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Ⅵ: La renuncia abnegada

Al dirigirse a la salida, sintió un leve hormigueo producido por el frío de la manija de metal de la puerta al sostenerla entre su mano y girarla para salir definitivamente de aquel lugar al que con tanto desespero y fervor se había dirigido. Acción afanada que impulsaba a su cuerpo y controlaba sus deseos de permanecer por más tiempo al lado de TaeHyung, que logró controlar y reducir para salir del aura envolvente del contrario que lo tenía en el delirio de ceder sus deseos a la voluntad impropia.

Estaba tan ensimismado y concentrado en el trayecto de espaldas al pasillo mientras cerraba la puerta con cautela para prevenir cualquier posible sonido que pudiese ser percibido por la conciencia contraria, con la cual, seguía conectado sin darse cuenta de ello, hasta que su cuerpo colisionó con otro más robusto y un poco más alto por lo que logró percibir.

―¡Oh mierda! Lo siento ―rápidamente se disculpó, girándose para ver con asombro la figura respetable del Celestial que se encontraba frente a él con una pequeña sonrisa adornando su precioso rostro.

Reacción que engrandeció la sonrisa del contrario hasta que de sus labios se desprendió una melodiosa y cálida sonrisa, que a JungKook siempre le daba paz y lo hacía sentir cómodo con la presencia opuesta.

―Por lo que veo puedo concluir que estabas huyendo Kook ¿O me equivoco? ―se burló el pelimorado por la adorable reacción inundada en sorpresa que se reflejaba en el tono cristalino de los ojos celestes de JungKook, que siempre desprendían la mayor pureza, que seguía intacta desde el momento en que lo conoció y por lo que veía aún seguía resplandeciendo.

―Yo... ―divago el rubio al no saber qué decir a su favor, para excusar su actuar de forma vana e inútil―. Solo no quería incomodar a TaeHyung, ya sabes, lo que ahora más necesita es descansar y no quería perturbarlo, solo comprobar cómo se encontraba ―explicó en un acto ansioso al eludir su apresurado comportamiento.

―Pero Tae aún sigue inconsciente ―afirmó SeokJin con el deseo de molestar a su menor―. Así que ¿A quién ibas a incomodar o evitabas que pudiera despertar? ―una armoniosa risa extinguió todo sentimiento de melancolía que previamente había alcanzado a sentir como una consecuencia de lo que había presenciado de forma ilícita entre aquellos dos seres que seguían condenados por decisión propia a la lejanía de un amor que seguía tan vivo como el primer día en que ambos se encontraron.

SeokJin Caruso es el mejor amigo de TaeHyung, casi como un hermano, por todo el tiempo que llevaban de conocerse, quien había estado a su lado en cada tribulación y alegría de la existencia que tenían la fortuna de haberse encontrado en el inicio del trayecto.

Constituyendo la razón principal del respeto y admiración que más allá de la posición que SeokJin ocupaba y de la procedencia designada por los Celestiales que eran sus padres, para JungKook a lo largo del tiempo que había compartido junto a TaeHyung, el de ojos jade se había tomado el tiempo y la disposición de guiarlo cuando la indecisión acudía y la desesperación perturbaba las elecciones que no alcanzaba a sopesar por la incapacidad de la inmadurez que en esa etapa vital lo dominaba, reemplazando la guía que siempre encontraba en YoonGi, a quien no deseaba agobiar con sus constantes conflictos o reclamos.

Una figura que se convirtió en un ejemplo de admiración al cuidarlo desinteresadamente y asegurar su bienestar sin pedirlo o esperar una retribución más que compartir la felicidad y el dolor de las penas.

―Uno nunca sabe ―bromeó Kook para aliviar la tensión que sentía por la impresión de ver al contrario nuevamente luego un tiempo sin tener ninguna responsabilidad como pretexto de encuentro.

Aunque siempre en la distancia en la que se encontraban, la fraternidad que los vinculaba aún resplandecía en el interior de sus almas. Lo que lo guiaba a Jin a estar pendiente y atento desde las sombras ante las dificultades que Kook enfrentaba y tratando de intervenir en lo que le fuese posible, en un pedido que iniciaba por parte de D'Angelo pero que culminaba por su propia voluntad.

―Agradezco que hayas intercedió por Tae y que lo sigas cuidando cuando más lo necesita ―agradeció con el amor aflorando en la luz de sus ojos que centelleaba por el llanto previo y por el amor innato del que JungKook era merecedor.

Hasta el presente, ambos Celestiales encontraban paz en las remembranzas de un pasado que en su tiempo los colmó de experiencias que recuerdan con añoranza.

―De forma irónica la distancia que ambos mantenemos nos termina reuniendo cuando lo considera necesario ―expresó JungKook con gran sinceridad.

Aun cuando la distancia también los había afectado a ambos, la confianza seguía inamovible y el aprecio inmutable.

―Así como en algún momento te lo hice saber de forma superficial ―Jin se refirió a su intervención en el pasado en nombre de TaeHyung, sin este estar de acuerdo pero siendo un deseo infructuoso porque si en sí mismo estaba la posibilidad de hacer algo por quienes fueron víctimas del destino cruel, lo haría―, me disculpo por el afán que una decisión de Tae los condenó a separarse, pero ahora te puedo decir que no estuvo en él esa elección ―confesó una verdad imparcial, que se alojó en su corazón desde el momento en que fue testigo del sufrimiento de sus dos menores más amados.

Desde aquel fatídico día, SeokJin compartió el dolor con ellos, tomó una pequeña parte y la hizo propia, la adhiero a su ser y a su alma en un constante remanente del pasado con el cual se torturó y culpó ante la impotencia de haber podido evitarlo, al ver que todo se deshacía con una velocidad avasallante sin dejar ningún vestigio de lo que un día unió a ambos Celestiales, y luego el rencor fue direccionado al destino mismo que su Elter Neclum conocía, el cual ninguna señal indicó para poder prevenirlo.

Comprendiendo que lo sucedido debió ocurrir de la forma pactada y trazada que determinaría los sucesos que de forma fragmentada conocían del futuro. Además de la evidencia que se le fue otorgada en un designio de vida, impulsando sus acciones que recobrarían fuerza en el instante que espera con fervor.

―Me siento jodidamente frustrado ―JungKook inspiró hondo y dejó fluir el aire despacio, sintiendo como su caja torácica se expandía y recobraba la postura inicial―. Porque al parecer los Celestiales en quien más confío y a los que más aprecio parecen saber algo que yo ignoro, y que se me ha privado conocer ―rebatió con el enojo presente, que no era dirigido a Jin sino al cúmulo que cada uno de los Celestiales cercanos a sí mismo contribuyeron a la aglomeración de dudas e inquietudes que manifestaban en un enigma que parecían conocer, unos en su totalidad y otros en una pequeña fracción, pero era conocimiento al fin y al cabo.

Además lo que lo indisponía aún más era que en el último tiempo cercano a la muerte de EunWoo, los recuerdos que en un pasado fueron sembrados por las dudas, estaban volviendo a su memoria sin control o filtro alguno, confundiéndolo y atormentándolo.

―Tal vez era porque hace un tiempo atrás ignorabas las señales y ahora son más evidentes ―manifestó Jin cumpliendo su labor en lo que había pactado con el Cosmos.

―Antes y ahora sigue siendo semejante, porque las señales están pero nada se me es develado ―rebatió el de ojos de cielo, llevando una de sus manos hacia la parte posterior de su cuello en un signo de incomodidad por la acumulación de toda la frustración que solo incrementa.

