Crista me avisó del desastre que estaba sucediendo, prometió arreglarlo y solo citarme si es estrictamente necesario. Para cuando despierto mi carro ya estaba en la casa, junto a una nota en el interior.

Vine temprano por las llaves, no quise despertarte y tengo algunos que resolver, quizás Crista ya te puso al tanto.

Avísame si aceptas el trato de ayer, no iré sin ti. -Ethan.

Cierro la puerta del auto e ingreso al interior de la casa, me estiro un poco y entro a la cocina.

—¿Qué hacen aquí? —pregunto mientras busco algo que comer, extraigo un bote de  yogurt, frutas y gelatina.

—Uno esperaria un "Bienvenidos" como mínimo —señala Luke, quien trata de cocinar algo que distingo como tocino.

—Ese fue tu primer error, esperar. —comento mientras me sirvo y guardo todo de nuevo, me recargo en la pared  con mi plato y un tenedor en la mano

—Auch, alguien amaneció de mal humor —entra Alina dando una gran observación, nótese el sarcasmo —¿Será por qué no te despertaste a tiempo para ver a tu amado?

Su tono está cargado y lleno de burla, Luke solo la mira mal mientras sigue con su tarea: no quemar su desayuno.

Pico una uva con mi tenedor y los señalo a ambos con el antes de llevarlo a mi boca.

—No sé que hacen aquí, se supone que llegarían hasta el martes.

—Te dije, Alina, debimos tomarnos esas vacaciones y no regresar hasta lo acordado —se queja Luke con gracia y sirve el desayuno que consiste en huevos con tocino, agua y café.

—¿Ese es para papá? —señalo con la mirada el tercer plato, Alina afirma y me arrima una taza con té —Gracias.

—Tu no puedes comer eso, ya sabes. Vida de modelo — se burló Luke, lo imito en silencio y entrecierro sus ojos hacia mí —No eres graciosa.

—Tu tampoco —contesto, el par de hermanos recién llegados se sientan, hago lo mismo y comienzan a comer. Poco después entra papá, seguido de eso nos da un beso en la frente a cada uno.

—Buenos días, ¿Y Sebas?

Me encojo de hombros.

—Seguro sigue dormido.

—¿Pueden ir a despertado? Le dije que no se quedara tan tarde despierto y no creo que hiciera caso.

Me levanto pero justo en ese momento entra por la puerta, retomo mi desayuno en silencio.

La mañana pasa de manera rápida y a medio día me llega un mensaje de Ethan.

De: Ethan
Para: Giselle
Me enteré por Crista que dijiste que no

No le contesto, seguo viendo la película que consiste en un drama adolescente donde los chicos se pierden en un pueblo mientras llevo palomitas a mi boca.

De:Ethan
Para:Giselle
¿Puedo saber por qué?

Suspiro y me sacudo las manos antes de contestarle.

De: Giselle
Para: Ethan
Vamos como pareja, no me siento segura de compartir habitación.

De: Ethan
Para: Giselle
Puedo dormir en el piso o rentar otra habitación.

De: Giselle
Para: Ethan
Igual ya le dije que no, ve tú.

De: Ethan
Para: Giselle
Le pedí tiempo para hablar contigo antes de que tomara una decisión. Vamos, Sel. Necesitas un respiro.

De: Giselle
Para: Ethan
Déjame pensarlo.

De: Ethan
Para: Giselle
Hacemos un trato, paso por tí hoy y si te diviertes irás conmigo, ¿aceptas?

Estoy tentada a decirle que no, que estoy bien en mi casa pero sopeso la idea y decido, que tal vez convivir un poco con el eliminé la incomodidad y así pasar el rato con él no se asemeje a una tortura.

—¿Te molesta si los dejo solos hoy? —le pregunto a papá y este niega —Saldre en media hora.

En medio camino a la escaleras le escribo.

De: Giselle
Para: Ethan
Te veo en media hora

De: Ethan
Para: Giselle
Hecho:)

Me empiezo a quitar la pijama en cuanto llego a la habitación, me pongo un pantalón color vino, un par de botas, camisa de manga larga negra y un suéter gris.

Alina entra a la habitación y se sienta en la cama, la observo y espero que diga algo pero solo mira una foto que tengo en el buro.

—Siempre me gustó esta foto —dice mientras la toma, me acerco a verla y sonrio.

Es una foto de Gretan, recuerdo que ese día le dieron su primer sueldo oficial como modelo de la compañía e invito a mi familia y a la suya a comer en un restaurante, apesar de que estábamos todos en la foto solo salimos los dos: Ethan con una sonrisa sincera y radiante con sus manos en mis hombros y yo haciendo una mueca graciosa porque estornude a mitad de la foto.

—A mi también —me acuesto en la cama y cierro mis ojos.

Me siento agotada y eso que apenas empieza.

—Crista me comentó lo de la campaña

—Seguro también te dijo que no la acepte.

—Es lo que no entiendo... —murmura, siento como se acuesta a mi lado —Es una gran oportunidad y tu nunca las dejas ir.

—Quizás ya no me interesan como antes.

—¿Sabes que es lo que pienso?

Niego aún con los ojos cerrados.

》Que no quieres ir porque pasaras un par de noches con Ethan, porque aún sientes algo por él y te da miedo.

—¿Miedo a qué? Alina, han pasado años y lo único que siento cuando estoy con él es que deseo que el tiempo pase rápido.

Y también de arrepentirme, pero eso es cuando estoy sola.

—A veces el tiempo no siempre elimina los sentimientos.

—Sumale a esa ecuación la distancia, decepción y más personas, seguro eso si que lo hace.

—Eres muy negativa. Me cae bien, nadie te va a juzgar si decides regresar o no con él.

Ha pasado año y medio pero siempre me cuestione si había esquivado más dolor o simplemente hice lo más fácil, no escuchar.

—¿Aún lo quieres?

—No lo sé... —susurro, si que lo quiero pero ¿cómo ella lo pregunta? —Él siempre será ese chico.

—Nunca te ví tan contenta, alegre y con esa chispa con ninguno de tus ex novios.

—Eran lindos pero... resultaban no hacerme sentir algo.

—Siempre crei que cuando se separaron, de repente un dia no soportarían la distancia y se buscarían para solucionarlo. Ustedes realmente se veían horrible y pasó el tiempo hasta que lo supe, algo se rompió.

—¿Sabes que es lo peor de que algo se rompa? —pregunto, guarda silencio así que continuo — que no todas las cosas se pueden pegar, menos cuando no tienes las piezas y te niegas a verlas. Sabes que hay más en la historia, ¿Cierto, Lina?

Menea su cabeza y me da una leve sonrisa, yo por el contrario no tengo las fuerzas para ello.

—Te lo digo porque apenas está comenzando esto, no dejes ir esta oportunidad si tu realmente lo quieres. Yo creo en la magia y en las leyendas, hay una sobre pegar, oro y así, es China, Giselle no seas tan terca como siempre lo eres y déjate llevar.

—¿Dejarme llevar donde todo acabará en meses? Ya he pasado por eso, no lo quiero más.

—Solo disfruta el presente, no te atormentes con el pasado o el futuro cuando no los puedes controlar.

Sus palabras dicen más o quizás así lo siento solo yo, pero no me da tiempo de decir nada más porque Ethan anuncia su llegada.

Ethan me cubre los ojos en cuanto pongo un pie en el auto y en todo el camino no me dice nuestro destino, pero estoy segura de que es una plaza por la cantidad de voces, me va guiando manteniendo sus manos en mi cintura.

La platica con Alina sigue en mi mente, pero con el efecto contrario al que yo quiero.

—¿Es una cita? —pregunte dudosa.

Sino lo pregunto, realmente me volvería loca con las especulaciones de mi hermana.

—¿Quieres que lo sea?— me cuesta identificar el tono en el que lo dice.

—Entonces es una cita falsa —deduzco.

—¿Falsa? —pregunta dudoso.

—No real, actuada, eso.

Continuamos caminando, yo con pasos temblorosos y el a paso firme, tanteo un poco mi alrededor intentado saber en qué parte nos acabamos de detener.

—No tengo porque fingir contigo —comenta, eso me parece a un intento de coqueteo pero sacudo mi cabeza —Sel, deja de moverte, aún no llegamos.

Siento que me da señales contrarias, no hablamos en más de un año, llega para pedirme que sea su novia falsa y ahora resulta que no finge conmigo, eso o quizás yo no estoy entendiendo bien.

Me doy media vuelta tratando de quedar frente a él, extiendo mi mano y con la suya me guía a su rostro, con ambas manos apachurro sus cachetes e imito un puchero.

—¿Me dirás a dónde vamos?

—No seas impaciente, Sel. Te daré una pista: tu eliges.

¿Qué?

—Oye, eso no es una pista buena —me quejo, me deja igual o peor, alejo mis manos de él.

Me ignora pero me continúa guiando, sus manos se posan cerca de mi cintura y su respiración golpe en mi oído.

No bajes la maldita guardia, no lo hagas.

—Sé que no es la mejor idea, pero creo que será cómodo, tranquilo y sin paparazzis que mal interpreten todo. —Susurra pero yo no soy paparazzi y creo no estar entendiendo nada, asiento un poco aturdida y suelta el nudo dejando caer la venda —Elige los que quieras.

Parpadeo un poco para adaptarme a la luz y frente a mi esta la sección de juegos de mesa.

Volteo a verlo, estoy confundida. Cualquiera esperaría no sé, ¿un restaurante? Es lo más común.

Pero lejos de sentirme decepcionada, me alegra que siguiera haciendo actividades distintas a los demas conmigo.

Pero no voy a bajar la guardia.

—Lo que quieras —me hace el recordatorio manteniendo una posición relajada y con las manos en los bolsillos.

Selecciono varios juegos, entre ellos; scrabble, preguntados, Adivina quién y baraja.

Ethan aprovecha un momento para ir por un carrito donde echamos las cosas.

—¿Prefieres comida a domicilio o cocinar algo? —pregunta a la vez que conduce en carrito.

Dudo un momento.

—Cocinar algo, comí palomitas en la mañana y no creo que sea buena idea comer más grasas.

Me lanza una rápida mirada antes de caminar a la zona de frutas y verduras.

—Yo te veo perfecta —suelta con naturalidad mientras me señala las fresas —Siguen siendo tus favoritas, ¿cierto?

—Si, aún.

Actividades distintas, salir, frutas favoritas, por favor, solo quiero estarme equivocando con mis ideas.

Me regala una sonrisa, ubica un par de paquetes y seguimos, después de pagar llegamos a su departamento y colocamos las bolsas en la barra.

Prepara una ensalada de frutas, tallarines y jugo natural. Las coloca en la mesa y saco un par de juegos.

—¿Cual primero? —muestra dos juegos: Adivina quien y preguntados, señalo el segundo —Ven, no muerdo.

Señala la alfombra donde esta sentado y me acerco a él un poco insegura, me quito los zapatos quedando en calcetas, cruzo mis piernas en posición de flor de loto.

—Comenzamos —dice tras acomodarse —Sel, geografía. ¿Cual de las siguientes especialidades NO es típica de la cocina estadounidense?

》Las opciones son Hamburguesa, pastel de cangrejo, pie de manzana o todas son típicas.

Lo pienso un segundo y le suplico que lo vuelva a repetir.

—Todas, ¿no?

El se encogió de hombros divertido, me permito bajar la guardia un poco y si hago el ridículo al menos solo lo presenciará él.

Además, tensa y esquiva no voy a conseguir nada.

—No seas tramposa.

—¡No estoy haciendo trampa! —exclamo.

—Preguntarme es hacer trampa

—Ethan, el juego se llama preguntados, preguntar no es hacer trampa—contradigo convencida de que él tiene razón pero logrando que niegue.

—Solo esta —objeta para seguido cambiar la carta por otra —Arte, ¿a quién se le considera el rey del pop? Tus opciones son Justin Bieber, Michael Jackson...

Lo detengo, esto es difícil pero debo admitir que no se esta comportando como si nada sucedió sino como un amigo, la idea es mucho mejor.

—Eso es tan fácil, Michael Jackson — contesto divertida y me arrimo un poco a él —Vamos, una difícil.

Voltea los ojos con diversión y barajea las cartas antes de seguir.

—Histora, ¿quién trajo la droga a Argentina? Pablo Escobar, el Chapo Guzmán, El mexicano o El Zabeca de Banfield —tras terminar de leer me mira con gesto desafiante —Esa si no te la sabes.

—No nos enseñaron narcocultura en la escuela.

—No me lo digas a mi. -señala el juego. —quéjate con el.

Seguimos toda la tarde entre preguntas y comiendo, hasta que nos cansamos. Decidimos que es buena idea poner una película.

—¿Forever my girl? —pregunta, afirmo tratando de no soñar emocionada.

—Ujum, si pero hazlo rápido —apuro mientras ríe.

—Forever my girl, entonces.

Inserta el nombre en el buscador y la reproduce, camina hasta su habitación y regresa con una manta, la avienta y la atrapó en un rápido movimiento.

Para cuando me doy cuenta ya estaba acostada con mi cabeza en sus piernas y el masajeando mi cabello.

Justo lo que no debo de hacer.

—¿Estas cómoda? —bromea.

Me está dando una salida, tomar su comentario y volverlo en su contra, solo que Alina vuelve a mi mente.

—Un poco —mumuro, me acurruco un poco más en el sillon —¿Te molesta si me duermo un poco?

—Para nada.

Cierro mis ojos, su masaje me relaja ayudando a que el sueño llegue más rápido.

—Sel —susurra.

—¿Si?

—¿Te divertiste?

Recuerdo el mensaje, decía que si me divertía aceptaría a ir con él. Fácilmente pued mentir pero mi lengua es más rápido que mi cerebro.

—Si, me divertí.

—¿Sabes lo que eso significa?

Volteo a verlo, me levanto con pereza para alcanzar mi celular y coloco una alarma.

—Si, lo sé. Ahora déjame dormir —sentencio para después volver a mi lugar y cerrar los ojos.

No sé en qué momento, pero termino durmiendo encima de él hasta el día siguiente, porque en ningún momento escucho la alarma.