Capítulo 38
Capítulo 38. ¿Es el final?
Jeremiah Greythorne
15 de febrero 2020
Si hubiera podido elegir la manera en que quería morir definitivamente no sería esta.
No porque tuviera miedo—en su mayoría—, sino por el hecho de que darle la satisfacción de matarme a Warren no me hacía ninguna jodida gracia, elegía cualquier persona menos a él, cualquier otra forma menos por su mano.
Mientras ladeo la cabeza observándolo sin ninguna expresión él me observa de vuelta, sentado frente a mí de la misma manera en que estaba cuando desperté, algo psicópata que me estuviera viendo mientras estuve inconsciente, pero definitivamente algo en su cabeza no está bien.
—¿Crees que fingir que no tienes miedo te salvará?
—¿Quién te dijo que estoy fingiendo? —reviro inclinando la cabeza hacia adelante, con un suspiro vuelvo a dejarla caer hacia atrás, hay un techo descascarado sobre nuestras cabezas, el olor a humedad y polvo filtrándose por mi nariz. Debe ser un lugar abandonado, no recuerdo donde estábamos la última vez que estuve despierto.
—Valiente—Chasquea la lengua, flexiono mis dedos notando las cuerdas atando mis manos a mi espalda y uno de mis tobillos está atado a la silla donde me encuentro, el dolor sordo en la parte trasera de mi cabeza es molesto, pero no es suficiente para desenfocar mi atención, de reojo alcanzo a notar dos figuras en cada extremo del lugar.
El lugar parece una bodega pues hay utensilios y cajas a un lado.
» Tu princesita no parecía desesperada por venir a salvarte—murmura luego de unos segundos en los que continúo inspeccionando el lugar sin mucho ánimo, arqueo una de mis cejas en respuesta.
—¿Mi princesita?
—Sassy—Sonríe con burla, mi estomago se revuelve por su manera de llamarla.
Odio que la mencione, que le interese que venga, odio que quiera traerla aquí porque sé cuánto ha hecho Sasha para estar lejos de él.
—¿Por qué se supone que vendría a salvarme? —Se encoge de hombros, poniéndose de pies elimina la distancia entre nosotros en pocos pasos, deteniéndose frente a mí presiona el arma en mi frente obligándome a enderezar la cabeza, resoplo mirándolo con aburrimiento.
No me interesa mostrarle el más mínimo ápice de miedo, incluso si estoy ligeramente asustado de recibir una bala en este momento, él no es la persona que podría satisfacerse con mi temor.
—No "se supone" —Hace comillas al aire antes de afirmar: —. Ella vendrá—Relamo mis labios esperando que eso sea una mentira.
—¿Por qué haría eso?
—Es igual a su madre, creyendo que puede salvar a todos, que es su responsabilidad—suspira dramáticamente y yo ahogo el suspiro irritado que quiere abandonar mis labios.
¿Cuál se supone que fue su estrategia para que ella esté viniendo aquí? ¿Hasta donde la orilló para que decidiera hacerlo? Sasha no tolera los chantajes, no le gustan y lo sé porque no fue solo una vez que algún otro abogado intentó que ella abandonara un caso.
» Pensé que tal vez hablaba enserio cuando dijo que no le importabas, pero es obvio que no quiere ser la culpable de tu muerte—Él ríe llevando el arma a su sien. ¿Puedo mentalmente hacer que se dispare? Lo averiguo de inmediato, es un no.
—No va a venir—siseo.
—Lo hará, si me lo preguntas no es un intercambio justo, tu vida no vale lo que vale Kieran...—Entonces lo entiendo.
Le ordenó que trajera a Kieran para dejarme vivir. Por un lado, me alivia entender que probablemente Kieran fue atrapado antes de hacerle algún daño a Sasha, sin embargo, no creo en este hombre. Si Sasha viene sola, no es cierto que él va a entregarme y solo dejarnos ir.
