que te interesa que esté aquí porque está siendo una jodida mierda.

—Me interesa, pero tu lo has dicho, todo está siendo una mierda.

—Y no por eso estoy comportándome como una imbécil.

—Perdóname por no entender ni una mierda de mi propia vida—Ironiza y yo pellizco el puente de mi nariz con frustración, entiendo que debería tener paciencia, que la está pasando mal, pero yo también y esto cansa.

—Escucha, entiendo que toda esta situación y todos estos días sin poder recordar es frustrante para ti... pero tampoco sé cómo lidiar con tanta hostilidad de tu parte y honestamente no soy una persona que vaya a soportar ese tipo de cosas—Cruzo mis brazos sobre mi pecho—. No estoy tratando de minimizarlo, pero créeme que no eres el único pasándola mal luego de ese día.

—Tu no perdiste la memoria.

—No, tienes razón, pero resulta que tuve que ver como tu hermana casi muere porque un psicópata puso un arma en su cabeza, al menos cinco personas murieron frente a mí y descubrí que mi padre había sido asesinado por uno de ellos además de ver cómo te disparaban y pensar que prácticamente estabas muerto esa noche, aun así estoy aquí porque me interesas y porque malditamente no quiero alejarme de ti, pero solo haces que toda esta mierda se vuelva aún más difícil cuando también tengo que lidiar con mi maldita vida luego de todo eso—Entreabre los labios probablemente asimilando mis palabras y yo resoplo antes de alejarme hacia la habitación cerrando la puerta detrás de mí, ahogando en un suspiro mi frustración.

Probablemente debí esperar el próximo fin de semana para volver cuando noté su ácida manera de comportarse en nuestra última llamada, sin embargo, no creo que pudiera soportar un fin de semana sola, al menos estos días estuve en el bufete la mayor parte de las horas y el resto trabajé en casa o intenté dormir.

Tantas horas sin hacer nada en la soledad serian una cárcel, sin embargo, ahora no estoy segura de que estar aquí haya sido la opción correcta y tampoco si decidir luchar por nosotros cuando él solo lo hace más difícil tampoco lo sea. 


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