O N C E
Mi mente me tortura recordado ese día, la alarma no sonó y llegar al día siguiente a la casa genero muchas preguntas y más si hablamos de que Alina y Ana estaban esperándome.
Suspiro y me desabrochó el cinturón de seguridad.
—¿Estas lista? —pregunta Ana.
Asiento un poco insegura.
—Vamos —dijo y procedo a salir. Me encamino a la cajuela y saco mis maletas con su ayuda.
Caminamos hasta el aeropuerto y esperamos sentadas en una sala con un par de personas más.
Me mantengo callada pensando en ese día, fue todo tan fácil y salí huyendo en cuanto tuve oportunidad.
Siento un una mano posarse en mi hombro.
—Ya no te tortures con eso, no paso nada malo.
Tomo un poco de agua de la botella que traje.
—Hice todo para que sea incómodo.
No es que no lo haga ya, pero ahora será peor. Y esta vez si me pesa, más porque es un error.
Ella niega, me sonrió tiernamente.
—Vamos, se divirtieron y se quedaron dormidos. ¿Qué hay de malo en eso?
—Te recuerdo que...
—Si, si, ahora estoy modo comprensiva.
Que cuando llegue los chistes, bromas e insinuaciones fueron de lo primero que recibí.
—Todo estará bien —digo para tranquilizarla, o a ambas.
—Todo estará bien —confirma —Disfruta, ¿a qué le temes tanto? Apenas están con esto y siento que ya estás a punto de tirarte de un avión, oh, no. Ya te di ideas.
Rio un poco mientras trato de relajarme.
—Supongo que a revivir los sentimientos que tenía por él y que, además de eso, solo me pasé a mi
—No creo que eso llegue a pasar, es más fácil que el caiga por ti. Repite conmigo: Soy una Lee y deje mis miedos hace mucho.
—No haré eso.
—Claro que si, vamos.
Hago un gesto de falso fastidio.
—Soy una Lee y deje mis miedos hace mucho.
—¡Eso! —festeja.
—¿Esta bien que me genere expectativa este viaje?
—Si, obvio, es más diviértete a lo grande.
Niego. Ana no es Ana sino sugiere diversión.
—Voy por trabajo.
—No hay nada de malo —contesta mientras toma su celular y voltea a verme —Malo sería tener un crush imposible con el hermano mayor de tu mejor amiga.
Negué divertida y volví a tomar agua. Eso no tiene nada malo pero lleva demasiado tiempo sin superarlo y Luke parece no tener intención de... pues nada, la deja básicamente en el limbo.
—Te daré uno de tus consejos de vuelta: No importa que decidas pero sabes que tienes opciones.
Anastasia a comparación de mí, esos temas la afectan pero decide ignorarlo diciendo que si tiene que ser, será y sino, que entonces no debería de importarle.
Y aún así le resulta difícil porque lo ve en el trabajo, Anastasia estudio Actuaría e inició sus prácticas justo cuando Luke empezaba con cargos de mayor relevancia así que el tiempo que compartían se redujo hasta solo saludarse por cortesía y conversaciones banales.
—Como sea, quiero que me cuentes todo. Hace mucho que no viajo.
—Lo veras en internet.
Me dedica una mala mirada.
—No es ni remotamente igual a lo que tu me dirás.
—No seas chismosa.
Me arremeda, guardo silencio un poco incómoda.
—Estas un poco callada —comento, Anastasia suele ser más expresiva y espontánea.
—Termine con Erik, tu hermano dijo qué no podía tener una relación con alguien del trabajo y amenazo con despedirlo.
Se acomoda un poco antes de continuar.
》Pensé que lo hizo porque se dio cuenta que me amaba con locura. —bromea con un poco de tristeza —Y unos días después entra con una castaña espectacular, enserio, muy linda, la llevo a comer y todos creen que es su novia, ¿Ya te la presento?
Niego, Luke no dijo nada de eso.
—¿No era una inversionista o algo?
—No, en dado caso creo que sería alguien de publicidad.
Hago una mueca pensando pero no, nada que indique que mi hermano sale con alguien.
—Él no sale con nadie, ni tampoco ha dicho ni la ha presentado.
—A veces siento que solo lo hace para molestarme —murmura y ve la hora. —Ethan ya debería estar aquí.
Me encojo de hombros.
—Seguramente solo es un negocio.
Ignoro su clara mención a mi ex, he tenido suficiente.
—Ni siquiera tengo su nombre para stalkearla —se queja como niña chiquita.
Río un poco.
—Te aseguro que no está saliendo con nadie, no tendría tiempo.
Eso parece darle un poco de tranquilidad pero no la suficiente.
—Hasta que se aparece el susodicho —comenta con burla, su mirada encoxada en un punto detrás mio y volteo.
Ethan trae un pantalón deportivo, tenis, una maleta y una camisa acorde que si se ve en un espejo le recuerda el porqué es tan solicitado, llega con la respiración agitada y una sonrisa.
—Hola —saluda a ambas y me da un beso en la mejilla — Anastasia, tenía mucho que no te veía.
—Es que no todos pueden darse el lujo de verme —bromea y Ethan ríe sacudiéndose el cabello que hasta ahora noto esta un poco húmedo y algunas de esas gotas caen sobre mis mejillas.
—Ya, solo Luke ¿no? —Le dice a juego, saco mi celular para limpiar las gotitas.
Ana y Ethan siempre se han llevado bien, también que en algún momento pensé que podrían pasarse por hermanos con la relación que tienen.