―¿Pero en el pasado era más notorio que ahora o ha cambiado? ―cuestionó nuevamente el pelimorado, porque sabía lo que Tae había tratado de lograr hace unos días, fracasando en el intento.

Solo que el pecado del pelirrojo fue creer que su deber finalmente había obtenido la autorización para deshacer la condena que impuso, sin ser conocedor del gran complejo que iniciaba desde diferentes aristas.

Una de ellas debía ser realizada por el sucesor e hijo de una pareja de Lucem, los que ocupaban la categoría de Krono en la jerarquía, Veerle Kroeze y Nictom Caruso miembro del Caelestes Duces y anterior líder que había desempeñado su labor con gran reconocimiento, quien adjudicó su puesto para dar paso al siguiente Celestial en línea de mandato, a la espera de que en el futuro, SeokJin como Krono fuera el que tomará el cargo cuando el regente actual cediera su puesto a la siguiente generación.

Entrenamiento y preparación que Jin deseada cumplir, no por orden o presión de sus padres, sino por elección propia; lo cual influía en la separación con su mejor amigo y más cercanos conocidos como de su familia, debido a los deberes que debía afrontar.

―Al parecer siempre ha estado ahí a la espera de que sea descubierto por mi parte ―concluyó el rubio cenizo, comprendiendo las insinuaciones que habían estado a la espera.

―¿Y ahora estás dispuesto a encontrar esas respuestas? ―interrogó con firmeza para aclarar las dudas que sabía que en la mente de JungKook se estaban generando.

―Lo considero un acto vil porque soy yo quien al parecer está directamente involucrado y quién está unido a TaeHyung, sin embargo, todos se empeñan en mantener el absurdo hermetismo que lo único que logra es lastimarme ―Kook explicó girándose hasta encontrar el horizonte de Titán a través del ventanal del pasillo, buscando una distracción a la tormenta que seguía desatando su angustia.

―Porque sólo aquellos que están destinados a cargar con la condena del pasado y el sometimiento a un deber, tendrán que afrontar el peso de las incógnitas ―confesó Jin, desviando su atención al mismo panorama que Kook contempla, situándose a su lado para cruzar sus brazos y suspirar por la tensión que los había sumergido a ambos.

―¿Acaso no merezco el mismo respeto como Saenon de Tenebrae? ―preguntó en una banalidad de su parte, porque lo que menos le interesaba era lo que podría obtener con su nivel, aún más cuando esté siempre fue enaltecido y admirado en especial por sus padres.

Porque si estuviese en sí mismo la decisión en relación a su poder y energía, la cedería hasta deshacerse de lo que en un inicio lo fue separando y diferenciando de su hermano, que fue la misma razón que lo separó de TaeHyung, con la diferencia de que él escogió el deber sobre el amor.

―Si lo mereces, y en el momento oportuno la verdad que te corresponde te será develada así como la pregunta que siempre has querido obtener así te niegues y digas que ya lo has superado ―su tono de voz calmo ayudaba a que JungKook se mantuviera tranquilo en medio del sufrimiento que en su mirada se manifestaba.

Makris apretó su mandíbula por la incipiente molestia que palpita desde su centro de poder al verse superado por las emociones que tratan de desestabilizarlo, por lo que, inspiró con fuerza para oxigenar y reorganizar sus ideas.

―¿Eso quiere decir que mi hermano también lo sabe? Lo que faltaba ―dijo con verdadera molestia palpable en el tono de su voz iracundo y entre dientes, en un esfuerzo por regular las contradicciones que estaba sintiendo―. Eso explicaría la razón del trato condescendiente que tiene con D'Angelo, después de pasado un tiempo de nuestra separación, Yoon dejó de querer golpearlo como reprimenda cada vez que lo veía ―una sonrisa irónica completo la visión del pasado que estaba teniendo y la razonable conclusión del comportamiento de su hermano.

No obstante, era contradictorio el dudar de YoonGi, porque si había un Celestial al que conociera a la perfección ese era su hermano mayor, además, de que él nunca le ocultaría una verdad que hubiese aliviado su tormento. Esperaba que así fuera.

―No lo creo Kook, porque si YoonGi se muestra imparcial ante Tae, es porque así como tú mismo por más que te cueste admitirlo, conocían a TaeHyung y sabían que si algo lo definía en su actuar era la concordancia entre el ser y el hacer ―explicó―. Por tanto, tu hermano intuye que hay una acción que produjo su erróneo proceder.

―Pero aun así sigue ocultándome esa razón que me concierne a mí saberlo ―exclamó―. De igual manera NamJoon podría saberlo ¿Cierto? Claro, después de todo trabajan en el Consejo y Nam siempre busca conciliar entre ambos cuando nos enfrentamos en discusiones sin sentido ―reveló al analizar el posible vínculo que entre D'Angelo y Roux se había forjado.

SeokJin al ver el esfuerzo que su menor realizaba por contener el llanto que enrojecía la zona alrededor de sus párpados y en la limitación que tenía del perfil contrario que observaba, decidió intervenir y darle un poco de tranquilidad, porque la situación también lo superaba al querer confesar la verdad que muy pronto esperaba fuera revelada finalmente.

―Tu hermano no podría saberlo y lo único que puede afirmar a favor de TaeHyung son sus propias conclusiones basadas en lo que cree haber conocido, así mismo por su posición como Krono lo limitará en el saber que pueda obtener ―expuso con convicción en sus palabras, a pesar de que también estuviera limitado por su jerarquía. Sin embargo, por su preparación futura como líder de Lucem le confería una ventaja de conocimiento―. En cambio NamJoon como Saenon tiene mayor comprensión e implicación en lo que sucedió, empero, carece de la información absoluta y verdadera, él sólo conoce una parte minúscula de todo el entramado acaecido.

El alivio para JungKook llegó en medio del rocío que lo colmó al darse cuenta que una vez más el pasado estaba ligado a las restricciones de un deber que era designado para cada uno, aunque el recelo se imponía al saber que incluso NamJoon o SeokJin conocían parte de lo que desconocía.

―Entonces lo que no comprendo es porque ahora todos parecen dispuestos a confesar de forma parcial lo que debería seguir en el pasado, después de todo es allí en donde debería estar ―divago Kook, tratando de hallar la explicación detrás del nuevo advenimiento que venía codificado ante su comprensión.

―El epitome lo debes visualizar y así hallarás el desencadenante principal ―declaró Jin sin precisar lo que él ya conocía y que en JungKook estaba la responsabilidad final de develarlo.

Enigma que originó mayores dudas unidas al desconcierto que sentía, en un anuncio que constantemente le advertía acerca de la ignorancia que con frecuencia en los últimos días estaba sintiendo.

Ante la intervención del tiempo los hallazgos y el encuentro se tardarían el tiempo pactado que ha sido planificado y organizado para ser adjudicado en el transcurso que el Cosmos ha pactado, garantizando que el avance cronológico se cumpla a cabalidad, nunca siendo apresurado por deseo externo ni oprimido por mandato supremo. 

TaeHyung D'Angelo es la encarnación viviente del poder de antaño en una manifestación que el Cosmos previo, en un conducto visionario que fue comunicado a la Trinidad viva del único enlace que mantendrían directamente con su originaria y magnánima creación, un Celestial inigualable, quien sería el precursor de la grandeza designada para una raza entera que sería testigo de la inmensidad que dos seres causarían.

