Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

T R E I N T A Y C I N CO

Giselle.

El agua caliente ayuda a que mi cuerpo se relaje y deje de pensar, quiero desconectar. Quiero una noche, quiero esta última noche antes de que Esther y Frida se vayan y todo esto acabe, antes de que él se entere y terminemos teniendo una charla sobre como esto ya ha tocado su fecha de caducidad. Yo le daba a que ese par se quedaría un tiempo más pero cuando Nathan me lo notificó no quise creerle y después, Anastasia me lo confirmo cuando las vio recoger sus boletos en el aeropuerto, eso me sentó como un golpe que me roba el aire. Ellas se iban y esto se termina, así que una noche, una noche donde tengo para decidirme si quiero dejar este juego para iniciar algo real o cortarlo de raíz.

Darle un cierre definitivo.

Claro, que en mis planes no estaba que el coche dejara de funcionar a mitad de camino o que la lluvia me ganara, ni que el paraguas lo tuviera Alina y no en la cajuela del coche. Sentí que el mundo me decía un claro "Lárgate, esto no va a funcionar" pero no me había mojado ya lo suficiente como para echarme para atrás.

Así que lo hice.

Termino de enjabonarme, el agua me ayuda con eso y salgo de ahí. En el baño hay un pequeño mueble donde, si no me equivoco, están las toallas limpias y me envuelvo en una de ellas para mantenerme con un poco de calor y con otra, trato de sacar toda el agua que mi cabello retiene. Envuelta en la toalla, segura de que no caerá, salgo para ir a la habitación de Ethan, donde estoy segura que ha dejado la ropa para no molestarme.

Y no me equivoco, al entrar puedo darme cuenta que la habitación no ha cambiado, quizás si ha modificado el color de sus sabanas y sus repisas han cambiado sus objetos por libros, no me sorprende, menos aun cuando en su escritorio que tiene solo "porque si" está lleno de lo que reconozco como apuntes y algunos marcadores. Hace poco Lana me reveló un secreto, su emoción le ganó y pensaba que ya lo sabía. No lo sabía, era un secreto a voces que Ethan estaba estudiando una carrera, pero ahora parece que con todo lo que se venía encima él mismo previno todo, está a nada de graduarse. Estoy orgullosa de él, mucho y feliz porque lo está haciendo, supongo que al final si se fue por Sociología. Pero todo eso no evita que en parte me sienta algo decepcionada porque no estuve ahí, no es hacia él sino, así mí. Porque me hubiera gustado estar como él estuvo conmigo muchas veces.

Entre más pensamientos como esos, termino por cambiarme y al final, deslizo la sudadera sobre mi cuerpo para seguir con mi cabello, apenas termino de eliminar cualquier nudo que tenga es como salgo de la habitación. Camino descalza, pero no siento la frialdad del piso, salgo para sentarme en el taburete enfrente de la barra.

La espalda de Ethan es lo único que veo, no sé qué hace, pero se mueve entretenido, quizás es la comida de la que habló ya unos minutos después. Pero no le hago saber que ya estoy en el mismo sitio que él, solo lo veo. Y me pierdo. Lo hago por unos instantes y esos instantes se vuelven todo lo que necesito.

Fuerzo una conversación.

—¿Estabas ocupado?

Apenas se gira para contestar, pero cuando lo hace me sonríe.

—No realmente. Estoy haciendo algo de cenar para ambos, pero —se acerca con una taza humeante entre sus manos, la desliza sobre la superficie, pero no la suelta tampoco lo hace cuando pongo mis manos sobre las suyas —te hice un poco de té, menta con leche.

Mi favorito. Mi corazón parece notar lo mismo que yo, porque se acelera.

—Gracias —murmuro y él suelta la taza. Alzo la taza para alcanzarla a mi boca, dando un sorbo me doy cuenta que el calor me ayuda bastante a nivelar mi temperatura corporal, más si tenemos en cuenta que vengo casi de un diluvio.

—¿Qué ha pasado contigo? —instintivamente al escuchar su pregunta volteo a la puerta, donde parece que recientemente ha limpiado.

—El coche se me descompuso por aquí cerca —omito decir porque estaba cerca —y no tenía sombrilla, tampoco vi pasar a ningún taxi así que dije "¿Por qué no ir al departamento de mí no novio?"