—No, la suya vale menos, ocho años en la cárcel deterioran el activo—Me encojo de hombros antes de que golpee un costado de mi cara con el arma haciendo girar mi rostro de manera brusca, el lugar palpita por el dolor y enderezo el rostro ofreciéndole una sonrisa cínica.
—Está cerca—musita una voz que reconozco de inmediato incluso antes de verlo, mi ceño se frunce al tiempo que él aparece en mi campo de visión—. Ah, ya estás despierto—El cabello rubio medianamente largo está atado, sus ojos se clavan en los míos justo antes de que una sonrisa se deslice en sus labios, no es amistoso, no es agradable.
—Lo que me faltaba—siseo frunciendo los labios con disgusto, la sonrisa de Tobías se amplía.
Por supuesto que alguien de Keaton le avisaría a Warren sobre el cumpleaños de mi padre y conocería un lugar como este en el pueblo. Tobías nació aquí y creo que nunca ha vivido en otro lugar, conoce cada rincón de Keaton city como la palma de su mano.
—¿Me extrañaste, Jeremy?
—Ni que fueras importante para mí—murmuro encogiéndome de hombros.
—No querías verme cuando te quité a Layla—Una risa trepa por las paredes de mi garganta y vuelvo a inclinar la cabeza hacia adelante.
—Layla te usó que es diferente—Me burlo—. Necesitaba diversión cuando nuestra relación se estaba yendo a la mierda y apareciste tú, nada más ¿o por qué se casó con otro hombre hace unos días y no contigo? —Sus ojos bicolores se oscurecen, sonrío a pesar del palpito en mi mejilla por el golpe de Warren cuando Tobías se acerca, una de sus manos tira de mi cabello inclinando mi cabeza hacia atrás mientras clava sus ojos en los míos, arqueo una de mis cejas.
—Siempre has creído que eres más importante que cualquiera por tu papi ¿no?
—No tengo la culpa de que tu padre no se haya hecho cargo de ti, Tobías, no puedo deshacerme del mío solo para que tu no te sientas mal—resoplo.
—¿Cómo iba a hacerlo si tu padre lo envío a la cárcel?
—Con razón estás aquí, el mismo problema de ese animal creyendo que asumir las consecuencias de sus actos es culpa nuestra ¿por qué no mejor preguntas cual fue la razón por la que fue a la cárcel? ¿Tu madre murió realmente o tu padre la mató a golpes? Cuando pongas ese patético cerebro a trabajar ya estarás tras las rejas—Un puñetazo se estrella en mi abdomen y jadeo, Tobías alza su mano probablemente con la intención de golpearme nuevamente, sin embargo, se detiene cuando uno de los hombres habla:
—Ya llegó.
Sasha Belova
Nunca creí en el destino.
Quiero decir, obviamente hay un camino a donde ir, como cuando dices "está destinado a llegar o suceder" es como el final de todo, ese es el único significado que tiene la palabra para mí, no otro como que hay un destino escrito o algo parecido. Sin embargo, en este momento probablemente no sea esa la definición correcta o tal vez sí.
Estaba destinado a suceder.
Estaba destinada a encontrarme con Warren incluso si abandoné mi hogar por su culpa, me condené a ver a mamá solo unas pocas veces cada muchos meses solo para no tener que toparme con él, si bien no teníamos una mala relación mientras creí que era una persona normal—pues le mandaba saludos y tal vez alguna que otras veces pregunté como estaban él y su hijo—no podía evitar recordar que su hijo probablemente había heredado ese comportamiento de él, sus tendencias antisociales definitivamente habían venido de algún lado y Warren no era una blanca paloma.
—Deberías dejarle esto a la policía—Me sorprenden las palabras del señor Greythorne mientras sacudo la cabeza haciendo de mi cabello una cola trenzada.