Futuro que había agobiado a su psique hasta el desfallecimiento, donde fue torturado y drenado en medio del enlace que su cuerpo y mente debían potenciar para ser receptores de una secuencia desenfrenada que no aceptaría intervención alguna para modificar el curso pactado de sus actos.

La mente del pelirrojo había sido guiada por medio de la sanación otorgada por los Regnandi Magus que controlaron la energía psíquica que estaba ocasionando leves movimientos telúricos, además del bloqueo al que lo sometieron para forzar a su psique a integrar y controlar el nuevo vínculo que se estaba expandiendo.

Su mente fue dominada y forzada a integrar el nuevo nivel alcanzado, la nueva energía obtenida, que a partir de la ayuda final de los sanadores más experimentados de Lucem y el sistema de transmisión de ondas emitidas por los generadores dispuestos en la habitación, su psique finalmente formó una nueva coraza impenetrable, que el desbordante poder psíquico y cinético se adherían a las redes neuronales que se reproducen con mayor velocidad, transmitiendo un nuevo código que comienza a fusionarse a las secuencias de ADN que absorben e integran los nuevo enlaces que le permitirán al cuerpo viviente desarrollar un nuevo mecanismo de poder proporcionado por la flama que ahora vibraba con fuerza apocalíptica.

―Por favor, ya no lo soporto más ―suplicó TaeHyung hacia la inmensidad de Celestis Trinitas, el mundo espiritual en el que su esencia formada alma y espíritu, estaba ante las conciencias vivas de los Elteres Originales, quienes lo llamaron a presentarse por primera vez en un lugar onírico tan mítico como inaccesible.

No lo comprendía, no estaba seguro de lo que estaba experimentando en esencia mientras su cuerpo seguía inerte sobre la cama.

Giro con velocidad cuando sonidos inteligibles fueron captados por sus oídos, como si no se le permitiera tener conocimiento de lo que hablaban o la identidad de quien lo decía, reconociendo sus esencias a través de un mínimo fragmento que percibía en los descendientes de cada linaje, Lucem y Tenebrae.

La alta sensibilidad que comenzaba a desarrollarse y a expandirse aún más le enviaba señales de otra presencia desconocida y foránea, la cual no podía definir o categorizar, pero captaba su presencia, palpitante y viva, que se esfumaba con rapidez, denegándole la posibilidad de reconocerlo.

Solo que dadas las circunstancias actuales dudaba de la precisión de sus sentidos extracorpóreos.

―Enuncia lo que tanto te carcome desde las entrañas de tu alma ―proclamó una voz lírica y delicada con leves matices graves, reconociendo a su Elter Neclum, debido a los encuentros anteriores que entre sueños se presentaron.

Sin mayor intencionalidad que guiarlo por la senda turbulenta y escabrosa a la que se enfrentaría.

Fue él quien le advirtió lo que un futuro lejano sucedería y que irreparablemente rompería el alma de su idílico amor, un anuncio que fue manifestado en una visión futura, el cual se le fue enseñado y Neclum estuvo presente en esencia acompañando su tránsito hacia la evolución que debía enfrentar. Nunca se le obligó a tomar la decisión que eligió, sino que dado el impacto de lo que pudo visualizar, su conclusión era erradicar su propia presencia, la cual desencadenaría la elección entre dos vidas y el dolor que lo destrozaría.

Una elección de la cual se arrepiente cada tanto y lo embargaba de una maraña de reproches que hasta la actualidad sigue carcomiendo su ser, aunque su Elter en medio de mensajes símbolos y sus más cercanos amigos, le gritaran lo que él mismo reconocía como la elección que en ese instante consideró oportuna al creer que su relación sólo traería desgracia. Se equivocó, porque ese presagio cristalizado en el futuro seguía existiendo y cada cierto tiempo se repetía en un acto maquiavélico para hacerle entender que nada había cambiado por la decisión que creyó acertada; porque el Cosmos ya lo había pronunciado y una vez que las acciones eran emprendidas la rúbrica del destino no sería modificada, no al menos de forma completa.

―Y proclama lo que tanto callas hasta el hartazgo del remordimiento ―un tono grave y masculino irrumpió en el espacio vacío, desbordante en naturaleza y colmado de belleza singular.

Espacio circular de amplia extensión que exhibía árboles frondosos de almendro en tonalidades ambarinas, celestes, turquesas y magenta que contrastaba con aquellos blanquecinos y grisáceos en una gama equilibrada de colores, desde sus copas en lo alto se desprenden enredaderas que exponen la gran variedad de flores y formas que poseen, que a su vez tienen delgados y finos hilos de musgo que se deslizan hasta rodear el inmenso tronco del árbol para caer y formar un nido protector sobre las profundas raíces de la base que está contenida alrededor de un halo circular de agua cristalina que recorre la extensión y ramificación del mismo sobre la fértil tierra en un acuífero propio, necesario para su subsistencia.

―Ya lo he perdido todo por el tiempo intoxicado a causa de mis inútiles actos en los que creí firmemente y que ahora me han condenado como si hubiera cometido la peor deshonra ―TaeHyung sollozó sin poder contenerse, porque solo sus creadores podían comprender su suplicio ―. Cuando mi único pecado fue amar tanto hasta que ese mismo peso me arrolló en el deseo de protegerlo, lo único de lo que soy culpable es de amarlo con intensidad hasta el presente ¿Es ese mi error, continuar amándolo? ―cuestionó y se permitió liberar la carga que desde hace tanto venía marchitándolo.

―Como mi pequeña estrella eres, te has convertido en el Celestial que debías, has sido forjado por el dolor y amoldado por las circunstancias que has librado ―expresó Neclum sintiendo como su interior se retorcía por el vínculo que había establecido por elección propia con TaeHyung, como su elegido, sintiéndose desfallecer por lo que había tenido que vivir y lo que estaba deparado por suceder―. Eres la muestra viva de resplandor y fortuna.

››La elección y voluntad te han sido otorgadas como el designio que deseamos para los descendientes que vivirían, enlazados al Cosmos están y una ventana futura se ha brindado. Pero hay más que solo una posible decisión y un solo destino inalterable, que modificado ha de ser en medida que la convicción y la valentía se alternen para hallar una nueva vertiente en comunidad y amor.

El dolor venía nublando el corazón puro y altruista de D'Angelo, porque el destino comenzaba a acortar la distancia que desde antaño estableció y los sucesos que tardaron eran los idóneos para acumularse en el tiempo ideal, almacenando tensión y un riesgo de colisión que pondría a Caelestis en el rumbo trazado y con ello a cada Celestial, en especial, a los microcosmos bautizados.

―He sido desterrado por mis errores creyendo haber encontrado la causa de ese escenario futuro y terminó siendo una desgracia ¡Porque aún sigue reproduciéndose ante mis ojos cada noche! ―gritó para deshacer el nódulo que continuaba ramificándose por todo ser, recorriéndolo en una lentitud agónica que sentía desplazarse y encajarse como espinas con leves gotas de veneno que lo tenían delirando sin alternativa alguna de salvarse más que en el leve escozor de la tentación.

―¿Crees que la decisión que marcó tu pasado pudo haber sido diferente? ―deliberó Abraene, sintiendo el aura que rodeaba el cuerpo del pelirrojo que se extendía a su alrededor como un halo de penuria.

TaeHyung solo quería despertar, deseaba salir del espacio onírico en el que se encontraba, pero a la vez sabía que sólo allí encontraría las respuestas a sus plegarias y el rumbo que continuaba de forma autónoma, además, ante ellos podría suplicar por su redención eterna y hallar el descanso que tanto rogaba.