—Prefiero solo el término "novio" —señala con una mueca, sonrió. Lo hago porque yo también lo prefiero, pero molestarlo no está demás.

—Ya, no suena tan lindo.

—Oh, ¿y el otro sí? —bromea —. Tienes pésimo gusto.

Rompo a reír, ¿él se está incluyendo en ello? ¿O no se ha dado cuenta? Porque de ser así, no lo sabe, no es consciente de ello.

—Si, pésimo gusto —murmuro, le cambio el tema para evitar que pregunte más porque esa mirada extrañada que me está dedicando lo indica—. ¿Quieres que te ayude?

—Ya terminé, es algo ligero. ¿Sigues con tu plan alimenticio?

Desgraciadamente. El plan alimenticio nunca me termina de gustar porque, por más que lo trate de adaptar a mis gustos y estilo de vida, termino por incumplirlo y comiendo cosas que no debo, entonces hay un conflicto entre mi representante y mi nutrióloga porque yo no peleo, pero ellas sí que lo hacen.

—Lo intento.

—Lo intentas —se burla, sabe lo difícil que se me hace cumplirlo —. Pues hoy vamos a seguir intentándolo porque no creo que se pueda cumplirlo.

Se sitúa frente la barra con dos platos llenos de comida, se queda con uno mientras que el otro me la pasa. Paseo mi mirada entre la taza con casi todo el té y el plato que me da, me decido por acabarme primero el té.

—¿Qué es esto? —pregunto después de un rato, llevo un bocado más y mastico.

—Una receta que encontré en internet.

Formo una sonrisa burlona, rueda los ojos con diversión. Trago para poder hablar, pero lleva el tenedor a mi boca repleto de comida.

—¡No! —grito, me alejo, pero aprovecha que hablo para llenarme la boca de comida. Llevo una mano a mi boca, tratando de que no me vea, le doy una mala mirada que esquiva al seguir comiendo —. Eres un tramposo.

—Te estabas burlando de mi cena, ¿qué esperabas?

—¡Solo te pregunte el nombre! —exclamo señalándolo con mi tenedor — Eso esperaba, el nombre. No es mi culpa que lo sacaras de internet, que, conociéndote capaz y solo revolviste todo aquello que parecía tener buena imagen al combinarse.

—Para nada —niega con sarcasmo, me regala una sonrisa ladeada que marca un poco su hoyuelo y sus ojos cafés me miran atentamente.

Doy una profunda respiración y sigo comiendo, esta vez en silencio. Todo momento pienso en cómo llevarnos a ese punto, quiero que esta noche me abra los ojos para poder tomar una decisión. Si, él tiene esos pequeños detalles conmigo y esta esa atmosfera donde ambos nos sentimos más cómodos —al menos más que en el principio —pero algo no me termina de convencer, se siente tan... falso, como si en nuestro intento de hacer que todo sea como antes solo sea algo en vano, no se siente real.

Y ese pequeño dolor se instala en mi pecho.

Esto no es real, no podemos volver a ello. No, aunque lo quiera, no, aunque lo intente porque esto que quiero ya no existe, quizás este amor no está listo para renacer de sus cenizas o nunca lo hará, pero la esperanza que albergaba en mi aun lucha por mantenerse. Solo que ya no importa cuánto me resista porque, Ethan y yo nunca volveremos a querernos como lo hacíamos, la pareja perfecta que vendíamos termine por comprarla para mí, me lo creí y ahora, tiempo después es lo único que nos queda. Un espejismo, he estado tratando de sostener eso mientras se escapa de mis manos.

Aprieto con fuerza el metal en mis dedos. Tanto que he despreciado lo que nosotros mismos vendemos para ser crédula y creer esa imagen que dábamos.

Levanto la vista y lo veo. ¿Él lo sabrá? ¿Se sentirá de la misma manera? ¿Si quiera hay más? Si, le gusto, pero yo siento algo más profundo por él. ¿Sabrá que por más que entienda, esto no deja de doler? Duele como si aquello que me mantuviera a flote ahora desapareciera. ¿Fue mi culpa? ¿Por forzarlo y ahora eliminando una posibilidad a futura? Quizás el hecho de que Ethan me engañara con Sofia era esa señal de que no teníamos futuro juntos, ni siquiera es algo que me explicara porque a mi interpretación hay más, mucho más, el problema es que quiere tiempo y eso es algo que ya no nos queda. Lo nuestro finaliza esta vez, por completo. Si no lo vi en su momento con lo sucedido con Sofia, igual el trato ya había acabado. Por más que viniera con esa intención de poder intentarlo, no se siente bien.

