Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

D I E C I N U E V E

Estoy teniendo un déjà vu, desde mi habitación puedo escuchar a Luke gritar y mientras bajo las escaleras con tan solo puesta la pijama y una bata, veo a Ethan y Sebastián.

Froto mi rostro con una mano, miro confundida a Sebastián quien tiene un paquete de palomitas y soda mientras ve como Luke enloquece.

Creo que es buen momento para aclarar porque siempre parece que a Luke le dará algo cada vez que ve a Ethan.

Ethan ama molestar a Luke con el tema de Anastasia, Luke odia que le digan sus verdades más el hecho de que rompió el corazón de su hermana hace un tiempo, o sea, a mi.

Entonces en cada ocasión siempre son los mismos gritos, una y otra vez.

—¡Al menos yo tuve el valor de pedirle una cita!

—¡Y lo arruinaste!

Estoy rogando internamente, ojalá papá ya esté en el trabajo para que no los escuche.

Sebastián lleva un puñado de palomitas a su boca y mastica entretenido, creo que ni parpadea.

—¡Enfrenta de una vez tus malditos sentimientos!

—¡Y tu ten el valor de decirle a mi hermana que la sigues queriendo!

Escucho un jadeo proveniente de la puerta de la cocina donde se encuentra Alina con un paquete de gomitas y los ojos bien abiertos, me mira y luego a ellos, le hago un gesto de que se calle y asiente.

—¿Si lo hago, haras lo mismo? —menciona.

Lo está tentando, lo sé.

Luke aprieta la mandíbula, no lo hará.

Una parte de mi cree que sus discusiones son como una forma rara de apoyo y amistad, que no se caen tan mal como pretenden.

Ni siquiera quiero ponerle atención a su "¿si lo hago lo haces?" porque me gusta ser ignorante y pensar que es parte de su plan.

¿Ana y Luke? No sé como funcionaria eso, suena algo explosivo y para eso Luke tendría que decir que es lo que quiere y Ana, tendría que... simplemente ver lo que es mejor y quiere para ella.

—Acepto —sentencia, sorprendiéndonos a todos.

Sebastián se ahoga con sus palomitas, yo casi caigo de cara en las escaleras y ellos... notan mi presencia.

Y entonces es cuando siento el temor apoderarse de mi, ni en mis más ilógicos sueños algo así pasa, es más, mis sueños con trabajo y los retengo más del tiempo necesario.

La cara de luke refleja satisfacción y me señala con la barbilla.

—Hazlo, adelante.

No puedo creer que me esté vendiendo, prácticamente.

—Giselle...

—No —lo detengo, no quiero que lo haga y mucho menos así —Ni te atrevas.

Rueda los ojos y camina hasta mi, retroceso un par de pasos.

—Vamos, corazón —la mención hace que me distraiga un poco.

Parpadeo rápidamente cuando me toma cargándome como si fuera un saco, doy un grito al ver mi cara tan cerca de mi el suelo.

—¡Maldita sea, Ethan, bajame! —exijo entre gritos, las risas de los demás resuenan.

—¡Te dijo corazón! —grita Alina.

—Lo siento, corazón —dice, creo que debería acostumbrarme a escucharlo otra vez —Pero tu y yo tenemos algo pendiente.

Camina hasta la puerta y salimos, bueno, él me saca.

—¿Ah, si? —murmuro, sacudo la cabeza —¡Luke, haz algo, no seas un inútil!

—¿Y así quieres que te ayude? —devuelve, observando todo desde la distancia —Olvidalo.

—¡Se un buen hermano mayor y detenlo!

—¡Lo siento, voy tarde al trabajo!

—¡Me lleva en contra de mi voluntad! —grito mientras me mete al coche.

—¡Estoy seguro de que en un rato se cansa y te devuelve!

Gruño, me acomodó en mi lugar.

Bajo la vista a mis pies descalzos y cruzo los brazos porque ni siquiera traigo sujetador, por suerte me lavé los dientes antes de bajar.

Por la ventana veo como dejamos atrás la casa, toma la carretera principal.

—¿Me explicaras a donde vamos?

—Nop —contesta con palpable diversión.

—Tu y yo tenemos una forma rara de darnos los buenos días.

—Si tienes una mejor idea, te escucho.

Muerdo mi mejilla interior desviando la mirada. Si, se me ocurren un par de ideas mejores.

—¿Qué esta pasando por esa cabeza tuya? Te sonrojaste.

Suelto un poco de aire, niego con la cabeza y me inclino un poco moviendole a la radio.

—En nada —musito —Deberiamos volver, no tengo ropa.

—Yo te veo vestida.

Le doy una mala mirada, sigo buscando una estación sin éxito.

—Me refiero a que aparecer en la portada de una revista de chismes así no es exactamente mi sueño.

—Conpramos ropa.

—No traigo ni mi celular, menos dinero.

—Yo lo haré, después de todo yo te saqué así de la casa.

—Tus soluciones son alucinantes, Ethan, casi milagrosas.

—Mal humor a la vista.

Evito abrir la boca, me distraigo un par de minutos mirando la cuidad y tarareando una canción que sonaba en la radio, luego, a mi mente llegaron recordatorios de que debía darme un paseo por Thais para ver como van las cosas por allá.

Ethan abre la puerta para mi, no es como si al menos hubiera notado que llegamos.

Subo mis piernas al asiento y las abrazo mientras niego

—No pienso bajar así, Ethan, estoy hecha un desastre.

—Si de algo te sirve, eres el desastre más bonito que he visto.

Intento, juro que intento ocultar mi sonrisa pero fracaso estrepitosamente, sintiento como mis mejillas se sonrojan.

—Poetico, me inspiras a cada segundo.

—Deja de ser sarcástica y baja, muero de hambre.

—¿No podías comer algo antes de secuestrarme? —cuestiono, pongo un pie en el piso y me abrazo con fuerza —Ethan, la próxima procura que al menos este vestida. ¿Es tu venganza por no avisar con tiempo antes de una cita?

—Así que por fin admites que era una cita —dice, ignora lo anterior, empezamos a caminar al interior de la plaza —A mi me gusta tu pijama.

Nunca pensé agradecer tanto que una plaza este tan vacía porque así no ya habrá fotos en internet sobre mí.

—A mi también pero no por eso salgo todos los días con ella —abre su boca dispuesto a replicar —al menos ya no, eso lo hacía en la adolescencia.

—No somos tan grandes, Sel. Lo dices como si fuera hace años.

—Eso parece —entramos a una tienda de lencería, la chica mira raro mi atuendo pero no dice nada y finje su mejor sonrisa —Se siente como una eternidad.

—Hola, ¿en qué puedo ayudarlos? —nos da la bienvenida la misma chica.

—Descuida, yo me encargo —tiro del brazo de Ethan a un pasillo repleto de conjuntos y sujetadores.

Tomo un par que me gustan, me decido por un conjunto lila sencillo de encaje pero cómodo.

—¿Te gusta? —le pregunto, lo analiza como juzgandolo y luego asiente.

—Tu piel es muy pálida, un color más vivo te quedaría mejor pero es lindo.

—No voy a preguntar como tienes tanta experiencia —murmuro, me alcanza a oír porque rie.

—Teniendo en cuenta que casi vivíamos juntos, aprendí mucho de ti.

—Iremos a pagar esto y luego por algo de ropa que no parezca que soy una ermitaña.

—Me agrada más tu humor mañanero.

—No quieres despertar así, te lo aseguro —pongo el conjunto en la cinta donde pasa por un escáner leyendo el código —Alina la última vez que me despertó termino llegando tarde al trabajo.

—Ya he despertado contigo, me gusta —lo miro confundida, esta haciendo comentarios persuasivos no tan discretos —¿Qué sucedió con la mediana de los Lee?

—¿Te das cuenta que también soy la mediana? —cuestiono, le da la tarjeta a la dependienta y salimos cuando se procesa el pago.

—Tu eres como la mamá pollo de ellos.

—¿Pio pio?

Ríe, sonrio cuando me abraza por la cintura y entramos a una tienda de ropa.

Por sorprendente que suene, no me alejo ni nada, es más, disfruto el contacto.

Lo observo, trae puesto un pantalón grises, camisa roja con cuello redondo en color blanco, zapatos italianos negros y chaqueta negra de piel sintética, su cabello peinado de esa manera de "solo me levante así, admiren lo bello que soy al natural"

Ethan y yo tendríamos bebés bonitos, claro, en un mundo paralelo.

—Hoy vienes muy al estilo Vaselina, ¿te inspirarte o pura casualidad? —da un vistazo rápido a si ropa y sonríe de lado.

—Casualidad, ¿no dirás lo bien que se me ve? —aprieto los labios ocultando una sonrisa.

—Eso claramente ya lo sabes —menciono, nos adentramos en la zona de faldas —Bien, hoy seremos lo más cercano a Danny y Sandy.

—Entonces también deberías volverte rubia.

Hago una cara de horror, ríe de mi expresión mientras me muestra una máxifalda roja.

—Bastante hice con hacerme mechas. —niego cuando me muestra otra falda igual —Soy chiquita, me veré más pequeña con esa falda.

Suspira, lleva dos dedos al puente de su nariz.

—Uno: las mechas realmente te quedan bien, además ya volviste a tu color natural —aclara, ahora es él el que me guía hasta otra sección —Dos: pantalones serán.

Pasamos los próximos veinte minutos hasta encontrar los ideales, extremadamente pegados pero cómodo en color negro.

Luego, son otros veinte minutos donde el cree que es mejor la blusa con tiras tipo vestido de princesa y yo en un corset muy lindo que vi, ambos en color negro.

—Este quedará mejor, dejara al aire tus clavículas —insiste, ruedo los ojos devolviendo la prenda a su lugar y alzando el corset.

—Este es la mejor opción, te lo aseguro. —finalmente se rinde, como consuelo lo dejo elegir un par de zapatillas.

Muchos hombres desarrollan el buen gusto por sus hermanas, en caso de Ethan, las miles y constantes de salidas de su madre hicieron esa parte, por eso no me sorprende cuando elige unos bonitos tacones de color rojo casi idénticos a los de la película.

Paga y me da la bolsa, entro en el baño cambiandome, observo mi reflejo en el gran espejo y sonrio ante como luzco.

No hace falta decir mucho puesto que la ropa hacen su trabajo marcando cada curva de mi cuerpo, también me hacen lucir más alta aún si no tuviera puesto los tacones.

Peino con mis dedos mi cabello, lo dejo decente y salgo.

No puedo evitar reír viendo a Ethan con muchas bolsas, ni siquiera sé de donde salieron.

Enarco una ceja, me regala una bonita sonrisa y se encoge de hombros.

—¿Y esto cuando paso?

—La encargada vio su oportunidad de oro —salimos, le ayudo con un par de cosas —tomalo como un regalo de cumpleaños.

—Mi cumpleaños será en seis meses.

—¿Pre regalo?

Guardamos las cosas en la cajuela de su coche, desliza su mano hasta sujetar la mía. Me transmite calidez, me permito suspirar un poco.

—Ven, aún no falta mucho. No te rapte de tu casa para ir de compras.

—¿Ah, no?

—No, tu y yo tendremos una cita.

Una cita.

¿¡Una qué!?

N/a:

Yo solo tengo una cosa que decir:

Pónganse cómodas porque se viene lo bueno.

Notita bebé: estaba haciendo promoción en Facebook con un fragmento de este capítulo pero el edit no me gustó y yo tipo: Va, nada malo puede pasar. Y puff, piden link y yo bien feliz porque pensé que fracasaría. Y también hay un meme, en Instagram para cuando lo publique (espero)

Ahora sí, me voy.

¡Espero lo disfruten! Yo me reí mucho de las respuestas de ella.

Fer_xx

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro