Capítulo I

~1902~

William

Me encontraba corriendo aquella noche la cual se encontraba en tormenta, las gotas cayendo sin cuando cesar, los rayos y truenos siendo la banda Sonora de aquella escena, el maletín que traía conmigo reposaba sobre mi cabeza, evitando que las gotas mojaran mi rostro.

—¡Señor ya llegue! Déjeme entrar porfavor...— mientras daba ligeros golpes a la puerta de aquella caravana de circo.

—¡Llegas tarde!— exclamó aquel señor robusto y arrugado, mostrando un ceño fruncido y una mirada de pocos amigos.

—Perdón, se me hizo tarde

—Eso ya me di cuenta ¡G-E-N-I-O!

Únicamente agache mi cabeza encogiendome de hombros, el señor G.P. nunca fue una persona sociable, él era dueño de un circo/feria desde hace mucho, de hecho, sus shows eran tan espectaculares que se hizo fama internacional, pero todo cuento de hadas tiene un villano ¿no?.

El señor G.P., abreviaturas de Gregory Pollman, nunca trató bien a alguna persona que trabajaba para él, siempre nos veía más como esclavos que como trabajadores, en mi mente solo surgía una idea, deshacerme de él, pero no puedo hacer eso, aunque no creo ser el único que desea eso.

La puerta de la caravana en la que nos encontrábamos sonó, yo entregue algunos periódicos al señor G.P. y abrí la puerta.

—Las personas están llegando, es hora de iniciar...— era la señorita Kylie, esposa del señor G.P., pero él también trataba con tanta maldad a su bella esposa.

Él señor salió de la caravana, indicando que lo siguiera, antes de hacer caso a su petición me acerqué a Kylie evitando que alguien me viera.

—Pronto acabara todo esto, te lo prometo— mientras acariciaba su mejilla.

—No veo las horas de ser solo tú y yo— sé que esto se llama infidelidad, pero las cosas estaban hechas, Kylie y yo llevábamos viéndonos a escondidas desde hace mucho tiempo, siempre tratando de evitar que alguien pudiera notar dichas escenas.

...

—¡Señoras y señores!¡Niños y niñas!¡bebos y bebas!— empezó a gritar G.P. ocasionando que todos rían de lo ultimo.

El show había dado inicio, dando así entrada al primer acto, Kylie realizando una serie de movimientos en el aire, gimnasia rítmica y algunos pasos de baile, era espectacular, tan ágil y sorprendente.

Al terminar el acto la que seguía era Milie, una mujer con bello facial, su único acto era levantar pesas, las personas la veían como un fenómeno pero aquellos que trabajábamos juntos y la conocíamos sabíamos que era maravillosa, tan gentil y muy alegre, a pesar se los problemas que la vida le mostraba y de todo lo que había sufrido, nunca lograba quitar su enorme sonrisa de su rostro, contagiando su felicidad y ocasionando que todos los demás rían con ella, a Milie la habían abandonado en un albergue, nunca llego a conocer a sus padre y su única familia era la anciana que era encargada del centro de adopción, hasta que murió y nadie más pudo ocupar su puesto, el lugar tuvo que cerrar, transfiriendo a varios y dejando abandonados a otros.

La siguiente persona en aparecer para el publico era Karl, un payaso "triste", para el publico era alguien que simplemente hacía reír, sin embargo el jamas sonreía, jamas soltaba una risa honesta, antes de llegar al circo el vivía junto a su esposa y su hija, a su esposa le dio cáncer, provocando su fallecimiento, el entro en tanta melancolía que decidieron entregar la custodia de su hija a sus abuelos, estaba completamente solo, se embriagaba y merodeaba por las desoladas calles.

Al culminar el acto de comedia ingresaron las gemelas Jason, dos hermanas de aspecto deprimente, eran utilizadas para desarrollar actos de terror, cuando ellas tenían 8 años, su padre tuvo una fuerte discusión con su mamá, presenciando el como su papá asesino a su mamá, extrangulandola hasta más no poder, una imagen muy perturbadora para ambas, su padre fue a prisión y al no tener familiares cercanos fueron obligadas a ir a un orfanato, sin embargo estas se escaparon, ambas crecieron solas y se cuidaron entre ellas.

El siguiente era Arthur, el domador de leones, su paciencia era envidiable, sin duda el era aquella persona en la cual se podía confiar, alguien honesto y leal, él era párroco, muy amante de los animales y siempre ayudaba a quienes lo necesitaban, hasta que un rumor se convirtió en su maldición, el que supuestamente realizaba tocamientos indebidos a los menores, esto ocasiono su retiro de las iglesias y de la confianza de las personas, convirtiéndose en alguien muy callado y de muchos secretos, nunca se supo si aquel rumor era cierto o no, pero si destruyo su mundo.

Y bueno... yo, soy el asistente del señor G.P., aquel que establece sus horarios y lo atiende 24/7, mi historia no es tan trágica como las demás, sin embargo para mi era un martirio de todos los días, tuve que abandonar mi país por problemas políticos, dejando atrás a mi familia y amigos, empezando de cero.

Ahora que ustedes saben que la vida detrás de una carpa de colores, la cual muestra diversión a todo el mundo, no es lo que todos esperaban, no es un mundo diferente al real, no es una fantasía ni una caricatura, ¿que piensan?.

Uno podría creer que estando juntos nada pasaría, que entre todos nosotros nos apoyariamos, pues si... así era, hasta que en uno de los actos del circo, el domador de león no salió como deseábamos, todo se había descontrolado, ocasionando que el león matara a Arthur, las personas dejaron de venir luego de lo sucedido, nosotros estábamos devastados y en duelo, mientras que G.P. se preocupaba únicamente en el dinero y su carrera, para él la muerte de Arthur era igual como la de un ratón, para el no importaba, sus palabras fueron "no vale la pena, conseguiremos un reemplazo, ahora dejen de estar de vagos y hagan algo, no sé... consiganme dinero".

Mi odio hacía él era indescriptible, pero una noche todos, incluyéndome, acordamos y planificamos el como acabar con todo el infierno que vivíamos, íbamos a darle fin, íbamos a escribir nuestra propia historia, sabíamos todo lo que sucedería pero estábamos dispuestos a hacer aquello.