―Sé sincero TaeHyung, recuerda que conozco tu corazón y esencia porque entre mis manos te sostuve y fuiste elegido ―pronunció Neclum.

―No debería culparme por la decisión que tomé porque... ―su voz se quebró por el incontenible sufrimiento que cada día pesaba en sus entrañas―, fue la única opción entre todas las que podía elegir, porque en ese momento yo era la única variable que erróneamente creí que eliminando podría cambiar algo, pero solo fue una presunción creer que podía contra el destino que ustedes ya conocen ―sollozó una vez más cayendo de rodillas, al haber admitido lo que tanto callaba y se negaba a aceptar.

Cuando el futuro se agitaba con furor, las escenas vividas y fragmentadas revivían, por medio de la sangre carmesí que brotaba como un río marcando la muerte lenta y tortuosa al absorber la vitalidad del cuerpo que buscaba proteger para evitar el dolor del ser que estaba unido al mismo líquido vitalicio que designaba su perenne defunción.

Y aún después de alejarse de Makris, aquella premonición seguía con vida, anunciando su inevitable sucesión.

―Mi pequeña estrella, sabes que tu intención fue la protección de una parte fragmentada de ti que halló la unión en ese Celestial, no cualquiera sino tu complemento ―Neclum buscaba con desespero darle consuelo al alma fatigada de su elegido―. Acto altruista que selló en el Cosmos el sacrificio que debía darse, no fue nuestra voluntad que ocurriera, porque somos parte de las piezas de un entramado complejo y diverso hacia el cual debemos guiarlos; no creas que presenciamos lo que viven sin desear intervenir, pero esa es nuestra condena a pagar por los actos que nos tienen como guías en el mundo espiritual, porque nuestras cadenas nos atan por la retribución que buscamos para asegurar la existencia de nuestra raza luego de la gran batalla de sangre.

―Ten presente que el Cosmos es benévolo, pero cada vida debe seguir el curso pactado que se verá desviado por la fuerza del sacrificio que se esté dispuesto a conceder, y el amor formado protección será recompensado, no ahora sino en el futuro que te espera, por las vidas que dependerán de ti, porque así como fuiste creado y deseado, tú también lo harás con ellos ―advirtió Abraene, siendo una consciencia unitaria que respondía ante cada uno de los Elteres, compartiendo las ideas para completar lo que el opuesto deseaba enunciar.

―Tienes un pedido que hacer ¿No es así TaeHyung? ―cuestionó Neclum, sorprendiendo a D'Angelo.

Que si bien conocía el poder de su Elter, el conocimiento era limitado y carente, porque en las ocasiones en que se presentó ante él, cada vez se sorprendía por la grandeza que seguían ocultando.

―No considero que sea un pedido y ahora ante las palabras mencionadas por el Elter de Tenebrae, no sé si pueda seguir soportándolo, no creo tener la misma fuerza para continuar ―confesó―. Más aún porque mi mente y mis habilidades han sido potenciadas, lo que hará que la atención y el deber siga aumentando y en medio de la frívola soledad siento que mi alma perecerá ―TaeHyung finalizó su más profunda confesión que rivalizaba con el compromiso que había forjado a su deber, pero que ahora era insuficiente para colmarlo de vitalidad, perdiendo el sentido luego de darse por vencido al ver que la única oportunidad que tenía de volver a la plenitud de la vida se desintegró antes de iniciar.

―¿Cuál es tu pedido TaeHyung D'Angelo? Dilo y será escuchado ―ambas voces resonaron al mismo tiempo desde la inmensidad del espacio en donde se encontraba.

Inspiró para recobrar la entereza y la valentía de ponerse en pie con dificultad, sintiendo el agotamiento físico de su cuerpo que residía sobre la cama. Expulsándolo de forma lenta para ser consciente de quién era y lo que estaba a punto de pedir.

―Mi cuerpo ha sido vulnerado y mi mente profanada al ser testigo de un futuro ensordecedor que viene con un poder inconmensurable que no es mi deseo poseer, no cuando esté mismo llamado me condenó a perder a quien más he amado y con ello a verme alejado de mis seres queridos ―flaqueo al darse cuenta que ya no podía seguir y que cada día que pasaba lo sentía como una cadena que había culminado su lento y calcinante avance desde sus pies hasta terminar por sujetarlo y rodearlo enteramente.

―Mi pequeña estrella diamantina ¿Es tu anhelo alcanzar el descanso eterno? ―preguntó Neclum, asumiendo una confirmación en medio del silencio que TaeHyung mantuvo―. Antes de que pronuncies tu decisión, sólo queda en mi decirte que tu futuro será una gama bañada por el dolor escarlata de la pérdida y la flamante pasión que está destinada a volver a resurgir, porque el fruto de vida emanará de la unión que tu forjaras.

››Así como asumiste un deber en el pasado bendecido por la protección, yo he tenido que asumir el costo por interferir ante y por ti, hasta que el Cosmos como entidad y conciencia benignísima, nos concedió la fortuna de guiar a nuestros elegidos. Por ello, cree en mí cuando te aseguro que ni en tus mayores anhelos y sueños está contemplado el tiempo venidero que engrandecerá tu vida hasta desterrar este presente que está condenado al pasado, serás un Celestial verdaderamente feliz, TaeHyung D'Angelo.

En el momento en que Neclum finalizó su confesión, TaeHyung una vez más en lo que iba de su vida, liberó el llanto que solo en medio de la soledad se permitía desatar, una vez más las lágrimas recubrieron sus tersas mejillas, descendiendo con calma y aprehensión para liberar la contención que hostigaba a su alma.

Una vez más se permitió ser vulnerable para decidir lo que realmente buscaba y que halló la motivación y consuelo suficiente en las palabras cálidas de su protector.

―Aun viendo el riesgo y decisión que nos hemos permitido tomar en tu intervención, además, del inconmensurable amor de Neclum hacia su descendencia ¿Continúa en ti arraigado el obtener el descanso eterno? ―razonó Abraene, aún sin estar de acuerdo cumpliría la voluntad de TaeHyung por más que su ser se removiera y clamara en pena por la pérdida que rogaba no tener que afrontar.

Si bien, la diferencia hacia dispares y heterogéneos a los linajes, como raza de Celestiales compartían un mismo designio, y ellos como los Originales que el Cosmos dio a la vida, se encargaron de acondicionar la tierra generosa y fructífera de Caelestis para que sus primeros descendientes después de mucho tiempo transcurrido en medio de la espera y las condiciones oportunas, nacieron para conocer la grandeza y las maravillas que luego se encargaron de destruir. Como una misma creación fueron amados sin preferencia alguna, aunque cada Elter luego de su muerte terrenal para consagrar sus almas al mundo espiritual, velan por la protección del futuro y el camino que recorren los demás nacidos bajo el mismo linaje.

―¿Estás preparado para unirte a nosotros? Porque debido a tu evolución y maduración como Celestial, has trascendido los límites que energéticamente debieron condicionarte ―intervino Abraene nuevamente, para aclarar lo que debía ser mencionado, además, de conceder la aproximación del eslabón perdido que solo ante quien consideraba la pareja destinada de su elegido se presentaría de forma sutil―. Sin embargo, Neclum vio en ti la fuerza demoledora que posee una gran estrella en el Universo, que en el presente se ha convertido en una confirmación de lo que vimos en ti, lo cual, has superado con vehemencia y resiliencia.

››Del mismo modo, si nosotros no viéramos en ti la determinación y valentía que posees, así te niegues a sentirla, sabes que allí está, palpitando y luchando por emerger nuevamente y guiarte hacia lo que te falta por vivir. Y se, que ahora más que nunca, puedes sentir el llamado constante e irritante del futuro que se proyecta al cerrar los ojos, dándote el aliento que hasta aquí has venido buscando, porque si tu verdadero deseo fuera renunciar y fallecer, para ello no necesitas nuestro consejo, ya que, entre nosotros siempre vas a encontrar la morada donde fuiste creado, TaeHyung D'Angelo.

Prontamente el corazón del Saenon y Krono comenzó a palpitar con mayor frecuencia, en cada resonar la energía vibraba en su pecho sumiéndolo en una opresión constante, indicándole su verdadero sentir, al retirar cada capa de arrepentimiento y cuestiones incognoscibles incluso para sí mismo y la habilidad que poseía, devanando el manto que lo hundía en el estupor de la inconsciencia, llevándolo a ocultar la voz interior que desde su flama se manifestaba, en un auténtico recordatorio acerca de quién fue, quién era y quién sería si continuaba teniendo fe en lo que sus guías siempre le habían enseñado,

Pero que, en el último tiempo en medio de las penurias ensombrecidas por la renuncia que se venía gestando en sus pensamientos y accionando a su consciencia a conseguirlo, terminó perdiendo el rumbo trazado que ante sus ojos refulgía tenuemente para inducir los pasos que debían ser caminados.

―Tal vez, ustedes confían más en mí de lo que yo mismo podría hacerlo, y ya le he fallado a quien menos pensé que lo haría, así que, no quiero defraudarlos nuevamente ―reveló el de orbes grisáceos, que por el llanto sus iris adquirieron una tonalidad casi platinada en la que centelleaban minúsculas estrellas danzantes.

―Ese es tu error TaeHyung, creer de forma obstinada y automática que toda la responsabilidad cae en ti, sabemos que podías haber hecho algo diferente, pero para ti no hubo más alternativa que la que tomaste, lo demás fue un efecto colateral que aún en la actualidad sigue repercutiendo, y sabes porque ha sucedido de esta forma ―alegó Neclum―. Mi pequeña estrella y mi elegido, te has convertido en el Celestial que debías porque aún desconoces demasiado de lo que enfrentaras, pero él volverá una vez más y estará unido a ti por la eternidad imperecedera de sus vidas, no obstante, el otro él también resurgirá y el manto de muerte bermellón traerá como abanderado de un genocidio que el Cosmos no previo que sucedería, y serán ustedes nuestros seres designados los encargados para reivindicar y celebrar la nueva vida.

Una nueva advertencia fue proclamada y estipulada en medio de la clarividencia que se le confesó al sucesor de la nueva era que recién iniciaba.

―El tic tac resuena y el tic tac demanda, despierta de una vez para afrontar lo que con tanto fervor tu alma anhela descubrir ¿A menos que decidas rendirte sin fin en una contradicción que no logras esclarecer? ―el tono demandante de Abraene exigía con prontitud una respuesta, porque el manto cósmico pedía una retribución por la interferencia que estaban ocasionando y que el tiempo apresuraba a que el asalto futuro que planeaban se acortara con velocidad.

―Entre la redención y la vida, mi existencia continuará ―concluyó TaeHyung.

De forma inesperada el pozo sobre su pecho se expandió por su cuerpo en un recorrido lento que se movía desde la profundidad en busca de una salida, desestabilizando en medio de la potente angustia que comenzó a sentir por el presentimiento de lo que en breve se desarrollaría.

La secuencia que fracturó el balance de su mente, lo hizo colapsar de nuevo por la sucesión de imágenes y precogniciones que se revelaban para poder ser interpretadas, en un bucle en el que se presentaban segmentos a los que aún no lograba hallarles una explicación o comprensión real a lo que veía, una secuencia que incrementaba la rapidez con que ocurría, desfigurando las visiones iniciales a una conjunción de sonidos e impresiones sensoriales violentas.

Un espacio que podría concebirse como un laboratorio en el que resaltaba un orbe acuoso que contenía un pequeño cuerpo en desarrollo en su interior en medio de un líquido que comenzó a tornarse escarlata.

Lo hemos logrado, hemos podido vencer a la creación natural ―una irreconocible y distante voz se hacía presente en medio del lugar que reunía a demás pares que contemplaban el orbe vitalicio.

Esencia líquida que rápidamente se desprendía con violencia del cielo bermellón y turbio colmado por nubes grisáceas que acentuaban el resonar potente de los truenos que se extendían en la inmensidad del campo destruido, que fue aplacado por la unión y la pasión que dos cuerpos emanaban en una ensoñación placentera que explotó en tonalidades rojizas, obsidianas y calizas.

Es nuestra esencia unificada ―esta vez fue él mismo quien pronunció dichas palabras, aunque el desconcierto actual cobraba sentido al no saber el contexto de lo que estaba diciendo.

Entre las que creía eran sus manos, estas sostenían los fragmentos que del encuentro fueron alumbrados, sonriendo con gran emoción en un momento inmaculado de paz y tranquilidad, sintiendo la presencia de otro ser más que se acercaba con suave pisadas que resonaban contra el suelo. Hasta que al girar su cuerpo los gritos ensordecedores a causa de la pérdida de uno de los fragmentos creados, hicieron a la tierra madre temblar por la pena y la aflicción antecedido por la pérdida.

―Hagan que se detenga ―vociferó TaeHyung a los Elteres presentes, en medio de la perturbación que estaba sufriendo por una pérdida que sabía y tendría que afrontar en el futuro.

Una batalla se desata en el mismo campo que por el que corren ríos escarlatas de la sangre que del cielo había caído en conjunto con la desprendida de los cuerpos que yacen por el suelo que finaliza ante una explosión arrasadora y mortal que se repite hasta que un inmenso cuerpo desciende desde el cielo.

―¿Cómo puedo hacer que se detenga? ―la súplica recubría el tono agónico de su voz, en la antelación que precedería al colapso de su mente una vez más; como parte del ciclo en que estaba atrapado y del cual no hallaba la forma para superarlo.

Intuía que aún no comprendía el significado de lo que se le estaba mostrando, de lo que el futuro le estaba enseñando y solo se detendría hasta que lograra concluir las señales y símbolos ocultos que la premonición ejemplificaba con gran persistencia.

―Tener un acceso al futuro sobre lo que debe ocurrir puede ser venerado y alabado, pero pobre ignorante indolente, que no conoce la agonía que se observa sin comprender las razones que ocultan los vistazos que carecen de sentido y conexión ―declaró Neclum―. Solo está en ti, el salir de la prisión a la cual te estás sometiendo por el vínculo que tu psique ha forjado con el futuro más distante, la fuerza te ha sido dada y por ello te encuentras acá, para absorber la energía que tu ser necesita y que tu cuerpo demanda para lograr una nivelación óptima y con ello una evolución completa, TaeHyung, sométete y desintegra las últimas barreras que en tu interior aún siguen en pie o de lo contrario reviviremos este momento hasta que sea superado.

―¿Se trata de una prueba? ―cuestionó el pelirrojo al comprender lo que Neclum le decía, una vez la arremetida futura se detuvo y le brindó un lapso de tiempo prudencial para regular las desesperadas inhalaciones de aire y el abatimiento que astralmente estaba experimentando.

―La responsabilidad que conlleva el poder que te ha sido otorgado, además de la superación propia que has alcanzado, debe ser probada una última vez para evaluar la resistencia y el compromiso que tu como Celestial estas dispuesto a entregar, porque el poder no viene del libre albedrío natural sino de la fuerza interior que se debe de sacrificar para ser el portador de la bendición del Cosmos que solo tú sabrás enaltecer ―enunció Abraene, buscando transmitirle a TaeHyung su vitalidad propia aunque en pequeñas dosis para no interferir con el propio proceso de prueba que D'Angelo tenía que superar.

El poder debía ser puesto a prueba y sometido a un exhaustivo control, para determinar la pureza y la convicción del ser que ha sido designado para portarlo, porque la grandeza puede despertar sentimientos y conductas nunca antes evidencias en el elegido, quien corrompido y quebrantado por la codicia de la vida eterna, guía su actuar por la alevosía de ser un Dios absoluto y regente, tal y como en el pasado recóndito sucedió, en una sombra y un estigma que en el presente los perseguía.

Un tormento que no estaban orgullosos de presenciar, pero era la retribución a pagar por el deslumbrante devenir que le esperaba a TaeHyung, quien demostraba contra todo pronóstico o conclusión posible que era un Celestial merecedor del poder dado y el ser que llenaba de júbilo a los Elteres al evidenciar que su nueva elección fue la mejor que en mucho tiempo se atrevieron a designar.

―Lo único que pido es no tener que sacrificar a otro ser amado por una visión que erróneamente pueda interpretar ―solicitó TaeHyung―. No estoy pidiendo por una intervención directa porque conozco los límites, solo pido que mi sabiduría e intuición pueda conectarse a ustedes y saber qué elección es más acertada ―pidió por una última oportunidad de encauzar la balanza biológica que presentía estaba iniciando un periodo de transformación que se había pactado mucho antes de su nacimiento.

El temor era la emoción que lo apresaba antes que el enojo por verse sometido a una prueba de valor para determinar el Celestial que era, cuando a lo largo del tiempo que inició con el primer acto que debió sacrificar y las instancias que lo siguieron y que con la mayor disposición realizo, ahora mismo eran nimiedades que muy en el fondo su perturbada conciencia comprendía, por ello, sus réplicas estaban centradas al pánico de tener que enfrentar esta nueva era que comenzó a gestarse a partir de la muerte de EunWoo Kosta, que si bien fue presagiada por los Kalar de cada linaje y el Grandes Hechiceros, así como algunos miembros del Caelestes Duces y Magicae Consilium, quienes poseían una precognición altamente desarrollada, además un par de Saenones de alto nivel lograron retratar pequeños vistazos futuros.

―Esa es la razón de que estés aquí TaeHyung, más que una prueba que demuestre quién eres, hoy en nuestra presencia se forjara un vínculo bilateral entre ambas dimensiones, de la cual, serás el receptor principal por ahora, la forjaras en el tránsito que debes afrontar, porque si algo hemos aprendido, es que un solo ser no debe ser el destinatario unigénito de la salvación de una raza que debe resarcir los secretos que oculta ―expresó Abraene―. En consecuencia al deber que continuará sobre ti, llegara el idóneo momento en que el verdadero sucesor despierte y tome tu lugar, para compartir e integrar ambas flamas de poder, lo que asegurara o condenara su existencia, pero es la misión que como Celestiales y Regnandi Magus deberán hallar.

―En respuesta a ti, estaremos presentes en la medida condicionada en que podamos hacerlo, nunca has estado solo y ahora no será la excepción, porque tus seres amados esperan y claman por tu regreso, porque tu cuerpo aún no despierta y porque aún debes finalizar tu periodo de prueba y adaptación al poder que has adquirido ―explicó Neclum con orgullo y emoción que se mostró en la suave y agradable brisa que comenzó a balancear las hojas de los árboles de los que comenzaron a desprenderse cada uno de los aromas que poseían y que unidos formaban un elixir único e irrepetible, no pudiendo ser definido por su olfato.

Siendo el incentivo final que lo sumió en un nuevo ciclo de preparación, donde las imágenes seguían presentándose con violencia en la secuencia que había aumentado su intensidad para forzar a su mente a absorber e interpretar aunque fuese de forma parcial lo que solo allí se le revelaría.

Para SeokJin la prisa era un acto relevante de mantener por medio de la marcha constante y apresurada que sus pies mantenían hasta salir del centro de salud, en donde, un momento atrás JungKook se había retirado finalmente después de concluir con la conversación que mantuvieron, la cual, los dejó en medio de una contradicción de sentimientos, que variaban desde la duda incesante para atravesar una espesa capa de expectativa que se posó sobre ambos para recordar lo que buscaba ser encontrado y la renuencia al conocimiento logrado.

Una vez, concluyó su encuentro, Jin decidió ingresar para ver el estado en el que se encontraba TaeHyung y detallar las condiciones en las que su cuerpo se mantenía aún con vida, que vibrada en el pulso constante que el monitor marcaba, lo que le permitió soltar el nudo creciente de miedo en el que se había mantenido desde que se enteró de lo sucedido, no obstante, su preocupación volvió a retornar al ver los picos que acrecentaban la velocidad de la presión contraria, por lo que, en compañía del personal médico concluyeron que su estado se debía a la adaptación psíquica que la mente de D'Angelo aún enfrentaba y que los sucesos o hechos que estuviese experimentando afectaban de manera proporcional al cuerpo.

―La mente de TaeHyung ha aumentado el nivel de ambas habilidades que se desarrollan a partir de la actividad psíquica que ahora se ha amplificado y le permite canalizar directamente el futuro y el presente, al lograr obtener fragmentos premonitorios y a su vez mover el espacio tangible que nos une ―comenzó a explicar Kylian, quien también había estado pendiente del estado de JungKook―. Solo que en estos momentos el equilibrio natural que TaeHyung y su mente integraban se ha deshecho a raíz de la nueva expansión que ha presentado, lo que lo fuerza a adaptar e incorporar a su organismo y psique este inconmensurable poder que la mente de un Celestial no está destinada a poseer.

››No al menos no un Celestial o Hechicero común, sin desmeritar a nadie, sino para aquellos seres excepcionales destinados a ser sus receptores, porque grandes y poderosos seres se han visto, sobre los cuales he investigado para encontrar las diferencias, puesto que, en ocasiones el poder termina por desintegrar el recipiente vital en el que se aloja, ya que, no todos nacen dotados para sobrevivir en la eternidad imperecedera. Por consiguiente, el estado de TaeHyung, lo mantiene cautivo y nos genera mayor preocupación porque su consciencia es la que no está dispuesta a volver y somete al cuerpo a experimentar lo que está viviendo de forma extracorpórea hasta incluso llegar a atentar contra su cuerpo.

―¿No hay una forma de sacarlo de este estado? Se que en el pasado lo han logrado hacer en circunstancias diferentes pero no tan opuestas a esta ―señaló SeokJin, haciendo uso de la información que disponía sobre los hallazgos médicos que su padre le había compartido como parte de la transmisión de conocimiento para su preparación futura.

―Es cierto, pero ninguno de los casos médicos que no hayan sido superados por la capacidad auto regenerativa al potenciarse por medio de ondas o partículas energéticas de baja frecuencia, han sido dirigidas al enigma que es D'Angelo, y mucho menos con el potencial psíquico que posee, porque en este momento su mente ―Kylian explicó a la par que señalaba el cuerpo contrario―, en cualquier momento puede activar una respuesta automática y atacarnos, eso siendo lo mínimo, porque su psique es una conciencia autónoma y obedece a los deseos de TaeHyung pero también considera y fuerza a lo que cree mejor para su bienestar, además, hay que tener en cuenta la conexión que Tae tiene con el mundo espiritual, con Neclum.