—¿Y si lo matan en cuanto ellos lleguen? Si no me ve será más peligroso para Jeremiah—Thomas suspira y me encojo de hombros—. También es mi culpa, también es parte de su rencor en mi contra y un intercambio es la única manera en la que podríamos asegurar la vida de Jeremiah.
—¿Y la tuya? ¿Qué pasará cuando note que no llevas a su hijo? —Muerdo con fuerza el interior de mi mejilla hasta saborear la sangre allí.
—Ya lo veremos, no estoy yendo sola, ya comprobamos que Rowan tiene una excelente puntería—Bromeo sonriendo sin mostrar los dientes, Thomas sacude la cabeza, entiendo que de alguna manera le preocupo, tal vez por haber sido uno de los amigos más cercanos de papá, pero también se preocupa por su hijo y hasta ahora es la única forma que tenemos para asegurar algo.
Ya vimos que no tienen ningún temor—no es que los psicópatas puedan sentirlo tampoco— Kieran no dudó en entrar solo a la casa para intentar matar a Ashley o a mí, cualquiera que fuera el plan realmente no parecía muy asustado por ejecutarlo, sin embargo, Warren es más meticuloso, probablemente se debe a su paciencia y poca impulsividad. Porque la tiene, paciencia quiero decir, pues no puedo entender como permaneció casi nueve años al lado de mamá solo por una venganza.
Tendría una opción si Keith—el otro hijo de Warren—no estuviera a un vuelo y al menos tres horas en auto de distancia. Tiempo es lo que menos tenemos ahora.
No me detengo más, observo a Tatiana por sobre el hombro de su esposo antes de girar sobre mis talones hacia el auto de Rowan, mientras él permanece en el asiento trasero yo me deslizo tras el volante, aprieto mis dedos entorno a este con un suspiro.
Rowan y Kieran no son ni siquiera parecidos, sin embargo, Kieran se hizo más fuerte en prisión, casi tanto como Row, acomodando la gorra sobre su cabeza podemos engañar a Warren al menos unos minutos.
—¿Crees que realmente va a funcionar? —cuestiono poniendo el auto en marcha, Rowan se encoge de hombros, parece inusualmente relajado lo cual me preocupa. Quiero decir, mató a Kieran y casi podría decir que eso fue una satisfacción para él.
Me pregunto si en realidad no era un soldado retirado y más como algún asesino que buscaba tener justificaciones para matar, porque incluso ahora puedo decir que hay un entusiasmo retorcido en él cuando me observa a través del retrovisor, por alguna razón no me asusta, pero el nuevo descubrimiento me causa curiosidad.
—Probablemente no, va a reconocer que no soy su hijo inmediatamente salga, pero tengo todo bajo control.
—¿Lo tienes? —Me burlo sin ninguna gracia, él vuelve a encogerse de hombros cuando lo miro nuevamente y asiente.
—Lo tengo—No hago más preguntas sintiendo mis dedos temblar en el volante y mi estomago retorcerse cuando giramos hacia el camino poco concurrido de Keaton.
Mientras conduzco intento recordar qué se supone que puedo hacer, quiero decir, Warren obviamente quiere verme, cree que tenerlo cerca es una debilidad para mí porque no regresé a casa por su culpa. No es completamente así, mi problema me parece que está más arraigado al hecho de que mamá lo haya elegido por encima de mí, de que haya elegido que me fuera con papá para no tener que divorciarse de él.
En momentos como estos es cuando vuelvo a recordarme que no quiero ser como ella. No puedo ser como ella.
Casi una hora después estoy entrando en lo que parece un estacionamiento— o sabrá Dios qué—abandonado. Rebusco mi celular en mis bolsillos y este suena antes de que pueda hacer algo en él, lo que significa que Warren ya sabe que estoy aquí.
Mis latidos se disparan detrás de mis orejas mientras contesto.
—Aquí estoy.
—Espero que hayas venido sola, aunque ya me adelanté para adornar a tu noviecito—masculla antes de colgar, resoplo volviendo la vista a Row.
