10. Los androides despiertan
—¿Falta mucho para llegar a la capital del norte? —Piccolo preguntó mientras todos volaban a gran velocidad.
—Dentro de poco llegaremos —respondió Ten Shin Han.
A lo lejos, los cuatro vieron una enorme ciudad en las montañas, Giin buscaba con la mirada a Trunks, esperando que todavía no hubiera llegado junto a su padre, sabía que tratar de convencerlo de no enfrentar a los androides sería prácticamente perder el tiempo.
Todos se detuvieron una vez que estuvieron en medio de una planicie llena de montañas y cuevas, ahora tendrían que buscar aquel laboratorio, el problema era que habían demasiados lugares que recorrer, además de que ese anciano podía sentir su ki y ellos no.
—"Maldición, ¿Por qué Raichi no me dio más información sobre Maki?" —Giin se sentía muy molesta por no tener nada de información para hacer más sencillo todo.
—Solo nos queda separarnos para buscar el laboratorio, una vez que lo encuentren avisen a los demás —Piccolo ordenó— solamente eleven su ki, así todos sabremos dónde están.
—¡Maldición, aquí hace mucho frío! —Krillin exclamó mientras su cuerpo temblaba.
—Tienes que soportarlo —Ten Shin Han lo miró seriamente y la voz ligeramente temblorosa— aunque no lo creas yo también tengo mucho frío.
—Vaya, los humanos no son nada prácticos —Piccolo se quejó— sus cuerpos tienen demasiadas limitaciones.
—Supongo que es una desventaja —Krillin miró a Giin, quien a pesar de los fuertes vientos que azotaban el lugar, parecía no afectarle— ¿Acaso tú no tienes frío?
Ella únicamente guardó silencio sin mirarlos, al tener algunas partes reconstruidas en su cuerpo, no sentía tanto frío como ellos.
—No perdamos más tiempo, debemos darnos prisa antes de que número 17 y 18 despierten.
Todos estuvieron de acuerdo a sus palabras, repartieron las semillas del ermitaño que quedaban y se separaron para buscar el laboratorio del doctor Maki.
—Debo hablar contigo —Piccolo siguió a Giin mientras ella seguía volando.
—Lo sabe, ¿Verdad Piccolo? —le respondió sin emoción alguna— usted sabía sobre Trunks, así que por lógica, también debe saber sobre mí, ¿Acaso quiere seguirme para asegurarse de que no ayudaré a mis hermanos?
—No saques conclusiones, niña... solo quiero saber si no tienes alguna pista o algo sobre dónde está ese laboratorio.
—El principal objetivo de mi creador era derrotar a Goku y conquistar el mundo, lo único que tengo en mi base de datos es información para poder cumplir con eso... digamos que la ubicación del laboratorio de un viejo colega no entra en esos planes.
—Demonios...
—Ahora yo le pregunto, ¿Va a contarles sobre mí?
—En su momento tu y Trunks derrotaron a Freezer y al otro sujeto, supongo que te debo una... pero si llego a sentir que eres una amenaza no dudaré en eliminarte.
Aquella pequeña amenaza únicamente le sacó una ligera risa.
—Es igual a como Gohan me contó, señor Piccolo —ella le sonrió con nostalgia al hablar de su hermano— alguien fuerte y determinado, pero también precavido. Es un honor por fin conocerlo.
Los dos se separaron y retomaron la búsqueda, al menos Giin se sentía un poco más tranquila al saber que Piccolo confiaba en ella.
Cuando de repente sintió una presencia que se hacía cada vez más y más fuerte, supo que era el ki de Krillin, ¡Había encontrado el escondite!
Rápidamente se dirigió hacia aquella dirección, encontrándose con los demás muchachos, los tres se dirigieron hacia la cueva a toda velocidad con la intención de destruirla cuando Krillin los detuvo para decirles que el doctor ya había entrado ahí.
—¡No podemos perder más tiempo! —Giin salió volando hasta la puerta y comenzó a lanzar varios ataques esperando abrirla.
Los demás hicieron lo mismo que ella, sin embargo, la puerta era demasiado resistente, Piccolo y Giin intentaron atacar juntos para abrirla cuando una voz inesperada se hizo presente, todos voltearon a mirar y se encontraron con Vegeta y Trunks.
Ella los ignoró por completo y extendió su brazo junto a Piccolo con la intención de lanzar un ataque combinado y destruir la puerta.
—¡Número 17 deja de bromear! —una desesperada voz se escuchó antes de que pudieran hacer algo— ¡Sal de este lugar y acaba con nuestros enemigos!
En ese momento la joven sintió como si el mundo se detuviera, habían llegado tarde y los androides ya habían sido despertados. En su mente se revivieron todos los momentos dónde esos monstruos destruían y atacaban todo a su paso por diversión.
Recordó la última batalla que tuvieron y la forma en la que su cuerpo casi se había destruido.
—¡Apártate de ahí! —de pronto sintió un fuerte tirón en su brazo, al mismo tiempo que Vegeta lanzó un poderoso ataque que iluminó todo el lugar y provocó una gran explosión.
De pronto, la enorme puerta que resguardaba el laboratorio cayó, y justo frente a ellos aparecieron los verdaderos enemigos.