―¿Podría no despertar pronto? ―cuestionó Jin con temor al escuchar un veredicto afirmativo que preveía y sería así, aunque necesitaba una validación confiable.

―Haz lo que tengas que hacer para traerlo de vuelta, tú lo conoces más que nadie SeokJin, protégelo ―indicó Kylian, sucumbiendo ante la preocupación.

―¿Algo está sucediendo Kylian? ―increpó Jin, presintiendo que lo mencionado por el médico no era un consejo médico y profesional, sino como un Celestial cercano con el que tenían un nivel de relacionamiento cercano.

―En realidad están... ―el médico se abstuvo de continuar en el momento en que la puerta fue abierta abruptamente sin haber llamado con anterioridad.

Una conversación que fue interrumpida por Aiden Sajan, indicando la urgencia de su interrupción en una expresión que alertó a los presentes, que con su presencia trajo el augurio de nefastas noticias, añadiéndole mayor presión a la preocupación que le dejó el actuar contrariado de Kylian y la necesidad de que TaeHyung despertará pronto.

Acto que se volvió una realidad cuando la Saenon que ingresó a la habitación, le pidió que con la mayor premura posible se dirigiera al palacio Crystallo, lugar en el que distintos miembros menores del Consejo Absoluto se encontraban reunidos.

Siendo el objetivo que precisaba de la atención de SeokJin, intuyendo lo que podrían estar discutiendo y más aún sabía que no era una reunión autorizada plenamente por los Elteres o rangos superiores en la jerarquía, porque según lo que le menciono Aiden, los invitados fueron pocos y la información a tratar nunca se radicó de manera oficial.

Concluyendo que, a través del actuar de Kylian sumado a la reunión que se estaba llevando a cabo, TaeHyung D'Angelo era el tema central, y que los Celestiales que de manera voluntaria y bajo el propósito que fueron citados eran los partidarios opositores que constantemente estaban tras la caída del pelirrojo.

―No saben a quién están atacando ―pronunció Jin en medio de su rápido vuelo hasta que logró divisar el palacio, preparándose para la contienda que se desarrollaría.

Insulsos ignorantes que creían tener la jurisdicción suficiente para levantarse en contra de TaeHyung.

―Es algo que te agradezco padre ―dijo en un susurro al aire que se agitó en una leve brisa que corrió con agitación por los vientos feroces que anunciaban la próxima tormenta que se desataría.

Sus armoniosos y silenciosos pasos lo guiaron hasta el salón menor ubicado en la zona oscura, que tomaba ese particular nombre debido a la posición en que fue construida el palacio, al quedar dicha zona aislada del contacto directo con los rayos del sol, más que aquellos de media tarde que anunciaban el atardecer.

Fue recibido por el inmenso portón doble que resguardaba las blasfemias al interior de la espaciosa habitación, que sabe y fue elegida por lo retirada que quedaba de las entradas principales y por el cual el tránsito de Celestiales o Hechiceros era menor que en las demás zonas.

Y como el arte que amerita la fuerza interna de la voluntad que precisa de la paciencia, espero tras la puerta haciendo uso de sus desarrollados sentidos en que la audición le permitió captar la conversación acalorada que mantenían y aguardó hasta el momento idóneo de intervenir.

Lo que llamó la atención de los presentes fueron los aplausos que se hicieron oír tras la puerta que poco a poco fue abierta y sin comprender lo que sucedía se miraron desconcertados unos a otros cuando reconocieron la imponente figura del siguiente en línea de sucesión para ser el Kalar de Lucem, el heredero de Nictom Caruso.

―¡Bravo! Sean merecedores de mi más sincera ovación ―habló Jin con la burla reverberando en sus palabras acompañado de unos últimos aplausos pausados que culminaron con el estridente sonido de las puertas siendo cerradas por acción de su telequinesis.

―¿Krono SeokJin que lo ha motivado a venir hasta acá? ―expresó Luca Annati, Saenon de Lucem y miembro ausente del Consejo, ya que, su deber estaba en representar a su linaje en Tenebrae, pero dadas las circunstancias actuales le era urgente estar en la reunión.

―Cuando llegó hasta mí el susurro de su presencia, me fue inevitable no venir ―simuló una expresión aprehensiva y serena que trataba de apaciguar la furia que lo consumía.

Porque cada uno de los Celestiales que veía y contemplaba reunidos, conocían el objetivo de lo que estaban discutiendo y acerca de quién lo hacían, aunque de lo que estuvo escuchando logró darse cuenta que había un par de integrantes, de Lucem y Tenebrae respectivamente, que se oponían a las pretensiones de los demás.

Una deshonra al ver que la misma raza era la que atentan contra sus pares, en la búsqueda de resaltar una flaqueza o un advenimiento de mayor poder para condenar sus actos.

―La urgencia de lo que ya concertamos debió darse con la mayor prontitud posible, así que, algunos miembros representativos no lograron ser notificados ―puntualizó Isak Ziegler, representante de Tenebrae.

―En verdad es una pena que ya haya concluido su rastrera reunión, porque ahora deben escucharme a mí ―ordenó Caruso, mientras que, por medio de su habilidad detuvo el retroceder de las sillas de quienes deseaban irse.

Acción que los sorprendió, porque no esperaban que SeokJin mostrará el alto poder que poseía y menos que lo manifestará en una situación que no requería del uso de la misma.

―Lo que está haciendo es una intransigencia, no cuando el poder que ha exhibido es motivado por una acción agresiva que resulte en el uso de la fuerza, cuando ninguno de nosotros está respondiendo con agresividad ―Dominic White se jactó de ser quien le hiciera frente a SeokJin Caruso, quien despertaba la admiración y el respeto del linaje de Lucem, sin embargo, él estaba sobre el Krono y no le podía importar menos quién o que respaldara al contrario.

Además, un reto implícito se evocó en las palabras que dijo Dominic, al querer desatar su ira calificando su intervención de poder como insulsa o carente de potencia. Siendo otro anciano más, que se creía superior por sobre los jóvenes, solo por su longevidad y tiempo perdurado en el Consejo Absoluto.

Un bufón más que cree poseer el poder de decisión.

―He dicho que seré quien hable y ustedes escucharan lo que tengo para decir, así que le recuerdo White y a los demás presentes, quien soy y el poder que representó ―si apreciaba algo que su padre le había enseñado, era a mantenerse humilde sin jactarse de forma pedante de los Celestiales que descendía y de quien se convertiría en el futuro―. No al menos, si saben reconocer la deshonra que sobre ustedes sería marcada si decido intervenir ―una amenaza dirigida a los presentes que veían su presencia como una oportunidad para seguir desvalorizando a la nueva generación naciente de Celestiales, que cada vez brillaba por la fuerza del nivel de energía como la habilidad concentrada en el centro de poder y la esencia misma de la flama que refulgía como mayor viveza en los elegidos y los únicos que cada Elter ha designado.

―Definitivamente esta generación no reconoce la jerarquía que debe respetarse por la longevidad y la sabiduría albergada, la cual, nos ha guiado hasta donde estamos hoy día ―rebatió Salvatore Giordano, alto miembro de Lucem.

SeokJin lo reconoció como el mayor aliado de Iliana Taylor, la Saenon que recientemente fue degradada de su cargo y posición; presencia que lo incentivo y terminó por consumir la carente diplomacia que mostró desde que irrumpió en la habitación.

―Si la sabiduría de la que tanto se jacta la relaciona con la aniquilación que cernieron la extinción de un linaje completo y la masacre incalculable de integrantes de Lucem y Tenebrae, pues que bárbara la sabiduría que cargan los más altos miembros que siguen robando el tiempo de los que tratamos de no repetir los horrores pasados ―sentenció Jin, refiriéndose al mayor tabú que solo los miembros del Consejo y los Hechiceros de más alto nivel conocen.

Acerca del pasado que fue causado por un error y precedido por la sed de poder que los demás Celestiales buscaron aprovechar, un pasado que oculto.

―¡Cállese maldito insolente! Le prohíbo que mencioné un tema que no debe ser enunciado a viva voz ―Salvatore lo ofendió en su intento de silenciarlo. A lo que los demás le brindaron su apoyo en quejas murmuradas y protestas susurrantes.

―Jin, mantén la prudencia, por favor ―expresó Filippo Vinci, opositor principal de Tenebrae en lo que estaban queriendo realizar los demás.

Atendiendo a lo que Filippo y su propio compañero de Lucem, Laurenz, querían transmitirle, se tomó un breve instante para inspirar con profundidad, lo que desató la risa irónica y un poco perversa de SeokJin que avanzó con parsimonia hasta situarse alrededor de la mesa en la que seguían retenidos por acción de su telequinesis.

―Hago mención de lo que me plazca en cuanto no sea una blasfemia que con tanta vanidad los escuche encantados de maldecir, lo que a mi percepción tiene todos los matices que causaron la mayor deshonra que tenemos en nuestra historia ―mencionó Jin―. Por lo que, tengo el derecho de expresarme como el dirigente que en el futuro llegare a ser.

››Es una maldita burla ver la que la mayoría de los presentes pertenezcan a Lucem y que estén conspirando contra TaeHyung D'Angelo, Krono y Saenon, que por posición se impone sobre varios de los que aquí están reunidos. Un Celestial que ha sido elegido y bendecido por Neclum, lo que muchos de ustedes no pueden decir, porque por más súplicas que han pedido por su intervención o contacto, siempre han sido rechazados.

Caruso se burló del penoso intento por desacreditar a su mejor amigo, en un rencor que solo es movilizado a través de la envidia de obtener una respuesta de su Elter, quien no se mostraba ante nadie, a menos que fuera requerido.

―D'Angelo representa una amenaza que ni tú mismo puedes pretender ignorar, porque el poder que se desató e incremento en su cuerpo y habilidad psíquica es un riesgo latente ―dijo Elsa Askin, Krono de Tenebrae.

―Un poder heredado que ni él mismo tiene la capacidad de controlar, debido a los destrozos que ocasionó y a los movimientos de tierra que provocó antes de su colapso ―añadió Isak, Krono de Lucem.

―Y solo un verdadero ignorante no reconocería la importancia de someter a control constante y escrutinio sobre lo que TaeHyung hace o pretende alcanzar con esta nueva exposición de poder ―expuso Salvatore como el principal partidario de la reunión.

―Solo están asustados e incluso me atrevo a decir que codician el poder que TaeHyung mismo que ha desarrollado y que el Elter Neclum le ha otorgado ―hizo claridad en lo que ya todos sabían―. Un inmenso potencial energético que si bien lo ha superado es el mismo que ahora lo tiene inconsciente tratando de recuperarse, en donde el único afectado fue él mismo.

››En medio de su desespero y aflicción por lo que solamente él conoce, porque ninguno de nosotros puede llegar a experimentar lo que D'Angelo tuvo que vivir, se recluyo a sí mismo a la zona más lejana de Titán, un acto de protección que ustedes se niegan a admitir.

››Así mismo, lo único que necesita es volver a entrenar para conocer y entender nuevamente lo que su mente ahora capta del futuro lejano que ninguno aquí presente puede alcanzar a ver. Es un Celestial merecedor de lo que se la otorgado por designio divino y contra el que ustedes ahora protestan en un acto de rebeldía que nuestro Elter ahora está evidenciando.

―Aquí ninguno niega el nivel de TaeHyung, sino que debe someterse...― Luca fue interrumpido con el movimiento brusco de SeokJin que ocasionó el tenue balanceo de la mesa.

―Quienes van a ser sometidos a escrutinio público serán los que de forma no autorizada están reunidos aquí el día de hoy a favor de la condena de TaeHyung, quien solo ha dado su vida en favor del deber que se le ha asignado y que ustedes se empeñan en derrocarlo ―sentenció harto de seguir entre víboras que solo veían por su bienestar y ganancia personal.

―¡No te atrevas SeokJin! ―pronunció Salvatore, al comprender la intención de Caruso, algo que no permitiría.

―Le recuerdo Giordano, por si su memoria ha sido afectada por los incipientes años que lleva con vida, que Iliana Taylor fue degrada de su cargo por menos de lo que ustedes aquí pretendían y que para mí fortuna hoy ha sido revelado finalmente ―comunicó Jin agradecido con la prueba final que necesitaba para mostrar ante el verdadero Consejo, la treta que se mantenía en contra de TaeHyung.

―Hablas demasiado a mi parecer y hay demasiada aspiración para alguien que solo es el hijo de nuestro anterior Líder ―dijo Talia Jessel, miembro reconocida de Lucem, que se había mantenido en silencio hasta no aguantar más.

―Soy el próximo regente y líder de Lucem, y si no estuviera capacitado para asumirlo no tendría la aprobación del Caelestes Duces, además, no estoy aquí por mi posición ―puntualizó el pelimorado―. Estoy aquí por el acto que planean para desestabilizar a TaeHyung y así crear la farsa de su incapacidad, pero hoy para su desgracia solo me han dado lo que necesitaba, una prueba más que los terminará por castigar a ustedes mismos.

››Con todo mi respeto y admiración, les agradezco por ser tan imbéciles y creer que sus vanos intentos de revolución llegaría a algo más que solo reuniones de mentes inmaduras, porque, vine con la idea de darles una única advertencia de que se detuvieran, pero es una lástima para ustedes que no saben distinguir lo que les conviene sobre el orgullo que dentro de poco será mancillado.

Al finalizar, se giró para encarar la salida que una vez más fue abierta de forma abrupta y la cual atravesó entre réplicas e intentos de posibles ataques, que incrementaron el orgullo y la felicidad por lo que había dicho finalmente, luego de prometerle al pelirrojo que los dejaría ser con sus burdos intentos de vencerlo.

Pero TaeHyung no lo conocía lo suficiente si creía que se mantendría tranquilo y expectante de cada disputa que ese séquito aprovechaba cada vez que la atención de los altos dirigentes no estaba presente. Situación que le dio un nuevo objetivo de verlos caer bajo el propio peso de sus acciones y que hoy finalmente le daba los frutos que tanto codicio.

‹‹Lo siento Tae, pero no podía seguir viendo cómo te atacaban con sus filosas palabras que se cuánto te lastimaba, así mostrarás lo contrario›› expresó Jin en su pensamiento dirigido al menor, porque le había fallado a la promesa de no hacer nada.

Sin embargo, su deber como hermano y mejor amigo, le impedían no hacer lo que sabe y el de orbes grisáceos haría por él. Ninguno permitiría la caída del otro, porque serían el sustento del contrario.

Lo que conformaba parte de las piezas que se le encomendaron reunir nuevamente.

Autora:

He aquí el nuevo capítulo, en el que, se han dado pistas sobre lo ocurrido en el pasado y lo que en el futuro se desarrollara.

Sin mas que decir, disfruten la lectura.

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