—¿Aquí es cuando comenzamos las oraciones para que nuestras almas vayan al cielo, Rowan? —Ríe por lo bajo, es la primera vez que lo escucho en los días que ha estado cuidándome.
—No creo que me valgan mucho las oraciones—murmura— Y no es nuestro turno para ir al cielo.
—¿Cómo le llamas a eso? —Señalo hacia adelante donde Warren aparece, no viene solo, tres hombres más están detrás de él, uno de ellos obliga a Jeremiah a caminar presionando el arma en su cabeza, la sangre bajo mi piel parece deslizarse hacia mis pies mientras un estremecimiento me recorre.
Mi ceño se frunce porque por alguna razón siento que he visto a uno de los hombres, a pesar de la distancia los ojos bicolores se clavan en el auto donde estoy, pero no directamente en mí, llaman mi atención hasta que una escena se reproduce en mi mente.
El parque y su evidente coqueteo la primera vez que vine.
Tobías.
Eso podría explicar cómo rayos Warren parece conocer este lugar y como sabía que se celebraría el cumpleaños del señor Greythorne aquí. Debería sorprenderme, pero no lo hace, creo que luego de haber visto a Kieran morir en la biblioteca de la casa Greythorne estoy en pausa.
—¿Cómo dices que tienes todo bajo control, Rowan?
—Solo necesito dos minutos.
—Justamente eso es lo que no tenemos, grandulón—Tomo un amplio respiro abriendo mi puerta mientras observo a Rowan de reojo, con la cabeza inclinada evita que Warren pueda reconocer que no es Kieran quien viene conmigo, sin embargo, si se acerca un poco más creo que es obvio que su hijo no tenía una complexión tan amplia como el hombre cuidándome.
—Mi hija adorada—Se burla Warren cuando doy un par de pasos al frente, todavía dejando bastante distancia entre nosotros, frunzo mis labios con evidente asco mientras lo observo de arriba abajo despectivamente.
—Ya quisieras poder crear a alguien como yo, de ti solo salieron escorias—mascullo, él alza las cejas y luego una risa trepa por las paredes de su garganta causando que mis dedos se aprieten alrededor de mi celular mientras desvío la vista hacia Jeremiah, un moretón florece en su mejilla izquierda, hay un corte en sien de donde comienza un hilillo de sangre deslizándose hasta su barbilla, pequeñas gotas manchando su camiseta.
—Que no te escuche Keith y su necesidad de ser buena persona—Keith podría considerarse bueno, sin embargo, no tengo ningún aprecio por él ¿Qué me garantiza que no haya estado actuando como lo ha hecho su padre todo este tiempo?
—No me importa ninguno de ustedes.
—¿Desde cuándo?
—Desde que tu jodido hijo arruinó la vida de Mena, me amenazó y hasta intentó matarme hoy—siseo alzando la barbilla con desdén, él chasquea la lengua, su mirada se dirige al auto, sin embargo, no puede ver demasiado todavía.
—Una disculpa, tu muerte no era parte del plan, Sassy—Mi estomago se revuelve mientras lo miro, su mirada oscura oscilando entre gris y negro se clava en la mía con burla, llevo las manos a los bolsillos de mi abrigo.
—Tu plan ya no importa.
—Oh, lo hace ¿sabes por qué? Porque eres tan ingenua que realmente viniste sola, no soy como tú, Sasha, no me ablando por estupideces— Doy un respingo retrocediendo un paso cuando me apunta con su arma, aprieto la barbilla para evitar que el temblor en ella se haga visible.
—¿Salvar a tu hijo es una estupidez? —Ladea la cabeza vacilante, trago saliva mientras me devuelve la mirada.
—Creer que me importa el hijo de alguien más es una estupidez—corrige con una risa—. ¿Pensaste que realmente te iba a entregar a tu noviecito y dejarlos ir para ser felices por siempre? —Ladeo la cabeza, aunque no tenga ganas de darle la razón, me quedo en silencio observándolo atentamente hasta que este se vuelve incómodo para él porque estoy segura de que esperaba una súplica, un ruego o lágrimas de mi parte.
No estoy dándole ninguna de ellas.
Nunca he podido asimilar la muerte o el miedo a ella en sí, quiero decir, no puedo entender por qué debemos tenerle miedo a algo que naturalmente nos sucederá a todos, el verdadero miedo probablemente radica en lo que dejamos por hacer, en los sentimientos que no alcanzaríamos a expresar si muriéramos hoy, las metas que no pudiéramos cumplir, lo que experimentarían nuestros seres queridos al perdernos. ¿Pero qué más? ¿por cuál otra razón le temería a algo que por más que corra me va a alcanzar?
La única verdadera cosa por la que estaría molesta si llega mi muerte el día de hoy es porque la idea de morir a manos de Warren suena asquerosamente vergonzosa.
—Entonces para qué tanto teatro como traerme aquí, Warren ¿No era más fácil acabar con él y conmigo—señalo a Jeremiah—...en cualquier lugar y así alardeabas de tu maravilloso poder para evadir la ley por tanto tiempo? —Llevo una mano a mi cabello y él arquea una de sus cejas.
— ¿No me extrañaste, Sassy? —se burla y yo resoplo.
—Quisieras, psicópata.
—Me ofendes—Deja de apuntarme—. Pero no es tan complicado de entender, has estado evitándome demasiado tiempo, sabía que solo vendrías si tenía algo importante para ti—Relamo mis labios sintiendo mi respiración acelerarse.
Tiene razón, pero eso no significa que esté siguiendo su juego ahora.
—¿No me digas que has pasado todos estos años creyendo que eres importante, Warren? —Me burlo ladeando la cabeza.
—¿Vas a fingir que no es así?
—No tengo que fingirlo, has estado atribuyéndote el crédito de lo que hizo tu hijo para satisfacer tu ego. No te confundas, no regresé a mi casa por lo que había hecho Kieran, mi desagrado por ti no tiene nada que ver con tenerte miedo o respetarte, ambos lo sabemos—mascullo.
—Si eso te deja dormir por las noches—Se encoge de hombros, sin embargo, parece buscar alguna señal de que estoy mintiendo, no va a encontrarla—. ¿Sabes qué? Terminemos con esto, Sassy—Miro a Jeremiah de reojo, me observa, entre enojado y arrepentido, sé que probablemente está enojado porque estoy aquí.
No me importa tu enojo, Greythorne, es tu vida o la de Warren y ya hice una elección.
—¿Entonces qué? ¿Te entrego a tu hijo y atraviesas una bala en mi cabeza? ¿así de fácil?
—¿Qué esperabas? Dame una sola razón por la que piensas que voy a dejarlos ir ahora que trajiste a Kieran facilitándome el trabajo—Me encojo de hombros sin mucho aspaviento, sé que probablemente intenta intimidarme ahora, probablemente ha intentado hacerlo con Jeremiah y no le ha funcionado, puedo leer la frustración en sus ojos, pero debería elegir mejor a sus presas.
Esa es una de las razones por las que la mayoría de gente comete asesinatos, les agrada hacer a la otra persona tener miedo y esa satisfacción los incita a obtener más, pero no es algo que pueda obtener de mi ahora y no creo que de Jeremiah tampoco.
—¿Lo hice? ¿Estás seguro de que estoy facilitándote el trabajo, Warren? —murmuro distraídamente ladeando la cabeza, él entrecierra sus ojos alzando su arma nuevamente.
—Trae a Kieran aquí, ahora—Quiero decirle que no podía quitarles su trabajo a los forenses, en su lugar le doy una sonrisa cínica antes de retroceder sobre mis pasos sin dejar de mirarlo. Las aletillas de su nariz se ensanchan mientras me acerco a la puerta trasera del auto.
Ya pasaron dos minutos, no tienes más tiempo Row.
Abro la puerta mirando brevemente a Row quien asiente en mi dirección antes de salir. La barbilla de Warren se tensa hasta que pienso que podría romperse, mientras observa a Row a mi lado, mi propio cuerpo se tensa ante la anticipación
—¿Qué te hace pensar a ti que cumpliría con lo que pediste? ¿Qué te hace pensar que traería a tu hijo conmigo? —cuestiono
—¿No tienes sentido de supervivencia, Sassy?
—No lo tienes tu, Warren, porque incluso si tuvieras a mi madre apuntada con un arma no te daría lo que quieres, no sigo ordenes, ambos lo sabemos, por eso fue mi culpa que tu hijo se pudriera en prisión casi ocho años de su vida—mascullo sintiendo mis manos cosquillear por la rabia
—¿Dónde mierda está Kieran?
—No quieres saberlo—Sus dedos se afianzan sobre el arma y mi corazón martillea con demasiada fuerza en mi pecho, entreabro los labios para respirar.
—No estoy jugando, Sasha.
—Yo tampoco, estamos a mano.
—¿De qué mierda hablas?
—Tu mataste a mi padre, tu asqueroso hijo me lo dijo—Él sonríe ampliamente encogiéndose de hombros.
—Te hice un favor, Sassy.
—Yo también te hice uno, ya no tienes que correr detrás de tu hijo para salvarle el trasero.
—¿Dónde está?
—Te regodeaste en el hecho de que no pude volver a casa, fingiste ser una buena persona cuando mataste a mi padre y sabrá Dios cuantas personas más...
—Sasha no estoy jugando ¿Dónde está mi hijo? —Tal vez no es un psicópata en realidad pues justo ahora noto su desesperación por saber de Kieran, podría sentir pena por él, pero no puedo.
—Pero no lo pensaste, creíste que seguía siendo la misma persona de antes—Su mandíbula se aprieta con tanta fuerza que pienso que va a romperse—. No me gustan los chantajes, Warren.
—Y a mí no me gustan las amenazas...
—¿Sabes que es lo mejor? —Lo interrumpo, tal vez se trata de las noches sin dormir, todas las jodidas pesadillas donde vi a Warren o el disgusto de estar frente a él, pero definitivamente no tengo sentido de supervivencia ahora —. Que ese cerdo asqueroso no solo se hundió en la cárcel todos esos años por mi culpa, sino que ahora estará bajo tierra y ¿sabes por qué? También por mí, al final perdieron más que yo, pero no te preocupes, la bala en la cabeza le sentaba bien...
—¡Maldita zorra! —Su mirada llamea en la ira solo un segundo antes de que su dedo se afiance al gatillo mientras me apunta, mi corazón se salta un latido mientras aprieto mis manos en puños esperando el impacto, sin embargo, la única bala que corta el aire atraviesa el costado del cuello de Warren causando jadee sintiendo mi estómago hundirse.
Rowan le dispara a uno de los hombres más allá, el otro obtiene un disparo igual que Warren y el que sostiene a Jeremiah decide que lo mejor es dejarlo ir por lo que arroja su arma a su costado, sin embargo, esa no parece ser buena idea para Rowan que decide dispararle a una de sus piernas.
El temblor se arrastra por mi cuerpo mientras observo los cuerpos en el suelo, Warren ya no respira, una muerte rápida si me lo preguntas, los demás apenas los miro antes de que unos brazos me rodeen, jadeo contra el pecho de Jeremiah, probablemente Rowan ha desatado sus manos.
—¿Estás bien? —Sus manos ahuecan mi cara hasta que todo lo que puedo ver es a él a través de mi vista empañada, asiento al tiempo que un sollozo rompe desde las paredes de mi garganta, mis rodillas dejan de sostenerme así que caigo sobre ellas sintiendo que me ahogo.
—Los vi morir...—susurro sin aliento.
—Lo siento—Sollozo inclinándome hacia él, sacudo la cabeza entreabriendo los labios para respirar antes de alzar la vista.
—Es horrible—Llevo una mano a mi pecho cuando comienza a sentirse pesado y hueco a la vez, abro la boca alejándome para intentar respirar mientras la sangre en su rostro vuelve a atraer mi atención.
—¿Estás bien? —cuestiono tanteando su pecho donde se encuentran las pequeñas gotas rojizas, pero estas son de la herida en su sien—. Tenemos que irnos, necesito salir de aquí, yo...—Mi respiración se entrecorta mientras hago un gesto abanicando mi rostro con mis manos, no estoy segura de que se trate de algún ataque de asma, creo que me estoy ahogando en todo lo sucedido hoy, en todo el miedo y el shock acumulado.
—Belova, se acabó, tranquila...
—Es una pesadilla—sollozo volviendo a hundirme en su pecho, escucho los pasos que me hacen mirar alrededor, veo a Rowan alejarse con su celular contra su oreja, Jeremiah gira mi rostro hacia el suyo y presiona sus labios sobre los míos en un segundo, suspiro devolviéndole el suave beso que me da, hundo mis dedos en su cabello, un quejido se ahoga en mi boca cuando siento mi palma en su cabello humedecerse—. ¿Tienes una...?
—Funcionó como sedante.
—No es gracioso, Greythorne—Me quejo volviendo a tantear la herida, no es tan grande, él sisea por lo que alejo mi mano luego observando la de su frente. Mis hombros se hunden cuando termino, paso el dorso de mis manos por mis mejillas limpiando las lágrimas—. ¿Y si dices que me quieres? —Una de sus manos ahueca mis mejillas como suele hacer, presiona un beso corto sobre mi labio inferior antes de hablar:
—No soy tu marioneta, Belova.
Sonrío, probablemente si lo dice en realidad lo tomaré como que está mintiendo, me acostumbré a que diga esto en su lugar, presiona su frente sobre la mía.
— ¿Es el final? —cuestiono luego de unos segundos mientras escucho las sirenas acercándose, el ruido, las voces...
—Probablemente sí.
— Espero que después de esto pueda dormir—murmuro haciendo una mueca, tratando de empujar todo lo sucedido hoy al último lugar en mi mente.
—No creo, viste demasiado...—Vuelvo a sentir mi respiración dificultarse cuando el olor de la sangre atenaza mi nariz, sacudo la cabeza.
—Vámonos, no puedo estar más aquí...
Hago el amago de ponerme de pies, sin embargo, me detengo parpadeando hacia Jeremiah cuando el sonido llena mis oídos.
Un disparo y un jadeo.
Los disparos definitivamente son un jodido amuleto de tragedia para mí. Primero papá, luego Warren y Kieran, de los tres solo el primero dolió de la misma manera como siento mi pecho hundirse ahora cuando Jeremiah se desploma en el suelo.
Alzo la vista encontrando a Tobías sosteniendo un arma mientras sonríe de manera siniestra, tiene un disparo en el hombro, cerca de donde se supone que tiene un corazón, pero no lo suficientemente cerca como para morir aun, no parece ser letal para él que todavía tiene fuerzas para estar sentado contra la pared apuntando hacia donde me encuentro, solo un segundo después otro disparo resuena, esta vez para firmar la muerte de Tobías, no estoy segura de sí fue Rowan, solo sé que bajo la vista a Jeremiah, notando la sangre bajo su cuerpo.
Y entonces me pregunto si este momento es realmente el final.
——— ❄ ———
Nos quedan dos capítulos para el final ¿Peticiones?
Me disculpan cualquier error, besitos
Para adelantos de esta, las demás historias y las próximas a ser publicadas pueden seguirme en mis redes sociales:
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