No se siente bien intentarlo. Pero se siente mejor saber que ya está, es todo. No hay nada que hacer. No logro detectar si es solo eso o son más cosas, pero lo dejo estar, escarbar mas solo ayudaría a que termine por romper en llanto y la opresión en mi pecho ya es suficientemente abrumadora por si sola.

—¿Corazón? —No, que lo diga solo es seguir empuñando el cuchillo que yo sola enterré en mi corazón, es aumentar el dolor —Giselle, ¿estás bien?

Rodea la barra para sostener mi cara entre sus manos, recargo mi mejilla sobre su palma y sonrió, de manera triste y cansada. Así es como se siente, esto es finalmente tener un cierre. Uno entre ambos.

No, no estoy bien pero seguro que lo estaré.

—Creo que me va a dar gripa —y no sé si es porque nota que algo no va bien o me cree, porque deja un beso en mi frente que me sabe amargo. Quiero llorar, quiero abrazarlo y decirle que lo he intentado, que a pesar de mis propios pretextos lo he intentado más de lo que he admitido, quiero decirle que esto no puede ser el fin, quiero poder quererlo y estar bien con ello, pero sé que no es posible.

—Eso explica un poco tu nariz roja y los ojos llorosos.

Rio un poco, con cierto temor de que vea realmente lo que pasa.

—Seguro me veo horrible.

Y me sonríe con ternura, niega. Sus labios besan el dorso de mi mano con lentitud agonizante.

—Pareces un poco a Rodolfo el reno, pero todo bien.

Gracias. Internamente le agradezco, no puedo decirlo, cuando lo pronuncie se convertirá cada vez más real.

—Tu sí que sabes dar cumplidos.

—Creo que tengo algo para la gripa —trata de quitar su mano de mi mejilla, lo detengo cuando mi mano se posa sobre la suya —. Estas muy cariñosa.

—Es culpa de la gripa.

—Ya —ríe, y esta vez sí se aleja dejándome con el anhelo de seguir disfrutando de su cercanía—. Vuelvo en un segundo.

Vuelve minutos después con una pastilla que al final dejo con la excusa de que será mejor que mañana a primera hora vaya a un doctor y con eso, creo la excusa para irme sin tener que dar muchas explicaciones.

Le pido ver una película, es mala idea, lo sé, tendré tiempo para atormentarme y es lo último que necesito. Pero no dejo ir la idea hasta que acepta y terminamos en su cama, con una película de héroes en la pantalla y sin ninguno prestando demasiada atención. Me refugio entre sus brazos, formando círculos imaginarios sobre su torso y sin soltar su mano, de alguna manera terminamos acostados y acurrucados, y la sola idea de que ya no pasara me revuelve el estómago.

—¿Crees que es posible dejar ir y luego que todo vuelva a su lugar?

Mi respiración se atasca en mi garganta, se cierra y siento que entro en pánico.

—Supongo que es posible —respondo soñolienta.

Posible para unos, imposible para otros.

—No creo que lo vayan a lograr.

—¿Que?

—La película, Sel. ¿Te estas quedando dormida? —busca mis ojos con su mirada, él está muy cerca de mi... ¿cómo se sentirá besarlo por última vez? Él esta tan cerca y cuando nota que no le estoy escuchando se centra en mis labios, de la misma manera que yo en los suyos. —¿Por qué no te duermes?

Porque no quiero que esto se acabe.

Entonces me acerco, no alargo esto porque es lo que quiero. Elimino la distancia y lo beso. Lo beso con dulzura, con anhelo y cariño, lo beso queriendo transmitirle que lo quiero, pero ya no es suficiente ya que hemos hecho muchas cosas mal para poder arreglarlo ahora. Lo beso porque lo quiero, a él, a como me hacía sentir cuando solo éramos nosotros. Me separo lentamente, tirando de su labio inferior y, aun con los ojos cerrados puedo ver su sonrisa y siento la mía crecer, al igual que siento mis ojos ponerse acuosos.

Perdón, Ethan, perdón por no darme cuenta antes.

—Buenas noches —susurro.

Enredada entre sus brazos caigo dormida, con mi cara escondida en su cuello y guardando en mi memoria cada detalle.

Perdón.

( * * * )

¿Cuántas veces no me han dicho "Mañana veras las cosas diferentes"? Infinidad, de eso estoy segura. Solo que esta mañana, al despertar y sentirme como si tuviera todo también sentí un mal presentimiento, mismo que después de media hora desde eso, aún persiste.

Veo la hora en el celular de Ethan, 7:35 am.

Quito el brazo de Ethan que abraza mi cintura, se remueve apretándome a él y tras batallar, termino por reemplazarme a su lado por una almohada, hace un puchero, pero su sueño le gana. Pongo un pie en el suelo y luego el otro, de puntillas camino hasta buscar mi ropa y me cambio en el baño.

Lavo mis dientes, peino mi cabello y regreso. Verlo tan pacifico, con el cabello despeinado y balbuceando cosas sin sentidos hace que desee quedarme, luce tan tierno. Deposito con suavidad un beso en la comisura de sus labios.

—Te quiero —susurro —y es por eso que hago esto.

Recojo mis cosas, tomo las llaves de encima del mueble junto a su celular y termino tirándolo en un cajón.

—Maldición —sin hacer ruido lo termino por abrir y sacar su celular, pero un folder llama mi atención.

Esa letra es de Luke. ¿Por qué tendría algo de él?

Sé que no debería, pero veo su contenido, veo cada foto, me detengo buscando una señal que me diga que eso está editado y que no se está repitiendo la misma historia. Pero las fotos no mienten y el dolor me confirma que no es parte de una pesadilla. Mis manos tiemblan y brinco del susto cuando su celular suena, la pantalla se ilumina dejando ver el mensaje:

"Sabes que eres bienvenido, ¿tienes fecha exacta para venir?"

Pero eso no es lo que termina conmigo, sino la persona que lo envía: Sofia.

Engañada, utilizada y burlada, eso lo único que puedo usar para describir cómo me siento. Y yo sintiéndome culpable por mentir de Nathan, por hacer esto y él comprando a la prensa para no hacer público lo que sea que tiene con una de sus ex-conquistas, quedando con Sofia. Ellas no me debían fidelidad, pero él... ¡No! ¿Es que olvido que nada de esto es real? Solo fingíamos, solo era eso.

Limpio con furia una lagrima que cae. Mis manos tiemblan, pero eso no evita que saque el folder, Luke debe de explicarme esto y Ethan, de él mejor no hablamos.

Camino molesta hasta la puerta, con mis manos aferrándose a mis pertenecías y temblando del coraje, del dolor o lo que sea.

Pero cuando me llama me siento confundida entre el sentimiento de traición y melancolía.

—¿Giselle?

Me bloqueo, la salida no está muy lejos, pero en este momento me parece una eternidad. Me paralizo, incapaz de moverme.

Tengo que tomar una amplia respiración para movilizarme.

Lo encaro, con el folder en mi mano alzada y en un puño mi corazón. Entiendo todo cuando su expresión cambia, aún adormilado entiende lo que significa.

—Puedo explicarlo —añade rápidamente, se levanta de la cama para encararme. Aprieto mis labios en una línea fina y doy un paso atrás —. Sé que eso se ve mal, pero n...

—Ya no necesito tus explicaciones —le corto. Cuando las necesitaba no me las dio, cuando era algo verdadero —. El trato ha acabado, tu familia ya se va y ese era el plazo.

—No quiero que esto acabe, además, deja explicarte eso. Estoy seguro de que estás entiendo todo mal.

¿¡Entender todo mal!? ¿¡Es que acaso no se da cuenta!? Ya no es solo por las fotos, es que ya nada está funcionando.

—¡Ya basta, Ethan! ¡Ya! Es que estoy harta de esto que tenemos, de este tira y afloja donde no puedo confiar completamente y tú tampoco, no puedo seguir fingiendo que todo va a mejorar porque a cada paso que damos nos hundimos más. ¿No lo entiendes? ¡Tú y yo no tenemos nada! ¡Ya no queda nada! ¿Crees que algo podría funcionar a base de mentiras, secretos y cenizas de un amor que terminó? —pierdo el control, todo se revuelve en mi mente más el estrés de Thais —¿Si quiera íbamos por una relación real? No lo creo, no después de estas fotos.