Ella le da una mirada sarcástica, Ethan nota lo que hago y empieza a ayudarme, su pulgar retira una a una con cuidado.
—Muy gracioso —murmura, toma su celular que suena y nos da una seña de que enseguida vuelve.
—¿Llevas mucho tiempo esperando?— Pregunta para después sentarse a un lado de mí.
—Lo suficiente para pensar que me dejarías plantada.
Sonríe de lado y me toma la mano jugueteando con mis dedos, reprimo el impulso de quitar mi mano.
—Ese día te fuiste temprano —Comenta en voz baja y no puedo evitar pensar que suena demasiado tierno o que inclusive lo lastimo.
Solo no quiero ir por esa línea, es más si ignoramos el tema por mi mejor.
—Yo...
—Lo entiendo —dice mirándome a los ojos, veo un poco de tristeza pero lo oculta rápidamente.
Se acerca Ana poco después, con mueca y gesto de molestia.
—Luke está enloqueciendo porque un cliente perdió su póliza, yo me tengo que ir y ustedes que abordar. Nos vemos luego, suerte.
Nos planta un beso en la mejilla a cada uno y me abraza antes de irse tecleando con furia y caminando con rapidez.
—Tu hermano la está volviendo loca. —dice Ethan mientras la ve alejarse.
—Y en más de un sentido.
La marca decidió que hacer una campaña en plena temporada de invierno es una fantástica idea.
—¿Frío? —se burla Ethan, pues el lleva otro tipo de atuendo mientras que nosotras no.
Sonrio y me abre sus brazos, me acerco a él, dudosa pero de otra manera seguire teniendo frio, con sus manos frota mi espalda generando un poco de calor.
Suspiro y sale una nube de vapor.
—Ustedes están vestidos para frío, nosotras tenemos falda, top y botas.
Lo miro hacia arriba, me saca unos cuantos centímetros y deposita en beso en mi frente.
Unas chicas que pasan por ahí, suspiran.
—Porque se vería muy raro que usemos shorts en invierno —bromea mientras mira la sesión que están haciendo otra pareja y se sienta.
—¿Y falda en invierno?
Se encogió de hombros e hice un puchero.
—¿Estas incomoda? —pregunta.
Mi gesto debió delatarme.
—Las botas me están matando.
—Ven, siéntate —palmea su regazo y meneo la cabeza barajeando la posibilidad. Él me mira divertido.
Acepto y me acomodo, me acerca más a él.
Pudimos haber evitado este acercamiento si alguien hubiera hecho una campaña en un país donde hace calor y no un frio de lo peor.
El frío disminuye poco a poco, trato de que la falda no se suba y termino acurrucada a él.
Solo porque su cuerpo me genera más calor, de otra manera ya hubiera brincando para quitarme.
—Ya quiero volver —le comento.
—¿Por qué allá hace calor?
Asiento y me muevo cuando una chica pasa a darnos chocolate caliente, Ethan lo rechaza.
El chocolate burbujea un poco, la taza mantiene el calor pero sin quemarme las manos, soplo un poco para evitar quemarme.
—Siempre es mejor el calor.
—Nunca entendí tu lógica, ¿cómo amas tanto el calor?
—Más bien amo estar calentita, poder ir al agua, helados, estar acostada tapada.
Lo llevo con cuidado a mis labios, sorbo un poquito y así constantemente.
—Pero eso es parte del frío, lo último.
—Quizás, pero el concepto para mi sigue siendo el mismo.
—¡Bien, ahora les toca a las chicas! ¡Las quiero todas aquí!
Me levanto con rapidez y me acomodó la falda que se arrugó, le doy la taza que sostiene con cuidado de no quemarse y no regar su contenido.
—¿No puedes quedarte un momento? —pide al verme alejarme y le tiro un beso.
Un beso en burla, por si queda duda.
—¡Lo siento, me toca!
Un grupo de chicas ríen mientras nos ven, me acerco a ellas.
No es que seamos súper amigos y eso, pero esta siendo mejor la relación con él, mis ganas insaciables de salir corriendo ya no son tan altas.
No ubico a todas pero sé que un par son modelos, influencers, bloggers y estrellas en ascenso.
—¡Bien, chicas! Ustedes —señala a un par, para luego moverlas a una cerca de manera y pocisionarlas en una larga y bien distribuida fila —Ya que tienen esa cara, quédense ahí y dejen de estar tensas, son preciosas así que demuestrenlo.
La fotógrafa lanza un suspiro cansado. Lleva la cámara a su ojo, busca unos ángulos y la baja nuevamente
Tiene su nariz roja por el frío y varias chamarras encima. También parece un poco cansada y harta del mundo.
Después de varias fotos, poses, cambios y más pasamos a la sesiones de fotos en pareja en las cuales al menos tengo un top de manga larga con una falda de tiro alto, mayas de red y botines junto a un maquillaje sutil.
—¡Gi, hola! —me saluda Ellen, una chica con la que coincidí hace un par de sesiones atrás.
—Hola, Ellen. —le doy un beso en la mejilla y toma asiento junto a mi.
—Esta es tan nuevo para mi. —murmura y la entiendo, parece sencillo pero nada lo es.
Mientras platicamos un par de chicas se acercan más y entre todas terminamos bromeando.
Cuentan sus experiencias, tanto las que ya tienen tiempo como las nuevas, con ellas el tiempo se pasó rápido y cuando menos esperé, ya estaba con Ethan caminando al hotel porque quisimos pasar por un panquecito.
Si, puedo ser su amiga, es más fácil intentar eso a que básicamente huya de su tacto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro