Capítulo X

~1917~

William

Pasaron casi 10 años, desde que cambiamos nuestras vidas, para bien o para mal, amigos no lograron iniciar el viaje o se quedaron en el camino.

Perdimos a dos, dos grandes amigos, sin embargo, luchamos por ellos, tengo mucho que contar, demasiado diría yo, todo este tiempo, desde la muerte de Millie, nos impulso a comenzar con la adaptación del hospital, un centro de ayuda para quienes la necesitan.

En unos cuantos días el hospital será inaugurado, y no solo eso, seré padre, uno de los regalos más hermosos que pude recibir en toda mi vida, fue la noticia que recibí por parte de Kylie, su embarazo es algo que con tan solo pensarlo me lleva a un universo en el que todo dolor desaparece.

El nacimiento esta previsto para mediados del año siguiente, y en tan solo días entraríamos a 1918, sin duda alguna, un año con muchas bendiciones, estamos a puertas de navidades, y a la vez, a puertas abiertas de recibir a niños y niñas que necesiten de ayuda, que a pesar de su corta edad, el sufrimiento también afecta en ellos y ellas, haremos hasta lo imposible para ver salir a estos niños con una sonrisa en el rostro.

El hospital psiquiátrico "El monte de los pinos", 7 fundadores, 2 de ellos desde las alturas, cada lugar con la finalidad de liberar el talento que ocultan o no permiten mostrar, cualquiera diría que es un castillo, yo también lo pienso, pero los castillos tienen misterios tras sus paredes, este lugar, tiene esperanza y maravillas por descubrir.

La biblioteca, un lugar mágico según Karl, sinceramente a mi no me gusta leer, o eso pensaba antes, empecé con un libro y ahora siento que necesito de este para sobrevivir; el salón de arte, Kylie sin duda que se expresó en ese lugar, hay pintura por todos lados; con solo ver el jardín viajas a un mundo en el que no existen humanos, las hermosas flores que adornan este, cambia la perspectiva del cuidado a nuestro mundo; los animales que rodean el lugar ya no temen acercarse, al contrario, se convirtió en su nuevo hogar; y el salón de música, instrumentos por doquier, pero ninguno es tan especial como el que reposa en la pared, el violín de Millie.

...

—¿Listos?— detrás de la puerta principal, en el interior, estábamos preparados para abrir nuestras puertas, hasta donde sé, habían periodistas esperando del otro lado, al igual que funcionarios del gobierno.

—Más que listos.

—Entonces, que las puertas se abran— y así fue, las palabras de Karl fueron la tijera que corto la cinta.

La luz del exterior empezó a tomar posesión del lugar, hasta estar completamente abierta, con Abby y Gabby sentadas, Kylie al lado mío detrás de las gemelas y Karl del otro extremo, un enorme flash se hizo presente, fue solo el primero, las fotografías continuaban y las personas aplaudían, por primera vez en la vida me sentí importante, importante para el mundo.

—Sean todos bienvenidos, nos honra demasiado la presencia de todos ustedes, por tomarse el tiempo de venir, en poder acompañarnos en este maravilloso día, abrimos las puertas del hospital psiquiátrico infantil "El monte de los pinos", hemos trabajado en conjunto para lograr esto, quien les habla, William Price, mi bellísima esposa, Kylie Stevans, y amistades que se han convertido en familia, Karl Bennet, Abby Jason, Gabby Jason, y dos que permanecen con nosotros a pesar de haber partido de este mundo, Millie Sanders y Arthur Mendoza— Sin duda alguna, el inicio de una nueva etapa —Esperamos poder aportar mucho en este mundo.

...

El movimiento de personas de un lado a otro era abrumador, pero de alguna forma me hacia sentir tranquilo al saber que el lugar ya no tendría tristes sollozos y lamentos, solo recuerdos.

Cada quien estaba por su lado, ayudando de diferentes formas, a excepción de Gabby, quien se la pasa encerrada en su habitación, únicamente salía de su guarida en las madrugadas, con el manto oscuro que cubría la noche y el ruido de los grillos cantándole a la luna, las veces que queríamos iniciar conversación con ella, solo procedía a evadir y contestar de forma cortante.

El lugar era un éxito, las risas de niños y niñas adornaban las salas, me parte el alma al ver llegar a algunos que a gritos piden ayuda, con ojos cristalinos observaban un punto cualquiera con la esperanza de que un rayo de luz cayera a salvarlos.

...

31 de diciembre de 1917, a una hora de comenzar 1918; con copas en mano y rodeando una mesa, la conversación fluye de manera casual, por primera vez en tiempo, Gabby se reincorpora a la familia, porque eso eran para mi, una familia, la cual construyó un hogar desde su base, no nos preocupa nada más que el momento único, cada niño y niña en sus habitaciones esperando despertar para empezar un nuevo año.

—A tan solo 5 minutos de empezar un nuevo año, quiero agradecer a todos ustedes, por formar parte de mi vida, por estar presentes en todo momento; gracias, espero seguir viviendo de esta forma e incluso mejor— entre lágrimas Kylie se expresó en conjunto pero a la vez refiriéndose a cada uno.

Por mi parte también me siento salvado por este grupo, si no fuese por ellos, ¿Qué sería de mi? No lo sé, tengo mucho que agradecer.

—¡LEVANTEN SUS COPAS! En 5...— Kylie reía.

—En 4...— Karl gritaba.

—En 3...— Abby sonreía.

—En 2...— Con el corazón en la mano.

—En 1...— Gabby retomaba lazos.

—¡FELIZ AÑO NUEVO!— En una sola voz gritamos a más no poder, los abrazos y las lágrimas se apoderaron de la situación.

Culminamos una etapa, con dolor... y risas...

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De a poco volveremos a revivir con letras...

Ig: @Santy.m8_dsny