Capítulo 16
Tud estaba feliz.
Sus otrora torpes manos se habían convertido en hábiles instrumentos. Con mucha dificultad había aprendido el lenguaje de Yon. Pero había muchos conceptos que se le escapaban. Por las noches sentía que su cerebro iba a estallar, pero al amanecer una sonrisa de Yon y un "buenos días" bastaban para disponerla nuevamente a aprender. Ahora "su" Yon quería enseñarle algo que él llamaba "letras" y "números".
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