—El joven que usa una pañoleta y tiene el cabello negro y largo es el número 17, el androide número 18 es la chica bonita —Vegeta se dirigió a Trunks— son tal y como los describieron en la otra ocasión, ¿Pero de verdad son ellos?
—Si, así es —el pelivioleta afirmó dejando a todos confundidos.
Ninguno podía creer que esos dos jóvenes de apariencia tan común y corriente fueran los enemigos por las que tuvieron que volver al pasado.
—No se dejen llevar por su apariencia —la joven rápidamente intervino al ver sus expresiones— parecen criaturas inofensivas, pero la verdad es que esos sujetos son terribles.
El muchacho de pelo negro únicamente sonrió y dejó escapar una pequeña risa al escuchar sus palabras, quiso decir algo pero el anciano se adelantó.
—¡Ellos son los amigos de Goku, no se vayan a confiar! —explicó con temor en su mirada— ellos destruyeron a número 19 e intentaron asesinarme.
—¿Número 19?, ¿Construiste otro con ese número? —preguntó 17 ignorando las órdenes del doctor— ya veo, ese androide fue quien terminó de reconstruir al mismísimo doctor Maki Gero, ¿Era de los que absorben energía con las manos?
—Si, así es.
—¿Y el doctor Raichi estuvo de acuerdo con que tomaras prestado su trabajo?
—"¿Ellos saben sobre el trabajo de Raichi? —pensó la joven buscando la mirada de su pareja— no lo entiendo, entonces..."
—¡Olviden ese asunto par de tontos! —exclamó el anciano completamente exasperado— ¡Ahora quiero que derroten a esos sujetos de inmediato!
—No nos estés forzando —17 respondió de forma altanera, sorprendiéndolo— nosotros lo haremos cuando querramos.
Por otra parte, 18 se acercó a una enorme cápsula dónde se mostraba un número "16" en ella, preguntó el porque no lo había activado aún y si existía una gran diferencia entre ellos.
Maki Gero rápidamente se opuso a que lo activaran, por primera vez desde que apareció finalmente se mostraba completamente asustado.
—"Yo jamás conocí a número 16 —Trunks rápidamente miró a Giin quien lucía igual de confundida que él— eran solo dos, ¿Que significa esto?"
17 sonrió y le pidió a su hermana que activara al dichoso androide, sin embargo, el doctor Maki rápidamente intervino y explicó que él era un nuevo experimento pero terminó siendo un fracaso.
—No se te ocurra despertarlo —él miró a la rubia con temor— ¡SI TE ATREVES QUIZÁS ESE TERRIBLE ANDROIDE NOS PUEDA MATAR!
—¿Que ese terrible androide puede matarnos? —17 preguntó con un toque de diversión en su voz, al mismo tiempo que escaneaba aquella cápsula— ¿Quieres decir que es más fuerte que yo por lo que indica la computadora?
—Si, así es.
—No importa, ¡Puedes despertarlo 18!
La mencionada únicamente sonrió y acercó la mano a uno de los botones de la cápsula, el anciano nuevamente gritó explicando que aquello sería un grave error y que obedeciera sus órdenes.
Pero todo se detuvo en cuanto número 17 atravesó el pecho del doctor con una de sus manos para horror y consternación de todos, sin mostrar emoción alguna, rápidamente cortó su cabeza de una sola patada y de un solo salto la destruyó.
—No puede ser —Giin observaba aquella situación completamente asustada, no entendía como es que ellos habían podido matar a su creador.
El pelinegro se alejó de ellos y le dijo a su hermana que despertara al androide de una vez.
De un momento a otro, Trunks se transformó en súper saiyajin y destruyó el lugar con un fuerte ataque, todos tuvieron que escapar para no salir lastimados de alguna manera y al final, el laboratorio terminó reducido a simples escombros.
—Pero que estúpido eres, has hecho algo muy absurdo —Vegeta se burló confundiendo a su hijo— ¿Ya viste quien está en ese lugar?
La nube de humo y polvo que había dejado aquella explosión poco a poco fue desvaneciéndose, mostrando que los androides no habían sufrido ningún daño. Sin perder más tiempo, 18 abrió la cápsula dónde se encontraba número 16, el cual se levantó y comenzó a observar a su alrededor.
—"No lo conozco, no tengo datos sobre él ni nada parecido" —el cuerpo de Giin comenzó a temblar, ahora había otro androide al cual no podría ni tocar.
—Hola número 16 —el pelinegro saludó— a decir verdad es la primera vez que te veo con vida, ¿Cómo te sientes después de haber despertado de ese largo sueño?
Silencio.
—Sabes, el doctor Maki Gero no quería despertarte, hasta nos amenazó —17 continuó hablando— según él, tu serías capaz de matarnos porque eres diferente.
—Ahora me gustaría mucho saber cuál es tu opinión sobre esto —18 pidió sintiendo curiosidad por él, sin embargo, solo recibió más silencio como respuesta— así que no quieres decirnos nada.
—A lo mejor es una persona muy callada.
El enorme androide únicamente guardó silencio, mirando todo el lugar hasta que finalmente decidió decir algo.
—Número 108.
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