Su expresión se quiebra y al contrario de lo que yo esperaba, esta vez no se queda quieto y toma mis manos entre las suyas.

—Vamos a hablar de esto. Te prometo que vamos a solucionar todo, te contaré lo que pasó y también lo de esas fotos, te diré lo que necesites —no quiero ser consciente de su súplica —pero por favor, quédate.

Su celular vuelve a vibrar.

—No puedo.

Así que salgo del departamento, pero lo que no me espero es una orda de reporteros, paparazis y fotógrafos esperando. Los flashes me ciegan, me hace retroceder y las preguntas no tardan en lanzarse, aturdiéndome.

"¿Qué opina del juicio? ¿Ya estaba enterada?" "¿Qué opina de que la modelo Sofía puede estar involucrada? Se dice que su relación no es la mejor" "¿Hay algo que nos pueda decir? ¿Apoyara a su novio en este proceso?"

Se han enterado, ellos ya lo saben. Pero pronto esas preguntas cambian por otras aún peores.

"¿Está llorando? ¿Nuevamente hay problemas entre Gisethan?" "¿Por qué se va? ¿Puede responder unas preguntas?"

No, no, no.

Siento los brazos de Ethan rodearme, pegándome a su cuerpo y susurrándome palabras con la intención de calmarme y volver al departamento. Me quito de un tirón, uno que nadie pasa desapercibido porque nuevo el sonido ensordecedor de todos ellos me llega. No sé cómo soy capaz, pero entre lágrimas y flashes, me abro camino. Y lo último que soy capaz de escuchar antes de que entre al ascensor es su voz llamando y como intenta ir detrás de mí, sin ningún éxito.

Las puertas del ascensor se cierran y dejo todo el desastre en ese piso. No me permito derrumbarme, no lo hago hasta que llego a mi coche y en la soledad más ensordecedora marco el número de la aseguradora para intentar olvidarme de todo.

N/a: NOTA IMPORTANTE

*Suspiro*

Ah, ¿Qué les puedo decir? Hay algo con ellos que, aunque se quieran, se confunden y lastiman porque quieren seguir con esto a pesar de que saben que no es el momento y no están listos para ver todo lo que conlleva. Ethan tiene cosas que aclarar y aunque ha tratado de demostrarle a Giselle que no es la misma persona sigue faltando algo: confianza. Y con eso último que acaba de pasar nada parece que va a ir muy bien. Comodidad es lo que tiene Giselle ya con Ethan, no solo con estar a su alrededor sino también con su entorno, con la relación, Ethan es esa zona de confort que sabe que no debería seguir en ella, pero se aferra porque lo quiere. Y debemos de ver esa cuestión que Giselle tiene por su familia, ella tiende a llevar todo y cuando le quitan un poco de eso, le sienta mal (como ya vimos). Y Ethan, teme mucho perder, pero pierde mas no intentando nada (irónico) y cuando se decide puede que lo haga un poco (solo un poco) tarde, la mentira a su familia también es otra cosa que él debe de resolver porque lo creo por sí mismo (y aquí entre nosotros, que la relación iniciara así no era la mejor manera), Ethan va a enfrentar a los medios y estar en su posible juicio, así que... EL DRAMA YA ESTA EXPLOTANDO.

Ha sido un poco difícil llegar a este punto porque a veces siento que ellos corren en círculos y chocando con cómo se sienten en cada capítulo y a veces siento que soy yo la que corre en círculos, pero esto eso ha formado esta situación que desde un principio veía venir: hay muchas cosas en ellos que no son sanas y ese siempre ha sido el propósito de esta historia: demostrarlas, una de esas cosas es que no puedes aferrarte siempre a lo que te funcionaba en el pasado, no puedes confiar cuando eres consciente de un secreto en medio y más de uno que trata contigo y su relación (que en eso gira esto), así como tampoco está bien ocultar cosas (ojo, no digo que deberían de contarse todo y a lujo de detalles pero lo que ambos se ocultan es importante que el otro lo sepa, ya verán porque), y más cositas que tal vez yo no me doy cuenta que deje y ustedes sí. Espero que este capítulo les deje ver eso y no olviden, que esto aún no termina.

Los quiero <3

Pd: Estamos ya en la recta final según mis cálculos por lo que me cuesta mucho dejar ir la historia y yo misma me bloqueo porque no quiero que acabe:(

Fer_xx 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro