Termino de guardar mi ropa en la maleta, en la puerta me esperan unas dos más y la compañía aseguró que el resto estará en un envío. Hace un par de horas terminamos todo, nos quedamos más que el resto porque nuestro contrato incluye un poco más pero hemos terminado y es hora de irnos, regresar a casa.

Aún me queda un par de horas antes de tener que ir al aeropuerto, me acomodó la chamarra y el gorro. Hoy el clima está peor que los días anteriores.

Me acuesto en la cama y le marco a Crista.

—Hola, Giselle. ¿Qué tal todo?

La pongo en altavoz.

—Hola —saludo con poca emoción —Bien, el evento fue muy elegante y eso.

—Si, ya vi las fotos. Ese vestido te queda divino.

Frunzo los labios, no sabia que ya lo habían publicado.

Lo busco, puedo leer que varias páginas hablan del lugar, decoración, la línea, el discurso, la ropa y parejas.

—Justo estoy viendo eso, ¿ya los leíste?

—Si, están encantados con Gethan.

Se escucha ruido de su parte y luego una puerta azotarse.

—¿Todo bien? —curioseo.

—Si, los niños, nunca tengas dos hijos con diferencia de seis años —dice con un suspiro —Más bien, no tengas hijos pronto.

Su comentario me hace reír, ya me siento como una mamá con mis hermanos.

—Anotado —hago una pausa, no se como decirle lo siguiente así que solo lo hago —No te llama solo por eso.

—Eso supuse, ¿algún problema?

—No, no —niego con rapidez —Pero quizás entremos en uno.

—Ya hablaste con Nathan —afirma.

—Si, lo he estado pensando, esta bien si no quieres... —me corta.

—Desde que me lo comento y dijo que te diría para saber si lo ayudabas supe tu respuesta —escucho que mueve algunas cosas y vuelve —Estoy contigo en esto, Giselle. Pero debes saber que te pueden destrozar los medios e inclusive tu podrías meter demanda.

—La idea es vender la relación, no tanto yo.

—Pero tu estas dentro de ella, es imposible que no te toquen. Creo que podrías ayudar más metiendo demanda si te difaman, apoyando el caso.

—No quiero una demanda, escarbarian en en mi familia y no quiero que se involucren.

—Tienes razón, ¿Ethan que opina de esto?

—Él... —titubeo un poco antes de contestar —Nathan dijo que rechaza la idea, no quiere.

—¿Y aún así lo harás?

—Si, pero él no debe saber.

—Estas arriesgando mucho —dice tras un par de segundos, ella no sabe que la relación es falsa pero entiendo que si Ethan se entera... —¿Estas totalmente segura?

Asiento, volteo los ojos cuando recuerdo que estoy por llamada y me muevo viendo el techo.

—Totalmente segura. —afirmó.

Se siente como si cerrara mi propia condena, solo estoy ayudando.

—Bien. —dice y murmura algo. —Hablare con Nathan, armaremos una estrategia y haremos que esto funcione.

—No sabes cuanto me ayudas con esto, gracias.

—Si, bueno, la que luego necesitara más ayuda serás tu cuando Ethan se entere.

Hago una mueca y pongo mi brazo encima de mi frente.

—Ni me digas eso, confío en que entenderá.

Escucho su risa pero no es de burla.

—Demasiado positivismo para mi. —expone —Si no quiso que te involucras es por algo.

—No me harás cambiar de opinión.

—Sé que no —dice —Solo te dejo las cosas claras. ¿No sería mejor que le digas y juntos hagan esto?

—Lo conozco, es la única opción.

Escucho más movimiento, frunzo el ceño. ¿Qué tanto hace?

—Bien, bien —murmura —Guardare tu secreto pero quedas advertida.

Seguimos platicando un poco más sobre las publicaciones en redes sociales, los blogs hablando del evento, también un poco sobre cómo manejaremos el tema de la relación porque si bien no lo hemos confirmado ese será el primer paso. Me pregunta si Ethan no sospechará que se lance el comunicado a estas alturas, bueno, para que la relación sea creíble incluso para Crista es necesario, no creo que sospeche nada. Colgamos cuando su bebé de dos años entra llorando y su otro hijo de ocho años se queja del más pequeño.

Definitivamente no bebés.

Busco mis audífonos, se que los dejé en algún lugar visible para no olvidarlos.

Los necesito para evitar a Ethan. En la noche no pude dormir bien pensando en las palabras de Sofía y antes de saber que hacer lo mejor es evitarlo.

Tomo mis maletas y mi bolsa, llego a la recepción donde ya me están esperando y subimos en silencio a la camioneta.

No miento al decir que el clima es horrible, inclusive se ve que están limpiando las calles para que los coches puedan transitar.

Olvido ponerme los audífonos mientras mira el paisaje, me encanta como se ve la nieve pero me preocupa que algo pueda pasar.

Bajamos las maletas, me cuesta un poco moverlas con la nieve pero lo hago con ayuda de Ethan.

Dentro se encuentra gente discutiendo y hablando por teléfono, definitivamente esto no parece ser un buen ambiente.

—Lamentamos informarles que los vuelos oficialmente han sido cancelados y se reprogramarán lo más pronto posible. —La voz de una chica resuena en todo el lugar.

Suspiro y cierro mis ojos mientras niego.

Si, tendría que saber que esto pasaría.

Me acomodó mi gorro, subo más el cierre de mi chamarra pero no es suficiente, el aeropuerto parece un congelador.

El chófer se fue en cuanto pisamos el aeropuerto.

Rio pero sin diversión.

Ethan tampoco parece muy feliz, resopla mientras teclea algo en su celular.

No sé si me está ignorando pero prefiero que su atención sea en que vamos a hacer.

Una parte inconsciente de mi me dice que quizás me molesta más el hecho de que yo quería ignorarlo pero el parece entretenido sin prestarme atención.

Tomo asiento en el sofá más cercano, la gente empieza a salir, seguro los pocos taxis de afuera ya no están.

El techo del aeropuerto es cristalino, puedo ver la nieve caer tapandolo con un color blanco.

Nunca descargué esas aplicaciones dedicadas a viajes privadas, siempre soy yo la que maneja, ¿por qué tendría que tener una? Bueno, ahora ya sé porque.

Tampoco tengo señal, volteo a donde esta Ethan y mantiene un llamada, ¿cómo es que el si tiene señal y yo no?

Termina y se acerca, me da la mano y lo miro confundida.

—Vamos, Sel. ¿No pensarás pasar la noche aquí?

Ruedo los ojos y eso parece divertirle. Me levanto y le sonrio de manera sarcástica.

—Listo, ¿cuál es el plan?

—Llame al hotel y esta lleno, también Nathan está ayudando pero no hay nada en la cuidad.

Casi quiero largarme a llorar cuando dice eso. Lo nota y me señala la salida, caminamos despacio.

—La idea de dormir en el aeropuerto suena mejor que salir cuando no tenemos a donde ir.

Niega divertido, él también lleva un par de maletas.

—Si tenemos donde ir, solo...

—¿Solo...?

Titubea antes de hablar.

—Rentamos un coche.

¿Qué?

Lo miro con suspicacia. ¿Esa es la mejor idea?

—No me mires así, Sel.

—¿Y como quieres que te mire?

—¿Cómo lo que soy? El amor de tu vida —bromea, volteo los ojos con diversión.

Se encoge de hombros, dos coches llegan. Un chico de no más de 20 años baja y nos sonríe como si hubiera recibido la mejor noticia.

—Hola, estoy buscando a... — mira rápidamente su celular —Ethan Luna.

—Anda, te buscan amor de mi vida.

El mencionado me ignora, tiende la mano y tras un par de firmas le da las llaves y se va con quien sea que maneja el otro coche.

Ethan mueve las llaves delante de mi con una bonita sonrisa. Enarco una de mis cejas.

—Genial, tenemos un coche.

—Y un largo camino. —menciona mientras abre la cajuela y metemos nuestras maletas. —Sel, tienes la nariz roja.

Seguido de eso la toco y él ríe.

—Hoy desayunaste payaso, ¿cierto? —murmura, entramos al coche, prendo el aire acondicionado y tomo una frazada que está dentro.

—La pedí porque sé lo friolenta que eres.

—Gracias.

Llevamos cerca de dos horas buscando un hotel, ahora yo estoy manejando porque con su humor es muy seguro que tengamos un accidente.

—Mencionaste que Nathan te había dicho de un hotel.

Suspira y se talla los ojos.

—Si, es justo el que acabamos de pasar. Olvido decir que no pregunto si tenía habitaciones disponibles.

—Hay otro pueblo cerca, podemos ir a ver.

—Eso es una mejor idea, ya está oscureciendo. ¿Quieres cambiar?

Niego, pero si quiero cenar algo.

—¿Podrias buscar un lugar de comida?

—Te dije que si querías algo hace media hora.

—Hace media hora no tenía hambre. —murmuró enfocada en la carretera.

No acepte nada porque era verdad, no tenía hambre, mi estomago estaba cerrado.

Como si nunca le hubiera pasado.

Antes de ponerme detrás del volante, hable con Alina y dijo que allá definitivamente estaba mejor el clima pero se quedaría un par de días más en lo que llegó, papá estaba trabajando por lo que no hablé con él pero Sebas y Luke si estaban así que les hice saber de nuestra inesperada travesía, Sebas dijo algo como "que oportuno" y Luke se ofreció a buscar una manera de regresar pero negué ya que a menos que pueda cambiar el clima no habrá una buena solución.

—A dos calles esta una cafetería, gira a la derecha.

Le hago caso y me estaciono cerca del lugar, me da un poco de terror dejar el coche y que cuando regresamos ya no este.

Cuando encontramos una mesa disponible, pedimos de comer. Quizás ya sea noche y el clima sea horrible pero el lugar parece bastante lleno.

Ninguno de los dos hace un solo comentario.

Dile que te diga la verdad.

Lo veo mientras bebo de mi café, no puedo pedirle eso. Menos cuando no tengo opciones para huir.

Te estoy haciendo un favor... A ambos

Me quemo la boca cuando me pierdo en mis pensamientos y murmuró una maldición.

Ethan me extiende el azúcar, lo miro interrogante y niega antes de pasarse a mi lado.

—Saca la lengua.

Le hago caso y con cuidado espolvorea azúcar sobre la parte que me queme, me esta poniendo nerviosa.

Paso saliva pero me resulta complicado.

Murmuro algo como ¿qué se supone que hago? y suena muy gracioso para él, mi voz sale rara y distorsionada, no es la cosa más fácil hablar con la lengua llena de azúcar.

—Presiona la lengua contra tu paladar hasta que el azúcar se derrita. —vuelve a su lugar centrándose en su celular. El mío desde hace poco se apagó.

Espero en silencio a que el azúcar se derrita y me siento hastiada de el sabor.

—Mamá pregunta por tí.

Suelto un quejido, no he podido verla.

—He estado ocupada.

Me mira antes de regresar a su celular y toma de su té.

—Sabra que es una excusa, aún así ¿quieres que le diga eso?

Niego. Mordisqueo mi pulgar.

—No sé que decir, ¿puedes inventar algo? —le pido y vuelo a tomar de mi café pero esta vez con cuidado.

—A sus ordenes —dice —¿me crees una maquina de mentiras?

Sonrio a través de la taza y me encojo de hombros.

—¿Tengo que responder a eso?

Ignora mi comentario para seguir con su celular, el reloj de la entrada marca que ya es media noche. No vamos a encontrar ningún hotel hoy.

Pido otra taza de café.

Siento el flash de una cámara sobre mí, ethan sonríe a manera de disculpa y continuo preparando el café.

—¿Para qué se supone que es eso?

—Esther sigue creyendo que me invente todo esto, ¿es tan difícil de creer que regresamos?

¿Esther era la mamá? ¿O la prima?

—¿Lo hicimos? —cuestiono, rueda los ojos y vuelve a lo suyo.

—Como sea —come un poco de su sándwich antes de contestar —Dice que si no estamos juntos ahora me hará una cita a ciegas.

Río un poco, sería divertido de ver.

—Yo pagaría por ver eso.

—Tu pagarías por cualquier forma de tortura para mi.

Lo señaló con mi cuchara.

—Eso no es cierto.

Creo que nos quedamos una hora más hasta que el lugar tiene que cerrar y terminamos con dos rebanadas de pastel junto a una película en su celular dentro del coche.

N/A:

Hace bastante que no escribo una nota en el momento justo para publicar pero solo quiero agradecer que ya superamos las 400 lecturas y eso es mucho para mi porque tenía menos de 100 lecturas cuando comencé y eso fue hace un mes y poquito, gracias ❤

Fer_xx